¡Desafiando al Santo de la Espada!

—¡Hermano Yang!

—¡Hermano Yang!

Xiang Kunlun y los demás estaban agradablemente sorprendidos.

—¡Maldita sea! —Los ojos de Bujie se abrieron de par en par—. Hermano Yang, ¿podría ser que ya hayas trascendido la tribulación con éxito y entrado al Reino Inmortal de la Tierra?

Lin Wenxuan dijo:

—¿No es obvio? Si Hermano Yang no hubiera entrado al Reino Inmortal de la Tierra, ¿por qué estaría volando en el aire?

—¡Increíble! ¡Él es realmente increíble!

Bujie estaba exultante.

—¡Hermano Yang es demasiado impresionante!

Prajna gritó emocionado.

—¡Hermano Yang, felicidades! —Xiang Kunlun juntó sus manos ante Yang Luo.

Todos también estaban muy felices.

Después de todo, cuando se apresuraron a llegar aquí, Yang Luo todavía estaba trascendiendo la tribulación y estaba en peligro.

Inesperadamente, tras una noche, Yang Luo había logrado trascender la tribulación e incluso había entrado al Reino Inmortal de la Tierra.