Prólogo

¿La conocen?

Se dice que por mucho tiempo existía una bruja en esta isla, mucho antes del cementerio, antes del ejército o de la actual ciudad. Esos barrios y cerros eran propiedad de esa bruja.

Los que podían verla y sobrevivir, decían que vestía con faldas negras largas hasta los pies, una camisa y un manto blanco sobre su rostro, dejando solo ver su ojos derecho. 

Escuche, que caminaba por las oscuras noches de cada vecindario junto a un agudo sonido de garras o tal vez tierra moviéndose a su paso. 

Varios hablaban de lo poderosa que era, controladora de los cuatro elementos, empezó a ser un mito urbano para quienes buscaban nuevas experiencias. Supongo que por eso, cuando el mito se convirtió en juego, todos en la isla empezaron a verla.

"Si cumples el reto de la bruja, te regala un deseo" 

— te reto al juego de la bruja. 

— Bien, no tengo miedo — dijo otra chica al entrar al baño junto a un golpe de la puerta.

Así fue como la gran leyenda desorbitado en las mentes de los adolescentes, paginas web, periódicos y noticieros daban registro de personas que lograron escuchar o sentir su presencia, largas garras arrasaban por sus oídos y un húmedo movimiento pasaba por sus cuerpos. 

— ¿Y bien? ¿Qué pediste? O, ¿fuiste una cobarde?

— Esa bruja no existe, ¡No pasó nada! — grito aquella adolescente, mientras salía del baño — Solo es una tontería de niños.

Aunque varios lo vieron como una maligna realidad, quienes jugaban el reto simplemente desaparecieron junto a la leyenda.

Y quienes llegaban a sobrevivir, podían vivir sus vidas con tranquilidad.

¿verdad?

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