Lady Tyra se giró hacia Seren. —Su Majestad, esos carruajes pertenecen a la Primera y Segunda Concubina del antiguo rey.
No tuvieron que esperar mucho antes de que los carruajes se detuvieran frente a ellas. Una mujer que parecía ser una dama de compañía salió del primer carruaje y ayudó a una mujer mayor y distinguida a bajar de él.
Con largos cabellos oscuros fluyendo y ojos del tono del azul, la mujer que parecía más joven de lo que realmente era, emergió del carruaje y ofreció a Seren una dulce sonrisa. Vestida con una impresionante túnica roja, la mujer lucía tan elegante y carismática que hizo recordar a Seren a una Reina Niobe menos atractiva. Aunque a Seren no le gustaba la Reina Niobe, no podía negar el hecho de que ella era una figura de belleza, gracia y elegancia, aunque era una mujer fría que nunca permitía mostrar sus emociones frente a la gente.
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