Liberando el cuello del hombre, Shiro se sentó en una de las sillas y cruzó las piernas.
—La información que Dominic quería era sobre las Reinas junto con cada detalle de información que puedo proporcionarle sobre la Ciudad del Vaticano. El nivel de los aventureros, la defensa, los puntos débiles de su defensa e incluso algo de información sobre los demonios —respondió el hombre mientras se frotaba el cuello.
—¿Sabes lo que quiere hacer con toda esa información? —Shiro entrecerró los ojos.
Aunque sabía que quería destruir la Ciudad del Vaticano, quería saber más de la situación para ver si había algún cerebro detrás de todo esto.
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