webnovel

Capitulo 8: Preparativos y Marines.

[Pov – Unzen]. 

 

 

A la mañana siguiente, me levanté temprano, los primeros rayos de sol filtrándose por las ventanas de mi habitación. Me vestí rápidamente, lista para comenzar el día. Tenía algo importante que discutir con Hancock, y aunque nuestra misión era de vital importancia para Amazon Lily, no podía evitar sentir una mezcla de emoción y anticipación al pensar en verla. 

Caminé por los pasillos del palacio, los sonidos tranquilos de la mañana resonando a mi alrededor. Encontré a Hancock en el jardín, rodeada de flores exóticas y el aroma dulce de la vegetación. Su cabello oscuro brillaba bajo la luz del sol, y la gracia con la que se movía hacía que fuera imposible apartar la mirada. 

"Hancock," llamé, acercándome con una sonrisa. Ella se volvió hacia mí, sus ojos azules encontrándose con los míos, y una leve sonrisa curvó sus labios. 

"Unzen," respondió ella con su voz suave pero firme. "¿Qué te trae aquí tan temprano?" 

"Quería hablar contigo sobre nuestro próximo viaje," dije, deteniéndome a su lado. "Tritoma y yo discutimos anoche la posibilidad de ir a Drum Island para contratar médicos. Creo que es una gran oportunidad para fortalecer a nuestra nación y prepararnos para cualquier eventualidad." 

Hancock me miró con interés, pero también noté un destello de curiosidad en sus ojos. "Drum Island, huh... Parece un viaje interesante. ¿Quiénes irán?" 

"Estoy pensando en llevar a un grupo pequeño. Sería más fácil movernos discretamente y centrarnos en la misión. Tú, yo, y algunas de nuestras mejores guerreras." Luego, me incliné un poco hacia ella, permitiéndome jugar un poco. "Además, pensé que sería una excelente oportunidad para pasar más tiempo juntas." 

Hancock arqueó una ceja, aunque no pude evitar notar un leve rubor en sus mejillas. "Ah, ¿sí? ¿Y qué te hace pensar que quiero pasar más tiempo contigo?" 

Sonreí, dejando que mi mirada se suavizara mientras sostenía su atención. "Bueno, no me culpes por querer estar cerca de la mujer más hermosa de Amazon Lily." 

Su expresión se suavizó un poco, y aunque trató de mantener su postura firme, vi cómo su rostro se iluminaba. Hancock era fuerte y orgullosa, pero en momentos como este, sabía que mis palabras tenían un impacto en ella. 

"Siempre sabes qué decir," murmuró, sus ojos recorriendo mi rostro. "Pero me parece un plan sólido. Si Tritoma está de acuerdo, estaré a tu lado en este viaje." 

"Eso esperaba," respondí, dejándome llevar por el momento y permitiéndome un toque juguetón en mi tono. "Porque tenerte a mi lado hace que cualquier misión sea mucho más interesante." 

Hancock rio suavemente, un sonido que rara vez se escuchaba, pero que hacía que mi corazón latiera un poco más rápido cada vez que lo hacía. Era raro verla tan relajada, pero siempre me aseguraba de aprovechar esos momentos. 

"Entonces, Drum Island será nuestra próxima aventura," dijo finalmente, sus ojos brillando con determinación. "Pero recuerda, Unzen, nada puede distraernos de nuestra misión." 

"Por supuesto," respondí, aunque no pude evitar que mis pensamientos vagaran por un instante. "Aunque a veces, un poco de distracción no es tan malo." 

La sonrisa de Hancock se amplió un poco, y su mirada se suavizó mientras me observaba. "Tienes razón, Unzen. A veces, un poco de distracción puede hacer que las cosas sean más interesantes." 

Nos quedamos en silencio por un momento, disfrutando de la compañía mutua y del aire fresco del jardín. Sabía que no podía contarle a nadie sobre lo que sabía de la historia del mundo, pero estar con Hancock, compartiendo estos momentos, me hacía sentir que estaba tomando la decisión correcta. Drum Island sería solo otro paso en nuestro camino, pero con ella a mi lado, sabía que podría enfrentar cualquier desafío que se presentara. 

Después de un rato, me despedí de Hancock, prometiéndole que la informaría de los detalles del viaje en cuanto todo estuviera preparado. Mientras me alejaba, no pude evitar sonreír ante la perspectiva de lo que estaba por venir. La misión en Drum Island sería desafiante, pero con Hancock y las demás a mi lado, sabía que estábamos listas para enfrentar cualquier cosa. 

Caminando por el palacio, decidí que era el momento de informar a Sandersonia y Marigold sobre el viaje. Caminé por los pasillos del palacio, pensando en cómo abordar la conversación. Sonia y Mari siempre habían sido como mis hermanas menores, y aunque confiaba plenamente en su capacidad, sabía que se sentirían decepcionadas al no ser incluidas en esta misión. 

Las encontré en uno de los patios interiores, entrenando juntas como solían hacer. Ambas estaban concentradas en sus movimientos, sus cuerpos fluyendo con la gracia y la fuerza que solo se obtiene a través de años de arduo entrenamiento. Las observé por un momento, apreciando lo mucho que habían crecido y lo fuertes que se habían vuelto desde nuestra infancia. 

"Chicas," las llamé, interrumpiendo su sesión. Ambas se detuvieron de inmediato y se giraron para mirarme, sudor en sus frentes, pero con expresiones de curiosidad. 

"Unzen," respondió Marigold, acercándose a mí. "¿Qué sucede?" 

"Necesito hablar con ustedes sobre una misión importante," les dije, manteniendo un tono serio pero calmado. "Hancock y yo estamos planeando un viaje a Drum Island." 

"¿Drum Island?" repitió Sonia, frunciendo el ceño. "¿Por qué ahí?" 

"Vamos a contratar médicos," expliqué. "Tritoma y yo hemos hablado sobre la importancia de mejorar las habilidades de las Kuja, especialmente en cuanto a medicina. Drum Island es famoso por sus médicos, y creo que es el lugar adecuado para aprender y traer ese conocimiento a la isla." 

Marigold asintió, pero vi que algo en sus ojos mostraba preocupación. "¿Nos llevarás contigo?" 

Suspiré suavemente, sabiendo que no les gustaría lo que tenía que decir. "Esta vez no. Necesito que ustedes dos se queden en la isla mientras estamos fuera. Hay mucho trabajo por hacer aquí, y quiero que comiencen a entrenar a las mujeres de Amazon Lily." 

Ambas se quedaron en silencio por un momento, procesando lo que les había dicho. Sonia fue la primera en hablar, su tono tranquilo pero firme. "¿Nos estás pidiendo que asumamos la responsabilidad de entrenar a las mujeres mientras tú y Hancock están fuera?" 

Asentí. "Exactamente. Confío en ustedes. Ya han demostrado ser grandes líderes y guerreras, y ahora es el momento de compartir lo que saben con las demás. Amazon Lily necesita fortalecerse en todos los frentes, y ustedes son las mejores para liderar ese esfuerzo." 

Marigold me miró por un momento antes de asentir lentamente. "Lo entiendo, Unzen. Pero será extraño no ir contigo esta vez." 

Sonreí, sintiendo una mezcla de orgullo y nostalgia. "Lo sé, Mari. Pero créanme, esta misión es igual de importante. Ustedes serán fundamentales para el futuro de la isla. Además, sé que están más que capacitadas para entrenar a las nuevas guerreras. Quiero que enfoquen sus esfuerzos en fortalecer sus habilidades de combate y Haki." 

Sonia sonrió suavemente. "Te preocupas demasiado, Unzen. Ya hemos comenzado a entrenar a algunas de ellas, y continuaremos haciéndolo mientras estás fuera. Puedes contar con nosotras." 

Sentí alivio al escuchar sus palabras. "Gracias. Sabía que podía contar con ustedes." Luego, las miré a ambas con seriedad. "Quiero que también se concentren en su propio entrenamiento. Nunca dejen de mejorar. Drum Island es solo el comienzo, pero habrá más retos en el futuro, y quiero que todas estemos preparadas." 

"Lo haremos," respondió Sonia con determinación, mientras Mari asintió en silencio, mostrando su apoyo. 

Nos quedamos en silencio por un momento, las tres sabiendo lo que significaba este próximo paso en nuestro camino. Aunque no estaríamos juntas en esta misión, sabíamos que cada una de nosotras tenía un papel importante que desempeñar en el futuro de Amazon Lily. 

"Bien," dije finalmente, rompiendo el silencio. "Les mantendré informadas de lo que suceda en Drum Island. Y cuando regresemos, quiero ver cuánto han mejorado las chicas." 

Ambas sonrieron ante mi comentario, y tras una breve despedida, me alejé del patio, sintiendo una mezcla de emociones. Sabía que era lo correcto dejarlas a cargo del entrenamiento, pero no podía evitar sentir que dejaba una parte importante de mí atrás. Sin embargo, también sabía que estaba tomando la decisión correcta. Sonia y Mari eran capaces, y bajo su liderazgo, las mujeres de Amazon Lily se volverían más fuertes que nunca. 

Mi próximo paso era preparar todo para el viaje a Drum Island, pero con Hancock a mi lado y Sonia y Mari cuidando de la isla, sentí que estábamos listas para cualquier cosa que el futuro nos deparara. 

Tras dejar las cosas en su sitio con Sandersonia y Marigold, el siguiente paso era hablar con la capitana Yuda y preparar todos los suministros necesarios. Necesitábamos estar listas para cualquier cosa durante el viaje, especialmente si íbamos a tratar con los médicos de Drum Island. 

Me dirigí hacia el puerto, donde el barco de las Kuja estaba anclado. el sonido del agua siempre me hacía sentir en casa. Caminando con paso firme, pasé junto a las guerreras Kuja que ya estaban empezando su rutina diaria. Algunas me saludaron con una inclinación de cabeza, y yo les devolví el gesto con una sonrisa. 

La capitana Yuda estaba en la cubierta supervisando la revisión del barco, asegurándose de que todo estuviera en perfectas condiciones. A pesar de ser una veterana, se mantenía enérgica y siempre lista para la batalla o el próximo viaje. La llamé desde la rampa de acceso. 

"Yuda," le dije mientras subía a bordo. 

"Unzen," respondió, dándose la vuelta. "¿Cómo estás? Escuché sobre tu charla con Tritoma. Supongo que vamos a Drum Island." 

"Exactamente," le confirmé mientras me acercaba. "Quiero que prepares todo para el viaje. Vamos a necesitar espacio suficiente para los médicos que traeremos de vuelta, además de todo lo necesario para un viaje largo." 

Yuda asintió, ya comprendiendo el desafío que teníamos por delante. "¿Algún estimado de cuántos médicos planeas traer?" 

"No estoy segura aún," respondí, pensativa. "Drum Island es conocida por su habilidad médica, pero no sé cuántos estarán dispuestos a venir. Estimo que al menos un puñado. También quiero que las guerreras médicas Kuja se preparen para aprender todo lo que puedan en ese lugar. Esto es tan importante para ellas como para la isla." 

La capitana Yuda asintió con seriedad, entendiendo el peso de la misión. "Haré todo lo posible para que el barco esté listo. También hablaré con las médicas Kuja para que se preparen. No sabemos cuánto tiempo estaremos allí, así que necesitamos estar listas para todo." 

"Gracias, Yuda," le dije, sabiendo que podía confiar en ella. "También debemos estar preparadas por si el clima en la isla es complicado. Hace frío en Drum Island, y muchas de nuestras guerreras no están acostumbradas a eso." 

"Lo sé. Ya me encargaré de que tengamos los suministros adecuados para el clima. No te preocupes." 

"Perfecto," respondí, sintiendo que las cosas estaban en marcha. "Voy a hablar con las médicas Kuja ahora mismo. Quiero que estén al tanto de lo que se espera de ellas." 

"Estaré aquí si necesitas algo más," dijo Yuda, volviendo a su tarea mientras yo me dirigía a la cabina donde se encontraban las médicas Kuja. 

Al entrar, varias de las mujeres ya estaban reunidas, revisando sus suministros y materiales. Habían sido entrenadas en la isla, pero esto era solo una fracción de lo que realmente podían aprender. El conocimiento médico de las Kuja era bueno, pero lejos de ser el mejor, y mi misión era cambiar eso. 

"Escúchenme, por favor," les dije, llamando su atención. 

Todas dejaron lo que estaban haciendo y se giraron para mirarme. Podía ver la determinación en sus rostros. Sabían que este viaje sería importante. 

"Como algunas ya saben, vamos a Drum Island," comencé. "La misión es simple: necesitamos médicos que nos enseñen a mejorar nuestras habilidades aquí en Amazon Lily. Quiero que cada una de ustedes aproveche esta oportunidad para aprender todo lo que puedan. No estamos aquí solo para observar, sino para aprender y traer ese conocimiento de vuelta." 

Las médicas asintieron, mostrándose ansiosas por la misión. Sabían que el futuro de la isla dependía de su habilidad para curar y proteger a las demás. 

"Estén listas para partir en los próximos días," les advertí. "El clima será difícil, así que asegúrense de tener todo lo necesario para protegerse del frío. Y recuerden, no solo vamos a aprender. Si es necesario, también deberemos ser capaces de luchar. No sabemos qué nos espera en el camino." 

"Entendido, Unzen," respondió una de las médicas, quien parecía ser la líder del grupo. "Nos prepararemos para el viaje y nos aseguraremos de estar listas para cualquier eventualidad." 

"Bien," dije, satisfecha. "Esto es una gran oportunidad para todas nosotras. Confío en que estarán a la altura." 

Con todo organizado, dejé la cabina y regresé a la cubierta. Yuda seguía revisando los últimos detalles con la tripulación, y sentí que todo estaba en marcha. Me quedé un momento en la proa, mirando el horizonte, pensando en lo que vendría. 

 

------------Dos días después--------------- 

 

El día de la partida llegó rápidamente, y me aseguré de que todo estuviera en orden antes de zarpar. El aire de Amazon Lily estaba cargado de emoción y expectativa. Sabía que este viaje sería importante no solo para la isla, sino también para mi propia evolución. Me dirigí al palacio para hablar con Tritoma antes de abordar el barco. 

Cuando llegué, Tritoma ya me estaba esperando en su trono, sentada con una postura imponente pero tranquila. Me acerqué y me incliné ligeramente en señal de respeto. 

"Ya está todo listo," le informé. "Partiremos en breve hacia Drum Island." 

Tritoma asintió con una pequeña sonrisa. "Confío en ti, Unzen. Sé qué harás lo mejor por la isla." 

"También quería contarte que hablé con Sandersonia y Marigold," continué. "Les pedí que se quedaran aquí mientras estoy fuera y que comiencen a entrenar a las mujeres de la isla en técnicas de combate. Es importante que sigamos fortaleciendo nuestra fuerza." 

Tritoma asintió nuevamente. "Eso es sabio. Las mujeres de la isla necesitan continuar mejorando, y Sandersonia y Marigold son perfectamente capaces de liderar ese entrenamiento." 

Había un brillo en sus ojos, algo que revelaba lo orgullosa que estaba de cómo las cosas habían avanzado. Pero también noté cierta preocupación, probablemente sobre los riesgos del viaje. Me acerqué un poco más, adoptando una postura más cercana. 

"Todo estará bien, Tritoma. El viaje no debería ser demasiado complicado, y confío en que Drum Island nos dará lo que necesitamos para mejorar nuestras habilidades médicas." 

Tritoma dejó escapar un suspiro y luego sonrió de nuevo. "Lo sé. Pero siempre es difícil ver partir a los más fuertes de la isla. Recuerda cuidarte a ti y a Hancock." 

"Lo haré," le aseguré. "Y cuando regrese, Amazon Lily estará mejor preparada que nunca." 

Nos despedimos, y mientras salía del palacio, me dirigí al bosque cercano, donde Laki descansaba bajo un árbol, con su mirada siempre alerta. La pantera negra se había convertido en mi fiel compañera durante los últimos años, y aunque sabía que estaría bien, quería asegurarme de que también tuviera su propio camino mientras yo estuviera fuera. 

"Laki," la llamé, y ella alzó la cabeza, mirándome con esos ojos amarillos intensos. Me acerqué y me agaché a su lado, acariciando suavemente su pelaje oscuro. "Quiero que te quedes aquí por un tiempo. Descansa, recupera tus fuerzas." 

Laki emitió un suave gruñido en señal de comprensión, aunque no parecía particularmente entusiasmada con la idea de quedarse atrás. 

"Sé que no te gusta estar quieta," continué con una sonrisa. "Pero, si puedes, encuentra más panteras en la isla. Quizás haya otras como tú que puedan unirse a nosotras cuando regrese." 

Laki me miró fijamente por un momento, como si estuviera evaluando mi solicitud, y finalmente asintió de manera lenta. Aunque era una bestia salvaje, nuestro vínculo había crecido lo suficiente como para que me entendiera. 

Me levanté, dándole una última palmada en la cabeza. "Nos veremos pronto, amiga." 

Con eso, me alejé, dejando a Laki en el bosque, sabiendo que estaría bien. Era fuerte y sabía cuidarse. Finalmente, me dirigí hacia el puerto, donde el barco Kuja estaba completamente preparado y listo para partir. 

Hancock ya estaba a bordo, revisando algunos detalles con la capitana Yuda. Su presencia siempre era imponente, incluso cuando estaba concentrada en tareas simples. Subí al barco con una mezcla de emociones: emoción por lo que vendría y un leve nerviosismo por lo que podría encontrar en Drum Island. 

"¿Todo listo?" pregunté al acercarme a Hancock. 

Ella asintió y me dirigió una sonrisa juguetona. "Siempre estás lista para la acción, Unzen. No puedo esperar a ver qué nos espera esta vez." 

Reí suavemente y me acerqué un poco más. "Confío en que será un viaje interesante, y quién sabe… tal vez tengamos algunas sorpresas en el camino." 

Nos miramos por un momento, y aunque el trabajo y la misión estaban en nuestras mentes, el coqueteo entre nosotras siempre estaba presente, algo que solo intensificaba nuestra conexión. 

Finalmente, la capitana Yuda dio la orden para zarpar. Las velas se desplegaron y el barco comenzó a moverse, alejándose lentamente del puerto y dirigiéndose hacia la puerta metálica que protegía la entrada y salida de Amazon Lily. la gran puerta se abrió, revelando el vasto mar más allá. 

Respiré hondo mientras el viento marino acariciaba mi rostro. El viaje hacia Drum Island había comenzado. Miré hacia adelante, el horizonte abierto. 

La brisa marina y el sonido del mar nos envolvieron mientras el barco Kuja se deslizaba suavemente fuera de Amazon Lily. No era necesario el viento para avanzar, ya que las dos enormes serpientes Yuda jalaban la embarcación con una fuerza constante, complementada por las grandes ruedas de paletas a cada lado del barco. Las Kuja siempre habían tenido un medio de transporte único, uno que destacaba por su elegancia y eficiencia, como todo lo que hacían. 

Hancock estaba a mi lado, mirando hacia el horizonte con una expresión serena. Yo me apoyé en la barandilla del barco, dejando que la sal del mar tocara mi piel y el sol calentara mi cuerpo. Aunque el viaje apenas comenzaba, ya sentía la emoción acumulándose en mi interior. Estábamos por enfrentarnos a lo desconocido, pero esa incertidumbre era lo que hacía esta vida tan atractiva. 

La capitana Yuda se acercó, con la expresión de alguien que siempre tenía un plan. En su mano sostenía una Eternal Pose, un objeto esencial para cualquier nave que navegue los traicioneros mares del Grand Line. Levantó la brújula especial, y vi cómo la aguja apuntaba hacia un lugar fijo, inmutable. 

"Nuestra primera parada será en Arabasta," dijo Yuda con voz firme. "Tenemos una Eternal Pose hacia allí, y será una buena oportunidad para conseguir una Log Pose o, si tenemos suerte, una Eternal Pose a Drum Island." 

Arabasta. Un reino vasto y lleno de historia, pero que no formaba parte de mis planes inmediatos. Sin embargo, el viaje hacia Drum Island requería preparación, y Arabasta era un lugar donde podíamos reabastecernos y conseguir lo necesario. 

Asentí. "Está bien. Haremos lo que sea necesario para continuar nuestro viaje. ¿Cuánto tiempo tardaremos en llegar?" 

"Si el mar se mantiene tranquilo, en una semana llegaremos," respondió Yuda, guardando la Eternal Pose en un bolsillo seguro de su abrigo. "Aunque no se puede confiar en que el mar siempre será benevolente." 

Los días que siguieron fueron relativamente tranquilos, o al menos lo fueron para mí y Hancock. Las Kuja se movían con precisión en el barco, entrenando, reparando equipo y asegurándose de que todo estuviera en orden. Me mantuve vigilante, no porque temiera algún ataque, sino porque sabía que, en estos mares, cualquier cosa podía suceder. 

Un día, mientras descansábamos en cubierta, se escuchó el grito de una de las vigías. 

"¡Barco a la vista!" 

Me incorporé rápidamente y corrí hacia la proa del barco, donde las Kuja ya estaban preparándose para un posible combate. Hancock estaba a mi lado en un instante, con una sonrisa peligrosa en su rostro. 

"Parece que tendremos algo de diversión," murmuró, su tono lleno de expectativa. 

El barco que se acercaba era claramente pirata, sus velas desgarradas y el símbolo de una calavera ondeando en lo alto del mástil. No eran enemigos de gran calibre, pero sabíamos que cualquier amenaza debía ser tomada en serio. 

La capitana Yuda tomó el mando, dando órdenes claras y precisas a las guerreras Kuja. Sin embargo, no todos los combates requerían nuestra intervención directa. Hancock, yo, y las demás generalmente solo interveníamos cuando la situación lo ameritaba, dejando que las guerreras más jóvenes se ocuparan de los combates más sencillos. 

El barco pirata se acercó rápidamente, y pude ver cómo los hombres a bordo nos miraban con codicia en sus ojos. Claramente, no sabían con quiénes estaban lidiando. 

Las Kuja comenzaron a disparar flechas imbuidas con Haki, las cuales atravesaron el aire con una precisión letal. Los piratas cayeron uno por uno, pero aquellos que lograron acercarse a nuestro barco se encontraron con la furia de las guerreras en combate cuerpo a cuerpo. 

Ni Hancock ni yo necesitábamos intervenir en este combate. Las Kuja eran más que suficientes para enfrentarse a estos piratas de baja categoría. Sin embargo, observé con detenimiento, siempre preparada para actuar si la situación lo exigía. 

El enfrentamiento no duró mucho. En cuestión de minutos, el barco enemigo estaba reducido a escombros flotando en el mar. Las Kuja, eficientes como siempre, no dejaron prisioneros ni sobrevivientes. Los piratas que se acercaban a nosotras sabían que no había lugar para la misericordia. 

Una vez que todo terminó, Hancock se volvió hacia mí, sus ojos brillando con esa chispa de emoción que siempre aparecía después de un combate, aunque no hubiera sido necesario su Haki del Conquistador. "Demasiado fácil." 

Sonreí. "Tal vez nos encontremos con alguien más interesante antes de llegar a Arabasta." 

Pasaron algunos días más en alta mar, el viento soplaba de manera suave, y las serpientes Yuda seguían arrastrando el barco Kuja con una calma imperturbable. Todo parecía tranquilo hasta que, a lo lejos, divisamos algo inusual. 

"¡Barcos a la vista!" gritó una de las vigías desde lo alto del mástil. 

Me acerqué rápidamente a la proa, y mis ojos afinaron la vista para examinar la escena. Dos barcos estaban involucrados en una intensa batalla. Uno llevaba la inconfundible bandera de la Marina, con su distintivo símbolo ondeando en lo alto. El otro barco era claramente pirata, con su bandera negra ondeando ferozmente. Aunque era evidente que los piratas estaban luchando con todas sus fuerzas, la Marina parecía tener la ventaja. 

Me giré hacia la capitana Yuda, que ya estaba tomando el mando de la situación. "Parece que tenemos un encuentro interesante por delante," comenté, mientras ella se acercaba a mi lado. 

"¿Qué piensas hacer, Unzen?" preguntó Yuda, sin perder la compostura. 

Sonreí. "No vamos a involucrarnos sin razón, pero podría ser una oportunidad para obtener información o recursos." 

Hancock, siempre serena, se acercó también, observando con calma la batalla que se desarrollaba a la distancia. "Podemos dejar que se destruyan entre ellos, y luego tomar lo que quede. Sería más eficiente." 

Asentí. "Exactamente lo que estaba pensando." 

Nos mantuvimos a la distancia por unos momentos, observando cómo la batalla se desarrollaba. Los cañones de ambos barcos tronaban, y las balas de cañón atravesaban el aire, explotando contra los cascos de las naves. La Marina, con su disciplina y organización, estaba abrumando rápidamente a los piratas, pero estos últimos se defendían con la ferocidad de quienes no tenían nada que perder. 

Sin embargo, había algo extraño en la escena. A pesar de la clara ventaja numérica y de fuerza de la Marina, los piratas no parecían rendirse, como si estuvieran protegiendo algo más que sus vidas. 

"Algo está pasando en ese barco," dije en voz baja, observando la cubierta del barco pirata. Parecía que estaban defendiendo una gran caja de madera que no dejaban caer en manos de los marines. 

Hancock levantó una ceja. "Interesante. Podría ser algo valioso." 

"Vamos a esperar y ver," dijo la capitana Yuda, dirigiendo a las guerreras Kuja para que mantuvieran el barco en curso sin acercarse demasiado a la batalla. No teníamos necesidad de entrometernos sin saber exactamente qué estaba en juego. 

Los minutos pasaron y, finalmente, el barco pirata fue superado. Sus cañones silenciados, la tripulación diezmada y la Marina se preparaba para abordar la nave y llevarse el botín. Pero justo cuando pensábamos que todo había terminado, algo inesperado ocurrió. 

Un inmenso pirata, cubierto de cicatrices y con una mirada furiosa, salió de la cubierta con la enorme caja en sus brazos. Era claro que no iba a entregarla sin luchar. "¡Nunca tendréis esto!" gritó, mientras hacía estallar una granada en su mano, arrojando a los marines cercanos al agua. 

Hancock sonrió. "Ahora esto se está poniendo interesante." 

Sin perder más tiempo, me giré hacia la capitana Yuda. "Vamos a intervenir. Si los piratas tienen algo valioso, lo tomaremos antes que la Marina." 

Yuda asintió, y las Kuja rápidamente tomaron sus posiciones. Mientras nos acercábamos, ordené a las guerreras que prepararan las flechas imbuidas en Haki. El barco Kuja se deslizó con elegancia entre los barcos enfrentados, llamando la atención de ambas tripulaciones. 

El capitán de los marines, sorprendido por nuestra aparición, se adelantó. "¡Deténganse! Este es un asunto de la Marina. No se entrometan." 

Ignorando sus palabras, le di la señal a Hancock. Con una sonrisa en los labios, ella extendió su mano hacia los marines que estaban frente a nosotros. "¡Mero Mero Mellow!" gritó, desatando el poder de su fruta del diablo. En un instante, los marines que se habían acercado quedaron petrificados, convertidos en estatuas de piedra. 

El capitán marine gritó furioso al ver a sus hombres caer, pero antes de que pudiera reaccionar, las Kuja ya estaban en acción. Las guerreras dispararon sus flechas imbuidas con Haki, desmantelando a cualquier resistencia restante. A pesar de ser un barco de la Marina, no estaban preparados para enfrentarse al poder combinado de Hancock y las guerreras Kuja. 

Mientras tanto, yo observaba cómo la situación se desenvolvía, preparada para intervenir si era necesario. Pero, como sospechaba, no fue necesario. Hancock y las demás podían manejar esto sin problemas. 

El pirata que sostenía la caja intentó aprovechar el caos para escapar, pero ya era demasiado tarde. Con un movimiento rápido, le intercepté antes de que pudiera reaccionar. "¿Qué es lo que intentas proteger con tanto fervor?" le pregunté con frialdad. 

El hombre gruñó, pero no dijo una palabra. A pesar de su tamaño, no me tomó mucho esfuerzo derribarlo y arrancarle la caja de las manos. Los piratas restantes intentaron proteger a su capitán, pero rápidamente fueron neutralizados por las guerreras Kuja. 

Abrí la caja, esperando encontrar algún tesoro valioso. Sin embargo, lo que vi dentro me sorprendió. No era oro ni joyas, sino un mapa... uno que parecía indicar la ubicación de algo muy importante. 

"¿Un mapa? ¿Qué es esto?" me pregunté en voz alta, mientras examinaba los detalles. 

El pirata, ahora de rodillas y derrotado, me miró con una sonrisa amarga. "No entenderías el valor de ese mapa. Lleva a un tesoro más grande que cualquier cosa que puedas imaginar." 

Antes de que pudiera continuar, Hancock se acercó a mi lado. "Tal vez deberíamos conservarlo y averiguar a dónde lleva." 

Asentí, guardando el mapa en mi abrigo. "Parece que hemos encontrado algo más interesante que unos simples piratas." 

Con la situación bajo control, las Kuja comenzaron a saquear lo que quedaba de los dos barcos, incluyendo las provisiones de los marines. El capitán marine, aún consciente, nos observaba con odio, pero estaba claro que no tenía la fuerza ni los recursos para hacer nada al respecto. 

Cuando todo terminó, nos alejamos del lugar, dejando atrás los restos de la batalla. El barco Kuja volvió a su curso, ahora con un nuevo propósito. Arabasta sería solo una parada más antes de que descubramos lo que este mapa ocultaba. 

Pero por ahora, mi mente seguía enfocada en nuestra misión original. Llegaríamos a Arabasta y conseguiríamos la Log Pose o la Eternal Pose a Drum Island, pero este mapa... este mapa nos llevaría a algo interesante. 

 

[Pov – Lucien] 

 

A bordo del maltrecho barco de la Marina, el Capitán Lucien se tambaleaba mientras se apoyaba en la barandilla, mirando con una mezcla de furia y humillación cómo el barco de las piratas Kuja se alejaba, con las serpientes Yuda arrastrando su imponente embarcación a través del agua. 

Había fallado. Había subestimado a esas mujeres. 

Su tripulación estaba devastada. Algunos de sus hombres seguían petrificados por el poder de la fruta del diablo de aquella joven mujer, mientras otros, heridos por los ataques de las Kuja, trataban de reorganizarse, pero la derrota era evidente. Apretó los puños y cerró los ojos con frustración. Sabía que no podía quedarse allí y permitir que esto pasara desapercibido. 

Estaban cerca de Arabasta, y la Marina no podía permitirse un revés tan humillante cerca de una de las islas más importantes del Grand Line. Había una necesidad urgente de informar a sus superiores antes de que la noticia se extendiera y causara un mayor escándalo. 

Con una mirada severa, caminó con dificultad hacia el camarote donde se encontraba el Den Den Mushi, el único medio que tenía para comunicarse con sus superiores. El dolor en su costado le recordaba el encuentro con esas mujeres, una mujer lo había desarmado con una facilidad humillante. Pero lo peor era la sensación de impotencia. No solo habían perdido el botín y el mapa, sino que habían sido testigos de un poder que pocos podrían resistir. 

Una vez dentro del camarote, Lucien tomó el Den Den Mushi con manos temblorosas. Sabía que debía ser honesto, aunque eso lo pusiera en una posición difícil frente a la Marina. 

"Llamando al cuartel general… aquí el Capitán Lucien del escuadrón C-12…" dijo en voz baja, esperando la conexión. El Den Den Mushi se agitó por unos momentos, hasta que finalmente, una voz fría y profesional respondió del otro lado. 

"Capitán Lucien, aquí el Contraalmirante Steele. Informe su situación." 

Lucien respiró hondo antes de comenzar. "Hemos sido derrotados… por las piratas Kuja. Estábamos en medio de una batalla con un barco pirata, cuando las Kuja intervinieron. Ellas… usaron la fruta del diablo de una mujer para petrificar a la mayor parte de mi tripulación. Intentamos resistir, pero..." 

"Continúe," exigió Steele, con una calma que lo puso aún más nervioso. 

"El tesoro que los piratas protegían, un mapa… ha sido robado por las Kuja. La capitana de las Kuja, que parece ser la líder, y su vicecapitana, son las que nos han derrotado. La vicecapitana… poseía un poder abrumador. Usó su fruta del diablo para contener a mí tripulacion." 

Se hizo un silencio largo e incómodo al otro lado de la línea. Lucien tragó saliva, esperando lo peor. 

"¿Y qué puedes decir sobre la capitana y su vicecapitana? ¿Conoces sus nombres o alguna información sobre sus habilidades?" preguntó Steele, su voz implacable. 

"No sé los nombres de ninguna de ellas," admitió Lucien. "Pero puedo decirte que la capitana parece tener un control absoluto sobre sus habilidades. La vicecapitana, por otro lado, también mostró una habilidad extraordinaria para petrificar. No puedo decir con certeza cuál es el alcance de su poder, pero lo que vi fue… más de lo que esperaba enfrentar." 

El Den Den Mushi permaneció en silencio durante unos segundos más. Finalmente, el Contraalmirante habló. 

"Has fallado, capitán. La Marina no toma estas derrotas a la ligera. Pero dado el poder de las Kuja y la complejidad de la situación, se evaluará la necesidad de desplegar más fuerzas en los mares cercanos a Arabasta. Mantente en la zona y recupera lo que puedas de tu tripulación. Un informe detallado será enviado directamente a mis superiores." 

Lucien apretó los dientes. Había esperado esa respuesta, pero, aun así, el golpe fue duro. 

"Entendido, Contraalmirante Steele. Recuperaré lo que pueda," respondió, su voz tensa pero controlada. 

El Den Den Mushi se apagó, y el capitán se quedó en silencio por un momento, dejando que la amarga realidad lo envolviera. La reputación de las piratas Kuja no era desconocida en el mundo, pero enfrentarlas directamente había sido una experiencia que nunca había anticipado. 

Ahora debía volver a la cubierta, evaluar los daños y tratar de poner en marcha el barco. Sabía que más marines llegarían eventualmente, y tendría que estar listo para rendir cuentas. 

Mientras tanto, en su mente solo había una cosa: la amenaza creciente de las Kuja, especialmente de esa tal capitana, cuya presencia lo había dejado sintiéndose insignificante. 

 

 

[Pov – Steele] 

Cerca de Arabasta, el Contraalmirante Steele se encontraba en su puesto avanzado, ocupándose de una revisión rutinaria cuando recibió un informe alarmante sobre un reciente enfrentamiento con piratas. Decidió contactar a Marineford de inmediato para informar sobre la situación. 

Se dirigió a su oficina temporal, donde tenía su Den Den Mushi listo para la comunicación. La imagen del Den Den Mushi comenzó a cambiar, adoptando la apariencia de Sengoku, quien lucía preocupado y atento. 

"Contraalmirante Steele, ¿qué es lo que ocurre?" preguntó la imagen de Sengoku con voz firme y urgente. 

"Almirante Sengoku," comenzó Steele, "hemos tenido un grave incidente cerca de Arabasta. Un grupo de piratas, que identificamos como las Piratas Kuja, atacaron el barco del Capitán Lucien. Las piratas no solo capturaron todo nuestro botín, sino que también destruyeron el barco y causaron muchas bajas entre la tripulación." 

Sengoku, el Den Den Mushi, frunció el ceño, mostrando su preocupación. "¿Y qué puedes decirnos sobre las habilidades de estas piratas? ¿Qué información tenemos sobre ellas?" 

"Lamentablemente, la información es aún incompleta," continuó Steele. "La capitana del grupo mostró un nivel de habilidad en combate que superó nuestras expectativas. El grupo estaba bien coordinado y empleó tácticas avanzadas. La capitana demostró un dominio excepcional, pero todavía no conocemos los nombres de los miembros de su tripulación ni detalles precisos sobre sus habilidades." 

"Esto es alarmante," dijo Sengoku, claramente preocupado por el informe. "Necesitamos conocer más detalles para poder evaluar la amenaza adecuadamente. Asegúrate de obtener toda la información posible y mantén una vigilancia estricta en la región. No podemos permitir que esta situación escale sin una adecuada preparación." 

"Sí, señor," respondió Steele. "Enviaré un informe más detallado en cuanto tenga más datos. Mientras tanto, intensificaré nuestras operaciones y ajustaré nuestras estrategias para estar preparados ante cualquier eventualidad." 

Sengoku asintió con gravedad. "Mantén el contacto y asegúrate de que todos los recursos estén en alerta máxima. Esta situación podría ser una señal de problemas más grandes por venir." 

La imagen de Sengoku en el Den Den Mushi se desvaneció, y Steele se quedó mirando el dispositivo con una sensación de urgencia. Sabía que la noticia del ataque a la nave del Capitán Lucien sería preocupante para Marineford y que la amenaza representada por las Piratas Kuja podría tener implicaciones mucho más amplias. 

Mientras Steele coordinaba con su equipo para preparar un informe completo y ajustar las estrategias, en Marineford la noticia del ataque a la nave del Capitán Lucien se estaba extendiendo rápidamente. Los preparativos para enfrentar la posible amenaza de las Piratas Kuja se acelerarían, y la Marina se prepararía para lo que prometía ser un conflicto significativo. 

 

Your gift is the motivation for my creation. Give me more motivation!

Si encuentran algun error o algo que mejorar en el capitulo comentenme de manera respetuosa. ya que estoy tratando de mejorar en la escritura.

Los dias que publico los capitulos seran los Lunes y Viernes.

Narber4lgammacreators' thoughts
Next chapter