"El rostro de Liu Yan estaba lleno de alegría, y rápidamente avanzó.
No le importaba exactamente qué eran estas preciosas frutas espirituales, sólo las recogió primero. Tendría tiempo para estudiarlas luego.
Afortunadamente, Liu Yan tenía un anillo de almacenamiento, lo que le facilitaba mucho la tarea de guardar muchas de las frutas espirituales.
De lo contrario, si hubiera usado una mochila ordinaria, no habría podido llevar muchas consigo.
Durante el proceso de recoger las frutas, Liu Yan no bajó la guardia.
A veces, cuanto más seguro parece un lugar, más peligroso es.
Eso era especialmente cierto ya que este era el nido central de las bestias. Había una posibilidad de que una bestia podría aparecer de repente.
Afortunadamente, Liu Yan tenía el Sentido del Olfato de la Bestia y la Visión Espiritual, lo que le permitía detectar la situación en un área relativamente grande a su alrededor.
Incluso si llegaba el peligro, tendría suficiente tiempo para reaccionar.
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