Gírate

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En el estacionamiento.

Dentro de ese lujoso coche, Lewis y el Tío Olsen aún estaban en un enfrentamiento.

Al ver el coche de la policía, los ojos del Tío Olsen parpadearon por un momento. —¿Alguien llamó a la policía?

Lewis reconoció a Holly. Al ver su actitud apresurada, supo que debía estar allí para ayudar a Keira. No expuso esta conexión y simplemente dijo indiferente—. ¿No es mejor que la policía esté aquí? Si Keira realmente empujó a Isla, ¡la ley se encargará de ella!

El Tío Olsen lo miró fijamente. —Mocoso, no juegues trucos frente a mí. Lo he dicho, incluso si esa hija ilegítima no empujó a Isla, ya que la Señorita Olsen la calumnió, ¡entonces haré que pague el precio!

Habiendo dicho eso, salió del coche.

Lewis inmediatamente lo siguió. —¿Le gustaría al Tío Olsen subir a echar un vistazo?

El Tío Olsen bajó la mirada y reflexionó por un momento antes de mirar a Ellis. —Tú mantén un ojo en ellos, y si Isla sufre alguna desventaja, ven y llama a la gente.