Una Luna embarazada

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En la casa de la manada...

Tatiana tenía las manos ocupadas clasificando informes sobre daños y bajas.

El hospital del paquete se estaba llenando rápidamente. Para atender a un número sin precedentes de lesionados, los doctores instalaron una tienda afuera para hacer la evaluación preliminar de los pacientes y los primeros auxilios antes de decidir si podían ser enviados a casa o si necesitaban quedarse en el hospital del paquete. Cornelia fue allí con Ivy y Lily para ayudar con los pacientes, y Meg se quedó al lado de Tatiana para ayudarla con el trabajo administrativo.

Estaba ocupado, y la parte más difícil era cuando tenían que tomar nota de otra vida perdida. El número de fatalidades había llegado a diecisiete.

Tatiana estaba exhausta y abrumada. Tomó un sorbo de café ya frío y le hizo señas a un Omega cercano para que le trajera otro.

—¿Deberías estar bebiendo café? —preguntó Meg a Tatiana.