Para cuando Riuz salió de la tienda de Fideos, ya le era imposible encontrar a las Pos en el valle, pero por alguna razón parecía que ambas habían dejado el área del pueblo a toda prisa.
Riuz buscó por el pueblo durante un tiempo, pero al no encontrar rastros, decidió volver al Palacio de Jade para ver si las encontraba allí o si Moony le había informado a Shifu y si este tenía alguna respuesta al respecto.
Pero se llevó cierta sorpresa cuando llegó al Palacio de Jade. Moony no estaba allí, ni Shifu, solo las cinco, pero no parecían de mejor humor. Cuando les preguntó, dijeron que Po se había vuelto loca y las había "humillado" por decirlo de alguna manera en el campo de entrenamiento con la paliza que les dio, además de haber desafiado a Shifu abiertamente.
Riuz les preguntó por Moony, pero se asustó un poco al escuchar la respuesta. Resulta que Moony había estado intentando ponerse en contacto con ellas, reuniéndolas para decirles algo, pero antes de que lograra reunirlas a todas, se cruzaron con Po y Moony parecía nerviosa al respecto. Po la vio y pareció descubrir algo, por lo que le pidió que la acompañara. La humana quiso negarse, pero no tuvo oportunidad de resistirse frente a Po y esta se la llevó. Les había parecido un poco raro a las cinco al principio, pero no pensaron mucho en ello hasta ahora que Riuz lo mencionó, y luego de la paliza.
Monkey: Moony está bien, ¿verdad? -empezó a mostrar preocupación.
Crane: Sí, seguro está por allí con sus pergaminos. No es como que Po fuera a hacerle algo.
Todas intercambiaron miradas por un segundo al saber que ni ellas mismas creían en sus mentiras. En realidad, era complicado, aunque Po parecía "distinta" a sus ojos, ninguna creía que le pudiera hacer algo a Moony. Todos querían a Moony, era un ser muy puro, pero esa era también la razón por la que estaban preocupadas. Nadie quería que Moony saliera lastimada, más sabiendo que es la más frágil de aquí.
Tigress: Tenemos que buscarla.
Mantis: Sí. Y hay que hallar a Po y exigirle respuestas. -movió sus patitas de forma amenazante.
Viper: Pero... Po... -mencionó, haciendo que todas se quedaran calladas. No podían olvidar cómo limpió el suelo con ellas hace poco y lo fácil que lo hizo parecer. Ellas no lo sabían, pero la energía oscura fortalecía a la Panda malvada a cada segundo.
Riuz: Tranquilas, yo me encargo de Po. -trató de calmarlas.
Monkey: Tú no lo viste, Riuz. Era como Po, pero sin la torpeza y potenciando 100 veces. -explicó.
Riuz: No importa. De hecho, creo que tengo una forma de lidiar con ella, pero no lo haré hasta que descubra qué pasó con Moony. -Miró sus manos por un momento antes de volver a mirar seriamente a las cinco- Ustedes cinco registren todo el palacio en busca de Moony, o Shifu para informarle. Si no está aquí, busquen por el valle. Yo me quedaré con Po y trataré de mantenerla calmada y entretenida para no levantar sospechas. Una vez encontremos a Moony, me encargaré de ella, pero hasta entonces la dejaremos estar. Máximo buscaremos durante el resto del día de hoy y la noche. Si no encontramos respuesta mañana por la mañana, actuaremos de todas formas y le sacaremos de alguna forma la información a esa Po...
La charla duró un poco más para aclarar algunos puntos más del plan y relatarles lo que había descubierto sobre las múltiples Pos antes de que se dividieran. Las cinco buscarían rastros de Moony y Shifu, mientras que Riuz se dirigió hacia donde estaba la Po malvada para mantenerla alejada de las cinco y darles oportunidades de buscar, además de ver si podía sacar algo de información.
...
-Actualmente-
En las barracas del palacio de jade, Po estaba jugando Mahjong y apostando con Fung y otras dos cocodrilas, Wong y Gahri. Además de ellas, también estaba Riuz, sentado en una de sus piernas de la panda y con el brazo peludo de esta rodeando su cintura. El humano sostenia un tazón de dumplings que de vez en cuando llevaba a la boca de Po, quien no interrumpía su juego.
Riuz: Po, ¿seguro que quieres seguir jugando? Hay muchas otras cosas más divertidas que podríamos hacer. -Dijo sugestivamente, frotando su cabeza contra el cuello de Po y tratando de mover la mano de Po en su cintura hacia abajo, hacia su zona íntima. Sabía que esta Po era malvada y creía que podría aprovecharlo para provocar sus instintos más primarios.
Po: Tú solo haz lo que se te ordena y sírveme dumplings. -Sin compasión, le dio un golpe con la mano abierta en el costado a Riuz para hacerlo callar, con tanta fuerza que este arrugó su expresión- Además, sé lo que quieres, pero tienes tan poco atractivo que preferiría cortarme la cabeza antes que verte desnudo. No sé qué valor tienes de querer seducirme si eres más feo que las cosas que me salen del trasero. -Dijo de forma muy hiriente y despectiva.
Riuz: ... -Se quedó callado mientras servía otro dumpling a Po, aguantándose los insultos.
Po: Y ahora que lo pienso, no sé cómo sigues sentado en mi pierna sin siquiera considerar verte bien. ¿Puedes cambiar tu aspecto, no? Entonces, usa tu habilidad como se debe. Deja de ser tan repugnante y quizás llegues a tener algo de mi atención.
Riuz: ¿Qué quieres? -cedió ante las demandas.
Po: Creí que deberías saberlo. Dices que siempre te gusto, pero ni siquiera sabes lo que me gusta. ¿Aparte de feo eres estúpido? Vamos, necesito algo más que un saco de huesos para entretenerme. Necesito carne, grasa. Quiero poder abrazar algo mientras juego...
Riuz escuchó y, aunque no estaba del todo conforme, comenzó a usar su habilidad, engordando gradualmente. Miró a Po, esperando complacerla, pero parecía que no estaba funcionando.
Po: ¿Estás sordo? Dije que necesitas más carne. ¿No crees que esto sea suficiente? Sigue, yo te diré cuándo parar. -Exigió.
Riuz dudó pero siguió su orden, engordando cada vez más, preocupado cuando esas palabras para detenerlo nunca llegaban y era incitado a engordar más.
Po: Así me gusta, por lo menos ahora llegas a ser por lo menos aceptable. -Asintió con satisfacción.
El humano suspiró mirando su cuerpo, esto ya no era regordete ni gordo, era completamente obeso. Su cara parecía la de un cerdo gordo con las mejillas grandes que hacían parecer su cabeza una pelota, de hecho, todo su cuerpo parecía una pelota gigante.
Se sentía incómodo pero continuó con la actuación y trató de abrazar más a Po mientras realizaba complicados movimientos con este cuerpo para servirle más dumplings. Y Riuz no era el único incómodo, las tres cocodrilas que los miraban también estaban un poco disgustadas por el fuerte gusto de esta Po malvada.
Po: Bien... -Rió mientras se burlaba de Riuz, agarrando con fuerza uno de sus pechos grasosos, causados por su sobrepeso, manoseandolo- Ahora quiero que huelas a fideos picantes. -Exigió nuevamente.
Riuz: Yo... no puedo hacer eso... -Se disculpó.
Riuz aún no había llegado al nivel de habilidad para producir un olor en particular. Él puede cambiar su forma y esencia a cosas que comprende o ha estado en contacto, cuanto más contacto mejor. Si quisiera oler a fideos tendría que cambiar al menos una parte de él para que se transformara en fideos, pero al hacerlo no tendría la suficiente concentración y habilidad para mantener ese sobrepeso actual.
Po: Hmm... inútil. -Movió su pierna y lo empujó con fuerza, haciendo que Riuz cayera al suelo frente a ella y luego lo pateó con su pie, mandándolo debajo de la mesa- Ya que no sirves para nada, entonces al menos entretén a Wong, el muchacho estuvo perdiendo mucho y necesita que alguien le levante los ánimos. No queremos que se deprima y deje de poner dinero en la mesa. -Ordenó, y luego usó su pie para empujar a Riuz otra vez, haciendo que su cabeza terminara entre las piernas de la cocodrila de baja estatura que se sentaba en el lado opuesto de la mesa de Po.
La cabeza de Riuz estaba a escasos centímetros del coño de la cocodrila, solo cubierto por el pantalon de baja calidad de esta. El pie de Po lo había empujado con fuerza hacia ese coño durante unos escasos segundos antes de retroceder con una expresión colérica.
Si no estuviera la mesa cubriéndole, habrían podido ver cómo habían surgido tenebrosas garras de los dedos de Riuz que parecían alargarse cada vez más. Tenía una mirada enrojecida por el enojo y solo continuaba inhalando y exhalando con fuerza tratando de contenerse. Quería muchas cosas, pero no de esta forma; la forma en que estaba siendo tratado no era aceptable en este momento para él y estaba haciendo todo lo posible para no desatar su furia y arrancar columnas.
Luego de calmarse un poco, debatió internamente si realmente debía llegar a complacer a esta cocodrila como Po quería. Wong, en realidad, también estaba nervioso, pero aún así, desgarró la parte inferior de su pantalón en dos partes, dejando ver su coño escamosa. Riuz lo pensó mientras sacaba la lengua de su boca con dudas.
Po: Luego podrías seguir con Fung, el ganador merece una recompensa.
Fung: ¿Yo? Digo, sería genial, pero... a mí me gustan los hombres diferentes. Robustos y musculosos, con grandes dientes... -Comentó, el aspecto gordo que Po quería no iba con su canon de belleza-O bueno, sino tampoco tengo problemas con algunos pequeños y delicados, si pudieran tener también escamas claras y brillantes. -Se frotó la nuca. Estaba emocionado e inseguro de lo que ocurría, anhelaba y le preocupaba tener al humano cambiante complaciéndola.
Po: Ya lo escuchaste, también podrías traer otra mesa y empezar a bailar allí para darle un espectáculo a esta chica. Quizás así empiece a perder un poco y nos dé la oportunidad a los demás. -Dijo aún con su tono arrogante.
Riuz escuchó esas palabras y se sintió muy incómodo. No negaría que tenía algunas intenciones con Fung y sus mujeres, pero no esperaba que fuera así. Pero por suerte para el humano, antes de que su lengua empezara a lamer la privacidad de Wong, se escuchó un extraño cacareo afuera.
El humano reaccionó fuertemente, levantando su cabeza de golpe, chocándola contra la mesa e interrumpiendo el juego de las rufianas.
Po: ¡Oye! -Se quejó enojada.
Riuz: Perdón, yo... creo que me lastimé. Iré a vendarme y de paso traeré la mesa que me pediste. -Dijo Riuz, saliendo de la mesa con sangre cayendo por su cabeza, de una herida que él mismo agravó- Volveré enseguida y las haré felices a todas. -Se disculpó, pero no sin antes hacer un gesto sugerente al lamerse los labios con una lengua extremadamente larga.
Po: Y trae más Dumplings también. -Le ordenó al humano, que ya estaba yéndose rápidamente.
Riuz ignoró esa petición y se concentró en dirigirse al patio de entrenamiento.
...
Las cinco estaban buscando por todo el palacio rastros de Moony y Shifu, pero parecía que se habían esfumado. Al menos hasta que Monkey pasó por uno de los salones donde se almacenaban algunas reliquias. Era una habitación medio escondida en el salón de entrenamiento, pero le pareció escuchar algo por esa zona y, efectivamente, encontró algo.
Aunque no había mucha luz, era suficiente para discernir a Po y a la maestra Shifu, ambas atrapadas en cepos. Además, en una esquina, había un cofre que no paraba de moverse.
Monkey: ¡Chicas! ¡Las encontré! -gritó mientras se apresuraba a liberar a Shifu y Po. Sin embargo, Shifu estaba inconsciente y el cepo de Po no estaba cerrado, por lo que podría haberse liberado en cualquier momento.
Pronto llegaron Viper y Mantis, y Shifu también despertó. Mientras Shifu se recuperaba, Viper buscó a Tigress y Crane, mientras que Mantis y Monkey fueron hacia el cofre, ya que Po les dijo que Moony estaba atrapada allí. Sin embargo, no tenían forma de abrirlo más que rompiendo la cerradura.
A la panda roja le tomó un tiempo recomponerse antes de intentar explicar a sus alumnas lo que sucedió. Riuz ya le había dicho que había más de una Po, pero ahora, con las palabras de Shifu, entendía que Po se había dividido en dos con el espejo del Yin y el Yang. Viper volvió con Crane y Tigress, y también se enteraron. Ahora todos estaban fuera del salón de entrenamiento, preparándose para resolver el problema de las dos Pos.
Viper: Crane, haz lo tuyo.
Crane: Pero... es tan humillante. -resopló antes de emprender vuelo hacia lo alto y, avergonzadamente, hacer la señal que habían establecido con Riuz para informarle que encontraron a Shifu y Moony- ¡¡¡QUI-QUI-RI-QUI!!!
...
En el Salón de los Héroes, todos estaban reunidos, bueno, todos menos la Po Mala. Sin embargo, la Po buena sí estaba presente, y el aspecto de Riuz también había vuelto a la normalidad. Acababan de explicar el plan y esperaban que todo saliera bien.
Crane: ¿Crees que este plan funcionará?
Po Bueno: ¡Absolutamente! ¿Qué plan? Lo siento, me lo perdí. Por cierto, ¿no son increíbles las plumas de Crane?
Riuz: Sí, son increíbles, Po, pero concéntrate. Recuerda, si mi método no funciona, haz lo que acordamos. -Dijo seriamente, aunque parte de su concentración parecía estar en otro lugar, lo que lo hacía parecer más frío de lo habitual.
Po: ¿Estás enojado conmigo? ¿Es por no prestar atención? Lo siento mucho, no quiero que estés enojado conmigo. -Se disculpó tristemente. Además de ser buena e inocente, esta Po también es muy sensible y emocional-. Puedo tejer unas pantuflas para ti si eso te hace feliz.
Riuz: Wow, realmente es... diferente. -Comentó ante esta Po buena- Aunque eso no le quita lo atractivo. Después de pasar un rato con la versión mala, no saben cuánto me cuesta contenerme y no lanzarme sobre ti para desahogar toda la frustración que siento.
Po: Bueno, supongo que es comprensible. Pero vayamos a un lugar donde no nos vean, me da vergüenza... y no estoy segura de lo que debo hacer, así que sería bueno que tú... -Dijo tímidamente y sonrojada.
Shifu: ¡Panda! -La reprendió.
Riuz: Espera, ¿estás hablando en serio?
Po: Pues... sí. Digo, dijiste que es la única forma de liberar tu frustración, y sé que siempre lo quisiste y te haria muy feliz, así que...
Tigress: ¡Po!...
Po: ¿Sí?
Tigress: ¡Cállate!
Riuz: Maldición, estuve todo este tiempo apuntando a la Po equivocada. Pensé que tendría alguna oportunidad con la Po mala, pero resulta que mi oportunidad estaba en la Po buena.
Shifu: ¡Ahora no es momento para esto! Tenemos que asegurarnos de que la Po Mala mire el espejo antes del atardecer o esto se volverá permanente.
Riuz: Sí... -suspiró con cierta tristeza-De todas formas no me sentiría bien haciéndolo con solo una mitad de Po como está ahora. ¿Quién sabe qué pasará cuando vuelvan a ser una? Concentrémonos, ustedes estén atentos y vean si la situación es conveniente para sacar el espejo.
Mantis: No hay problema, solo tenemos que esperar a que la Po mala aparezca...
*Brooommm*
Todos miraron hacia la puerta del salón, que se abrió bruscamente. Allí estaba la Po mala con una expresión soberbia y sin miedo de ver a todos reunidos aquí.
Po Mala: Mis dumplings nunca llegaron. -Comentó, rascándose la barbilla.