Después de que los otros líderes se dispersaron, Quinn decidió que el mejor curso de acción para él era dirigirse directamente hacia la parte trasera del Refugio. La última vez que estuvo aquí, fue donde se ubicaba la base Daisy, pero al mismo tiempo, se dio cuenta de que fue donde tuvo lugar la mayor parte del caos.
Estaba claro que había ocurrido una gran batalla, y la facción Daisy había hecho su última defensa aquí.
En lugar de correr derecho hacia adelante, Quinn caminaba por el Refugio concentrándose y enfocándose. Acercándose a la base principal, podía oler sangre en todas partes. No solo oliéndola, sino que también podía ver a muchas víctimas. Cuerpos que solo se habían descompuesto ligeramente y estaban en peores condiciones, simplemente se dejaron allí en la calle. Salpicaduras de sangre cubrían los edificios y las paredes rotas.
Quinn quería ver si todavía quedaba alguien para salvar, pero aún no se había encontrado a nadie.
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