Ambos observaban el hermoso paisaje que podían ofrecer aquellas ruinas; sin embargo, ambos tenían muchas dudas por resolver.
Mey: ¿Dónde se supone que estamos?
Stan: por ahora me gustaría saber cómo llegamos.
Fue algo irónico de parte del chico decir eso, puesto que era obvio que querían saberlo, pero por ahora debían tener en cuenta dónde se encontraban. Mey se sentó en una pequeña roca que se encontraba en la cima de aquella supuesta pirámide, mientras que Stan se acercaba al borde de dicha ruina, para poder ubicarse mejor.
Stan: mierda — (dijo sin más)
Mey: ¿Ahora que sucede? — (pregunto algo cansada de la situación)
Stan: ¿Recuerdas cuando me pediste una foto con el rey azteca?
Mey: Eso ¿Qué tiene que ver?
El chico simplemente señaló para donde estaba viendo, lo que provocó que su amiga se pusiera de pie y caminará en dirección a su amigo, cayendo en cuenta a lo que se refería.
Mey: no me jodas.
......
Hora: 10:25 AM
Fecha: Desconocida
Ubicación: pirámides de Tenochtitlan
Época: entre el siglo XIV y XVI
.......
Si, así como lo escuchan, tal parecía que ahora se encontraban en pleno imperio azteca. Ambos solamente observaron como los pueblerinos estaban ocupados en sus vidas, yendo de un lado para otro mientras que los niños jugaban.
Stan: vale — (dijo) — no tiene nada de extraño — (dijo mientras se alejaba del borde) — solamente nos encontramos ¡¡EN MEDIO DEL PUTO IMPERIO AZTEKA!!
El pelinegro gritó a todo pulmón, para algunos este grito mostraría un enorme enojo y frustración de parte del chico; sin embargo, Mey tenía claro que en realidad su amigo estaba asustado y frustrado. Con toda la calma y apoyo que podía darle a su mejor amigo, lo tomó del hombro para evitar que le diera la espalda y luego le proporcionó una cachetada. El pelinegro miró a su derecha por la inercia del golpe y en cuanto volvió a ver al frente dijo — "otra ¿Quieres?" — y fue así que Mey le dió otra cachetada, provocando que viera a su izquierda.
Mey: ¿Mejor?
Stan: ¡Mucho! — (dijo mientras respiraba lo más hondo que podía)
Mey: ¿Qué hacemos ahora? — (cuestiono viendo al cielo)
Stan: por ahora, buscar dónde dormir — (dijo viendo al pueblo Azteca) — no quiero que me sacrifiquen.
Fue así que pasó lo que quedaba del día, mientras Mey intentaba hacer un fogata, Stan trataba de cazar algo para cenar, ya que siendo honestos, ambos se morían de hambre. Luego de varios intentos fallidos, el pelinegro logró cazar un conejo y Mey logró hacer una pequeña fogata, era poco probable que sirviera para la noche, pero al menos era útil para cocinar. Mientras la carne se cocinaba, Stan fabricaba un pequeño refugio, y luego de otros intentos fallidos, logró hacer algo decente, fue así que el dúo se decidió por comer, reduciendo a huesos el conejo y una vez que sus estómagos estaban llenos, Mey se apoyó en el hombro de su amigo, para luego hablar.
Mey: ¿Cómo regresamos?
Esa fue la pregunta que Stan quería responderse a sí mismo y lamentablemente no tenía la respuesta — "encontraré la forma, lo prometo" — dijo, siendo lo único que era capaz de articular. Stan le mencionó que era mejor que descansara, él se quedaría haciendo guardia mientras ella dormía, a lo cual ella se negó al principio, pero luego se resignó y se fue a dormir. La noche era inquietantemente fría, ambos tenían puesta un sudadera para poder soportar el clima; sin embargo, Stan volteo a ver a su amiga, descubriendo que Meyla estaba temblando por el frío y aún que el pelinegro estaba por darle su sudadera, pensó mejor la situación — "ambos estamos abrigados lo suficiente como para soportar el frío, si me quedo a la intemperie con la esperanza de que el fuego sea suficiente para mantenerme caliente, entonces puede que muera y no pueda proteger a Mey" — fue así que de esta manera, retiró ese pensamiento de su cabeza, para luego seguir vigilando; sin embargo, algo le golpeó la cabeza.
......…..
Hora: 10:00 AM
Ubicación: Mazmorras
......…..
El pelinegro estaba despertando con la cabeza muy adolorida, él pudo escuchar algo a lo lejos, pero no fue capaz de distinguir que era, los oídos le zumbaban y su nuca palpitaba. Finalmente pudo enfocar su vista, viendo que tenía a Meyla frente a frente, pero con un peculiar detalle, él estaba recostado en sus piernas.
Mey: ¡Stan! — (exaltó alegremente)
Stan: ¿Qué sucedió? — (pregunto adolorido)
Mey: te noquearon y mientras dormía nos trajeron aquí — (dijo mientras estaba aliviada de que su amigo estaba bien)
Ante tal información, el pelinegro solamente fue capaz de articular una pregunta más — "¿Quienes?" — fue entonces que por la entrada de lo que serían las mazmorras, ingresó un hombre de ascendencia indijena, el cual vestía una coraza de plumas y con detalles de oro en la misma, el hombre parecía estar hablando en un idioma que no comprendía ninguno de los dos, así que no entendieron nada de lo que dijo. Una mujer de aspecto refinado pero de misma etnia entró a la pequeña sala frente a nosotros y cuando empezó a hablar, hizo que se dieran cuenta dónde es que estaban.
Mujer: ¿Quienes sois? — (preguntó la mujer) — ¿A qué habéis venido vosotros?
"En algún punto del descubrimiento de Colón y la conquista de Alvarado" — fue lo que pensó Stan al instante, si su teoría era cierta, entonces no quedaba mucho para que iniciara una guerra. Con algo de dificultad, pero seguro de sí mismo, el pelinegro se incorporó sobre sus dos pies y posteriormente respondió la pregunta.
Stan: Calmaros — (dijo) — no hemos venido a haceros daño.
Mey: ¿Enserio Stan? — (cuestiono su amiga) — ¿Acento?
Stan, algo apenado por cómo su amiga lo veía, decidió dejar el acento, aunque su manera de procesar los eventos de peligro era a través de chistes.
Mey: escuché — (dijo) — nosotros no hemos llegado aquí, con la intención de atacarlos — (comentó algo molesta) — y si ese fuese el caso, ¿No creo que es algo muy idiota venir solo dos?
La mujer simplemente comenzó a hablar en aquella lengua que ninguno de los dos conocía y después de una parte intercambios de palabras entre el hombre y la mujer, estos comentaron que sería de ellos.
Mujer: seréis cortejados hasta el trono del rey — (tradujo la mujer) — él os dirá que hacer con vosotros.
Fue así que el hombre dió un grito, llamando aparentemente a un compañero. Cuando unos de los aparentes soldados intentó tomar a la pelinegra, Stan se colocó enfrente de ella, puesto que él no permitiría que volvieran a tocarle un solo cabello.
Mujer: apartar — (tradujo) — de lo contrario os mataremos.
Stan: iremos, no escaparemos — (dijo con voz firme) — pero si la tocan ustedes mueren.
La mujer tradujo esto a los guardias, a lo cual ellos desde luego no iban a aceptar, pero en base al conocimiento psicológico del pelinegro, este intentó persuadir a aquellas tres personas.
Stan: estaremos atados a ustedes, no seremos capaces de escapar mientras nos tengan bajo su control.
........
Hora: 12:30 PM
Ubicación: Trono del rey
........
Stan y Mey estaban siendo guiados hacia el trono del rey, ambos iban atados de las muñecas, con la diferencia que el pelinegro iba por detrás de su amiga. Llegaron a una gran cabaña que se encontraba sobre una pequeña ruina, al entrar en esta se encontraron con un hombre que vestía una coraza de plumas mientras que en su cabeza se encontraba un cráneo de pantera, el cual estaba adornado con oro y plumas de diversas aves. El hombre que no aparentaba más de cincuenta años, habló, para luego ser traducido por la mujer.
Mujer: Vosotros sois intrusos en mi reino — (tradujo) — habéis aparecido de la nada y no usais las mismas vestiduras de los dioses — (dijo) — ¿A qué habías venido aquí?, ¿Acaso sois hijos de Mictlantecuhtli?
Ambos estaban algo confundidos por la situación y no solo por el hecho de ver lo que vestía el líder, sino por qué ellos creían que eran algún tipo de — "¿Demonios?" — ellos no estaban seguros, pero debían estar alertas.
Stan: vale, escuché su…..¿Magestad? — (dijo inseguro) — no somos hijos de demonios, solamente nos hemos perdido así que…
El rey gritó algo que no le fue posible entender al pelinegro y una vez el rey tenía silencio, prosiguió con su diálogo mientras era traducido por la mujer.
Mujer: vosotros han de ser los causantes de la sequía de mi pueblo — (tradujo) — y es por eso, que seréis sacrificados para Tláloc.
En cuánto Stan escucho eso último, rápidamente busco la manera de poder escapar, lamentablemente, el rey había dado la orden de ejecución. Sin saber qué más debía hacer, el pelinegro se interpuso entre su amiga y los guardias, los cuales se estaban acercando cada vez más al dúo.
Stan: ¡Les dije que si la tocan mueren!
Los guardias hicieron caso omiso de lo que solicitaba el pelinegro, así que, sin contar con muchas opciones, el chico se preparó para proteger a su amiga. El primer guardia había tomado uno de los brazos de Stan; sin embargo, el antes mencionado movilizó su rodilla hasta el rostro de su contrincante, dejándolo fuera de combate por el momento.
El segundo colocó su lanza en posición para eliminar al pelinegro de ser necesario; pero, rápidamente, Stan había tomado el mango de la lanza, forcejeando con el guardia y discutiendo la historia de alguno de los dos. Mientras esto se daba, el pelinegro no noto que el rey se había acercó a él y de un solo golpe en la cabeza, lo había dejado noqueado.
......…
Hora: 8:30 PM
Ubicación: Mazmorras
......…
Stan comenzaba a despertar y su cabeza lo estaba matando en ese momento, el dolor era parecido al de una resaca o al menos así era como él lo describía. Lentamente sus sentidos fueron despertando para recibir y procesar la información que proporcionaba su ambiente, pero en cuanto se percató de la ausencia de Mey, este entró en pánico.
Stan: ¿Mey? — (no obtuvo respuesta) — ¡¿Mey?! — (todo fue silencio) — ¡¡¡MEY!!!
Su último grito fue apaciguado con la llegada de dos guardias y la misma mujer de antes, Stan estaba lejos de estar tranquilo con verlos a ellos y en un intento por obtener respuesta intentó atacarlos; sin embargo, tanto sus manos como pies estaban atados de tal forma que no pudiera moverse, parece que su prioridad era su compañera en ese momento.
Stan: ¿Dónde está? — (pregunto molesto) — ¿Que hicieron con ella? — (cuestionó sin obtener respuesta) — ¡¡RESPONDAN!!
Mujer: ella ha sido cortejada a la cima del templo — (dijo) — dónde se llevará a cabo la ceremonia.
Stan: ¡Planean matarla! — (dijo iracundo)
Mujer: hemos de dar su alma para obtener el perdón de Tláloc — (mencionó)
//////////////////////"Narra Stan"//////////////////
Mi sangre estaba hirviendo, mi ira se estaba desbordando, mi paciencia se estaba agotando, no tengo ni siquiera una estúpida idea de mierda que me ayude a escapar de aquí, pero me niego a no intentar algo y que Mey muera. Utilizando todas mis fuerzas traté de romper aquello con que me ataron, pero era inútil mis esfuerzos ante este material.
Mujer: te será inútil — (dijo) — tranquilo, cuando todo esto termine, tu amiga estará descansando en el paraíso con Quetzalcóatl.
Me sorprende que antes la humanidad creyera que con matar personas sus problemas se solucionarían, aunque bueno, si hablamos en esos términos, la actualidad aún cuenta con esa creencia. Debido a que me perdí en mis pensamientos, no note cuando la mujer dejó de hablar y comenzó a marcharse, molesto y desesperado traté de llamar su atención, pero era inútil. Mi corazón latía como una máquina fuera de control, el vello de mi piel se erizó, mi respiración se hizo más audible, estaba por explotar en rabia y gritar debido al miedo; sin embargo, antes de que pudiera cerrar mis ojos, la escuché — /¡¡&7∆π!!/
Stan: Mey… — (murmuré)
Mi respiración se estaba acelerando, mi pecho me estaba doliendo, mis manos perdían su temperatura y cada vez estaban más frías dichas extremidades, estaba comenzando a llorar de forma involuntaria y cada vez me era más difícil respirar, médicamente estaba teniendo un ataque de ansiedad y si seguía de esta manera, entraría en shock respiratorio. Cerré mis ojos y con todas las fuerzas que tenía grité.
Stan: ¡¡¡BASTA!!!
En cuanto volví a abrir mis ojos ya no me encontraba en la mazmorra, ahora estaba de rodillas en la azotea de un edificio que parecía pertenecer a mi época, había vuelto a viajar; sin embargo, poco a poco fui notando el estado de mi cuerpo, estaba herido y me sentía débil. Mi cuerpo cayó al suelo debido a que incluso el mantenerme de rodillas me era imposible y antes de quedar bajo los efectos de un coma, mi cuerpo dijo un nombre de forma involuntaria.
Stan: Mey…..