¡Nadie se Atreve a Detenerlo!

Hubo una pausa.

Lu Huayu continuó —Todo en este mundo tiene karma. Cualquier causa que se siembra, tiene que soportar las mismas consecuencias.

—A lo largo de los años, la Puerta de las Mil Espadas se había valido de los fuertes para intimidar a los débiles y había cometido muchos actos malvados. Hace mucho tiempo causó la insatisfacción de muchas sectas.

—Ahora, la Puerta de las Mil Espadas ha cosechado lo que sembró.

—Si ayudamos a la Puerta de las Mil Espadas, ¿no nos convertiríamos en la Puerta de las Mil Espadas?

El Maestro Kongji juntó sus palmas y dijo:

—Anciano Lu, ¿qué pasa si Yang Luo y los demás no distinguen entre bien y mal en el futuro y continúan atacando a otras sectas, provocando que el mundo de las artes marciales antiguas siga en caos?

Lu Huayu dijo en voz alta —Si el Pequeño Amigo Yang y los demás atacan a otras sectas sin motivo alguno y causan caos en el mundo de las antiguas artes marciales, ¡mi Wudang naturalmente saldrá al frente para detenerlos!