—¿Asustada? —Lila miró a Shirley sin entender del todo su punto.
—No te preocupes. Aunque te lo contara, no lo entenderías —Shirley sacudió su cabeza antes de continuar—. Ve a buscar al coreógrafo de artes marciales. Te buscaré en un rato.
Lila observó como Shirley se acercaba a Bentley. Lila no podía entender lo que estaba pasando por su cabeza; esta era claramente la mejor oportunidad para una pequeña fan como ella de pedir un autógrafo, pero estaba asustada...
La cabeza de Bentley permanecía baja sin hacer contacto visual con nadie. Fue exactamente este sentimiento foráneo y distante lo que hizo que Shirley se sintiera incómoda.
Pero, de forma inesperada, Shirley logró encontrar un rastro de similitud con Mason en la cara de Bentley.
Ella no lo guardó para sí misma. En cambio, subconscientemente compartió sus pensamientos—. Te pareces mucho al Presidente Mo...
—Somos primos.
—¿Eh? —Tan pronto como Shirley oyó esta respuesta, se quedó congelada de la sorpresa.
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