webnovel

Sinfónia de Destrucción (4)

*"Una hora antes de terminar la clase y un día antes de que empezara esto"*

La clase especial estaba más que emocionada, por las ventanas podían ver cómo la gente y los soldados acomodaban tanto armas como alimentos en sus áreas designadas de ventas, el olor a carne, especias de olor en la comida y los brillos llamativos del filo de muchas armas les atraían cual sirena a marineros en el mar, Azrael tosió y aunque tardaron un poco, todos se silenciaron, aunque les pareció ver que el traía papeles y frascos en las manos ya que siempre Carmilla era la que se encargaba del papeleo.

—Bien, chicos, los que quieran entrar pongan su nombre aquí, y habrá un sorteo para elegirlos— dijo a todos viéndosele nervioso y con culpa

Todo mundo en el salón se quedó mudo por instantes después de lo que dijo y enseguida de que una voz hablo, muchas le siguieron.

—Creí que ibas a tomar en cuenta nuestras aptitudes para el combate- dijo Marcus algo intrigado ante lo que el profesor dijo

—Yo pensé que ya se habían decidido quienes participarían... más ahora pienso que nunca lo escuche en las juntas —dijo Irona

Azrael se sobresaltó un poco y sonrió en forma de disculpa.

—Jeje... Lo haría... más bien, tenía que... pero los veía tan animados haciendo y deshaciendo cosas que me dije, "mi mismo, ¿por qué no les dices al último momento ya que no pareces encontrar el momento adecuado? Ellos son rápidos en decisiones y ya se arreglara solo"

Tan rápido como termino de decir eso, el salón exploto con los vidrios mesas, algunas lozas del techo y el piso al aire, aunque afuera todos escucharon y miraron hacia el salón siguieron en lo suyo sin casi darle importancia, él quedo sin heridas, y ellos demasiado furiosos sin excepción alguna, había sido su primer ataque en conjunto en todo ese tiempo.

»Tranquilos, ya es poco, ayudare en algo si necesitan—dijo Azrael limpiándose el polvo de la ropa

El dio un pergamino con una mano y espero con un frasco de cristal con la otra, todos parecían ya calmados con ello, otros se miraron, Azrael notó a algunos dudosos y otros decididos, pero todo parecía mostrar que realmente no querían hacerlo o ser el elegido para eso, Irona paso al frente y tomo el pergamino.

—Profesor, puede esperar afuera y no espié por favor

Azrael asintió y salió de ahí para caminar lejos del salón, tenía duda si había hecho algo mal ya que a pesar de que el pedía cosas pesadas nunca los veía tan así de cabizbajos.

"Presente"

El sonido de una peculiar campana sonó por toda el área escolar, llamando la atención de los presentes y pocos soldados.

—Avisando a todo mundo, el torneo entre los países y soldados se hará en breves momentos, tanto los participantes como los asistentes de la presente celebración, el torneo se llevara a cabo en unos instantes, repito...

La mayoría de asistentes estaban interesados en ello, la otra parte seguía en los puestos del lugar ya que como el buen sentido común de los compradores compulsivos dictaba, podría ser la última vez que ellos podrían ver cosas tan lejanas y fuera de alcance para su tiempo o recursos, así que decidieron quedarse, más porque en otro lado se escuchaban ya gritos de guerra y golpes algo que no les llamaba mucho la atención pensando que era parte de todo.

Lo que la otra mayoría quería ver era a todos los grupos a enfrentarse, había rumores que los entrenados por Azrael alcanzaban a los profesionales de algunos reinos, y quienes mirarían eso estaban tanto escépticos como emocionados por ello.

Los grupos se decidieron en grupos de diez participantes cada uno.

Ritsumary, Edeline, Marcus, Irona, Evanile, Tron, Erickson, Breinder y al último Gabriele, siendo el capitán Erickson, formaban parte del primer grupo, lo que normalmente se conoce como anfitriones.

Nedear, Hangret, Holgar, Karen, por otro lado y apartados del grupo de los príncipes Louise y Seraya (de Undyne), Reniegari (hija de la embajadora) Whaler, Grong y un chico desconocido que solo miraba a un horizonte.

Uno casi imposible de ver pues estaba bloqueado por carpas y un coliseo hecho de roca y acomodado con magia elemental, como capitán... aún no se decidían pues los príncipes querían el puesto a la fuerza, aunque era algo raro de ver ya que solo ellos dos eran los más jóvenes entre los soldados que les rodeaban, pero no pasaban de los 40 años, teniendo los príncipes 20 ya que eran gemelos, lo más raro era que todos solo tenían una armadura a medias y bastones y varitas en la cintura, realmente parecían decir que solo el portar la armadura era por cortesía, aunque los hermanos traían espadas y no lo que los otros tenían.

Llulaby, Maroon, Reiko, Guilen, Yeronme, Abyssael, Firl, Xerlin, Robret y de capitana Zartremist todos ellos representantes del reino Tyrant, portando armas y armaduras demasiado envidiables robustas y resistentes, era su forma de mostrar que no era un chiste todo lo que hacían y se lo tomaban realmente en serio, además que se podía ver a kilómetros las ansias de guerra en su mirada, tanto en ellos como en sus civiles, más con la capitana que parecía estar buscando a su presa tanto entre los demás participantes como entre el público en aquellas gradas, todo mientras balanceaba el arma recién hecha y flexionaba su armadura con unos 2 cm de grosor.

Druren, Aenile, Heliex, Grentum, Broner, Darvadi, Brinston, Narubel, Edelgranty de capitán Worren, el Segundo al mando de la armada de Bareyle pero era el único importante ahí, los demás eran los mejores domadores y peleadores, más el principal había dominado ambas partes esenciales de su reino a casi a la perfección.

Ya solo faltaba un solo reino, pero aparentemente este no participaría, no era porque no tuviesen las fuerzas necesarias para ello o la convicción, sino que era por la razón de solo vender... vender y vender hasta dejar tan seca su mercancía como un desierto, se podría decir que ellos se llevarían un gran trozo del pastel de todo esto, habían quedado de acuerdo con los organizadores solo 3 días después de que se anunciara... con decir que el embajador subió a asistente del secretario del contador real.

— ¿Y es válido eso? — pregunto Druren a otro joven soldado

—No sé, pero asan la carne como los dioses, deberías probar— respondió el chico con una sinceridad clara—, lo recomiendo, antes de venir probé un poco...

La plática de estrategia cambio a plática sobre gustos y comida, más sin embargo parecían ya saber lo que harían y solo estaban haciendo tiempo para empezar, mientras tanto el grupo de Undyne...

— ¡ERES UN BASTARDO MALNACIDO! ¡YO SOY MEJOR QUE TU Y TODO MUNDO LO SABE! — Gritó la princesa con una sobresaliente vena en la frente a punto de explotar de coraje y con la piel roja por ello, claramente trataba de resistir el atacar a su hermano con su espada en la cintura, un estoque pero sin aparente filo alguno

— ¡SI HABLAMOS DE MALNACIDAS TU SERIAS LA REINA!, ¡AL MENOS GOBERNARIAS ALGO QUE FUESES TU MISMA! — respondió su hermano ya apuntándole con una espalda algo delgada y con una pequeña curva casi en la punta, de su habitual tranquilidad de hace tiempo a querer asesinar todo lo que se mueva solo por su furia

Mientras que a lo lejos Erickson miraba aquella escena, notó que los soldados solo estaban sin prestarles atención alguna mientras se preparaban acomodando sus armas o afilándolas, esa escena para ellos parecía que era el pan de cada día.

— ¿Erickson? ¿Estas nervioso o te impresiona la princesa de ese lugar? —pregunto Irona al darle un golpe en la cabeza

—Lo siento, es solo que ellos pelean igual que yo y mi hermano, creo que hasta en las mejores familias pasa eso

—La única diferencia es que ellos se quieren matar a muerte, pero tú y tu hermano solo es hasta dejar a uno medio muerto

—Sí, eso si— dijo con una cara sonriente y como si eso fuese una broma, Irona solo lo miro como si quisiera decir algo más, pero no lo hizo

Gabriele por lo tanto así como Evanile estaban mirando las gradas, una nerviosa y la otra también, solo que una comía como si no hubiese un mañana.

— ¿Quieres? Dijo la chica mostrándole un pan de vainilla

—Gracias... que nervios, no esperaba enfrentar a otros países, y menos en algo así— dijo Gabriele antes de dar una mordida a ese pan

—Tuvo que llegar el día, aunque es una demostración tenemos que dar lo mejor de nosotros... solo espero que tanto ellos como nosotros no nos sobrepasemos en esto

—Honestamente... tengo miedo

—Ya somos dos... mentira

Ambas rieron después.

—Bien, chicos, este es el plan— dijo Erickson con un humor y emoción

Todos formaron un círculo alrededor, aunque Gabriele sentía una mirada sobre ella como si alguien la acosara demasiado cerca.

— ¿Capitán Worren, que opina?- preguntó un soldado de Bareyle

—No soy su capitán, solo alguien que estuvo en la reunión— respondió quien sería el encargado de su unidad

—Lo sabemos, pero por órdenes del rey ahora usted lo es, aunque sea temporalmente

Este capitán era alguien mayor, había servido al reino por más de 40 años, su edad ya estaba casi en la cúspide de rebajar sus habilidades, pero su conocimiento y fuerza aún eran notables a la hora de comandar atacar o cazar a su objetivo, de cabello apenas notablemente canoso, algunas cicatrices en el rostro y arrugas que denotaban varias emociones pasadas en batallas y cacerías daban a entender la fuerza de aquel capitán temporal.

—Sinceramente los elegí a ustedes más por su experiencia que por su propio sentimiento del deber, en una pelea la única cosa que se tiene que hacer para ganar, es sobrevivir, aunque al final se haga una retirada, es su propia decisión si quedarse a cubrir a los demás o solo huir para vivir otro día más... lo siento, yo me tomo las cosas demasiado en serio...

Los demás soldados solo sonrieron algo complacidos y el los miro confundido por ello.

—No hay problema todo mundo en el reino le conoce, el "Capitán Cerberos" capaz de enfrentarse a las bestias más fuertes y tener el respeto de los poderosos, protector del reino y de la gente, es un honor ser comandado por usted, pero ahora entonces, ¿de quién nos debemos preocupar aquí?, nosotros podemos cargar contra uno, pero los demás lo notarían aunque nosotros seamos sutiles en ello

Él solo escucho eso y miro al grupo de Azrael, se podía ver que era un grupo cualquiera, pero tanto como él había hecho al elegir a los suyos, ese extraño profesor por alguna razón junto a sujetos que no iban acorde a la batalla que se acercaba en instantes, más en concreto era un grupo peculiar que podía exhalar cierto aire asesino alrededor, pero solo viniendo de uno de ellos, inconscientemente sonrió, y eso ya era extraño para cualquiera que le conociese.

—Igual que un profesional

— ¿Disculpe?

Al final y no menos importante, el último grupo, la capitana Zartremist, todos tanto como otros grupos solo buscaban a que fuerza podrían enfrentar, la capitana solo seguía mirando alrededor, sus acompañantes no decían nada ya que conocían esa mirada, tan aguda tan, penetrante y tan seria, era de alguien que había hecho demasiados estragos en campos de batalla a tal grado como para llamarse la segunda más fuerte del reino y no había quien podría pasar esa muralla para tomar el siguiente puesto ya que era su deber, tanto como soldado como por lealtad a quien ocupaba ese puesto, era como si buscara posibles amenazas y las intentase eliminar antes que la superasen a ella o a los otros antes que ella.

Ahora se le veía cual niña en dulcería mirando que tomar y morder con fuerza y sin restricción.

—Hay posibles amenazas aquí... pero no sería malo ver si realmente son dignas de enfrentarme— dijo ella con un tono serio y sin una pisca de subestimación hacia otros

Los rumores que todos quienes estaban ahí habían escuchado era que de la noche a la mañana en la academia del reino la fuerza principal de entrenamiento, tanto caballería, alquimia, caballeros y otras especialidades, habían súbitamente cambiado para extender más sus ramas, por ejemplo, la clase de asesinos, la magia elemental estaba dividida por horas designadas, alquimia había avanzado 3 grados más de dificultad, todo por la llegada de una sola persona, o en este caso un maestro.

—Ese sujeto... realmente ha estropeado nuestro trabajo, y no creo ser la única que ha pensado en eso, todos los demás países tenían planes para este lugar, pero ya serán cosas de estrategia y esas mierdas, yo solo me ocupo de lo mío... !malditos, espero y ustedes no se confíen solo porque son más jóvenes que ustedes¡

Ellos solo asintieron y se prepararon para salir, se hizo un silencio para ya empezar.

—Ehm... siento que me van a atacar a mi primero si salgo— dijo de un tono nervioso y desesperado porque esto termine

El director era el que iba a anunciar lo que procedería, camino hacia el centro, ahí estaba un megáfono suspendido en el aire y él se detuvo ahí, era como siempre un manojo de nervios, podía sentir las intenciones asesinas de todos ángulos ya que sus sentidos se agudizaron solo con las visitas de Azrael y Caramilla a su oficina, había aceptado el honor de dirigir todo lo que acontecía en ese momento, más por qué sabía que tenía que aparentar ser alguien importante, aun estando a la sombra del Rey Demonio, sintiendo que si no hacia lo suyo, él lo mataría, cosa que Jezabel nunca piensa ya que lo ve como un simple ser humano del cual se divierte asustándolo como niño bravucón a hamster jamaicano.

El silencio reino un momento más, y el ruido empezaba a notarse, él se le entrecorto la garganta y sin querer tosió muy fuerte, algo que hizo aun peor el silencio y los nervios ya que lo había hecho por accidente.

—Gracias a todos por venir, el siguiente torneo se llevara a cabo bajo la forzada toma de posesión del profesor Azrael... sé que ya a todos los reinos ha llegado la noticia que él es capaz de todo, menos de ser alguien normal, así que si quieren comprobar realmente que es cierto y no maldecir a medias por aceptar esto, los puestos de armas y ventas de diferentes productos que están a la vista en otra área, más sin embargo la otra mitad de si odiarlos por aceptar esto tendrán una pequeña demostración de poder de lo que hablo para que no piensen que estoy loco ni a los que estuvieron de acuerdo

No hubo pausas, había dicho en parte lo que sentía y en parte lo que se suponía que era todo ello, el estrés lo había alcanzado a niveles aun peor que una explosión de algún experimento fallido en su academia, no podía medir sus palabras ya que la mirada en blanco y perdida que tenía daba clara evidencia que su mente solo había dicho eso porque si y aun así continuo.

»Este torneo será en equipos sin distinción ni por separados, no se podrá matar al contrincante, si este ya no se puede mover se tomara como una derrota absoluta, solo esas dos son las únicas reglas, sonara una campana dando aviso de que este torneo empezara, así que mucha suerte y hasta luego

Nadie aplaudió, ni tenían ganas ya que había sido lo más incómodo de ver en alguien importante en el lugar y más siendo el aparente anfitrión hablar de esa manera a todo mundo como si no fuese nada importante lo que ocurría ahí, se alejó de ahí sintiendo pasar un gran peso a los que se enfrentarían, salió como si nada, sin saberlo eso solo tranquilizo a los que le conocían.

—Ese director siempre diciendo lo que piensa, me sorprendería que al menos sepa lo que realmente pasa a su alrededor cuando habla—dijo Marcus

—Por ello todos los demás le temen, más el piensa que es porque su ropa tiene algo que ver—dijo Erickson suspirando—, bueno, ¿vamos?

Ellos avanzaron repartidos a los lados, igual los demás grupos distanciándose uno de otros, toda la gente se volvió a animar por lo que veían, no era algo tan serio, pero de alguna forma hasta ellos sentían que esto no era solo por Azrael, sino también para demostrar que tan preparados están los alumnos, que tan serios eran los representantes de los diferentes reinos y quien podría al menos alcanzar un poco de saber que experiencias obtendrían de lo que estaba a punto de pasar, inclusive en el aire se sentía algo diferente, un sentimiento de caos.

«Tengo un mal presentimiento sobre esto» pensó Ritsumary deteniéndose y mirando al cielo

Estaba despejado, el aire era algo suave podía mover algunas banderas pequeñas y de algunas casas de campo o donde se estacionaron los invitados, pero podía ser diferente, cada día a la hora que fuese el viento podía (si uno realmente se concentraba, o en poco casos hasta inconscientemente) sentir que algo avisaba, las aves podían sentirlo ya que revoloteaban al sentir peligro o solo se alejaban un poco, pero para un humano el sentir el peligro en el aire casi era un arte necesario y útil para la supervivencia.

Este se sentía en un nivel superior, el aire parecía decirlo tan seguido que podría casi gritarlo si arreciara un poco más. Una Hundrest estaba olfateando el aire, había sentido algo de un olor familiar, así como un sentimiento de muerte.

—Mi olfato me dice que un gran grupo se acerca— dijo Nadako (Hermana de Fearry) —, pero como el viento está soplando hacia la dirección donde pienso que vienen, es muy difícil saber si es aliado o enemigo

—Nuestro amo Jezabel les dio a unos sujetos un perfume para poder diferenciarlos de entre los que no están invitados... sería un problema si alguno de ellos tomó alguno— dijo quien estaba con ella

—Imposible, eso se lo dejo a ese Lord del infierno, el sería demasiado idiota si hiciese algo contra nuestro señor, ve rápido, avisa a todo mundo que este alerta, yo intentare frenarlos un poco— dijo Nadako

—Sí, cuando termine mi tarea vendré enseguida

Ese Himikake le dio la espalda y corrió lo más rápido que podía hacia la academia, escucho un sonido de golpe y Nadako salto hacia él e intercepto una flecha del tipo mágica, lo hizo de una manera fuerte que inclusive logro empujar más a su compañero que ya de por si era veloz apenas corriendo.

—Realmente saben que hacer— dijo ella al romper la flecha y esta solo se desvaneció

Su compañero no miro hacia atrás, tenía algo que hacer aunque se disculpó por dentro.

—Es de mala educación no estar atento a quien enfrentan

Otra vez se había utilizado esa magia extraña, y tan rápido como se podía un soldado con una daga intento darle un simple corte al cuello, pero al final de que el tiempo siguiera el cayo primero.

»También es molesto el subestimar a alguien como yo— dijo Nadako limpiando su mano la cual tenía el corazón de ese tipo aun bombeando y llena de sangre podría comerlo...—, pero veo que no sería bueno para mi condición

Sintió más presencias venir hacia ella, pero no se movió en absoluto, ella solo observo alrededor y varios pedazos de miembros, piernas manos y cabezas volaban al camino como si fuera lluvia, Nadako se limpió la mano al sacudirla tirando el corazón al suelo como si fuese basura.

»3 segundos tarde, ¿en serio te toma demasiado tiempo el venir, hermana?— dijo Nadako con un tono aburrido

Fearry apareció entre los arbustos limpiándose un poco la sangre de la boca.

—Mi condición por ser demasiado relajada aún necesita despertar más, además no me lo tienes que decir, ¿acaso no soy la única que hacia eso o sí?

Nadako sonrió en disculpa.

—Lo siento, quería verte llegar en un tono dramático, creo que me ilusione mucho

Fearry solo le miro con los ojos entre cerrados y le apunto con el dedo de manera acusatoria.

—Volviste a leer esas historias tontas ¿verdad?

Nadako inflo las mejillas enojada

—Como si no estuviéramos en una parecida— recrimino ella algo dolida por lo que había dicho Fearry

—Pero al menos aquí no hay clichés de esos que tú quieres, aquí yo llego cuando me necesitan, no cuando estén medio muertos... es algo que ni por que sea necesario hare

Los ojos de Fearry mostraban determinación a no dejar a nadie detrás de ella, no otra vez ni nunca, Nadako se quedó callada, descanso los brazos y encogió los hombros, lo que antes para ellas sería imposible, ahora era difícil pero ya un poco más fácil, la decisión fue la correcta para Fearry, pero sentía un miedo oculto a que depararía el final, mientras tanto, no tenía permiso de sí misma el volver a pensar algo así, todo estaban vivos, eso era lo importante.

— No necesitas ayuda ¿cierto? — pregunto Nadako

Ella sabía que su hermana solo necesitaba calentar para realmente prepararse, sabía que en un tiempo atrás podría haber eliminado a todo ese ejército que irrumpió en su ahora extinta aldea, solo si no hubiesen tenido "ese" problema.

— ¿No quieres pasar un tiempo de calidad con tu hermana mayor? —pregunto Fearry con una sonrisa ya tranquila

—Hooo, nunca creí escuchar eso de ti— respondió Nadako sonriendo de igual manera

—Ni que tú me preguntaras eso

—Aceptare la oferta si puedo comerme los corazones de los gigantes

—La mitad para mí por favor

Ambas crecieron, no había necesidad de alguna luna o algo así, tanto como Carmilla, podían transformarse a voluntad, máximo por 30 minutos al día, pero la fuerza que obtenían en ese tiempo era suficiente como para encargarse de más de la mitad de soldados que venían, eso sumando el exhaustivo entrenamiento que tenían con la que ahora le decían "Kuroi"... ni siquiera ella sabía por qué... pero sentía que era por una cierta mascara y aspecto que tenía que era extraño para cualquiera de ahí y de otro lado no familiarizado con ello.

De cabello rosa corto, vistiendo una chaqueta de cuero negro, de botones plateados, un short de jeans azul, tenis rojos con el frente metálico color azul, y una máscara con la simple imagen de tres líneas que formaban dos ojos y una boca en líneas horizontales sin expresión alguna, según Jezabel era una sirvienta de su castillo altamente entrenada y que había sido la que torturo a Carmilla y a otros para que tuviesen la fuerza necesaria para defender el castillo, aun cuando fuese innecesario.

Si todo eso era verdad, ellos no podrían resistir realmente todo el entrenamiento, pero la verdad era que Carmilla le rogo de todas las maneras posibles hacer eso, aunque Jezabel tuvo cierta pero obvia recompensa lujuriosa, acepto, así que solo pidió un poco de ropa de aquella entrenadora, algo que los demás sirvientes dejo intrigados, ya que era la primera vez que la veían tan sonrojada y tartamudeando al verla querer responder, aunque no dijo para que la usaría ya que no quería que se enterara de ello ya que Delta le dijo una vez...

"Si una mujer usa la ropa de otra, haz de cuenta que su odio por ella crecería tan grande como el fuego por dentro de sí misma, tanto que si hablaran enseguida les saldría fuego por la boca"

Así que lo dejo a su imaginación... una que no la deja dormir desde entonces. Era un acercamiento necesario y recompensa de ello.

Volviendo al tema, la magia que aquellos soldados usaban era molesta, era un gran contingente, el mismo que había sido visto anteriormente, solo que su formación no parecía romperse en absoluto, era debido a que los soldados contra los que peleaban podían estar casi a su nivel.

«No son como aquellos, estos sujetos saben cómo defenderse... de seguro eran carne de cañón» pensó Fearry al esquivar un golpe de un guante de acero «Pero hay algo que me perturba más, el hecho que parece no importarles en absoluto que estemos matando a sus compañeros y las expresiones vacías de ellos»

— ¡Hermana cuidado!

Al casi terminar el grito Fearry salto esquivando lo que le habían prevenido, solo sintió el polvo y el sonido del golpe empujándola un poco más hacia adelante casi cayendo de frente, y sin querer mirar hacia atrás dio un giro evadiendo otro golpe enseguida de aquel que fue primero, esta vez sintiendo algo frio recorrerle la nuca de una manera que por instantes le hizo imaginar que le habían cortado la espina dorsal separándola por la mitad de su cabeza, logro caer y se tocó la cara enseguida.

—Siento mis facciones, pero... ¿q-que fue eso?

Era una de las pocas veces que ella se había trabado en hablar, significaba que a quien enfrentaba le superaba en magia o poder.

—Haaa~ haa, falle, es interesante y raro de ver a quienes logran esquivar o evadir de algún modo mis ataques...

La voz que venía de ese pequeño cráter era una que se sentía un tanto aburrida e intrigada por lo que acababa de pasar.

»Pensaba que los Himikake como ustedes podrían no darme pelea, pero veo que no son lo que creía, ¿son las únicas que pueden hacerlo? ¿Hay más de ustedes?

Fearry vio a quien había hablado, era un sujeto con una armadura negra, era muy diferente a las demás, se podía decir que vestía casi de la misma forma que Kuroi, solo que incluía una bufanda negra, una cota de malla de líneas delgadas como pantalones holgados, una camiseta igual holgada que se podía balancear libremente si él se movía, pelo corto negro, ojos verdes casi de un tono cercano al amarillo, y un circulo tatuado color azul en una de sus mejillas. Su sola presencia les decía que era alguien fuerte y peligroso, no tanto como Jezabel, pero lo suficiente como para matarlas de un golpe.

— ¿Quién eres tu... — pregunto Nadako manteniendo la guardia tanto a los soldados que aún estaban ahí como a ese sujeto

Aquel sujeto alzo la mano y toco su nuca de manera distraída y tranquila.

—No soy nadie, solo digamos, un simple mercenario... ha, podría ser, ¿piensan que vengo con ellos? — pregunto con un tono de voz divertido y señalando a los soldados

Las miradas de ambas parecían decir "¿que acaso no es así?" el hizo seña que no era así.

»La verdad no, no me interesa en lo más mínimo lo que hagan ellos, yo solo vengo a cumplir cierto objetivo, pero es obvio que la confidencialidad con mi cliente es sagrada... así que... ¿podrían no molestar y hacerse a un lado?

Ella se prepararon enseguida para cualquier ataque, pero había algo extraño que sintió Fearry, esas palabras, no habían sido dirigidas a ellas, sino a otra persona... u otros.

»Veo que no

El viento seguía soplando, su alrededor se volvió tan silencioso que solo el sonido del aire entre los arboles llenaba el silencio, hasta que un sonido áspero como si algo gelatinoso cayera al suelo se escuchó, ni ella o Nadako sabían cómo paso frente sus miradas, los soldados detrás de ese extraño chico cayeron uno a uno, ni ellas con toda lograron hacer algo y el solo dijo algo y enseguida sucumbieron como si el tiempo fuese detenido por minutos, sus cuerpos sintieron morirse por momentos y revivir después, como si de estar en un sitio caliente pasaran a un frio y volvieran al primer sitio.

—Vaya, vaya que presentación para alguien como tú— dijo otra voz encima de ellas—, en serio que me has sorprendido, tu solo ya los habías matado, solo querías dar impresiones y llenar tu orgullo... no es así ¿Helfim?

El ambiente volvió a cambiar de nuevo, esta vez se podía sentir libremente una sed de sangre tan opresiva que era como si una fuerza invisible las estrangulara por completo, ellas sentían aquella presión tan fuerte que aunque estaban en guardia no se lo esperaron, sus expresiones de terror habían aparecido en segundos.

—No me llames con ese nombre, tu traidor—dijo aquel tipo mirando al cielo—, pero vero que tú tampoco has cambiado Crhin

—Soy Chronique para ti, cabeza llena de helio

El hada del desierto descendió entre ellas, extendió las manos y ellas sintieron como el aire volvía a sus pulmones, respirando y tosiendo de alivio.

—No has podido controlar tu maldición a pesar de estos años—dijo Chronique

—Y tú no has podido liberarte del rey demonio— respondió

—Al menos alguien de los dos logro vivir en paz y sin remordimientos por más de 300 años

Sus miradas se cruzaron, ambos tenían la intención de destruir todo a su alrededor si era necesario para ver al otro muerto, Chronique sabía que el usaría lo que se para ello.

—Animales, es mejor que corran, si él está aquí quiere decir que algo muy grande está ocurriendo, no puedo avisarle a nuestro amo, pero una de ustedes tiene que hacerlo, la otra tiene que activar cierto aviso que dijimos —dijo Chronique sin dejar de mirar a Helfim

—Entendemos

Ellas se fueron corriendo lo más rápido posible corriendo desesperadas a todo lo que sus piernas podían.

— ¿No las mataras? —pregunto Chronique

— ¿Me dejarías hacerlo?

—Si puedes... una última pregunta... ¿por qué un humano?

—Solo por qué si

Aunque Chronique trataba de igualar la presión que el ejercía apenas podía hacerlo.

—Esto... no me lo esperaba

Next chapter