¡Lucha!

Connor evaluó a Louis y al resto. Sabía que no era rival para ellos; después de todo, solo había ingresado recientemente a la secta y no podía considerarse un verdadero artista marcial.

Louis y los demás podrían haber alcanzado ya la etapa media de la clase dorada, o incluso más alto.

—Hah…

Connor respiró hondo y sacó la píldora que Jorge le había dado de su bolsillo.

—Espero que el anciano no me esté mintiendo esta vez… —Connor suspiró suavemente, luego lanzó directamente la pastilla medicinal a su boca.

En el siguiente segundo, Connor sintió una fuerza extremadamente poderosa irrumpir en su cuerpo. Era aterrador. Connor incluso podía sentir cómo su latido del corazón de repente se aceleraba, y la velocidad de flujo de su sangre también comenzó a aumentar.

Connor se tomó un momento para adaptarse a los efectos antes de decir a Louis sin expresión:

—Louis, aún no es tarde para que te arrepientas ahora.