Nota 1: Todos los derechos de la serie Neón Génesis Evangelion pertenecen a Gainax/Khara, o a aquellos quienes les sucedan legalmente en el futuro. Esta historia fue escrita sin fines de lucro, solo como medio de esparcimiento. No me demanden.
Nota 2: Shinji tiene dos tipos de diálogos, "Normal" y "Cursivo", esto es para poder diferenciarlos correctamente. Ya lo entenderán cuando lean.
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Después de almorzar, Shinji se comunicó con sus amigos pidiéndoles ayuda para ordenar la literal montaña de compras amontonadas en la sala del departamento. Obviamente los chicos accedieron de inmediato, y no pasó demasiado tiempo para que Touji y Kensuke estuvieran de pie junto a Shinji, mirando seriamente la montaña de cajas apiladas frente a ellos.
En un principio los tres chicos no supieron por dónde empezar, pero con algo de paciencia y mucho trabajo, comenzaron poco a poco a ordenar las cosas, buscando que quedaran de la manera más funcional posible, sin quitarle demasiado espacio al cuarto de Shinji. Ya entrada la tarde el trío observó con satisfacción el fruto de su arduo trabajo.
— Por fin terminamos — dijo Touji con una sonrisa de satisfacción.
— No fue tan difícil como creí en un inicio — dijo Kensuke, también con una sonrisa.
— Gracias por la ayuda chicos — dijo Shinji, realmente agradecido con sus amigos.
Los tres chicos sonrieron viendo la habitación que ahora contaba con un televisor LED colgado en una de las paredes, un escritorio con un computador, impresora y scanner, un equipo de música y una respetable colección de CD, un consola de videojuegos, un reproductor de DVD y un estante con una surtida colección de juegos, películas de animé y mangas; sin olvidar la cama que reemplazó el futón.
— Se achicó un poco el espacio de la habitación, pero aun así está de lujo — comentó Touji con una sonrisa.
— Lo que más te envido es ese televisor — dijo Kensuke, señalando el aparato colgado en la pared.
— Cuando mi padre vea la cuenta, no me lo vas envidiar tanto— señaló Shinji haciendo una mueca.
— ¿Qué piensas hacer? — preguntó Touji, levantando una ceja.
— Aguantar su regaño lo mejor que pueda; supongo — respondió un afligido Shinji encogiéndose de hombros — Kaji dijo que me iba a apoyar, pero voy a tener que devolverle a mi padre el dinero que gasté en todo esto.
— ¿De dónde vas a saca tanto dinero? — preguntó preocupado Kensuke, ya que era una suma muy elevada.
— Me pagan un buen sueldo todos los meses por pilotear el EVA. Como solo ocupaba un poco para ayudar en casa de Misato y el resto lo deposito en una cuenta en el banco, tengo una buena suma ahorrada. Eso más los intereses debe ser suficiente para cubrir parte de todo esto. El resto lo tendré qué pagar con parte de mi sueldo.
Touji y Kensuke miraron a su amigo con los ojos desorbitados y la boca abierta.
— ¡¡Eres Rico!! — gritó Kensuke, señalándolo con un dedo.
— ¿Por qué nunca nos dijiste de nadabas en dinero? — preguntó Touji.
— En realidad no es para tanto — dijo Shinji con una sonrisa nerviosa, restándole importancia a sus finanzas.
— ¿Y ahora qué hacemos? — preguntó Touji.
— ¡¡CANAL PLAYBOY!! — gritó entusiasmado Kensuke, levantando los brazos.
— No podemos. Kaji lo dejó bloqueado con una clave de acceso — dijo Shinji haciendo que el ánimo de su amigo se viniera al suelo.
— No es para tanto Kensuke, recuerda que compramos una colección de animé, así que hay mucho que ver — dijo Touji, caminando al estante para revisar las películas.
— Tienes razón — dijo Shinji — Escoge algo mientras Kensuke y yo vamos por algo de comer a la cocina.
Kesuke acompañó de mala gana a Shinji, pero rato después recuperó el ánimo viendo una excelente película de anime con sus amigos. Ese fue el momento en que Shinji se enteró que tenían una cita el domingo con las tres lindas chicas que habían invitado a una cafería el día anterior. En un primer momento quiso declinar, pero Touji lo convenció amenazándolo con remodelarle la cara agolpes si no asistía.
Touji y Kensuke dejaron a Shinji cerca de las 9:30 de la noche, llevándose algunas películas y mangas que habían comprado para ellos, gracias a la generosidad de Gendo Ikari. Shinji por su parte ordenó su habitación, se dio una ducha caliente y se acostó a dormir.
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Shinji miró en la dirección que le indicaban y vio a un sujeto de alrededor de unos 25 años, delgado, cabello largo de color celeste y vestido con un impecable traje de color blanco. El hombre miró a Shinji y sonrió.
— Gusto en conocerte finalmente, Shinji Ikari — dijo el hombre.
— ¿Quién eres tú? ¿Cómo sabes mi nombre? — preguntó Shinji con cautela.
— Supe tu nombre al mirar un poco dentro de tu mente — respondió el hombre caminando hasta quedar frente a Shinji — Con respecto a tu otra pregunta; si eres inteligente ya te podrás imaginar quien soy.
Shinji se quedó de pie mirando al hombre por largo segundos, tratando de descubrir quién era ese sujeto. Pasó largos segundos pensando tratando de dilucidar el misterio, mientras que el hombre frente a él se ponía cada vez más nervioso. Finalmente y luego de mucho pensar, Shinji llegó a una conclusión.
— No tengo idea.
El sujeto casi se va de espaldas ante esa declaración, mientras el otro Shinji de palmeaba la cara en frustración.
— Te dije que no es muy inteligente — comentó el otro Shinji al hombre de blanco.
— ¡Oye! — reclamó Shinji, ofendido.
— Realmente no eres nada sin mí, Shinji — dijo el otro Shinji parándose junto al hombre — Mira, es simple, mi amigo aquí, es con quien pretendías pelear hace unos momentos.
Luego de pensar en esas palabras por unos segundos, Shinji llegó a la conclusión correcta.
— ¡El Ángel!
— Hasta que lo comprendiste. Por poco y tengo que hacerte un dibujo — se quejó el otro Shinji.
— ¡¡Tú lastimaste a Asuka!! — dijo Shinji en forma acusadora, mirando con furia al Ángel.
— En realidad no pretendía lastimar a tu amiga. Solo quería conocerla mejor, por eso entré en su mente; o lo hacía, hasta que tú me interrumpiste — respondió el Ángel.
Shinji estrechó la mirada ante esa declaración.
— ¿Qué quieres de mí? — preguntó con cautela.
— Bien, la verdad es que estoy aquí para cumplir una misión; pero cuando pude ver dentro de tu mente, me encontré con una gran sorpresa. Eres un joven que ha sufrido mucho en sus casi 15 años de vida. Primero, la trágica pérdida de tu madre y luego el abandono y el desprecio de tu padre. Has crecido sumido en la soledad y el dolor, con un constante miedo de abrir tu corazón a los demás para no ser lastimado. ¿Me equivoco?
Shinji solo pudo agachar la cabeza ante esas palabras. El Ángel tenía razón en todo lo que decía.
— El vivir en Tokio-3 ha cambiado tu vida. Has comenzado a relacionarte con muchas personas y has logrado hacer amigos por primera vez, pero aún temes abrir tu corazón. El miedo a sufrir es más fuerte que tu deseo a vivir.
— ¡¡Basta!! — dijo Shinji, mirando al Ángel con furia.
— Solo estoy diciendo la verdad — dijo el Ángel, levantando las manos en son de paz, antes de continuar — El punto aquí, es que al ver todos esos recuerdos, pude darme cuenta de algo más. Al crear esa coraza que protege tu corazón, inconscientemente reprimiste una parte de ti, y es esa la parte que está de pie frente a ti en este momento.
Shinji levantó la vista sorprendido por esa declaración y miró a su "Otro yo", que a diferencia de él, se veía seguro de sí mismo, más masculino y con una mirada de confianza que ni en siglos él podría mostrar.
— Él... se parece a mí, pero... — intentó decir Shinji.
— Es diferente — completó el Ángel — Shinji Ikari, eres un joven tímido, inseguro e introvertido, con una autoestima por el suelo y serios problemas para relacionarse con el sexo opuesto.
Shinji no pudo decir nada ante esas palabras. Nuevamente el Ángel tenía razón. Luego de unos segundos, este continuó.
— Por el contrario, el Shinji que está frente a ti, tiene la seguridad, fuerza y valor que a ti te faltan. Es extrovertido, no se deja atropellar, tiene una gran personalidad y un libido bastante alto.
Shinji pestañeo ante esas últimas palabras y luego estrechó la mirada.
— Entonces él... — trató de decir, pero su otro yo se cansó de simplemente escuchar.
— Escucha tarado, te lo explicaré en español para que lo entiendas. Tú eres tímido, miedoso y llorón, yo soy escandaloso, peleador y ardiente. Soy todo lo que no eres; todo lo que siempre has querido ser.
— Yo... tú... ¿Qué quieres de mí? — preguntó un oficialmente preocupado Shinji.
— Algo muy simple mi querido yo: ¡¡DEJAME SALIR!! — gritó el otro Shinji, sujetando a su contraparte por las solapas y sacudiéndolo como un muñeco de trapo.
— ¿Dejarte salir? — pregunto un desarmado Shinji.
— Si, dejarme salir. ¡¡Libérame de esta prisión!! — gritó el otro Shinji, soltando a su némesis, que cayó, querando sentado de culo en el suelo.
Shinji miró a su contraparte con algo de temor.
— Pero si hago eso. ¿Qué pasará conmigo? ¿Me sustituirás y yo quedaré atrapado en tu lugar?
El otro Shinji miró hacia el cielo en frustración mascullando algo inteligible,
— ¡¡Este no es el manga de DNA2 (1) Pedazo de idiota!! — regañó su "Otro yo", haciendo alusión a un manga que a los dos les gustaba mucho, mientras volvía a zarandear a Shinji — ¿Es que no escuchaste nada de lo que te dije? Soy parte de ti, no quiero sustituirte, solo quiero...
— ¡¡Tenemos problemas!! — dijo el Ángel, llamando la atención de los dos Shinji.
— ¿Problemas? — preguntaron los dos chicos al mismo tiempo.
— Al parecer los Lilim están mejor preparados de lo que esperé — dijo el Ángel con seriedad, estrechando los ojos — La Lanza de Longinus, ¿Quién lo diría?
— ¿De qué hablas? — preguntó Shinji, soltándose del agarre de su némesis.
— No contaba con esto. Mi hora ha llegado y no podré completar mi misión, pero al menos antes de irme, te haré un favor Shinji Ikari. Me pareces un buen chico, así que liberaré a tu "Otro yo" de su prisión... con una salvedad — finalizó con una sonrisa traviesa.
— ¿Una Salvedad? — preguntó el otro Shinji.
— Has estado reprimido por mucho tiempo y puedo ver que tienes muchos deseos de divertirte. Eso es exactamente lo que te hace falta a ti — dijo el Ángel apuntando a Shinji — Desde ahora en adelante, cuando te veas en ciertas situaciones, cambiaras de personalidad. El Shinji tímido será reprimido y el Shinji extrovertido lo reemplazara.
— ¿El me sustituirá? — preguntó asustado, señalando a su "Otro yo", que sonreía abiertamente.
— Él no puede sustituirte porque él y tú son la misma persona. Solo cambiara tu personalidad, al menos hasta que... — se detuvo, ampliando su sonrisa traviesa.
— ¿Hasta que...? — lo incitó Shinji.
— Eso tendrás que descubrirlo por ti mismo. Adiós Shinji Ikari, fue un placer conocerte.
— ¡¡Espera. No te vayas!! — gritó Shinji corriendo hasta el Ángel, pero ya era demasiado tarde.
El Ángel se desvaneció con un saludo de despedida, dejando a los dos Shinji solos en ese lugar. Ambos se contemplaron por largos segundos sin decir una sola palabra, momento en que todo comenzó a oscurecerse rápidamente.
— Parece que nos divertiremos mucho de ahora en adelante — comentó el otro Shinji.
— ¿Qué quieres decir? — preguntó Shinji, preocupado.
— Ya lo escuchaste. Finalmente podré salir a divertirme un rato — dijo el otro Shinji con una sonrisa divertida.
— ¡¡No lo permitiré!!
— Relájate. No haré nada que no queramos hacer — dijo el otro Shinji, guiñándole un ojo.
Shinji intentó protestar, pero justo en ese momento la oscuridad lo consumió.
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Shinji despertó de un salto en su nueva cama. Tenía el rostro desencajado, el cuerpo cubierto de sudor y respiraba aceleradamente con el corazón bombeando a mil por hora.
Había tenido ese sueño otra vez, pero a diferencia de la vez anterior, ahora lo recordaba por completo. Podía ver en su mente nítidamente cada imagen de ese sueño y escuchar cada palabra. Shinji sintió un escalofrío recorrerle la espalda. En el fondo de su alma supo que ese no era un simple sueño, era algo real.
Finalmente había recordado lo que ocurrió el día en que atacó el Ángel. Cuando rescató a Asuka, el Ángel lo había atrapado a él y se había metido en su mente, había visto sus pensamientos, sus recuerdos... liberado su "Otro yo".
Shinji palideció. Ahora sabía lo que le estaba ocurriendo. Todas las locuras que había hecho los últimos días eran cosa de "EL". El Ángel lo había liberado y ahora tomaba el control de su ser y lo hacía hacer cosas que ni en siglos hubiera imaginado, como robarle a su padre. Suspiró resignado. El Ángel tenían razón, su "Otro yo" no lo había sustituido, solo le había cambiado la personalidad, pero aun así era algo preocupante. Si esto seguía así, podría arruinar su vida.
— ¿Estás ahí? ¿Me escuchas? Soy yo, el Shinji cobarde y llorón ¿Me recuerdas? — preguntó a la nada.
No hubo respuesta. Shinji suspiró resignado y se levantó. Tenía que hablar con alguien lo antes posible. Recorrió el departamento de arriba abajo pero no había señales de Kaji. Miró la hora y eran apenas las 8:00 de la mañana, así que decidió darse una ducha, tomar desayuno y luego partir rumbo a NERV para hablar con Misato, explicarle lo que pasó y cruzar los dedos para que le creyera. Estrechó los ojos. "Creo que lo mejor sería hablar primero con Kaji" razonó.
Luego de la ducha fue a su cuarto para ponerse algo de ropa. En un primer momento pensó en usar lo de siempre; o sea, su uniforme escolar, pero luego miró la ropa que había comprado el día anterior cuando tenía su "Otra" personalidad. Luego de pensarlo un poco decidió usarla, su padre lo iba a matar de todas formas usara esa ropa o no, además debía reconocer que el otro Shinji no tenía tan mal gusto. Luego de desayunar dejó el departamento y se encaminó rumbo a NERV.
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Cuando Shinji ingresó a las instalaciones de NERV todo mundo se lo quedó mirando, y algunos tuvieron que verlo dos veces para reconocerlo. El cambio de atuendo, si bien fue discreto, era muy distinto a lo que usaba normalmente, por lo que llamó de inmediato la atención. Vestía un pantalón de mezclilla azul oscuro, una polera negra pique y una chaqueta de cuero. La verdad es que se veía bastante bien.
Para su mala suerte, Shinji había vagado de arriba abajo por todo NERV buscando a Kaji, y no había podido encontrar al tipo por ningún lado. Estaba decidido a hablar primero con él, antes de hacerlo con Misato. El hombre había resultado ser un buen amigo, se preocupaba sinceramente por él y pese a llevar solo unos días viviendo juntos, le tenía mucha confianza. Además, era mucho más fácil conversar de ciertos temas con otro hombre, que hacerlo con una mujer.
Luego de pensarlo un poco, Shinji tuvo una idea de donde podría estar el hombre de la coleta, y emprendió rumbo al lugar que era el más probable donde podía encontrarlo. No se equivocó. Kaji estaba al interior del Geo-Frente, regando sus sandías.
— ¡Kaji! — lo llamó, alzando una mano en saludo, mientras se acercaba a él.
Kaji dejó lo que hacía y miró al chico de arriba abajo observando su nuevo atuendo y sonrió, moviendo la cabeza en aprobación.
— Muy bueno cambio de estilo, te queda realmente bien. ¿Lo comparaste el otro día?
— Sí, bien, decidí usarla la ropa. Si mi padre va a matarme de todas formas, ¿por qué no usarla y morir con estilo? — comentó Shinji intentando una broma.
— ¿Cuándo piensas decírselo a tu padre? — preguntó Kaji, con una leve sonrisa por la broma.
— Aún no lo sé — respondió Shinji con una mueca.
— Mientras antes lo hagas mejor. ¿Qué te parece si vamos ahora? Estaré ahí contigo para contener a tu padre y evitar que mande fusilar — dijo Kaji haciendo su propia broma.
Shinji se estremeció ante esas palabras y miró a Kaji un tanto asustado, hasta que cayó en cuenta de que era una broma. Hizo una mueca de disgusto, antes de considerar la idea. En realidad no le hacía mucha gracia tener que decirle a su padre que le había robado la cartera y reventado sus tarjetas de crédito, eso le hizo recordar el motivo por el cual estaba ahí. Miró a Kaji con seriedad.
— Dejemos eso para otro momento. Tengo algo muy importante que decirte.
Kaji miró extrañado al chico por la repentina seriedad. Tal parecía que algo realmente importante estaba aquejándolo. Asintió con la cabeza y lo invitó a hablar.
— Kaji... creo que ya sé lo que me pasa — declaró el Tercer Elegido.
— ¿En verdad? — preguntó el hombre, sorprendido.
— Sí... es algo que… bueno, apenas puedo creerlo — comenzó Shinji, volviéndose visiblemente nervioso, como si no estuviera seguro de seguir hablando. Suspiro y estaba por continuar hablando las sirenas de alarma comenzaron a sonar por todo el complejo.
— Vamos Shinji. Luego me lo contarás todo, ahora debemos ir al Centro de Mando — dijo Kaji arrastrando al chico fuera de la huerta de sandías.
Shinji afirmó con la cabeza ya resignado. Su conversación con Kaji tendría que esperar un poco más. Solo esperaba de todo corazón que a su "Otro yo" no se le ocurriera aparecer en medio de la batalla, lo cual no era muy factible. Parecía asomar la nariz solo cuando había una chica escasa de ropa de por medio, así que no se preocupó demasiado.
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Cuando Shinji ingresó al Centro de Mando en compañía de Kaji, todo mundo se lo quedó viendo sorprendidos por el cambio de vestuario. Era impresionante lo que podía hacer un cambio ropa a favor de una persona.
— Te ves bien Shinji — dijo Hyuga con una sonrisa de aprobación.
— Wow, te felicito Shinji. Ya era hora de que cambiaras de aspecto, así tendrás mejor suerte con las chicas — dijo Aoba levantándole un pulgar y guiñándole un ojo.
— Sí, bien. Gracias — respondió Shinji un tanto avergonzado por la atención.
— En realidad te ves bien — dijo Misato con un asentimiento y luego desvió la mirada a los monitores frente a ella — Ya que estás aquí, échale un vistazo a eso.
— ¿¿Qué rayos es esa cosa?? — preguntó histérico Shinji.
— El Ángel — respondió Misato con el ceño fruncido y los brazos cruzados bajo el pecho.
El Ángel tenía la forma de un gigantesco y gordo gusano con una enorme boca llena de afiladísimos dientes y tenía dos ojos sobre lo que podía considerarse la cabeza. Llevaba la parte delantera del cuerpo alzado mientras arrastraba el esto por el suelo. Un poco atrás de la cabeza, le crecían una especie de tenáculos luminosos, dos a cada lado, que se notaban podía mover a voluntad.
— Tiene una forma realmente desagradable — dijo Kaji, de pie junto a Misato.
— Concuerdo contigo. Por cierto, gracias por traer a Shinji tan rápido — dijo Misato.
— No hay cuidado. Estábamos en mi huerto de sandías cuando sonó la alarma — dijo Kaji, restándole importancia.
— ¿En verdad tengo que pelear contra esa cosa? — preguntó Shinji con cierta reticencia.
— Así es. Pero no te preocupes, sé que podrán con él, solo sigue mis órdenes y todo estará bien — dijo Misato poniéndole una mano en el hombro al Tercer Elegido, pero la expresión de asco en la cara del chico no cambió en lo más mínimo — ¿Pasa algo? — preguntó levantando una ceja.
— Odio los gusanos. Son tan... asquerosos — dijo Shinji con recelo.
Misato dio un suspiro de resignación y movió negativamente la cabeza.
— Gusano o no, tienes que salir y destruirlo. Ahora ve a prepararte. Rei y Asuka ya deben estar por llegar — ordenó Misato, no dejando margen para discutir.
— Como digas — respondió Shinji con resignación.
Un cabizbajo Tercer Elegido se encaminó a la salida del Centro de Mando, no sin antes darle una última mirada al gusano/Ángel con el que tendría que combatir en pocos minutos más.
— ¿Qué hacía Shinji contigo? — preguntó Misato a Kaji cuando el susodicho había dejado el lugar.
— Fue para hablar conmigo sobre lo que le ha estado ocurriendo los últimos días. Dijo que ya sabía lo que le pasa — respondió Kaji, sin quitar la vista del monitor que mostraba al gusano/Ángel.
Misato miró al hombre con genuina sorpresa.
— ¿De verdad? ¿Qué es según él? — preguntó Misato, curiosa.
— No alcanzó a decírmelo. La alarma sonó justo en ese momento — respondió Kaji.
— No sé por qué no me sorprende — dijo Misato rodando los ojos.
— Asuka y Rei ya están en el complejo — informó Hyuga.
— Perfecto. Ritsuko ¿Están listos los EVA? — pegunto Misato mirando a la rubia científica.
— Preparados para salir. Solo faltan los pilotos — informó Ritsuko.
Misato afirmó con la cabeza y devolvió la vista a los monitores y frunció el ceño, ya maquinando alguna estrategia para acabar con este nuevo Ángel. Al observarlo avanzar lenta pero inexorablemente, tuvo el desagradable presentimiento de que sería un hueso duro de roer.
Continuará...
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Notas del Autor: Hola a todos. Hasta que finalmente se reveló lo que está pasando con Shinji, pero eso no quiere decir que esto acabe acá.
Los últimos capítulos fueron algo más serios, pero era necesario para mostrar los problemas emocionales por los que atravesaba Shinji con todo eso, y para explicar el por qué de toda esa situación. También se podría decir que fueron como capítulos de transición, ya que a contra del siguiente capítulo, las cosan serán solo enredo tras enredo hasta encontrar una cura, si es que la hay.
Aún quedan muchos por delante.
(1) DNA2: Manga de Masakazu Katsura, que cuenta la historia de Junta Momomonari, un joven que sufre una condición algo parecida a la de Shinji.