No. 2

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—¡Una piedra de seiscientos ojos!

—¡Esa piedra es más pesada que la que llevaba el Cuervo Dorado de la familia He!

—¿Cómo podría ese humano... levantar esa piedra?

Diqiong miraba fijamente a Su Ping con una expresión vacía. Viendo desde la distancia, el cuervo solo era capaz de ver esa piedra; el humano debajo de la piedra era tan diminuto que apenas se le podía ver. Sin embargo, esa ínfima criatura estaba levantando una piedra mucho más grande en tamaño, ¡sin mencionar que el entorno en el lugar era especialmente duro! Para los Cuervos Dorados que estaban fuera, levantar una piedra de ese tamaño podría no ser gran cosa, pero aún así, se impresionarían.

Zumbido.