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Capítulo 97: Fanservice y Relleno (Me andaba mal el internet y solo pude hacer esto en vez de continuar la historia)

"Bien, sigue así, vas bien"

"Por f-favor... d-déjame meterlo"

"Continua un poco más y lo tendré en cuenta"

Estos éramos yo y Gemma en mi habitación, donde se estaban cobrando deudas.

Yo estaba acostado sobre mi cama leyendo un libro, mientras que Gemma estaba sentada sobre mí con sus manos apoyadas en mi vientre mientras se movía hacia adelante y hacia atrás, frotando su coño contra mi verga una y otra vez, tal y como lo hizo durante toda la hora anterior.

Ella ya estaba cansada y frustrada, había usado mi poder de recuperación para hacérselo posible pero esto no hizo más que agotarla mentalmente. También usé mis habilidades de manipulación emocional para impedirle sentirse bien durante mucho tiempo e impedirle la satisfacción.

"Ya... por favor..." Dijo ya llegando a su límite. Desde que empezamos con nuestra extraña relación nunca tardó tanto en correrse y ya pasando la hora sin dejar de sentir que estaba cerca pero nunca llegando la estaba atormentando.

"Esto te pasa por confabularte con las demás para atacarme"

"P-Perdón, yo no quería... fue todo falso, nunca tuve la intención de que mis hechizos acertaran" Dijo entre quejidos.

"¿O sea que solo eres una puta que esperaba ser castigada?"

"Si, solo quería que me cojas con fuerza... yo no quería esto. Perdón... solo dámelo" Confesó sin vergüenza, en este punto no le importó revelar su humillante verdad.

"Bueno, has sido honesta... y no puedo dejar que mi juguete personal sufra tanto. Si aguantas hasta que se cumplan las 2 horas te follaré"

En realidad, la condición mental actual de Gemma es debido a que estaba practicando mis habilidades en ella. No he dejado de ganar habilidades pero la mayoría de ellas eran más emociones para mí [Control de sangre].

Ya a este punto, mi habilidad puede crear emociones aun si no lo tengo en mi repertorio, solo que son más débiles. Ahora estaba probando esta manipulación emocional, tratando de generarle frustración sexual, entre otras cosas, y por eso está como está.

Gemma no dejó de quejarse durante el tiempo que faltaba, con gemidos, quejidos y jadeos constantes, casi al punto romper a llorar varias veces.

"Listo, bien hecho" dije dándole alguna palmaditas de consolación.

"Siiii..." Soltó una especie de chillido de liberación "por favor..." Rogó una vez más por su premio.

Yo asentí a modo de confirmación y la sonrisa en su rostro no se pudo ocultar. Sujetó mi pene con rapidez y de forma brusca intentó meterlo dentro de ella, pero fue detenida por mis manos. Mi acción la confundió y la expresión de desesperación y suplica volvieron a aparecer en su rostro.

"Pero..."

"No por ahí"

"¿Qué?" Preguntó confundida e impaciente.

Con mi mano retiré las suyas de mi miembro y luego lo empuje para que la cabeza de mi pene frotara su trasero. Esto la aturdió por unos segundos pero luego de entender lo que quería decir, sus ojos se abrieron y una especie de miedo se apoderó de ella.

"¡Pero eso no...!"

"Dije que te follaría, y eso es lo que voy a hacer" Dije mientras movía mis caderas levemente hacia arriba, empujando mi pene, pero ella levantó las caderas esquivándolo.

"Yo no..."

"Gemma, sabes que si no estás de acuerdo con lo que quiero te va a ir muy mal" Mi mirada era muy seria y mi seño estaba fruncido demostrando enojo "Puedes ser follada de esta manera o puedes esperar a la próxima vez en donde te haré pasar lo mismo que hoy pero quisas durante mucho más tiempo. Esto va a pasar, lo quieras o no, puedes elegir que sea ahora o más tarde, pero cuanto más tarde, peor lo haré para ti"

"Pero..." Gemma en este punto no pudo evitar que las lágrimas cayeran de sus, hubo una leve lucha en su interior pero esta tan adiestrada que no duro mucho, sabiendo qué hacerme esperar solo lo haría más difícil para ella.

"¡¿Cuánto más vas a hacerme esperar?! Tengo necesidades que deben ser satisfechas... que tienes que satisfacer" Dije apretando sus muslos con dureza y un tono enojado.

"Pero... si lo hago por ahí yo no..." Uso lo último de su voluntad para decir eso.

"¿Crees que eso me importa?" Le respondí con indiferencia.

Gemma se rindió y lloro con más fuerza, sujetó mi pene como lo había hecho antes, pero con sus manos temblorosas, y lo fue colocando con inquietud en su trasero. La punta ya estaba en la entrada de su culo, pero ella tenía miedo de seguir y si no fuera por mi mirada, ella hubiera tardado más para prepararse mentalmente.

Dio un leve empujón hacia abajo, dejando que la punta de mi pene perforara el umbral. El dolor causado le provocó que por reflejo se levantara pero, en el momento en que se retiró, le di una fuerte palmada a un costado de su muslo, dejado claramente marcada mi mano en un color rojo.

"¡¿Cuánto tiempo más piensas hacerme perder?!" Me quejé.

Gemma no pudo evitar dar un grito de dolor pero aun con eso tuvo fuerzas para volver a encaminarse. Sujeto mi pene con más fuerza y esta vez no se arriesgó a dudar, lo colocó otra vez en posición y bajó, dejando que se abriera paso en su interior.

Bajando sus caderas a velocidad constante, entraba cada vez más profundo, dejándome percibir como mi pene era estrujado como nunca antes sentí. Este nuevo sentimiento era interesante y agradable... para mi.

Gemma consiguió sentarse en mí por completo, con mi pene sumergido completamente en su interior. Sus quejidos de dolor no se detenían e hizo lo posible para evitar intentar quitarlo, todo sin dejar de temblar.

"¡Deja de quejarte!" Le grité "Si vas a hacer algún ruido, entonces empieza a gemir de placer. No todos tienen tu suerte de que sus culos puedan ser profanados por mí" Dije dándole otra fuerte palmada en sus nalgas.

Gemma se estremeció y soltó otro alarido, apenas podía soportar el fuerte ardor en su trasero y mi nalgada la hizo sufrir mucho. Ella quería quedarse quieta para intentar sobrellevar el dolor e ir acostumbrándose pero no le di esa satisfacción y le exigí que comenzara a moverse.

Ella levantaba su trasero para luego volver a bajarlo, siempre intentando gemir lujuriosamente como le pedí, pero lo único qué salía de su boca eran sonidos de dolor mezclados con gemidos fingidos muy malos debido al sufrimiento al que se veía expuesta.

Utilicé mis habilidades de curación en ella cuando sentí que empezó a gotear sangre pero no use [Éxtasis] todavía. Le ordené que usara sus manos para sostenerse de mis piernas, mientras que yo sujetaba las suyas para luego levantarla.

Ahora Gemma se encontraba con sus piernas levantadas a una altura que impedía que su trasero pueda apoyarse sobre mí y solo sosteniéndose con sus brazos. Esto requirió un esfuerzo considerable teniendo en cuenta la situación para no terminar cayendo. Estando así, le ordené que flexionara sus brazos para así bajar su trasero y que mi pene pudiera penetrarla nuevamente.

Ella sin otra opción empezó con las flexiones, obligándose a tomar mi pene una y otra vez, y con mis habilidades de recuperación sobre ella, evitando que termine agotándose.

No paró de llorar en toda la sesión, teniendo que soportar el dolor y toda la frustración que le impuse anteriormente. En su mente, la idea de que esto sea la nueva normalidad la aterró, pensando que jamás volvería a poder sentir placer y que no volvería a sentir un orgasmo como los que la terminaron llevando a someterse a mí.

Esas ideas casi la hicieron quebrarse mentalmente pero mientras pensaba en eso, utilicé una gran dosis de [Éxtasis] en su trasero, y siendo este un lugar con tantas terminaciones nerviosas, provocó que su efecto no fuera inferior a las veces anteriores.

Su mente se quedó completamente en blanco, mientras que los labios de su coño parecieron aplaudir y luego soltar de forma descontrolada chorro tras chorro de líquido cristalino con tal fuerza que volaron sobre mí hasta llegar a la pared.

Perdió toda la fuerza que tenía en un instante, cayendo en la cama, enterrando mi pene en lo más profundo de su interior pero sin poder quejarse. Se había desmayado por completo y se la podía ver inconsciente, pero con los ojos abiertos. En su rostro se notaban las lágrimas frescas y una expresión de llanto, dolor y placer a partes iguales que daban una imagen muy retorcida.

Intenté despertarla pero no conseguí nada y si no fuera porque aún respiraba, habría pensado que se nos fue para el otro lado. Estando cerca de terminar decidí continuar sin 'ella'.

Me levanté y sujetando sus piernas a los lados, empecé a mover mis caderas. Su trasero siguió bastante apretado aun cuando perdió la conciencia y pude disfrutar un poco de él. Perforé su interior constantemente, penetrándola una y otra vez, disfrutando de la sensación pero se sintió raro solo escucharme a mí.

Una vez sentí que estaba cerca, di una embestida profunda y me quede ahí. Soltando por completo mi carga, chorro tras chorro dentro de su trasero, abracé a Gema mientras intentaba besarla.

Me quedé un rato en esa posición mientras me sentía liberado, pero algo incómodo debido a que ella no se movía durante el beso y se percibió muy necrofílico. Ya sintiendo que no había nada más que pudiera soltar dentro de ella, me moví hacía un lado sin retirar mi pene de su culo y me acomode para dormir un poco.

...

En la guarida estábamos algunas chicas y yo reunidos alrededor de Cho, que en este momento estaba colgada de cabeza desde el techo y con las manos atadas detrás de su espalda.

"Eres un idiota" Se quejó molesto.

"Tú eres la que no actuó a tiempo y perdió" Le dije a la chica que no pudo defenderse correctamente de uno de mis ataques sorpresa.

"Estaba comiendo... No es justo" Dijo avergonzada.

"Aun así perdiste... Pueden empezar" Les dije a las chicas a mi alrededor.

Las chicas, tanto de mi grupo como otras que están en la guarida, se acercaron a Cho con diferentes instrumentos. Se escucharon los gritos y súplicas de misericordia de la Ravenclaw colgada pero nadie la ayudo, todos sabían qué intervenir terminaría con ellas en la misma posición.

Unos minutos más tarde, Cho dejo de gritar y solo pudo aceptar la humillación. Me acerqué a ella con mi cámara y tomé una foto de su estado actual, completamente maquillada al punto de parecer un payaso.

"Por favor... no guardes esas fotos" Rogó Cho. Al igual que las otras chicas que perdieron anteriormente, temía que esas fotos terminaran circulando fuera de la guarida.

"No prometo nada" Dije acercándome a una pared particular para colocar esta foto junto a las demás.

En este mural fue construido para colocar las fotos de los castigos de las chicas que fallaban, y fue muy gratificante para mí, pero vergonzoso para ellas. Aunque no fui muy desalmado, ya que a pesar de que cualquier chica que entrara en la guarida podía verlas, no les dejé obtener ninguna copia sin sufrir las consecuencias.

Estaba entretenido mientras le indicaba a Penélope que podía bajar a Cho, cuando Hermione entró corriendo a encontrarme. Vino a avisarme que mi hermano terminó en la enfermería debido a la mordedura de dragón.

Ella me cuestionó el por qué no lo curé, pues conocía sobre mi habilidad, y yo le respondí que simplemente lo olvide y que no pensé que pasaría esto(Mentira). Se quejó de mi descuido y que por mi culpa las probabilidades de que Madam Pomfrey los descubriera eran altas, pero antes de que continuara realicé un "Ataque sorpresa".

Hermione terminó aún más enfada y gritona ahora que ella también estaba colgada del techo, pero que se le iba a hacer, no reacciono a tiempo y este es su castigo... tendré que soportarla más tarde, pero por lo menos mi muro tendrá otra adición.

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