Se acabó jugar a lo seguro

Lucy tenía una sonrisa en su rostro cuando devolvió la videollamada de Lucas, ya que se la había perdido porque quería que Tom le diera un beso de despedida antes de irse.

—¡Oye, Luke! Lo siento, me perdí tu llamada —dijo en cuanto se conectó la llamada.

—¿Quieres decir como te pierdes mi presencia? —preguntó él, y ella puso los ojos en blanco.

—Consejo, sólo comparte esas frases secas y aburridas conmigo. Soy tu gemela, así que fácilmente puedo perdonarte y pasar por alto tus defectos —dijo Lucy, y Lucas rió entre dientes.

—Soy muy afortunado de tener una gemela con tu sentido del humor —dijo Lucas, y esta vez, Lucy rió a carcajadas.

—¿Qué pasa? Pensé que ayer no querías hablar conmigo. ¿Por qué me llamas ahora? —preguntó con un ceño fruncido, y Lucas sonrió ampliamente.

—Nunca dije que no quería hablar contigo. Solo quería saludar primero a tu novio —dijo él, y ella puso los ojos en blanco.

—Como sea. ¿Cómo va tu programa?