Eric Mitchell inconscientemente dio dos pasos atrás, una expresión grave apareció en su cara.
¡Porque esta persona no era otro que el Líder de la Secta de la Nube!
¡Nunca habría imaginado que se encontraría con el Líder de la Secta de la Nube en un pueblo tan pequeño!
—¿Qué pasa? —preguntó fríamente un Rey Divino a lo lejos.
Eric apretó los dientes sin decir una palabra, como si estuviera luchando con una decisión.
El Rey Divino rápidamente caminó hacia el lado de Eric. Justo cuando estaba a punto de hablar, vio al Líder de la Secta de la Nube en la distancia.
—¡Es... es él! —El Rey Divino inconscientemente retrocedió dos pasos, y un sudor frío brotó en su frente.
Recordó la reciente conversación a larga distancia entre el Señor del Plano Norte y el Líder de la Secta de la Nube. ¿No era la escena presentada en esa pintura de sus alrededores?
—¡Rápido... vámonos! —El Rey Divino pareció perder su valor, dándose la vuelta para irse.
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