Bestias marinas (Parte 2)

Era obvio que lo que Sil pensó al principio que era solo un parche oscuro en el mar, o una gran montaña subterránea no era nada de eso. En cambio, era una bestia gigante, de qué nivel o de qué escalón, no tenía idea, pero juzgando por su tamaño, Sil pensó que al menos debería estar en el nivel de Demonio.

Juzgando por lo lejos que estaban, parecía que los tentáculos podían estirarse por millas. En el siguiente segundo, todos los tentáculos grandes se dirigieron directamente hacia el suelo. Montones de rocas y escombros de las ruinas destruidas se arrojaban por todas partes, y de inmediato los dos estaban rodeados por varios tentáculos.

Comenzaron a balancearse hacia los dos y, utilizando los chorros de agua en sus manos, él comenzó a nadar para evitar que los tentáculos lo golpearan.

—Para probar realmente a los Dalki, es mejor que nosotros dos nos separemos—, pensó Sil.