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"mɛˈmɛn.tɔ ˈmɔ.rɪ"

—¿Puedes explicarme algo?

—¿Qué?

—Bueno… esto

—... No te entiendo

Se acercó al jardín y lo señaló con su único brazo.

»¿Que tiene?— preguntó ella

—... Por favor, sabes a lo que me refiero

—Estoy siendo sincera, no sé a qué quieres llegar, digo, eres tú, todo lo hiciste tú

—No seas tonta, no exactamente yo

—Vamos, ¿Por qué de entre todo lo que has visto esto se te hace raro?— preguntó Cristel con clara duda

Jezabel había aprendido todo lo que su otro yo había hecho, pero lo que no le cabía en la cabeza era ese jardín de flores.

—Bueno, puede que sea porque era parte de mi aburrimiento, pero me es demasiado… esto al menos para mí, es afeminado

—¿Por qué? ¿Me vienes a decir que no hay gente o hubo gente así? ¿Qué me dices de los obsesos por los trofeos a un nivel que limpian hasta el aire alrededor? ¿Los de armas que tienen más armas que espacio en su casa?, ¿Los coleccionistas de insectos o mariposas? Por algo existe también estudios sobre las plantas y cosas así

—... Bueno, si…

—¿Entonces? Además, has dicho que estabas aburrido, ¿Esto no sería algo para matar el tiempo? Esperar a que crezcan, regarlos, cuidar que nadie ni algún insecto les cause daño, no es para nada cosa de una sola vez

—...

—¿Lo ves? Además en el tema, ¿A qué vienes ahora? ¿A perder otro brazo?

—... No tientes a tu suerte niñita

—Lo mismo digo, pero ya enserio, ¿Qué quieres?

—Tu lo has dicho, matar el tiempo, no soy tan idiota como para provocar algo de golpe en este lugar, ya me doy una idea que pueden hacer algo estúpido y sorpresivo, solo quiero ver si realmente ahora son capaces de lo que está pasando

—¿Tan solo te sientes?

—...

Jezabel la miró, Cristel solo lo miró como si nada.

—Recuerda que tengo gran parte de ti, sentí cuando mataste a Chronique

Eso no se lo esperaba, ni lo último que dijo.

—Ya veo, por algo es que sigues viva

—Y planeo seguir así… pero con lo que dije, bueno, si algo pasa, enseguida todo mundo sabrá, lo sabes

Dijo ella y se fué, Jezabel se quedó mirando el jardín, la niña solo siguió adelante ignorando lo que fuera a pasar pero a su vez algo en guardia.

En la esquina estaba todo el personal de sirvientes de Azrael, esperando a la más mínima orden de actuar.

—No creo que haga algo estúpido, lo sentiremos y realmente intentaremos matarlo, es la idea de todas maneras, es lo que Azrael desea— dijo Cristel

Todos asintieron pero no sé movieron de ahí, ella siguió su camino hacia su habitación, intranquila, pero a su vez algo ansiosa en ello.

—Oye, ¿Has encontrado lo que te pedí?— le pregunto a una sombra en una esquina

La sombra humanoide de cuernos largos pero en absoluto cuerpo físico no dijo nada, solo se quedó ahí y sus ojos se abrieron mostrando un brillo escalofriante de color rojo sangre.

»¿Difícil? Entendido, sigue adelante, pero a la primera señal, me lo vienes a decir

La sombra se esfumó tranquilamente en esa esquina y Cristel solo miró el techo de su habitación.

»Ya casi… ya casi

En Arcaida las cosas estaban igual de tranquilas a pesar de todo el caos que estaba pasando.

—¿Me estás diciendo que una sola mujer, una niña ha casi matado a dos de los primeros Homúnculos de nuestro reino?

—Así es, no hay forma de no decirlo de esa manera

Blodenhell solo escuchaba eso con tanta tranquilidad que era algo totalmente esperado por él. Sólo recordando a esa niña que parecía no matar ni a una mosca, ahora podía matar a un elefante africano como si nada a mano desnuda.

—Pido permiso para ir tras ella, si la dejamos así como así…

—¿En serio crees que ella es una molestia?— preguntó Carmilla—, Azrael entrenó personalmente a todos para tanto este momento como para sí mismo, ¿Realmente crees que será una diferencia el hecho de solo ir tras ella? ¿Estás loco?

—¿Y? No sé ha enfrentado a mí

—...

Ella solo miró a quien dijo eso, los demás se sentían igual que ella pero no dijeron nada.

—Estarás muerto de cualquier forma, ¿Te acabas de comparar tu? Un simple intento de réplica humana contra el ser más fuerte de este mundo, ¿Honestamente?

Pero solo Blodenhell era quien podía decir lo que quisiera sin sentir miedo o no querer decirlo, todo sin mirarlo pero con toda la boca llena de sinceridad y cinismo.

—¿Quieres probar?

—Ya lo hice y por lo que hemos visto, no soy el único— respondió en una clara burla

Aquel Homúnculo se quedó en su sitio, pero se podía ver furioso a más no poder.

—¿No que no sentían nada?— preguntó Jezabel apareciendo sorpresivamente—, no se que acaba de pasar pero, ¿De qué me perdí?

Todos los miraron con respeto, menos ese Homúnculo, solo se fue y Jezabel seguía sin saber nada.

»¿Fue por algo que dije?

—No, mi señor, solo es cuestión de orgullo

—Ah, ya… ¿Entonces? ¿Cuánto falta para que todos mueran aquí?

Y ese tema era más fácil de explicar que el hacer que un Homúnculo como el que se acababa de ir entendiera las cosas.

—Ya pronto, pronto — respondió Blodenhell con una sonrisa

Jezabel sonrió igual en respuesta.

Pero habían otros que no podían ni sonreír sin que les doliera.

—¿Entonces es inevitable?

—Eso me parece, no es como si los demás pudieran hacer algo, todo el mundo está tan metido en el asunto de la guerra que esto, hecho por ti, se me hace la cosa más lógica, al menos por el momento

—Ya veo, pensé que te enojarías, los demás se enojarían por hacer esto

—No, de hecho, creo que hasta Principal lo hubiese querido así, nosotros aparecimos de golpe y sin previo aviso— respondió uno de los gemelos —, así que me parece mejor desaparecer igual sin previo aviso… así que no te sientas mal, es lo mejor, lo sabes

Silver estaba de pie, detrás de ella un área de total destrucción sin apenas tierra, árboles, un cielo despejado pero el suelo lleno de agujeros profundos y que se veía que estaban por ser un lago de lava en pleno campo abierto.

Ella con marcas y heridas serias pero aún de pie, uno de los gemelos aún vivo pero estando a punto de morir, las demás emociones a la distancia, muertas, atravesadas por algunas armas, cortadas a la mitad, todos ya sin moverse más, pero teniendo al último atisbo de él, lo abrazó fuertemente

—Te amo, lo sabes

El gemelo la acarició en su mejilla derecha y se manchó un poco de sangre, pero aún con todo el dolor, habló.

—Si sigues así, morirás antes que lo mates… acéptalo como ahora… acéptalo todo… antes que sea tarde… aparecimos por ti, desaparecemos por ti, es justo… no le digas a Louise o a Gabriele… nos vemos… del otro lado

La mano de Magia cayó y murió, desapareciendo como Chronique, como si fuera un montón de polvo siendo arrastrado por el viento y ser parte de algo más.

Silver se quedó solo un poco más ahí, mirando ya el último rastro de quién estuvo ahí. Se levantó y solo pensando en recuperarse, caminó hacia otro lado… hasta que alguien la detuvo.

—Silver, no fue tu culpa

—...

Se hizo aún lado pero Sharmarick la detuvo nuevamente al ponerse adelante.

—No es tu culpa

—Callate

—Solo no fue tu culpa

—¿Quieres dejarme en paz?

—No lo entiendes, Silver, No-fue-tu-culpa

Y ella se transformó en su versión dragón pero incluso más allá de eso.

—!EL HECHO DE QUE SEAS DE LA ACADEMIA NO TE DA DERECHO A TRATARME COMO UNA NIÑA¡

Puso su rostro al nivel de Sharmarick y con ojos llameantes, su cuerpo se cubrió de fuego rojo y azul con furia involuntaria y lista para matar se acercó.

»!ASI QUE DEJAME EN PAZ, DEJA DE DECIR ESO¡ !!NO ERES NADIE PARA DECIRME ESO¡¡

Pero Sharmarick la abrazó de todo lo que su cuerpo podía, solo del frente, sin soltarla y sin importar quemarse.

—No es tu culpa

Silver solo quería seguir gritándole, pero no podía más. Así que revirtió su transformación y solo quedó aquella mujer que había perdido mucho hace tiempo.

—Es lo último que me queda, es el único que me ama, el único con el que yo quiero estar… ¿Por qué hace esto? ¿Por qué simplemente no se rinde? ¿Por qué simplemente ya deja en paz todo esto?

A pesar de esas preguntas ella misma sabía las respuestas.

—No puede, ya no puede hacerlo más— respondió Sharmarick con toda la brutal honestidad que podía tener alguien en todo ese mundo

Y empezó a llorar, aquella bestia mítica que había soportado mucho, aquella mujer que aunque podía sentir que tenía algo de un ser querido, sabía que tenía que irse en algún momento. Aquella que sabía desde casi el principio de todo, que en algún momento todo tenía que terminar.

—No quiero, !NO QUIERO NO QUIERO NO QUIERO¡

Sharmarick la abrazó, soportando su fuerza, su madre (sin ella saberlo) se quedó ahí con ella.

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