No interfieras

Para cuando terminaron de comer los aperitivos y conversar, ya era muy tarde, y la enfermera de Aaron, una joven en sus últimos veinte años, había llegado.

Mientras todos se preparaban para salir, Harry estaba más que agradecido de que Jade y su grupo hubieran limpiado el lugar.

—Fue un gusto conocerte, Aaron. Y tú también, Harry —dijo Janet una vez que Adolf llamó para informar a Evelyn que estaba afuera del edificio esperando para llevarlos a la casa de Tom.

—Igualmente. Espero verlos a todos de nuevo antes de que se vayan —dijo Aaron con una sonrisa mientras miraba al grupo.

—También lo esperamos. Recupérate pronto —dijo Evelyn mientras se levantaban para irse.

Aaron había disfrutado de su compañía mucho más de lo que había esperado. Las bromas, las burlas, las provocaciones y todo. Eran un grupo emocionante y divertido.

—¿Vienes con nosotros? —preguntó Evelyn cuando Jade, que había ido a mostrarle a la enfermera su habitación hace un rato, regresó cargando su equipaje.