El Profeta

Había mucha confianza en Ronkin al declarar una pelea, y al mismo tiempo, casi no hubo reacción de Redback. Mientras miraba a los otros Dalki y simplemente les sonreía.

—¿Tú, quieres pelear conmigo? —dijo Redback—. Debes ser increíblemente valiente o estúpido. Acabo de vencer a tu líder. ¿Se dieron cuenta de que en su grupo, todo lo que hay ahora es un montón de nadie? La única persona que valía la pena luchar en todo su grupo es su líder con insignia de plata. Así que ya sé que el resto de ustedes no son nada, pero si realmente quieren que les dé una paliza, hasta que todos ustedes en esta área cumplan, adelante.

Parecía que los Dalki eran conscientes de mucho más de lo que los vampiros habían sido informados. Fue entonces, después de escuchar las palabras de los Dalki, cuando los demás se dieron cuenta de que no había nadie importante en su grupo.