Capítulo 120 Agraciados con un Contrato

—Ahora, la pregunta es qué hacer contigo —Kat escuchó el movimiento del acero deslizándose fuera de su vaina y supo que podía descartar a los gemelos.

—Estaba buscando un compañero, pero encontrar al demonio colapsado en la nieve me provoca sentimientos encontrados —Kat escuchó crujir las botas mientras la figura se acercaba.

—Pensé que serías uno de los contendientes más fuertes en este desafío, pero supongo que no —Kat escuchó el silbido del viento y sintió una cuchilla dirigiéndose hacia ella. La cola de Kat, sin siquiera necesidad de ver, se enroscó alrededor del brazo del atacante y lo sujetó con un agarre férreo.

—¿Oh? No tan fuera de combate como pensaba... pero, ¿por qué seguir con la farsa? —Kat giró un poco la cabeza, no lo suficiente para ver más allá del espeso muro de nieve, pero sí para usar su boca—. Gasté toda mi energía un par de cientos de metros atrás en una idea tonta. Si me dejas de atacar un minuto, estaré bien.