Cada cierto tiempo en el reino de tantos entre muchos mundos, uno del que se habla ahora, designado de un mundo mágico, medieval y algo tecnológico, un ser poderoso el cual nuestro mundo llamaría "Héroe" aparece, aunque muchos de ellos no son como la mayoría piensa, algunos en sus propias palabras, "Tomados a la fuerza después de su muerte" ya que se les da una misión importante aun cuando ellos ni siquiera saben dónde acaban de aparecer y es demasiado rápido de procesar.
—Es como si te mandaran a una empresa de mercadotecnia profesional cuando tú ni siquiera has aprendido a cómo usar una impresora "3D"
—No, esto es mucho peor, aunque te libras de la carga de estar haciendo lo mismo en la otra vida, lástima que muchos de los que venimos a este mundo quieren ser famosos de esa manera
—Si... salud por sus almas
Después chocaron los tarros de madera donde su cerveza era bebida, esta era la plática que dos "Héroes" que tendían a conocerse en aquel mundo, aunque las personas alrededor no comprendian mucho de lo que hablaban, además que muy pocas veces salían dos héroes en la invocación, pocos reinos eran los afortunados, algunos se jactaba de haber invocado más de 3, aunque nunca se supo si era cierto. Cada uno o grupo de héroes era asignado según su [Habilidad de renacimiento] que digamos era su bendición cuando aparecían en ese lugar, ya sea, [Magia], [Alquimia], [Artes marciales], u otra habilidad, además de [Armas sumamente poderosas] Lanzas Espadas, Guantes, Arcos incluso otro tipo de armas muy extrañas e imposibles de forjar.
Ellos tenían acceso a unas cuantas cosas para su misión en el lugar de invocación que se preparaba en algún reino, que para la mayoría de ciudadanos de todo ese mundo era algo importante como una iglesia en cada capital del país, para los "Héroes" era algo en sus palabras ""sencillo"" (imaginen la señal de comillas con las manos) vencer al rey demonio, un ser que había perdurado entre matanzas, destrucción y plaga hacia ese mismo mundo, que a pesar del tiempo y sus ataques, los reinos tenían la fuerza suficiente para contenerlo, pero no para derrotarlo.
—Hubo una vez que lo intentamos, pero fuimos exterminados, ahí fue donde la diosa Soleri apareció al poseer a un discípulo de una iglesia y nos dio la magia necesaria para la invocación — hablo el rey al "Héroe" mientras explicaba la situación—. Realmente ha sido esperanzador, ya que las fuerzas de esa cosa han sido subyugadas a un punto en el que hemos recuperado en todos estos años una gran parte de los terrenos...
—Pero no ha sido vencido
El rey no lo negó y tampoco lo acepto
»Bueno, pues aquí estoy, mi bendición es el arte de la espada y aprovechando que vengo de un mundo donde eso predomina, definitivamente no me dejare caer — habló ese héroe con confianza
Si, esa sería la historia por contar, de las hazañas de alguno de estos héroes, incluso de los que no quieren serlo y solo lo hace porque no tienen nada que hacer, o aquellos que son odiados entre sus propios compañeros, si, de ese tipo de historias, pero lastimosamente, esta historia no es de ese tipo.
Ahora miremos donde realmente comenzara esto.
— Na... nana nana... naaa na ♪♪— era una voz sombría, tarareando una canción que hacía eco en un gran salón al cual tenía una iluminación
El gran castillo se erigía imponente por donde quiera que se vea, claro que estar ahí por miles de años era de por si un logro para tan majestuoso lugar, a los alrededores había una muralla de una sola pieza circular, con torres como si formaran una corona junto con sus picos en los bordes superiores, 4 antorchas gigantes parecidas a donde se coloca el fuego olímpico en las olimpiadas, eso iluminaba hasta el rincón de los mismos, parecía haber sido creada a mano.
El material del que estaba hecho era solo una roca gris que al parecer fue excavada desde el centro hasta darle forma de un anillo gigante, todo con su respectiva gran entrada principal, una gran puerta de acero reforzado color negro con inscripciones como si advirtieran de lo que se encontraba detrás de este, el castillo era de tipo medieval, 5 torres en forma de pentágono una alejada milimétricamente a la otra, en el centro erguida otra torre más, formando así otra corona pero más pequeña, ventanas en cada una de las mismas torres con sus respectivos pisos, las aves eran las únicas que podían posarse en los techos o lugares específicos para colocar sus nidos, si otra cosa que no fuese esas criaturas entrara seria rostizada en seguida de poner una fibra muscular (por decirlo así)
—Naaa... nana... naaa... na... na ♪♪♪— la voz seguía tarareando como si no tuviera nada que hacer pero de dónde provenía miraba hacia enfrente, habían otros sujetos que vestían de mayordomos y sirvientas, parecían estar acostumbrados a la iluminación ya que no dejaban de hacer sus tareas
En la base a la entrada otra puerta más, pero de color plateado con más inscripciones y dibujos en ella, la imagen de una flama y una espada entre la flama, a los bordes de esta tenia espinas en fila como si fuera un cerco, las escaleras que conducían a esta eran demasiado normales, como cualquier otra, algún aventurero o guerrero no se confiaría demasiado, pero alguien que haya sobrevivido a uno de tantos asedios que tuvo ese castillo sabría que solo esas escaleras eran la única cosa sin trampa en el castillo, como si diera un pequeño lugar de descanso antes de entrar al infierno, para llegar al objetivo a desear se tenía que pasar por ese lugar.
La entrada en si era resistente, y el único lugar posible para pasar seguro ya que al intentar pasar por las murallas estas estaban recubiertas de un hechizo especial para que al primer pinchazo o escalada se convirtieran en un ácido viscoso hasta para la más resistente armadura.
El primer piso consistía en una gran sala, adornada con estatuas de caballeros, monstruos y maquinas echas de mármol, cuidadas en su figura de una manera tan detallada que parecería que fueron convertidos en la pose que tienen, cualquiera pensaría que se trata de decoración, otros, que eran los cuerpos de quienes pasaron antes de ellos, el camino está libre, pero el corazón lo presiente, y acierta.
De solo un siseo estruendoso, una Gorgona gigante de 3 cabezas con piernas de caballo deformes, brazos pequeños pero con garras extensibles aparecerá, claramente custodiaba el lugar, había más de ellas pero en menor tamaño y si eran más cercanas a las que se conocen, entre otras bestias de diferentes tipos, además de los que se suponía fueron convertidos en piedra y que perdieron su voluntad al ser esclavos de esa Gorgona, lo irónico era que ellas no eran los más fuertes, si podían lograr derrotarlas si tomaban alguna estrategia.
Después de eso les esperaría otra puerta igual de grande, pero esta solo tendría la imagen de los pétalos abiertos de una flor.
El siguiente nivel les esperaría con un campo de flores, era algo extraño que el pasar de un lugar como la sala de recepción tan escalofriante, ahora fueran recibidos por un campo, las flores a lo lejos y el viento eran lo más normal y característico... salvo por las mismas flores, estas tenían los rostros deformados de muchos seres, el viento traía aullidos de dolor y desesperación, un único árbol era lo que se vería entre todo el basto lugar y al parecer la única salida ya que ahí estaba otra puerta.
La única cosa que se les interponía entre esa salida y la muerte, era una tortuga gigante, esta avanzaba dando círculos alrededor a no más de 30 metros de distancia del árbol a ella, debajo de ella salían más tortugas, pero estas tenían colmillos en las bocas y corrían desesperadamente, compensando el típico hecho que las tortugas eran lentas, además que en sus caparazones salían proyectiles al abrírseles como si expulsaran algo que al impacto explotara como metralla, resultando en huesos y partes que sus cuerpos no podían digerir... algo así como las regurgitaciones de los búhos después de su caza, de esas mismas partes salían cadáveres que tomaban forma al ser envueltos por las flores que volaban arrancadas por el viento.
—Naa.... nana... na... el sol oscurece.... na naa♪♪
Quien tarareaba casi no recordaba quien le había enseñado esa canción pues al pasar de los años poco a poco empezaba a olvidarla, pero no quería hacerlo, era una de sus favoritas, y de aquellas en las que podría decirse, era un ritual para algo.
La puerta en el árbol al siguiente nivel tenía la figura de alas y garras arañándola pero nunca logrando derribar esa puerta.
El tercer nivel era de nuevo dentro el castillo, pero de una forma más extrema, el mismo viento pero sin aullidos se dejaba sentir, era frio, lo bastante para que se exhalara vapor de la boca y temblar un poco, todo entre ruinas de lo que era el mismo castillo pero llevado a un tiempo después, como si viajaran en el tiempo, los silbidos cambiaban según las sorpresas salvajes que venían, ya sean arpías o grifos (mitad águila, mitad león), inclusive hipogrifos (mitad águila, mitad caballo), apenas era posible esconderse de esas criaturas, y otras más igual voladoras, si alguien disparase seria rechazado o esquivado por el viento mismo, tenía que ser alguien realmente hábil en leer el viento o tener un arco demasiado tenso para que la flecha no se desviara.
La puerta al casi ultimo nivel estaba en el suelo, tirada, golpeada y ya se veía demasiado oxidada por tiempo.
En el cuarto nivel, era algo que dejaría hasta al más experto con la boca abierta, asustaría al que acaba de pasar o mejor dicho, ver su vida frente a sus ojos.
No había nada, no era oscuro ni demasiado brillante, solo era un espacio sin nada, los alrededores eran color negro, no había nada que iluminara, pero aun así podían ver las manos frente a si mismos, un vacío entre todo lo que se había visto, pero ya era demasiada tranquilidad el no saber que algo esperaba ahí, pero por más que se prepararan, o más que tomaran posturas de combate, nada venia, además que algo demolía la desesperación de golpe, no muy lejos de ahí estaba otra puerta, plateada, sin garabatos, marcas o lago que le mostrara si está dañada, justo a un lado había un altar.
En él estaban los nombres de quienes habían podido llegar hasta ahí, era tan alto como un gran monumento de cuatro pisos, las letras iluminadas pasaban como si fuera una pantalla de computadora dando lista de nombres en la escuela u otro lugar, era como un reconocimiento del enemigo por los esfuerzos de los guerreros, había velas, flores, y sin ninguna señal de burla o algo despreciable, justo debajo en el principio estaba la salida, no para entrar al último nivel, sino para salir de ahí, hubo algunos que corrieron sin dudar, otros tenían miedo de que era una trampa, pero no era así, parecía que eso les daba a entender o mejor dicho, preguntar "¿realmente quieres hacer esto?" había salida, y aunque la tuviera, podían volver sobre sus pasos, aun cuando derrotaron a todas las demás bestias, algunos se tomaban en serio su deseo, otros lo hicieron yéndose de ahí, y aún viven con una incomodidad brutal y de por vida pero vivos, los que se quedaban lo tenían claro, ese era su último destino... vencer a quien estaba del otro lado...
—Y poder ver la luz al final... na... naaa♪♪
Antes que se abriera la puerta, se levantó al terminar la canción y prepararse, una y otra vez, una y otra, y otra vez, ambos lados sin saber si esta vez se cumpliría lo que sus deseos y esfuerzos han peleado por llegar ahí o solo sería un círculo vicioso sobre saber que destino espera al mundo en donde están peleando...