Presa Acorralada (Parte 2)

—Sí, también le pedí a Solus que fuera mi compañera al criar a nuestra hija y ella aceptó —dijo Kamila.

—¿Qué? —Lith sabía que sonaba como un disco roto, pero estaba demasiado asustado y confundido para que le importara.

—Kami, sin un enlace mental, esto nos tomará todo el día. ¿Te importa si lo pongo al día? —preguntó Solus.

—Claro —esta vez, cuando los ojos de Solus se volvieron negros y los de Lith dorados, a Kamila no parecía importarle.

—Necesito aire —Lith se sentía sofocado.

Estaba aliviado de que la fusión no hubiera causado otro embarazo y aterrado por el nuevo vínculo entre las dos mujeres. Lith no podía ocultarle nada a Solus y Kamila lo manipulaba como a un títere.

Si trabajaban juntas, su anillo de piedra no era diferente a un objeto de esclavo.

—Está bien —un chasquido de los dedos de Solus creó amplias ventanas e incluso un balcón.