La envidiosa Salma Thompson

—¿De qué te ríes? —Tras escuchar las palabras de Chelsea, Connor no pudo evitar reírse. Luego, dijo con indiferencia:

— Me han ridiculizado muchas veces. ¡No importa si me ridiculizan una o dos veces más!

—Eres tan rico, ¿y realmente te han ridiculizado? —Chelsea le preguntó a Connor, confundida.

—¿Cómo sabes que soy rico? —Connor se quedó atónito por un momento y preguntó con voz baja.

—¿No lo has dicho justamente ahora? Me acerco a ti a propósito. Puesto que me acerco a ti a propósito, naturalmente conozco tu situación muy bien... —Chelsea no ocultó nada y respondió directamente.

—Ahora, ¿puedes decirme por qué te acercaste a mí? —Connor frunció el ceño y preguntó.

—Me acerqué a ti debido a un presentimiento… —Chelsea miró a Connor y dudó un par de segundos. Luego, dijo con indiferencia.

—¿Presentimiento? —Cuando Connor escuchó las palabras de Chelsea, pareció un poco confundido. En su interior suspiró secretamente. ¿También Chelsea estaba interesada en él?