Harry logró entrar en la habitación y se sorprendió por lo que había allí: Quirrell en lugar de Snape. Harry gritó sorprendido y Quirrell se burló de él, revelando la verdad de la situación sin preocuparse mucho.
Por otro lado, yo estaba muy nervioso. Finalmente, habíamos llegado hasta aquí y todo dependería de mi desempeño y suerte. Casi no me moví, apenas respiraba para evitar ser detectado, al menos con mi cuerpo principal. El resto de mis clones estaban haciendo su trabajo. Podrían pensar que es estúpido traer mi cuerpo principal, pero es parte de todo este plan, aunque sea arriesgado.
Mis clones se dispersaron a los lados, yendo por los bordes de la habitación, acercándose cada vez más al espejo, acercándose a Quirrell, rodeándolo. Cada uno invisible, con objetos mágicos para mitigar el sonido y el olor, además de todas las bonificaciones por comida.
Estaba extremadamente concentrado en que las acciones de los clones fueran perfectas, incluso los clones que había dejado fuera de este lugar esperando su momento de actuar se movían raro debido a mi excesiva concentración en lograr no ser detectado.
Supongo que fue una hazaña de tal magnitud lograr que mi escuadrón de clones actuara tan sigilosamente que recibí un aviso de habilidad, que no había obtenido uno nuevo desde la campaña de los merodeadores.
[Habilidad: <Niveles de habilidad> Desbloqueado]
[Actualización: Esencia de Ladrón→Esencia de Ladrón(Sigilo)]
[Esencia de Ladrón(Sigilo) Nv1 → Esencia de Ladrón(Sigilo) Nv2 ]
[Esencia de Ladrón(Sigilo):
Sigilo(desfavorable): +10%→+20%
Sigilo: +20%→+40%
Sigilo(favorable): +30%→+60%]
No diré que no estoy encantado con esto, es genial. He usado mucho esta habilidad, por débil que fuera, cuando cazaba criminales con Tonks o cuando me escondía con Elise, especialmente de los mortífagos en la campaña de los merodeadores. También es bueno que ahora pueda ver el porcentaje de mejora de la habilidad. Ahora, ¿qué beneficio tendré aquí? No está del todo bien iluminado, pero tampoco es la penumbra, ni hay muchos lugares para cubrirse como en una jungla. ¿Cuenta como un sigilo normal o existe la posibilidad de que sea un sigilo favorable? No importa, lo que importa es continuar.
Harry no dejó de hablar con Quirrell mientras este seguía buscando la piedra en el espejo, pasando un mal momento al no conseguirlo y seguir perdiendo tiempo en el cual Dumbledore podía aparecer. Harry había sido aprisionado por el hechizo incarcerus de Quirrell poco después de llegar, pero lo ignoré por completo, incluso cuando vi que el niño miraba a todos lados como buscándome para que le ayudara. No podía hacer nada, esto debía continuar...
Aunque sabía que las cosas nunca pueden ir tan bien, aún tenía esperanzas de que sucediera, pero no fue así. En cierto momento, Quirrell pareció moverse de forma rápida, pero antinatural, lanzando un hechizo hacia mí.
Unas cuerdas similares a las que ataron a Harry me ataron a mí también, aunque eso no deshizo mi invisibilidad, pero estaba claro que estaba allí debido a que se veían las cuerdas flotando en el aire. Por suerte, no tenía a ninguno de mis clones cerca y estos no fueron revelados, bueno, eso esperaba.
"Muy astuto, señor Weasley." Sonó una voz aguda, era Voldemort hablando desde el turbante de Quirrell. "Impresionante tanto su habilidad como su astucia, logrando cosas que ningún niño de su edad podría. Un digno Slytherin, me recuerda un poco a mí en mi época de estudiante." Pronunció con arrogancia.
Desactivé mi invisibilidad, no tenía sentido conservarla y solo sería un desperdicio de magia de sangre a este punto. Había sido descubierto, pero seguía intentando lograr mi plan, por lo que desde el momento que retiré la invisibilidad ya había empleado al máximo mi [Aura de misterio], tanto para mí como para mis clones, aunque en ellos no tan fuerte. Como descubrí antes, esta aura me hacía parecer más impredecible, por lo que esperaba que dificultara la capacidad de Voldemort para descubrir mis intenciones a través de mis expresiones o lenguaje corporal.
Quirrell pareció hablar con Voldemort por unos segundos antes de quitarse su turbante y revelar el parásito en la parte posterior de su cabeza. Harry pareció petrificarse de miedo ante la imagen que tenía delante. Voldemort se presentó y expuso su situación, luego me miró. No puedo asegurarlo, pero me pareció que me miraba como a un futuro subordinado.
Se dirigió a mí y reconoció mi habilidad, también diciendo que podía ver mi sed de magia y gloria. Me ofreció un camino mucho más grande del que podría tener aquí en Hogwarts, uno donde no tendría límites más allá que mi propia imaginación, donde no tendría nadie que me retuviera de aprender los secretos de la magia y las artes oscuras. No sabía si me prometía magia negra porque sintió que ese era mi deseo o tenía alguna forma de reconocer la magia oscura que había realizado en el pasado.
"¡No lo escuches!" Me gritó Harry.
El niño casi me dejó sordo. No hacía falta que dijera nada,n o iba a aceptar. El reinado de Voldemort es lo que menos me serviría. Nada de lo que me ofrecía era algo que no pudiera conseguir por mi cuenta. De hecho, por mi cuenta podría llegar mucho más lejos. Si quisiera, haría mi propio reinado del terror con esclavas sexuales y todo eso.
Me quedé callado, como pensándolo. No quería responder. Tenía miedo de rechazarlo directamente por temor a que sintiera que solo necesitaba a uno de nosotros para conseguir la piedra y decidiera matar a uno. Tampoco aceptar porque lo que me pidiera podría ser impredecible. Harry se preocupó por mi silencio, hasta que Voldemort también le habló a él, ofreciéndole unirse a él, pero Harry lo rechazó directamente, incluso ante las amenazas de este.
"Maestro, necesitamos la piedra," le recordó Quirrell nerviosamente, sintiéndose cada vez más débil por la consumición de su vitalidad por parte de Voldemort.
Voldemort parecía enojado por la audacia de Quirrell de interrumpirlo y recordarle lo de la piedra como si él no lo supiera. A pesar de consumirle más rápido, con un movimiento de la varita, Potter fue empujado hacia adelante para caer ante Voldemort, quien le dio órdenes a Quirrell. Quirrell agarró a Harry y lo levantó, empujándolo luego frente al espejo como le ordenó su maestro.
Mientras Quirrell sostenía a Harry frente al espejo, yo me enfrentaba a la mirada de Voldemort, quien parecía disgustado por mis dudas.
"¿Si consigues la piedra realmente resucitarás y tendrás el poder para derrotar a Dumbledore?" Pregunté con duda, actuando para atraer la atención de Voldemort hacia mí. Podía sentir la tensión de Harry, así que supuse que había descubierto la piedra en su bolsillo y había llegado el momento de actuar.
"Absolutamente, ese viejo ya no será nada ante mí cuando vuelva," respondió, creyendo que no acepté unirme a él debido al miedo a Dumbledore. "Solo tie..." pero se detuvo abruptamente. Con todas las piezas en su sitio, el juego comenzó. Antes de que Voldemort pudiera seguir hablando, mis clones, ya en sus posiciones, actuaron.
Activé mi [Ira] lo más potente que pude, haciendo que mi tamaño creciera rápidamente y dándome la fuerza para romper mis ataduras en unos pocos instantes. La sorpresa de Voldemort fue seguida del dolor en la parte posterior de su cabeza, es decir, la cabeza de Quirrell.
Quirrell no esperaba que hubiera alguien detrás de ese gran espejo, mucho menos un grupo de clones que lo empujaron fuerte y velozmente, haciéndolo caer brutalmente sobre su cabeza.
" Kage Bunshin no Jutsu" Grité para agregar más confusión cuando uno de mis clones lanzó un Expelliarmus a su varita mientras el resto se lanzaba sobre él.
Harry estaba tan sorprendido como Quirrellmort. Harry no fue golpeado por el espejo, porque este había sido empujado por la parte superior y golpeó la cabeza de Quirrell antes que la suya, y en ese tiempo algo invisible lo había sujetado y arrastrado lejos del área de peligro. Claro, lo que Harry no sabía es que mientras con una mano era jalado, la otra mano se había metido en su bolsillo y luego de obtener algo muy preciado de su interior, ese individuo invisible se deshizo en un charco de sangre.
El ejército de clones se lanzó sobre un desprotegido Voldemort, todos armados con diferentes armas, desde dagas, espadas y bates, hasta una silla que sonó muy fuertemente al ser rota contra la espalda de Quirrellmort. No es que no pudiera defenderse, pero había demasiados y cuando uno cayera, aparecerían más.
Voldemort terminó con puñaladas y golpes por todas partes. Con un cuerpo roto y ya casi sin peligro, mi yo real también se acercó corriendo con su tamaño aumentado para darle una paliza a Voldemort. Harry estaba sorprendido, tanto que ni siquiera notó cómo el espejo de Oesed había desaparecido misteriosamente, pero uno de los clones lo incitó a unirse y con una rabia contenida contra el asesino de sus padres, avanzó sin miedo, haciendo la escena aún más caótica.
Mientras tanto, el resto del plan seguía desarrollándose fuera de Hogwarts.
...
Un clon, con el mercader, rápidamente vendió la piedra que había recibido en el inventario y la recompró antes de deshacerse también de ella.
...
En la torre del archimago, otro clon hablaba con él, queriendo asegurarse de que todo funcionaría.
"¿Estás seguro de que estaré bien, de que no habrá secuelas permanentes y que los problemas solo serán temporales? ¡Necesito un 100% de certeza!"
[No estarás del todo bien, pero tu poder es suficiente para conseguir lo que quieres] apareció en los subtítulos.
Con esa afirmación, el clon solo pudo creer y se acercó a la mesa de encantamientos colocando la piedra. Había notado que la piedra tenía algo malo en ella, quizás tenía alguna magia de bloqueo por parte de Dumbledore para que, aunque Tom la consiguiera, no funcionara o algo por el estilo, pero nada de eso importaba frente a la mesa de encantamientos.
La piedra se descompuso en luces frente al clon, revelando mejoras como:
[Mejora de Transmutación Mayor]
[Creación de Elixir de la Vida]
[Transmutación Áurica]
[...]
...
Mientras tanto, Hermione estaba sentada en un rincón, llorando y temblando de miedo. Había leído la nota que Red le había dejado para Dumbledore porque no tenía otra forma de superar la ansiedad de la situación, pero eso hizo que no pudiera dejar de llorar.
En la carta, Red le pedía que, pase lo que pase, no se le dé el crédito por esto, para no preocupar a sus padres si tiene éxito o darle algo de gloria a su hermano si fracasa. Además, le pedía que ayudara a Hermione si fallaba y le recordara que la amaba.
Hermione lloraba cada vez más fuerte, culpándose por meterse en esto y por su amigo... novio... lo que fueran. Deseaba que nada de esto hubiera pasado, prometiéndose que si salían de aquí haría todo lo necesario para que vivieran seguros y felices, por lo menos hasta que escuchó la pelea del otro lado de las llamas y decidió acercarse, nerviosa y temerosa, escuchando las voces de varios Reds con sus gritos de combate.
...
Voldemort no duró mucho, especialmente cuando Harry se unió y Quirrell trató de defenderse de él y fue contratacado por la magia protectora de Lily, además de recibir puñaladas por todas partes. Aunque luchó, no pudo soportarlo más y fue destrozado por la furia de los Reds.
Incluso cuando falleció, su cuerpo siguió siendo despedazado por esa marea de Reds. El alma de Voldemort tuvo que salir del cuerpo del Quirrell, atravesando a los Reds por el camino y a un Harry que "accidentalmente" fue empujado frente al alma de Voldemort por alguien. El espíritu de Voldemort se debilitó mas debido a eso.
Los clones que fueron atravesados por ese ataque espiritual fueron destruidos, pero ya no importaba. Ahora solo quedaba el último paso, pero antes de eso, envié una ola de sangre invisible hacia la entrada para apagar el fuego y luego me volví.
Observé cómo Harry empezaba a desplomarse en el suelo mientras yo me preparaba, pues en una torre en medio del bosque prohibido, un clon hizo aparecer una masa sangrienta de nuestras reservas en la mesa de encantamientos antes de recolocar los encantamientos de la piedra filosofal...
...
...
...
Tomó solo un instante, pero el impacto fue abrumador, pues a diferencia de la capa de invisibilidad, seguía consciente luego del encantamiento exitoso, además de dar una sensación completamente diferente.
El clon en la torre se deshizo de forma antinatural, casi explotando, al igual que los demás clones en todas partes. No era para menos, ya que incluso en mi cuerpo principal estaba sintiendo las consecuencias.
Podía sentir que mi sangre se volvía como barro y que el más mínimo movimiento me hacía sentir que todo mi ser era como papel de cristal rompiéndose y resquebrajándose. Habría gritado si no fuera porque cada acción era tan rígida que no podía mover mi cuerpo lo suficiente ni siquiera para exhalar el aire de mis pulmones.
Harry cayó al suelo desmayado por el ataque espiritual de Voldemort, y yo le seguí casi inmediatamente, también quedando inconsciente, pero con mucho dolor en el proceso. Quizás un poco feliz, eso era lo que quería, aparentar malestar sin morir y conseguir la piedra...
...
Hermione se sorprendió al ver cómo la llama parecía ser ahogada por algo, pero poco le importaba eso. Ella iba a ver como iban las cosas allí dentro, sin importarle si Snape seguía allí. Corrió hacia la habitación, pero no fue la primera en llegar, pues solo un paso por delante de ella estaba Dumbledore.
El viejo había estado vigilando todo esto, y no negará que las cosas fueron más allá de lo que esperaba, pero había conseguido que las cosas fueran casi tal como él las quería.
"Direc..." Hermione se sobresaltó, pero casi al mismo instante dejó eso de lado y corrió hacia delante del director, casi empujándolo para abrirse paso.
Hermione había visto a Red tirado en el suelo y ella casi saltó sobre él, cayendo de rodillas frente a él llorando.
"¡NO, no, no, no..!" Lloraba mientras con sus manos movía el cuerpo de Red. "¡Despierta Red! Ganamos, Dumbledore esta aquí, ¡POR FAVOR DESPIERTA!" Gritó en desesperación, apoyando su cabeza sobre el pecho de Red y llorando más fuerte poco después, intentando despertarlo con más fuerza mientras sentía que el mundo frente a ella se rompía. "D-di-director... D-dum-bledore" lloró tartamudeando con la mirada más penosa que jamás puso en su vida, con lágrimas y mocos corriendo por su rostro.
"Tranquila señorita Granger, todo está bien," Dumbledore intentó tranquilizar a la niña desesperada, sintiéndose un poco mal por verla así, pero tratando de poner su actitud más calmada mientras se agachaba para poner sus manos en su hombro y tranquilizarla.
"P-pe-pero no r-respira," dijo con una voz completamente diferente a la de ella, era una voz llena de dolor.
Dumbledore frunció el ceño ante esto. Había estado pendiente de ambos niños desde el principio hasta el final y no había razón o forma de que algo así pasara. No tenía sentido. Se dirigió al cuerpo de Harry y Red y los examinó, un poco preocupado de que haya pasado algo por alto y haberla cagado.
Después de comprobar que Harry estuviera bien, siguió con Red. Tal como pensaba, el niño no estaba muerto, pero tenía algo raro. Su respiración era muy baja, cosa que Hermione en su estado de desesperación fácilmente confundiría con "no respirar", pero también estaba su pulso, era casi inexistente. No solo su corazón daba latidos bastante débiles y lentos, sino que los intervalos entre ellos eran demasiado largos como para que ningún ser humano sobreviviera con ellos.
Con el ceño fruncido, decidió primero consolar a la niña y encargarse de las demás cosas como la piedra filosofal y Harry antes de investigar la situación de Red más a fondo.
"No se preocupe señorita Granger, ambos están vivos, solo... inconscientes. Debemos llevarlos a la enfermería para que se recuperen," el viejo puso una sonrisa.
"¡Gracias, gracias, gracias...!" gritó Hermione exaltada mientras abrazaba el pecho de Red, aún llorando, pero ya no estaba al borde del abismo. Quizás incluso ella debería ir a la enfermería por deshidratación luego de esto.