Las consecuencias de la guerra fueron bastante devastadoras, todavía no podían descansar porque había tantas cosas que tenían que manejar, ya que la destrucción a través del continente fue muy masiva.
Por lo tanto, después de la guerra, no hubo celebración y la mayoría de las personas, aunque estaban aliviadas de que finalmente todo llegara a su fin, estaban envueltas en la tristeza. Perdieron a tantas personas que más amaban y no solo eso, el daño debido a la miasma venenosa y las reacciones violentas había dejado a casi todos ellos sin un lugar donde quedarse.
Con eso, Caña y su gente tuvieron que trabajar duro para estabilizar la situación en el continente, por si acaso las personas del otro continente quisieran aprovechar este momento para presionarlos y reclamar su territorio.
No había tiempo para descansar.
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