webnovel

PETICIÓN

"… y por eso es que viajaré a Kioto este fin de semana, tengo que resolver algunos asuntos concernientes a algunos espíritus agresivos y evitar que empeore"

Yuuma estaba sentado en una de las camillas dentro de la enfermería y hablaba tranquilamente mientras tenía la palma de sus manos puestas en la espalda de Ayane.

*¡Wooosh!*

Ahora mismo estaba ayudando a su novia a que adquiriera la habilidad para poder aumentar y manejar su Energía Espiritual. Una formación circular giraba por debajo de ellos, dando un llamativo espectáculo visual.

Al parecer, de la conversación de ayer, las tres chicas habían quedado en que la enfermería se convertiría en su centró de reuniones en donde pasarían el rato durante los recesos.

Y para Yuuma, esto era mas que suficiente.

"No será algo peligro ¿verdad?" – Harumi preguntó con un poco de preocupación.

Tanto ella como Marin y Ayane habían escuchado la historia en la cual Yuuma viajó a un templo y conoció a una niña que tenía habilidades como las de él, y fue gracias a este encuentro que se vio implicado voluntariamente en la lucha contra espíritus malignos, e incluso un Dios.

Si bien ella sabía que Yuuma era alguien realmente poderoso, e incluso que había viajado a otros mundos, aun así sentía un poco de inquietud, pues su novio nunca había dicho antes que haya luchado contra algo que se definía como Dios.

¡Eso era algo que parecía estar en otro nivel!

"Tranquila, aunque suene complicado, se que podré manejarlo" – Yuuma le sonrió.

"¿Seguro? No quiero que algo malo te pase. Recuerda que ni siquiera celebramos un mes juntos" – Marin murmuró.

Al igual que Harumi, ella no podía de dejar de sentir una ligera preocupación al escuchar que su novio se iba a luchar contra una entidad tan poderosa.

Aunque ella realmente no sabía cuál era el alcance de los poderes, con solo haber escuchado la clasificación que Yuuma les compartió fue suficiente como para que se sintiera por lo menos inquieta.

"Jajaja, lo se. Incluso ni siquiera vamos al evento cosplay, y en verdad quiero verte con tu vestido. así que no te preocupes, confíen en mi"

Tanto Harumi como Marin observaron la sonrisa confiada de Yuuma, esa sonrisa que parecía transmitirles una calma en momentos como este.

Incluso cuando ellas querían ir con él para estar a su lado, sabían que no sería un viaje vacacional. Sabían que, a pesar de haber despertados sus poderes, posiblemente serían una carga en vez de ayuda.

No sabían por qué, pero algo dentro de ellas las empujaba a confiar en su hombre, las motivaba a sentirse seguras ante cualquier problema. Sentían que las palabras de Yuuma en verdad valían.

"Ah… mas te vale que lo hagas, no sé qué haría sin ti" – Harumi suspiró

"Asegúrate de llevarme a comer algo rico cuando vuelvas" – Marin trató de disimular con este comentario.

Yuuma solo sonrió y asintió con la cabeza.

Era normal que sus novias se preocuparan luego de que les contara todo lo que había ocurrido con Eiko, Yayoi y el futuro enfrentamiento con el Dios sintoísta. Así mismo las puso al corriente de todo lo que debían saber sobre las cosas paranormales que los rodeaban.

"Y pensar que cosas paranormales tan fuertes en realidad existen en el mundo… espero que cosas como esas no aparezcan en la escuela"

Marin, murmuró mientras jugaba con un poco de su propia Energía Espiritual en sus manos, haciendo que se moviera de una a otra. 

Al igual que Ayane, Marin también había pasado por este proceso en el cual Yuuma liberó su poder interno.

Como ambas chicas eran sus novias, era obvio que sabían de las habilidades sobrenaturales de Yuuma, cosa que las sorprendió inicialmente, pues no solo se limitaba a generar luces con las manos o flotar en el aire, sino que también implicaba cosas locas el viajar a otros mundos!

Es por ello que al hablar con Harumi, este tema fue uno de los puntos que más tuvo discusión, enterándose de más cosas realmente increíbles.

Y ahora, Yuuma les había contado a ellas tres más cosas en lo que respecta al mundo sobrenatural de este mundo.

¿Los Dioses sintoístas eran reales?

¿Existían fantasmas realmente poderosos capaces de destruir ciudades?

¿Algunos humanos han logrado obtener poderes tan fantásticos como el de las películas y mangas de fantasía?

¿Una lucha milenaria entre humanos y estas cosas se ha mantenido desde la antigüedad y en completo desconocimiento del público general?

¡Esto era algo muy loco para ellas!

Si bien habían escuchado sobre paranormal, al menos Marin o Ayane, creían completamente lo que Yuuma les decía, pues le tenían una gran confianza.

Es por ello que las tres mujeres no vacilaron cuando él les propuso darles las habilidades necesarias para poder hacer frente a estas cosas.

"No lo creo, no he visto a un espectro en casi medio mes dentro de la escuela, a parecer nuestro amado los limpio por completo" – Harumi respondió tranquilamente.

De las tres, ella fue la primera en experimentar este cambio, incluso fue antes de que Miko o Hana lo hicieran, pues fue la primar opción de Yuuma cuando llegó de su segunda misión.

Es por ello que Harumi tenía mejor control de su Energía Espiritual que cualquier otra de las mujeres relacionadas con Yuuma. Obviamente no era algo con lo cual pudiera enfrentarse y eliminar a un espíritu de Rango Inferior, pero iba por buen camino.

"¡Y listo! Ahora ya puedes abrir los ojos Ayane"

Luego de un momento, Yuuma exclamó al terminar lo que estaba haciendo. 

La chica, quien había estado conciente y escuchando todo lo que el resto decía, abrió los ojos, y comenzó a mirar a todos lados detenidamente.

"Ahora intenta manifestarla en tus manos, tratando de expandirla y retraerla"

Siguiendo las ordenes de Yuuma, Ayane extendió sus manos y se concentró en la energía dentro de su cuerpo. 

Cuando cerraba sus ojos, podía sentir una especie de calor proveniente desde lo más profundo de su interior, el cual parecía moverse acorde a su voluntad. 

Con una orden mental, ese calor recorrió su cuerpo y se dirigió a sus manos, las cuales mostraron una especie de aura de color azul tenue.

"Felicitaciones Ayane, lo lograste" – Harumi habló con una sonrisa en su rostro.

"¡Bravo!" – Marin se acercó y preguntó con curiosidad – "Vamos, ahora intenta ver el color mi Energía"

Ayane sonrió ante el entusiasmo de Marin y miró fijamente sus manos extendidas.

"Vaya, es color Dorado, es muy bonito"

"¡¿Verdad que es bonito?!¡Es un color acorde a mi estilo!~" – Marín respondió con una sonrisa mientras ondeaba su cabello – "Pero el color de tu Aura también es bonito, es como el Zafiro"

Ayane se alegró de escuchar estas palabras, extendió sus manos y comenzó a expulsar y retraer su aura. Era como una pequeña llama azulada, la cual danzaba sobre sus palmas como el fuego lo hace en medio del viento.

"Es muy bonita, pero recuerda que no debes esforzarte mucho ya que es tu primera vez tratando de controlar tu Energía Espiritual" – Harumi se acercó y habló.

"Entiendo Harumi-nee, lo tendré en cuenta" – Ayane respondió.

"Es verdad Harumi-nee, no nos has mostrado el color de tu Energía" – Marin replicó.

"Oh, es verdad. Bueno, miren con atención~"

Harumi alzó elegantemente su mano y en su palma se acumuló un Aura color esmeralda. A diferencia de Marin y Ayane, en quienes su auras parecían pequeñas flamas, el Aura de Harumi estaba más condensada, y su movimiento era más suave.

"Woah... Harumi-nee, el color esmeralda es muy hermoso" – Marin y Ayane exclamaron con asombro.

"Gracias chicas, me alagan~"

Yuuma ya se había apartado del lugar en el momento que sus tres novias comenzaron a hablar, disfrutando del espectáculo visual en donde estas tres bellezas interactuaban. Y una de las cosas que le pareció curiosa fue la forma en que Marin y Ayane se dirigían a Harumi. 

Cuando preguntó el motivo por el cual lo hacían, básicamente le dijeron que no podían llamarla por su nombre a alguien a quien habían tratado con respeto anteriormente, por lo que prefirieron dirigirse de esa manera cuando estén en privado.

Esto no molestó en absoluto a nuestro protagonista, más bien, se sintió feliz de que ellas pudieran interaccionar tan amenamente.

*Din, Dan, Don*

De repente la campana sonó en toda la escuela, marcando el fin del receso.

"Oh, parece que el descanso acabó" – Harumi dijo.

"Buuu, yo quería seguir practicando con mi Energía" – Marin exclamó con un puchero.

"Lo podremos hacer más tarde" – Ayane sonrió.

"No podré, hoy tengo que ir a mi trabajo" – la rubia manifestó una fingida expresión tristeza – "Yo quería ir a la casa para probarme más de los vestidos que estaban en mi armario"

Las otras dos mujeres sonrieron por el gracioso espectáculo.

Si bien Marin o Ayane no llegarían a vivir inmediatamente en la casa de Yuuma, si que tenían sus propias habitaciones en ella. Yuuma se había encargado de darles un lugar a cada una en su casa.

Incluso cuando era un hecho de que las noches la pasarían junto a él, sabía que en lo que respecta a cosas como ropa, zapatos, cremas, labiales o joyería, las mujeres ni locas aceptarían compartir un mismo lugar con otras.

Pueden compartir el novio, pero sus vestimenta y maquillaje era cosa de cada una. Por la experiencia de su anterior vida o de sus recueros de su existencia principal, sabía que si intentaba hacer que ellas compartieran esas cosas, se desataría una guerra sin cuartel.

Es por ello que, gracias a que averiguó los gustos de cada una de ellas, mas o menos supo que cosas comprar para cada una, por lo que abasteció sustancialmente sus armarios y joyerías. 

Incluso dejó bastante espacio para cuando ellas mismas fueran de compras, pues sabía que cuando se habla de estas cosas, las mujeres mismas quieren escoger lo que les gusta.

"Bueno, ya habíamos hablado de esto, pero en el momento que Yuuma funde su propia empresa, podremos tomar nuestras propias vacaciones para disfrutar de la buenas cosas que da vida" – Harumi respondió con una sonrisa – "Eso también para ti Ayane, cuando quieras, puedes dejar de trabajar, sabes que Yuuma te ayudará con todo lo que desees"

"Lo se Harumi-nee, ya lo tengo en mente" – Ayane respondió con una sonrisa.

Las dos chicas sabían que el trabajo de Yuuma como Profesor era una simple fachada, ya que recientemente descubrieron la cantidad de ceros que tenían sus cuentas bancarias, sorprendiéndolas enormemente.

Cuando preguntaron de donde sacó tanto dinero, el solo les dijo que era las ganancias proveniente tanto de sus apuestas en lo que respecta a deportes, así como de sus viajes a otros mundos, cosa que era más o menos cierta.

Ellas sabían que él podía hacer estos viajes dimensionales a otros mundos para cumplir una serie de misiones, pero más allá de ello no sabían quien le ordenó a Yuuma hacerlo ni que lograría con ello.

No obstante, no se molestaron en preguntar, pues confiaban en que él se los diría a su debido tiempo. Asi que aceptaron casi complacientemente el origen de toda su riqueza.

No obstante, para ellas el trabajo era como una suerte de responsabilidad, por lo que no lo veían como algo malo seguir con ello. Quizás cuando se aburran decidan tomar la oferta de su novio y depender de él, pero hasta entonces, querían seguir disfrutando de sus propias ganancias.

Yuuma entendía este pensamiento y no veía problema en ello. Mas bien, le gustaba que sus mujeres tuvieran un poco de iniciativa, pues no solo quería coleccionar bonitos floreros.

Por tal motivo había planeado muchas cosas a futuro, y una de ellas era poner varios tipos de negocio para que sus mujeres puedan trabajar sin que dependan de alguien más.

Estaba averiguando todo lo necesario para poder crear y lanzar su propia empresa de moda y diseños. 

No solo era un negocio que conocía muy bien por su vida pasada, sino que era el negocio en el cual algunas de sus mujeres estaban involucradas, como Marin en este mundo o Reika Kurashiki en el otro mundo, y quien era una experta en el tema.

Si algunas de sus mujeres querían trabajar en otras cosas, el no tendría problemas e ayudarles a conseguir sus propios negocios en lo que deseen, sean pastelerías, cafeterías, jardinería o cualquier otro rubro.

Incluso en el caso de Harumi, quien le pidió descaradamente adquirir toda la escuela para ella, Yuuma no tendría problemas en hacerlo. Y si algunas de sus mujeres no querían trabajar y solo dedicarse a ser amas de casa, tampoco tenía problemas, pues podría hacerse cargo de todas ellas sin problemas.

"Bueno, chicas es hora de que regresen a sus clases" – Yuuma se acercó y dio un beso a cada una de ellas, haciéndolas sonrojar. 

"Nos vemos cariño, nos vemos luego Ayane" – Marin, disimulando el rubor en su rostro, se despidió con una sonrisa.

"Bueno, es hora de trabajar" – Harumi también caminó hacia la puerta – "Yo tengo que ir a recoger unos documentos de la dirección, no demoren~"

Yuuma y Ayane se quedaron solos en la enfermería.

"Bueno, esto no lo esperaba ¿se pusieron de acuerdo para dejarte a solas conmigo?"

Luego de un momento en silencio Yuuma preguntó curiosamente.

"Si, quería hablar una par de cosas contigo si es que no te quita tiempo" – Ayane respondió.

"Si querías decírmelo me hubieras hablado directamente, pero bueno, dime ¿de qué se trata?"

Yuuma caminó hacia la puerta y la cerró por precaución, luego regresó y se sentó en una de las camillas, haciéndole una seña a la chica para que sentara a su lado.

Mentiría si dijera que no tenía curiosidad por lo que la chica quería decirle.

Ayane se sentó a su lado y guardó silencio por un momento, como si pensara en las cosas que quería decir mientras que su rostro adquiría un tono ligeramente rubicundo.

"¿Sabes? al hablar con Marin y con Harumi-nee, me di cuenta que yo… bueno, de las tres, aun soy la única que no…"

La voz que la chica se iba apagando poco a poco.

"¿Humh? ¿Aun no qué? No te escucho" – Yuuma le preguntó.

"Tú sabes… nosotros aún no hemos hecho… eso" – el rubor de la chica aumentó más.

Yuuma inmediatamente si dio cuenta de lo que Ayane quería decir, haciéndolo sonreír para sus adentros.

"¿Oh? ¿no hemos hecho qué? Si no hablas claramente no sabré a que te refieres? – Yuuma rodeó con sus brazos la delgada cintura de su novia y la acercó más.

Ayane sentía que el calor de su cuerpo aumentaba con cada segundo que pasaba, mientras que su respiración se agitaba. 

Si bien no era la primera vez que estaban juntos, la sensación de estar al lado de su novio era tan maravillosa como lo fue la primera vez, sintiendo esa corriente eléctrica recorriendo su cuerpo.

Con la respiración un poco agitada, Ayane escondió su rubicundo rostro en el pecho de su novio.

"¡Mou! ¡Deja de molestarme, sensei baka!"

"Jajaja, mi Ayane se ve realmente linda" – Yuuma la abrazó con fuerza se acercó a su oído, susurrando y mordiéndole el lóbulo de la oreja – "Pero, fuera de bromas, te ves muy sexy cuando piensas en cosas sucias"

"¡Ahhh~!"

La chica comenzó a derretirse en el abrazo de su novio.

"¿Sabes? estaba esperando un poco de tiempo prudente para esto, pero como parece que no quieres quedarte atrás con tus hermanas, hare lo que me pidas"

Ayane comenzó a fantasear con lo que estaba a punto de suceder.

Ya no tenía sentido hacerle la difícil en este momento, pues era algo que ella también quería experimentar.

Si bien ella no tenía problemas con que su novio tenga otras mujeres, si estaba un poco celosa de ser la única de las tres que aún no había cruzado la línea con él.

Sabía que había otras mujeres alrededor de Yuuma, y que muy posiblemente ellas pronto se convirtieran en sus novias en el futuro, por ello no quería ser relegada. Quería ser una de las primeras en unirse con él en todos los sentidos.

por eso es que les pidió tanto a Marin como a Harumi que la ayudaran a tener este tiempo a solas con él. la enfermera solo le dijo que no se preocupara, que ella se encargaría de justificar su falta, así que solo debía centrarse en disfrutar del momento.

Y eso es lo que Ayane tenía pensado hacer.

Next chapter