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Capitulo 5: exd5-exd5

"Solo hay dos cosas de tantas definidas en la vida.

Uno: La vida es sufrimiento

Dos: La causa del sufrimiento es el deseo"

—.Bob Patiño (Los Simpson)

—¿Qué es mejor? ¿Tener aquello que se desea, aquello que se quiere o que simplemente se necesita?

—Simplemente lo mejor es no tener egoísmo— respondió —, pero igual que lo que dije es simplemente imposible, nadie funciona y nada funcionará sin egoísmo

—¿Por qué?

—Hasta tu pregunta es estúpidamente egoísta, ¿Por qué quieres saber la razón de lo que digo? ¿Solo por necesitarlo? ¿Por saberlo o simplemente para fastidiarme? Y es más, aunque no lo sea, no sea ninguna de las anteriores, si sigues hablando y preguntando, solo te seguirás encaminando al camino del saber, ¿Y qué es el saber? La necesidad egoísta de ser superior en algo que simplemente puede satisfacer la necesidad de saber lo necesario, pero que en exceso es solo eso, egoísmo e incluso prepotencia

—La línea de todo eso es delgada, es como los chistes de doble sentido, o son una cosa o son otra

—La vida es un chiste en donde el payaso decide qué máscara ponerse cada y con quién quitársela para ser tanto muy dramático como a su vez gracioso, ¿Y sabes lo gracioso de los payasos? Es lo único bueno en lo que son enseñados por otros payasos peores que ellos

—... Eso fue cruel, eso fue muy bajo y cruel

—Exacto, ahí radica el egoísmo, puede ser algo muy profundo o muy excesivo, pero nunca suficiente para nadie que sea así

:Hace mucho tiempo:

—Jezabel, ¿Puedo preguntarte algo que posiblemente te haga enojar?

—¿Enojarme? ¿Contigo? Conociéndote y sabiendo cómo somos entre los dos, sabes que siempre me haces enojar

—Si pero, está vez puede ser algo diferente, algo que digas, eso no se pregunta, ¿Entiendes?

—... ¿Te debo un favor o algo como para que me digas eso?

—No… la verdad es solo… una curiosidad, sabes que no indago mucho contigo y tus cosas pero, está vez es algo de algo… curioso, ¿Entiendes? Solo preguntaré para satisfacerme en eso y jamás volveré a tocar el tema

Jezabel conocía a Delta, no lo suficiente a pesar de todo lo que habían pasado, pero si le advertía de esa manera decía que él a su vez si intentaba conocer al Rey Demonio.

—Bien, solo esa pregunta, mi respuesta y adiós tema, ¿Ok?

—Ok, ok, totalmente lo prometo, ¿Listo?

—... Listo

Delta también se preparó y antes de eso miró hacia atrás, en el salón del trono estaban trabajando los sirvientes y ante su mirada, sabían que eso no les convenía escuchar, así que se fueron sin siquiera una orden de Jezabel… después de estar totalmente solos la lanzó.

—¿De qué es lo que estás huyendo que tienes tanto miedo de morir?

Y todo se quedó en silencio… Era un silencio diferente a los demás que alguna vez entre sus pláticas habían pasado, ya sean momentos incómodos o chistosos, incluso los simples dónde ya no había nada que hablar.

Es más, incluso Delta inconscientemente sintió su corazón acelerar demasiado rápido así como sudor frío en su espalda, todo inconscientemente pues de manera consciente podía seguir ahí, y si fuera consciente, definitivamente no se movería aunque su cuerpo y mente suplicasen eso.

—¿Huir?... No lo sé — dijo con un tono de voz tan siniestro que podía saberse que él no lo hacía consciente—, pero sí que por alguna razón no deseo morir tan fácil… es extraño… ¿Huir yo? ¿De quién?

Delta tuvo que tragar dos veces saliva para poder hablar.

—Conozco cuando alguien quiere huir, no tienes ojos, no tienes boca no tienes modo alguno en que pueda alguien darse cuenta, pero yo no soy ese alguien, puedo sentirlo incluso cuando terminas de pelear, tus expresiones y movimientos corporales son de alguien que logra escapar por poco no de la muerte, sino de alguien— explicó

—¿Alguien? ¿Cómo sabes que es alguien?

—Te digo, solo lo presiento, ¿Te conté sobre lo que refugiados hacían por huir ya sea de su país o de su propio ejército? Una vez fuera de peligro podías sentirlo, sus movimientos se relajaban, se dejaban llevar nuevamente por el simple movimiento de su caminar y no como si fuera forzado hacia sí mismo, como una marcha desesperada y no natural de huir sin salida, una diferencia era esa desesperación como estar en campo de batalla y sabiendo que ahí hay muerte, a una cuando logras huir, incluso después de salir vivo de un campo así

—¿Y dices que yo huyo de alguien?... ¿Solo por eso? ¿Por mis movimientos?— preguntó no queriéndose burlar pero no podía hablar bien aún

—Sabes el tiempo que estuve en conflicto sin descanso alguno— respondió Delta muy seguro—, estoy tan acostumbrado a ver cosas de otros con respecto a la vida y muerte, que no pude resistir a preguntarte eso, lo lamento mucho

Jezabel estaba calmandose poco a poco, hasta que todo volvió a la normalidad de siempre.

—No, solo… bien dices que sobre aviso no hay engaño, lamento también si te di miedo o algo más… Debí esperar eso de mi amigo…— dijo tan tranquilo —, ¿De que huyo?... ¿Real, realmente quieres saberlo?

Delta lo miró decidido y más que nada, atento a Jezabel, este sabía que él había sido honesto, debía al menos también pagar con lo mismo.

»… Sabes que nunca duermo, ¿verdad?

—Ni una vez te he visto

—Bueno, unas veces lo hago y es un desastre, salen de mí mis emociones y los sirvientes tienen que entretenerlos hasta que yo despierte y dependiendo del tiempo que tome hacerlo, pero ese es el contexto… la respuesta es que… si, es alguien de quién huyo, pero no lo conozco

Delta podía sentir entre las cosas que él no mentía.

»Tiende a aparecer en mis sueños cuando duermo, no sé quién es, no se que quiere y solo quiero huir de él, solo… está ahí, mirando su reloj de bolsillo y me mira, mira su reloj y me mira, los lapsos son largos pero entre cada uno sientes que son cortos

—¿Y cómo es?

—Si te soy sincero, puede ser lo que sea, algunas veces un soldado, otras veces una mujer, incluso una vez apareció como un payaso… no se que intenta con eso, pero es lo único que hace, mirar su reloj y mirarme, pero de lo que sí estoy seguro y creo que te has dado cuenta, es que ese tipo está más allá de la muerte y solo me espera

—... Tétrico

—Exacto

—¿Más allá de la muerte?... Eso es demasiado… pero contigo y todo esto, no sería exagerado, ¿Crees que está esperando lo que tú deseas?

—Si… pero una parte de mi desea el final y la otra como dices, huye de él y ese deseo… creo que por eso es que sigo aquí, es una pelea ambigua y desequilibrada dentro de mí… creo que es la razón por la que aunque me sienta así, deseo al menos externamente que todo esté equilibrado, no sé, ¿Es normal?

—Bastante, solo una última pregunta… y ya, definitivamente ya… ¿Cómo se llama o como lo llamas?

Jezabel volvió a quedarse en silencio pero está vez ya sin sentir lo anterior.

—... No lo sé, pero "Met" así es como decidí llamarlo, sé que en tu mundo eso significa…

—Muere, si, y si le pones la "E" al principio, significa "Emet", vive o verdad… bueno, ya con esto me desahogo y desecho lo que quería saber, gracias, no hablaré de esto nunca con nadie

—Confio en ti

"Volviendo al presente "

—Así que hasta él lo conoció… ese estúpido…

Jezabel original sabía quién era, sabía que es lo que hacía y más que nada, sabía que quien Azrael vió esas veces, por supuesto era algo más allá de lo que cualquiera podría pensar o llegar a imaginar.

»Solo espera el momento y me llevará personalmente… pero aún así estoy dispuesto a sobrevivir, no importa qué, tengo que hacerlo

Estaba encima del volcán de Yireila, mirando todo el desastre a su alrededor, más balas, los Homúnculos casi infinitos cayendo a tierra como aves cazadas, los cuerpos de estos junto a quienes los mismos disparaban desde el cielo. Todo un reverendo y desastroso conflicto que nadie quería continuar pero las cosas no se veían cerca de hacerlo.

En Arcaida las cosas seguían monitoreadas, incluso aunque no, hubo quienes seguían lo que pasaba desde su área de trabajo.

—¿Esto es lo esperado doctor?

—... La verdad es que no, es un total desperdicio de materiales y recursos, la vida no es para desperdiciar en cosas como la guerra, aún si esta misma da la innovación

—Pero eso significa que no habría más que dar

—!Claro que sí¡ Pero nos encanta trabajar bajo presión y mostrar lo que tenemos en vez de hacerlo minuciosamente y dando el golpe sorpresa a todos… ¿esto? Solo demuestra que subestimamos tanto al otro y este a nosotros que solo es un juego de ver quién pierde más

—... Aún así, doctor, los otros solo están esperando salir, son órdenes del Rey

El doctor miró más sus proyectos caer a tierra y morir sin honor y suspiró.

—Si, si, por el Rey y todo eso

En otra parte del Reino, el príncipe estaba leyendo, la biblioteca del reino tenía todo tipo de información sobre lo que fuera… pero siempre tenían cosas que no querían mostrar.

—Equilibrio, meritocracia, utopías, decisiones… control y más que nada, libre albedrío… ¿Qué es el tener todo y no hacer nada? ¿Qué es el ser fuerte pero no saber qué hacer para estar satisfecho?... ¿Qué es la satisfacción del ser humano… si no sirve una vez consigues lo que quieres?— preguntó mientras cerraba un libro y lo acomodaba en su lugar—, Tu fuiste parte del rey demonio, ¿Alguna vez lo viste preguntarse eso?

Carmilla estaba ahí de pie, solo mirando eso, al escuchar la pregunta… solo miró a otro lado y suspiro.

—No estuve desde el mero inicio, pero creo que entiendo algo de lo que dices sobre él… y si soy sincera… antes de que… de que se convirtiera en "eso" era alguien que podía como tú dices, tener todo y no hacer nada… todo por cumplir su propósito, no importaba que incluso tuviera en bandeja de plata todo esto, has visto que es y era capaz… pero por sobre todo… lo sentía aburrido

—¿Aburrido? ¿Todo el poder? Toda esa cantidad de presencia… ¿Aburrida?...

Carmilla asintió.

»¿Y por qué entonces fue a ese lugar? ¿Por qué se quedó ahí?

Ella se rió un poco.

—¿Te imaginas el shock que es ver a la encarnación en la tierra comportarse como un completo idiota? ¿Ver a ese tipo comportarse como cualquier otro entre humanos? ¿Enojarse… enojarse por qué todos o alguien no desea continuar?... ¿Divertirse sin la necesidad de matar a alguien?— preguntó y podía escucharse que quería llorar—, todo por qué estaba aburrido antes de todo eso

El príncipe la miró un poco y podía sentir que sus palabras eran verdaderas y nostálgicas, pero no preguntó por eso.

—¿Y por qué si te encantaba tanto, viniste aquí?

—...

—...

Ella no sabía si responder por qué tenía que cuidarse de absolutamente todo a su alrededor.

»Dilo, a estas alturas ya no importa

Y esa verdad en pocas palabras la fulminó.

—Solo quería ayudar… solo eso— dijo y comenzó a llorar

—Y no sirvió de nada

Camino hacia ella y la abrazó, ella empezó a llorar descontroladamente.

«Libre albedrío… decisiones… control… creo que me gustaría estar aburrido y no saber nada»

Ella siguió llorando y él la siguió abrazando hasta que se calmó.

—Innecesario

—Sigues diciendo eso pero tú puño presionado hasta el límite dice otra cosa — dijo Blodenhell—, ¿Cuántos muertos llevamos de ustedes 6? Dos, ¿Verdad?

Aquel Homunculo lo miró pareciendo no enojarse pero podías sentirlo.

»Si, definitivamente por alguna razón son más simples de ver qué Raven

Blodenhell camino por el pasillo por el que se encontraron… hasta que.

—¿Por qué él es diferente a nosotros? Es igual a nosotros en cuerpo y si es posible, vida

Y eso detuvo a Blodenhell, pero le hizo señas que lo siguiera.

Cuando estuvo a un lado este empezó.

—Por que él tiene una meta clara y personal, ¿Ustedes que tienen? Órdenes y creen que deben morir por eso, esa es su diferencia

—Es por lo que nacimos

—Y nadie está diciendo que no sea correcto, solo que… como decirlo… él en un principio y en un resúmen rápido… fue encontrado por un idiota y usado su cuerpo para destruir a Jezabel, pero este lo venció y dejó su cuerpo moribundo, creo que hasta quien sea el que lo hizo, no pensó que sobreviviría

—Si ya no tenía…

—Si, si, deseos y metas, se volvería vacío, lo sé, pero ¿Recuerdas lo que dije no hace mucho? Ciertas partes del alma de quién fue tomado para hacer eso, podrían conservarse, así que algo tomo aunque sea un poco de eso y lo envió nuevamente con él, pero ahora de manera diferente, ¿Tú no tienes algo que sintieras fuera de lugar con lo que se supone estás haciendo?

—...

—Se que deseas matar a Gabriele por lo que hizo a tus compañeros, se que proteges a tus compañeros cuando están a punto de morir, ¿Eso es parte de la misión?

—...

—Esa es la diferencia, la suerte de él por qué tiene decisiones y metas y las de ustedes por estar sujetados a esto, ¿Innecesario?

—...

—Exacto, si me disculpas, voy al baño, es lo que quiero hacer (y no puedo evitar)

El Homúnculo se quedó ahí, pensando al respecto de todo eso y después siguió caminando pero en silencio.

—Sigo sin entender ¿Por qué no huyes? Podría ayudarte a eso, borrar las memorias de todos y ya, ¿Por qué no lo haces si sabes que lo has arruinado para ti de tal manera que no hay forma en la que puedas salvarte?

Carmilla lo miró sentada en el suelo, desnuda de la cintura para arriba.

—No, como has dicho, lo he arruinado, no todo lo que uno piensa sale como se planea, lo sabes, no todos somos tú o él

—... ¿Piensas que así expiaras lo que hiciste? ¿Muriendo?

Ella volvió a negar.

—No, de hecho será una satisfacción, si, estoy desperdiciando mi vida… pero más decisiones hechas definen lo que va a pasar con uno, incluso las ajenas, ¿Es como dicen no? Ninguna cantidad de culpa cambiará el pasado, ninguna cantidad de ansiedad cambiará el futuro… yo solo… me quedaré en el presente, como debe ser

—¿Teniendo sexo con el principe de Arcaida?

A un lado este dormía por primera vez en paz y calma, sin saber ni sentir peligro alguno.

—Que valga la pena lo que he arruinado— dijo ya más tranquila y aceptando su destino—, ¿Vienes a cuestionarme o a matarme? Me aburres e interrumpes

—Matarte sería aburrido… venía a ver qué había pasado desde que me fui pero, en serio no esperaba esto— dijo Jezabel sentado frente a ella—... Oye, oye, ¿Quieres saber el chisme que empezó todo esto?

—¿Por qué harías esto? No servirá de nada, nadie confía en mí y siempre están vigilando

—Si, si, lo sé pero, al menos alguien debe saberlo, ¿No? Solo llenar ese espacio del por qué está pasando todo esto y por qué de esta obsesión, ¿No te parece?

—¿...? !No¡

—¡Ay, aunque no quieras!

Y todo cambió alrededor de ellos.

—¡Te dije que no! ¡Y déjame poner algo de ropa al menos¡

Aparecieron justamente en la torre de un castillo, uno de puramente estilo medieval, tal historia de Rapunzel, las escaleras internas podían verse libremente y hasta arriba la plataforma donde todo se sostenía, la diferencia es que era una torre angosta, larga y espaciosa en su radio, del techo salían varios tubos de chimeneas y algunas ventanas rodeaban las paredes. Básicamente por dentro era como una casa del árbol pero solo con la plataforma.

Ahí se encontraba como cualquier historia, un mago alquimista, leyendo y escribiendo cosas mientras a su alrededor todo en tubos de vidrio, fuesen matraces, probetas y buretas, de todo tipo y casi formas distintas a las conocidas estaban a su alrededor tanto en el suelo como en la mesa principal, la cosa es que estaban vacías, sin líquidos de colores o fórmulas desprendiendo humo y ni qué decir de mecheros para hacerlos hervir y combinar

—¿Y esto?— preguntó Carmilla

—No sé, no es como si fuera a saber que pasa, también es la primera vez que lo veo

—¿Tan solo te sientes?

—!SHHH¡ Ya va a comenzar

Y el alquimista volteó a su alrededor, parecía como si ese sonido de hacer silencio le hubiera llamado la atención, pero esperando más, resultó otra cosa.

—Ah, Lilimo, ahí estás

El alquimista, alguien joven de buen porte y presencia sencilla se levantó, sus vestiduras eran clásicas como dije, de la época medieval, pero sin exagerar, el cabello rizado, ojos azules, el cuerpo promedio y una expresión sencilla, así era ese sujeto.

A quien se dirigía era una especie de limo, de esos que en el presente eran muy raros de ver, nadie sabía por qué.

El pequeño monstruo baboso llamado Slime o Limo, circular pero luego ovalado mientras su cuerpo ondeaba en una sustancia desconocida que mantenía solo un núcleo del mismo color dentro de él para seguir vivo, aquel alquimista parecía tenerlo de mascota.

—¿Otro descerebrado? ¿Qué? ¿Hará algo tan estúpido que cambiará el mundo, como esa zarigüeya?— se preguntó Jezabel

—! Shhh¡

El alquimista levantó al Slime y se dirigió a una de sus tantas ventanas, los dos polizones se acercaron ahí y el paisaje los deslumbró lo suficiente como para decir algo por el momento.

Aunque la torre fuera algo grande, fuera de ahí y sus alrededores habían más edificios medievales, hechos de piedra, mármol y cualquier cosa resistente, incluso metal, pero lo más impresionante de todo, es que no había casi tierra firme y si la había era en pequeñas islas flotantes pero conectadas cuál follaje de un gigantesco árbol. Podías ver las líneas metálicas cuál ramas del árbol sosteniendo las hojas que eran las casas y edificios, todas conectadas a un solo y casi imposible de no mirar, tronco metálico con tantos y tantos tubos, columnas y uniones que de lejos sí parecería un árbol, pero de cerca sería como el hueso del más grande robot gigante jamás hecho, esperando no ver el resto del mismo para no volverse loco.

El alquimista seguía mirando a su alrededor con suma tranquilidad.

—Otro día más, otro intento fallido por volver —, dijo mientras ese suspiro llevaba algo deseado por volver a tener

Los otros dos miraron igual justo a lado de él.

—¿Qué tan atrás estamos?

—Es mejor no saberlo, en serio

Repentinamente del suelo hubo alguien que tocó la madera, lo que hizo que él alquimista volteara una vez más sin soltar ni ocultar su limo.

Una puerta se abrió de la plataforma y apareció alguien más, primero subiendo un par de bolsas de cuero y una botella de agua o lo que parecía ser agua.

Una chica apareció, de posible edad de unos 19 años, cabello corto, un parche en el ojo, pequeñas marcas en el rostro de cortes y posiblemente rasguños.

De ojos grises, cabello negro, una vez morena con tintes claros, algo delgada pero se veía que podía defenderse pues una espada gigante estaba en su espalda además de su vestidura de armaduras ligera cubriendo los puntos débiles del cuerpo. Toda una guerrera.

—Ah, Sarina, ¿Cómo estuvo la caza?

—Normal, lo que es, el bajo mundo es demasiado exuberante y rico, lo clásico

—Sigo sin entender tu sarcasmo, ¿Tan mal les fue?— preguntó al ayudarle a levantarse de la puerta

—Perdimos a Rosy y a Ghost

—Lo lamento mucho— se disculpó sinceramente

—Nosotros no, esos novatos se les dijo muchas veces que no subestimaran a los animales, menos a esos sujetos— dijo con toda la frialdad y enojo que podía mostrar—, pero gracias a eso, hemos cubierto la cuota de medio año

Ella levantó las bolsas y las dejó en la mesa, después se recargó descansando un poco.

—Dos vidas por la supervivencia… se que soy alquimista pero, ¿Lo vale?

—No quisiera saberlo, por lo mientras, aquí está mi pago por el tratamiento y el agua que pediste, no se que tiene que ver ese manantial con lo que estás haciendo

—Eso es lo que voy a averiguar, siento que estoy cerca de un descubrimiento importante

—Aja, si, lo que digas, ¿Hay algo más que quieras?— preguntó

—No, por el momento no

—Ok, si eso es todo, dámelo

El alquimista se acercó a su mesa, dejó al Slime a un lado y entre un matraz y un libro, sacó una pequeña caja, después le entregó el contenido sin abrirla.

—Recuerdalo

—No excederme, si, si, lo sé, lo sé

Ella después de colocarlo entre su armadura se despidió, dejando al alquimista y su mascota donde los dejó.

—¿Y ahora a dónde?— preguntó Carmilla

—Aquí nos quedamos— respondió Jezabel

—No exactamente

Y una tercera voz apareció entre los dos, lo que incluso asustó al Rey Demonio por primera vez en su vida.

—¿! ¿! Quién eres tú!?

—El que arruinó todo, créanme, si ambos quieren que termine esto bien o lo más cerca a eso, debemos ir con ella

—... AAAAAHHA, ¡¡YA ME ACORDÉ, ERES EL IMBÉCIL ESTÚPIDO DE MIERDA QUE HIZO UN DESMADRE EN EL PRESENTE Y PARTES DEL MISMO!!— gritó Jezabel con burla y risa al final

—¿Quién?— preguntó Carmilla

—... No puedo enojarme por qué lo merezco, pero aún así duele

—¿Tan feo lo arruinaste?— preguntó Jezabel sin misericordia

—... Si

—Bien, dejaré que me guíes, no quiero ser una amenaza tan así que al final de todo me deje un sabor de boca horrible o un final sin sentido

—Yo… creo que igual

—Pero yo advierto una cosa, cada vez que levanté el dedo índice, será si fue el momento dónde lo cambiaste, tú solo asentiras o negarás ¿Ok?

El héroe asintió, después fueron a seguir a Sarina, dejando al alquimista solo, lo que hizo que Jezabel levantarse el dedo y fuera un si.

En el camino él habló.

—Fui primero con la chica y después con él, ahí supe que debía seguirla más a ella que quedarme, así me ahorré mucho de esto y no lo arruiné tanto como más adelante de este tiempo

—Vaya— dijo Carmilla

Siguieron avanzando y miraron el modo de transporte entre edificios y espacios naturales.

—De este tipo de lugar, hay más en el mundo, no es el único, hay tantos que podría decirse que son realmente un bosque metálico, como si fueran pequeños seres viviendo en árboles artificiales — explicó el héroe —, se mueven como verán pronto, en teleféricos

Podías ver las líneas delgadas unidas como una telaraña muy grande y de filamentos unidos entre sí, cada cierto momento podías ver la canastilla de metal ya sea para una persona o muchas ir sin peligro a chocar contra otros.

»Aquí aún hay gente exclusiva y todo eso, hay líneas privadas con todo incluído

—Que molesto— dijo Carmilla

—Vaya que sí, pero no venimos a eso, ¿Que hay con la chica?

—Ah, no puedo decirlo hasta el momento adecuado

—¿Ya te pasó?— preguntó Jezabel

—Mate a mi versión que hizo eso, soy quién sabe dónde aparecerán los demás

—¿Matarlos? Si sabes que te volverás una paradoja del tiempo si sigues así

—Ya me adelante y se que no es así, si al menos logró que todo vaya bien no existiré más allá de lo que es, pero como saben, este es el inicio de todo— dijo—, aún si soluciono esto, las demás versiones de mí están sueltas en el futuro de aquí

—Vuelvo a decirlo, que molesto— dijo Carmilla

—No te preocupes, sé cómo muero así que todo está bien

—Si tu lo dices

Miraron como la chica sacaba algo debajo su brazo, esto se extendió hasta ser un gancho motorizado miniatura, se arrojó al vacío y colgó de una línea, espero unos momentos y en un giro soltando esa línea logró dar con otra y así casi sucesivamente hasta lograr de un buen control llegar a una plataforma, ahí había gente esperando un teleférico, más la miraron llegar y no dijeron nada.

—¿Eso es legal?— preguntó Jezabel

—¿Puedes castigar a quien se cae de un gran precipicio?— respondió el héroe

—Cierto cierto, cieeerto

Cada una de esas plataformas sostenía lo que podría ser la mitad de una sola ciudad completa de edificios grandes y pequeños, algunos sobre otros y callejones, osea que si era algo lo bastante extenso, como un pueblo rural en un solo plato extendido.

Ella avanzó y justo en una pequeña intersección (en términos de esos lugares) dobló la esquina y frente a ella y los otros tres, apareció un gremio de aventureros, justo como los de siempre pero un poco más rústico a comparación de otros e incluso los edificios.

—¿Un gremio?— preguntó Carmilla

—Aquí abundan por lo que está pasando abajo, sé que en el futuro no hay tantos y solo en lugares donde se necesitan

—¿Y qué está pasando abajo? Esto es impresionante, pero ¿Qué es lo que ocurrió y ocurre como para hacer esto?

—Tu… o bueno, los tuyos

—¿Podemos ver?

—Nah, no tardarán mucho, solo entremos por el momento

—¿?

Así lo hicieron, dentro era tal cual taberna y a su vez oficina, varias mesas, personas comiendo ahí, otros hablando y unos cuantos tirados de ebrios en el suelo, esquinas o columnas que sostenían el edificio.

Sarina avanzó hasta el escritorio principal del gremio, ahí estaban dos recepcionistas, un elfo y un hombre lobo.

—Jola Sari— saludo el elfo con suma cordialidad—, ¿Cómo te fue en la caza?

—Dos muertos y suficiente comida para todos, es un resumen provechoso para tus oídos largos

El hombre lobo a un lado no evitó reírse.

—Son orejas… bueno, solo faltaba tu reporte, aquí está tu recompensa por ello— dijo el elfo sin sentirse ofendido

—Pero hombre, esos tipos realmente están haciendo estragos en el fuerte del roble— dijo el hombre lobo añadiéndose solo a la conversación—, hemos estado recibiendo tanto malas noticias como buenas, muchas bajas pero de buen botín… ¿No sé les hace raro?

—¿Te refieres a un intercambio tipo sacrificio?— preguntó Sarina

—Algo así, antes no pasaba y podíamos mantener la cuota, pero ahora después de algunas cosas, se vuelve raro de no poder evitarlo notar… es horrible pensar así pero también háganse una idea… ¿Por qué últimamente hay más peticiones de novatos que antes?

—...

—...

—Es un buen punto— dijo Jezabel—, cuando lo dice alguien encargado de cosas así, es que es para tomarse en cuenta

El héroe solo sonrió y eso le dió escalofríos a Carmilla.

—Como sea, como sea, dejando las conspiranoicas cosas de lado, me voy, nos vemos mañana

—Descansa

—Hasta mañana y tú, deja de decir cosas que no son, solo es coincidencia

El hombre lobo se rió un poco.

—Sabes como soy…

Ella se alejó con su recompensa en otra bolsa, pero con lo que escuchó, un poco de curiosidad le invadió y eso que ella no era del tipo de personas que se distraen con facilidad.

En el camino no evitó mirar el cartel de reclutamiento así como un grupo de novatos alegando sobre su primera misión junto a otro grupo de expertos.

—No importa, nada importa

—Esa frase siempre aparece — dijo el héroe

Salió de ahí y acercándose al borde del gran plato, volvió a arrojarse, unos momentos después una línea que recorría de abajo hacia arriba apareció y ella se agarró de ahí con su gancho, este bajó a buena velocidad pero cerca del final, de dónde justamente es la curva que sostiene el gran plato, empezó a frenar hasta entrar a una cueva de metal, justo en lo que sería el codo que levanta y mantiene todo el plato.

Enseguida de poder frenar podían escucharse muchos ruidos, desde motores hasta vapor saliendo, para cuando la vista se volvió más amplia se podía distinguir de donde salía cada sonido.

Todo era un mundo totalmente contrario al de arriba, si alguien describiera en una palabra esto, sería Steampunk.

Desde las casas, los autos casi miniatura, motos, el mismo techo usando espejos y un gran vidrio encima para iluminar internamente todo, haciendo un cielo sin sol pero si distinguible.

Era una metrópoli no en una botella pero si el sistema circulatorio de ese mismo ramaje y podía entenderse que no era el único.

Todo mientras en el suelo tal respiraderos de alguna calle librando el aire de la presión de una gran máquina se sentía el vapor salir y una gran columna en el pleno centro.

Ella avanzó mientras niños y adultos pasaban a su lado así como por las calles casi apretadas, era como la hora pico ya sea en la Gran manzana en NY o el centro de Tokio, si alguien pudiera ver encima de ellos serían como…

—Hormigas o glóbulos rojos y blancos… .

—Arriba viven los que pueden darse el lujo, abajo los que deben trabajar en mantener esto vivo

—Les dije que habían esas cosas de estatus

—No mentía

Continuando con el seguimiento, Sarina camino entre las calles y después dobló a un espacio abierto, el único espacio donde la gente no se atrevía o simplemente querían tener libre ese lugar de entre todo el ajetreo, ella solo se acercó enseguida y desapareció, ellos la siguieron después y todo volvió a cambiar, ahora el calor era más fuerte así como los vapores, lo que significaba que se encontraban ya en el último nível, el más bajo, justo en la maquinaria.

No había casi ni un alma que no fuera necesaria, todo era solamente ruido y chirridos de varios decibeles de ruido, incluso la más distinguida era como el ronroneo del más grande gato jamás visto.

Sarina siguió avanzando hasta llegar al espacio, justo donde habían computadoras y demás pantallas electrónicas que monitorean cada espacio, ahí estaba un sujeto extraño, vistiendo únicamente una playera sin mangas, un suéter de cinturón y pantalones de campana.

—A..

—Shhh!

Aquel sujeto de espaldas dió un barrido con su mirada a todas las pantallas mientras había extendido la mano para detener a quién le intentaba hablar.

Después de eso bajó la mano.

—Aquí está la renta

Le dió una bolsa a mitad de la recompensa, aquel hombre volteo y con su gafas muy pequeñas como corcholatas la miró, tenía la postura claramente de alguien que había pasado absolutamente toda su vida encorvado, el cabello apenas visible y muy sudoroso, todo el dinero y lo contó al hacerlo sonar cerca su oído.

—Si, está todo

—Me voy

—Así que volvieron a perder a más novatos, los sacrificios son más obvios cada vez

Y eso la detuvo.

—¿Cómo?— preguntó ella mirándolo sorprendida

Aquel hombre que dijo como si nada algo que en absoluto podía saberse, sonrió sin mostrar los dientes y le señaló a ella como buscando esa expresión de sorpresa.

—Nunca juzgues a alguien que tiene el poder de hacer cosas con una pantalla simple — respondió —, ¿Quieres realmente saberlo?

Y el héroe tocó el hombro de Jezabel en silencio, después apuntó a un sitio en el techo y el Rey Demonio disparó una bala mágica, después el héroe chasqueo los dedos y siguieron mirando lo que ocurría. Los tres sabían que había sido eso, pero lo callaron para poder saber que seguía.

—Si, cuando ese lobo dijo algo parecido pensé que era el único que pensaba así

—... Así que eso pasa… bueno, espero y te hayas despedido de ese sujeto

—¿Por… me estás jodiendo, me estás jodiendo, ¿Verdad?

El hombre solo sonrió y a ella le dieron escalofríos.

Eso era demasiado para digerir, aún si lo que dijo ese sujeto era algo al aire, hacer eso solo significa que realmente quien lo haya escuchado también está condenado.

»Y el elfo también

—Tenemos una ganadora

—¿Pero y yo?

—¿Realmente crees que dejarían a una cazadora aventurera ser arrojada así como si nada? No, pero no te aseguro que para la próxima sea así

—...

Y solo por eso ella se había salvado, pero aún quedaba esa duda.

—¿Por qué entonces hacen eso?

—Repito por última vez, ¿Realmente quieres saberlo? Una vez que lo escuches, posiblemente ya no haya vuelta atrás en lo que hagas de aquí en adelante, decídete, el tiempo apremia a quienes saben aprovechar los minutos

—... Si

—Que rápido — dijo Jezabel

—Llegamos en un momento donde ella ha visto demasiado de eso como para decir que necesita pensarlo — respondió el héroe

—Osea que no es la primera vez que ve eso

—Exacto

Aquel señor extraño parecía emocionado por eso, igual no esperaba que ella aceptase eso tan fácil, pero como él mismo decía.

—El tiempo apremia

Cómo un truco de magia básico, de su mano salió una roca, los tres la conocían bien.

—Saints Row

—Pero, ¿No luce menos brillante?

El hombre tosió un poco.

—Esta roca, si conoces a alguien que puede deshacerla hasta el contenido dentro de la misma, te llevará a un lugar donde podrás entender el por qué de todo esto— dijo explicando su favor —, pero cuidado, no es como si nadie supiera que tengo y te entrego esto, una vez que salgas, actúa lo más normal posible, solo están buscando una excusa para atraparte, así que esfuérzate en ser normal, al menos hasta el día de mañana, sería aún más sospechoso si vas con esa persona ahora mismo

Y era verdad, ella tomó la roca y la guardó junto a su caja.

»Vete, recuerda lo que dije, no confíes en absolutamente nadie, suerte y si sabes la causa de todo esto, por favor, haz lo que tengas que hacer

Después de eso volvió a su posición original, Sarina se quedó ahí un poco más y se dió la vuelta.

—Así que perdiste a tus hijos… entendido

El hombre no dijo nada, ella decidió no ahondar más en eso y se fué.

La casa o departamento donde ella vivía era sencilla, tan sencilla que dando algunos giros podrías estar ya en la cocina, cama, sala y baño, aquel edificio se encontraba en el nivel intermedio, justo dónde estaba la gente moviéndose apretadamente, claro que los edificios también iban a ser así.

Ella tomó lo que le dió el alquimista y desprendió uno de sus brazos, después lo acomodó en un espacio libre y recostó su cuerpo mientras también esperaba dormir mientras pensaba en lo que se estaba metiendo.

—Ok, ya que sabemos quién participa en el lado bueno, mejor adelantemos al lado malo — dijo el héroe

—Ok

De un chasquido el día volvió a iluminar así como volviendo con el alquimista y su Slime, pero está vez con la cazadora mirándolo trabajar a un lado.

—¿Dices que lo encontraste hoy en la caza?

—Si, fue un encargo de otro alquimista que no diré su nombre por qué tú odias a los demás y no harías esto gratis por mí— dijo Sarina sonando normal.

—Cierto, muy cierto

El extraño Saints Row empezó a derretirse hasta solo quedar lo que vendría siendo una hoja doblada, después el alquimista la tomó con pinzas y la dejo enfriar en una bandeja con agua, la hoja empezó a desdoblarse por sí sola como si fuera una flor, para cuándo terminó solo era un mapa, un extraño mapa de algún lugar o mundo ya que ni el alquimista o ella sabían de dónde se trataba de representar.

»… mmhm, eso es extraño

—Dímelo a mí, dije que lo encontré y no mentía

—... Espera, creo que…

El alquimista se movió de su lugar y en otro del mismo sitio apareció un estante que cambió de lugar con la pared.

»Debe de estar por aquí… no, no… esto no…

Comenzó a sacar tantos papeles que tenía y esparcirlos por todos lados, mientras que a Sarina algo le llegó a la mente.

—Ese sujeto también la vigilaba, sabía a quién ella iría… que bastardo— dijo Carmilla sabiendo lo que Sarina pensaba en ese momento

—No, más bien, ingenioso y aprovechado pero si

Después de mucho buscar, lo encontró, un mapa más extenso y sobrepuso el pequeño encima del grande.

—Si, sabía que lo había visto en algún lado — dijo el alquimista

—¿Qué es?

—¿Recuerdas esa sección a la que casi nadie se mete?

—¿La zona roja?

—Si, este mapa, al parecer te enseña o muestra una manera de acceder a él

—Pero según recuerdo, solo los cazadores elegidos pueden pasar ahí, no todos pueden hacer eso, yo no quiero y ni me han invitado

—Pues al parecer esto ofrece una opción para eso… me da curiosidad la verdad, más por que dicen que ahí hay muchos materiales para alquimistas y cosas que pueden venderse a buen precio, ¿Te parecería si te pago por eso?

—Mmmh…

Ella sabía que era una buena opción, pero a su vez una desventaja, posiblemente si consiguiera eso, alguien tendría preguntas al respecto, más a su vez la misión indirecta que aceptó… no podía dejarla a un lado.

»Bien, necesito prepararme y posiblemente necesite más de "eso" para el camino, posiblemente no vuelva en unos días o semanas

—Ok, lo haré si estás dispuesta

—Vendré en tres horas

Los dos se fueron a sus lugares y sitios que querían, en la calle, Sarina fue nuevamente al gremio y como era de esperarse, justo como ese sujeto dijo, el hombre lobo y el elfo ya no estaban, pero no se acercó, solo miró disimuladamente de lejos.

—¿Y eso? ¿Quienes son esos dos?

—¿Eh? Ah, Sarina… si, yo tampoco sé, pero dicen que mandaron a los otros dos a otro distrito, pero eso suena demasiado sospechoso— respondió otro cazador aventurero al que ella le preguntó

—Bastante, nos vemos

—¿Eh? ¿No irás a la caza de esta semana?

—Tengo un encargo de un amigo, estaré ocupada, rompete una pierna

—Nos vemos

Pasando las tres horas, volvió a la casa del alquimista, este le dió una gran caja, ella tenía una mochila muy grande en su espalda junto a su espada.

—Buena suerte— dijo entregándole un mapa junto al de él Saint Row para guiarse

—Si, nos vemos

Ella se fue y se dirigió al borde, uno en especial donde los aventureros y cazadores bajaban a ese lugar, a tierra firme, ella sabía que posiblemente la estaban vigilando y también sabían lo que planeaba, pero ya no había vuelta atrás.

Se arrojó como siempre, se dejó caer más allá de las líneas permitidas para civiles. Los otros la siguieron igual en caída, Carmilla miró hacia atrás y vio varias sombras en ese mismo borde, después al borde del plato gigante que sostenía todo, raro un poco en ver la ciudad subterránea y el cómo se veía desde lejos, pasando las nubes que ocultaban el suelo de la luz del sol vió el inicio del ramaje principal de ahí.

Pero lo que más le hizo quedarse incluso sin aire aún cuando esté le golpeaba el rostro, fue el límite.

Podía verse todo el suelo, la tierra, el agua,. incluso los árboles frondosos y la vegetación a más no poder… así como ellos.

—Eso son…

—Sip, el principal problema de todo esto y como dije, es cosa de los tuyos

—¿En qué sentido lo es?

—Ya falta poco para eso, soporta un poco más

Soldados esqueleto, soldados zombies, soldados semi-humanos de cualquier especie, todo el paquete que cualquiera haya imaginado en algún otro mundo, todo rodeado e invadido por ellos como si fueran hormigas hambrientas de guerra y violencia a más no poder.

Sarina siguió cayendo y con un movimiento de sus brazos se dirigió a lo más cercano del transporte de aventureros, al notar la gran línea puso su gancho motorizado a más no poder para frenar.

Cerca el final logró acomodarse para un aterrizaje algo fuerte, todo a su alrededor se volvió más rústico de lo esperado, cazadores y vigilantes encima una gran barrera circular alrededor de más líneas hacia arriba que tenían teleféricos, habían armas y torretas en los bordes de la misma, una gran puerta que dividía la salida a la entrada y muchas, pero que muchas bestias especiales para la cacería.

—Ah, Sarina, no esperaba verte por aquí, menos usando el gancho ese, ¿Que te trae por aquí?

Un cazador como ella apareció al verla bajar con sus cosas, era alto fuerte y tenía un arco en su espalda, vistiendo como Robin Hood pero en color verde pantano y armadura plateada.

—Hola Gorge, es un encargo, ya sabes cosas de ricos, posiblemente ya lo sabes pero me están siguiendo para no cumplirlo, más me han amenazado así qué…

—Ok, ok, estaré al tanto, ¿Y hasta donde vas?

—Solo a la muralla caída del trueno, tardaré unos días

—¿Quieres compañía o algo así?

—Yo soy mi propia compañía pero muchas gracias por la intención, ¿Puedes darme una salida y entrada?

—¿Pagaré lo que te debo?

—Si, si, con eso estamos a mano

—Entendido, espera aquí

Aquel cazador se fue y ella se quedó tratando de saber quién de entre todos la estaba vigilando.

—Hace rato ví a un grupo raro en la cima, ¿Estos son los que la buscan?

—Sep, puedo mostrarles esa parte si quieren, específicamente el lado contrario

—... Hazlo, quiero ver qué es lo que causo todo esto

—Vamos

Los tres volvieron a la plataforma y ahí todavía estaban esos sujetos mirando hacia abajo.

»¿A qué les recuerda esto? Más bien, los detalles de sus vestimentas

—Undyne… pero-

—Es solo el principio… más sin embargo-

—Shhh

Uno de los sujetos, alto de cabello corto y mirada penetrante suspiró.

—Así que ese sujeto lo hizo, pero, ¿Por qué ella? ¿Que tiene que ver ella con todo esto?

—No lo sé, hay dudas entre los investigadores e inspectores, ¿Crees que ella haya escuchado la conversación de ese lobo y el elfo?— preguntó otro en ese grupo

—No, ellos no dijeron nada de ella en absoluto… o simplemente lo ocultaron con todas sus fuerzas… debimos presionarlos más en vez de decir que ya era todo

—Eso ya no importa, hay que informar de esto rápido

Y se movieron, al saltar de ahí e irse de edificio en edificio.

Todo hasta el mero centro de la plataforma, ahí no había castillo o edificio representativo, era solo una casa rural, oculta y atrapada entre tres edificios, nadie dijo nada al respecto, sabían de antemano lo que era subestimar tanto a la persona como al lugar.

Entrando ahí por la puerta principal, fueron recibidos por el ambiente de una tienda de antigüedades, jarrones, muñecos, cuadros con pinturas desde detalladas hasta más sencillas, incluso el olor de la madera podía sentirse al aire no demasiado, sino lo que era suficiente para el ambiente.

Ellos entraron y esperaron al tendero. Este a su vez apareció sin siquiera ser llamado, era como si supiera que ellos venían o simplemente, vistiendo cuál justamente un encargado de ese tipo de tienda.

Lentes pequeños, una edad algo avanzada, ropa clásica de chaleco café con camisa blanca y pantalones negros, zapatos normales.

—¿Y bien?

—Es justo como usted decía, ella va hacia ahí, la buscaremos y atraparemos para usted

—No atrapen, eliminen, alguien que busca algo que no quiso en el principio no debe encontrarlo, suele pasar que si encuentre algo indeseado, está gente— dijo con un tono tranquilo—, debe mantenerse unida, no deben caer en el peligro que tratamos de evitar, así que todos como siempre, debemos detener a quienes creen que es mejor cambiar algo

—Si… así será

—Por el Rey

—Por el Rey

Y el grupo se fue de ahí pero Carmilla entendió algo.

—Osea que… todos los países

—Eran uno, eso es demasiado importante

—Bastante si tomamos en cuenta lo que veremos enseguida

Volviendo a la base principal ella ya había pasado, todo al frente era plenamente puro bosque, los ruidos de metal sonando entre la maleza como si fueran casi infinitas serpientes de cascabel haciendo sonar sus colas decía mucho de cómo se podía sobrevivir ahí.

Ella avanzó mientras los ruidos no cesaban sin importar el tiempo que pasase, era como el sonido blanco interminable de un televisor al cual no daba ninguna señal de ondas.

Al acercarse más al fin pudo ver las mareas de soldados extraños, la cosa era que estos no parecían más que seres de dos pies caminando sin rumbo fijo, solo esperando lo mejor para encontrar que matar.

¿Qué se podía conseguir de algo como eso? ¿Qué era lo que siempre se buscaba de entre todo como recompensa?

No eran las armaduras, no era la carne de ellos, era simple y llanamente lo que era atraído por ellos.

Bestias grandes, montones de insectos, literalmente eran carne de cañón que si se defendía, pero a su vez no podían contra eso, porque esas bestias eran del triple de su tamaño.

—Siempre me he preguntado, ¿Dónde tendrán su madriguera?— se preguntó Sarina

Ella solo siguió avanzando mientras veía como una de las filas de soldados fue interceptada de golpe por la caída de una de esas bestias desde el aire, cosa que ella aprovechó para seguir adelante. Más bestias podían verse a la lejanía pelear y los soldados responder, así que ella solo tomaba la ruta de la distracción lo más rápido que podía antes que las bestias lograsen eliminar a más soldados y llamar la atención de los más fuertes por qué si, entre soldados hay clases, y más cuando es una situación así.

»Mierda, un Custodio

Esos tipos, eran más armados que los soldados promedio, eran las hormigas soldados que como era su nombre, custodiaban la fila y si un gran grupo no podía contra una bestia, este se encargaba de la susodicha… y la mayoría de veces morían un grupo pero todo después volvía a la normalidad, pero tampoco a pesar de eso decía que eran débiles, las bestias a las que enfrentaban tampoco lo eran, por algo eran los custodios y por algo toda cacería era difícil.

No eran grandes o robustos, eran soldados con armaduras diferentes, más armas y con un casco tan cubierto de escamas extrañas que podía verse que no podían ver alrededor, solo al frente.

Los soldados eran lo básico, armadura, arma de cualquier tipo y casco.

Ella siguió avanzando casi fácilmente por el bosque, las filas interminables de soldados seguían en su auge a su paso, tampoco era como si no la hubieran notado, pero era simplemente por qué ella no se metía con ellos, los Custodios claramente irían tras quién intentase algo aún si no lo hiciera maldad por ello ella se escondía más de ellos que de los soldados.

Las bestias gigantes eran casi interminables, eran literalmente los osos hormigueros de ese mundo, todos comiendo y atacando de distintas épocas, pero más que nada aún a pesar del tiempo y de haber aprendido todo lo necesario para sobrevivir, solo muy pocas veces podía preguntarse aquello que ahora tenía más curiosidad de saber.

—¿Por qué hay algo como esto?

No importaba la razón de la gran ciudad y ni qué decir de las demás, era simplemente saber el por qué de lo que ocurría abajo.

Tardó un día en llegar al lugar, la zona roja, casi desconocida para ella y muy concurrida por aquellos que sabían lo que había del otro lado.

La zona en sí era solo una gran línea amarilla de seguridad, claro que con su respectivo aviso de "Peligro, no pasar" no había nada que lo vigilara, y el nombre no iba con lo visto.

—Bien, aquí vamos

Pasó la cinta y siguió adelante, no tardando mucho en ver algo totalmente distinto a lo que conocía.

»¿Pero que carajos?

Los otros también se quedaron así.

—¿Qué es esto?

—... No es hermoso, no lo es— dijo Jezabel

Atravesando una barrera de maleza vieron todo, literalmente donde estaba era un desnivel tan grande como una gran muralla natural, delante era como si estuviera el Gran Cañón con maleza, árboles, ríos, más animales y por supuesto más soldados, pero había algo muy y totalmente distinto a lo que ella y otros estaban acostumbrados.

Habían más hormigueros, varias líneas se encontraban peleando, desde donde estaba ella podía ver a la distancia la misma afluencia de soldados encontrándose con otros más pero de armadura distinta. Y un poco más allá otras dos líneas en igual momento como el de ellos.

—¿Eh? ¿Qué es eso? ¿Qué está pasando aquí?

Era lo que Sarina se preguntaba.

Y algo se movió haciendo ruido detrás de ella, en un movimiento rápido dió un giro y cayó por la muralla, no era tan inclinada pero aún así aumentaba la velocidad mientras rodaba.

—Tu y tú impertinencia

—Déjame en paz

—Solo sigamos y cállense.

Eran los otros que la cazaban, estaban y estuvieron pisándole los talones.

—Si que saben hacer su trabajo— dijo Carmilla

—Ni que lo digas, pero… ¿Ellos que tienen que ver realmente con esto?

—Como dije, solo espera, pero les sorprenderá o simplemente lo verán venir, ustedes elegirán

Un día y medio paso y Sarina despertó, se había golpeado la cabeza entre los giros, además de una herida en su costado, pero por fortuna su arma de alguna manera le bloqueo el sangrado al presionar su cuerpo, no tardó mucho en darse primeros auxilios a sí misma, pero al mirar atrás vió todo lo que bajó de golpe… literalmente.

—Como sea, no es como si no esperaba algo como eso… por otra parte, que bueno que al menos no me disloque una pierna

Tampoco perdió el mapa, así que lo revisó, sabía que desde ese momento debía igual aumentar sus precauciones por todo lo que vió antes, así que se preparó lo mejor que pudo para seguir.

En el ambiente podía olerse mucho el olor a sangre y óxido, ya era algo complicado el tratar de diferenciar el uno del otro.

Frente a ella habían más cosas de bosque, árboles y grandes murallas naturales de desniveles de tierra entre cordilleras, muy pocas que podían contarse con los dedos de la mano pero que a la lejanía podían verse envueltas en el violento juego del "Rey de la colina"

—Por algo es que cuando vienen aquí siempre es en grupo… bueno, veré si puedo sobrevivir

Avanzó al lugar indicado tratando de no confundir los sonidos pues aunque estaba lejos podían sentirse bastante cerca.

»Solo tengo que atravesar esto, ¿Que tan difícil puede ser?...

Y a solo unos cuantos metros delante de ella vió lo que se enfrentaba.

Un custodio aún más fuerte y grande que los que ella había visto antes estaba peleando contra otros dos custodias de diferentes armaduras y armas, pero más que eso, unos de color Azul marino tenían alas en la espalda que usaban como lanzas o espadas, otro era amarillo con seis brazos y garras filosas, y aún así el Custodio que ella conocía por el color bermellón podía con ellos pues tenían que estar atentos el uno contra el otro.

—...

Ella caminó tranquilamente a un lado mientras los sonidos de esfuerzo, dolor, furia y metal retorcido empezaban a ensordecer sus oídos pasaba delante y después a un lado.

Algo era diferente, pero igual como era antes, solo por ser la primera vez que ella pasaba y no le hicieron nada, no significaba que así seguiría siendo después.

Siguió avanzando encontrando otros combates como este pero entre más grupos, solos, tríos y más, todos casi cubriendo la parte baja de la colina mientras los soldados de los tres frentes seguían peleando por ser el grupo dominador de las colinas alrededor de ese cañón.

Era más caótico que de costumbre a un nivel que estaba empezando a ser normal ver caer soldados heridos de muerte o partes de estos en el aire, una total carnicería… que solo se volvería peor…

—... ¿Y esto qué tiene que ver con las desapariciones?— se volvió a preguntar una vez miró más allá de dónde estaba—, literalmente esto es más importante que gente desaparecida… pero ya estoy en esto hasta el cuello… como sea

Y algo cayó frente a ella, la respuesta a esa pregunta como si el propio universo le escupiera en la cara lo que buscaba.

»¿Rosi?

Uno de los novatos que no hace mucho perdió, cayó del cielo violentamente, tenía un gran corte en el pecho además del rostro destrozado y una pierna mostrando el hueso principal.

»!ROSI¡

Sin importarle nada se acercó a ella y la tomó lentamente de la cabeza.

»Dios mío… ¿Qu-qué es esto?

La ropa era más elegante pero fornida, era más robusta y parecía ser importante en un lugar tan bélico, era extraño, más allá de lo necesario, como si ella fuera importante, y a si vez verla así decía que para nada era su lugar, la chica novata abrió poco a poco los ojos, pero eran diferentes, tenían totalmente cubiertos de una córnea negra que parecía no saber dónde estaba mirando, pero…

—Señora Sarina… ¿Es real?... ¿Lo es?

—No, no hables, necesitas, necesitas recobrar fuerzas, si, lo soy, solo… descansa ¿si?

Lágrimas salieron de esos ojos negros, llenos de felicidad mientras podía verse la sangre salir de las heridas de muerte.

—... Me alegra… tanto ver a… alguien ant-

Y sus ojos se cerraron, Sarina la sacudió un poco esperando una reacción pero el daño era brutal como para seguir viviendo.

—Ahora si están muertos

Pero no se levantó, solo siguió ahí.

»Antes de que me maten, solo díganme, ¿Que está ocurriendo?

Los tres sujetos detrás de ella se detuvieron, como dije le pisaban los talones.

Pero solo sintió la espada de alguien atravesar su cuerpo.

—Lo lamento, no es personal, solo… es por el bien de todos

Más Sarina solo se rió.

—¿Quien carajos no dice eso por necesidad a mentirse?— preguntó y después cayó encima de Rosi

Y después se fueron dejando a esos dos ahí.

—¿y ya?— preguntó Carmilla

—¿En serio?

—Dejala, no está acostumbrada a cuando la furia y adrenalina te hacen sobrevivir

—¿Pues cómo va a sobrevivir si le atravesaron el cuerpo?

Jezabel le apuntó nuevamente a ella y Carmilla entendió.

»ho ya

—Eso es spoiler— dijo el héroe

—Venimos del futuro, somos el maldito spoiler en persona — respondió Jezabel—, tú más que nadie eres el imbécil que arruinó la película, así que no me vengas con esa mierda

—Uy, en tu cara, perra

—Touche, lo acepto

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