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Capítulo 95: Hagrid, huevo de dragón y entrenamiento

Harry, mi hermano, Hermione y yo estábamos en la biblioteca en este momento. Tal como prometí, los ayudaría a estudiar durante este último periodo, aunque mi participación no fue mucha.

No solo estaba aquí estudiando con ellos, también tenía a otros 'yos' ayudando a las demás chicas en la Guarida, así como a mí yo real dándole a Gemma algunas clases de anatomía.

En fin, ahora mismo estaba 'leyendo un libro' como los demás, pero en realidad en mi mente estaba trazando mis planes para lo que queda del año. Estaba pensando principalmente en la piedra filosofal, esa piedra que puede convertir los metales en oro y que podría ayudarme mucho con mis finanzas.

En mi mente trataba de encontrar una forma de conseguirla sin causarme muchos problemas o maneras de justificar mi posesión sobre ella... o estaba haciendo eso hasta que vimos como Hagrid, quien no es muy sigiloso que digamos, llevaba algo a escondidas.

No fui solo yo el sorprendido, y no me refiero a todos los alumnos mirando al semigigante en la biblioteca, sino al trío que se le quedó mirando. Estos tres le preguntaron a Hagrid que estaba haciendo y él, con su poca habilidad actoral, trató de mentir para luego mirarlos con sospechas sobre lo que estaban haciendo y si seguían buscando cosas sobre la piedra filosofal.

Yo fui prácticamente ignorado, principalmente porque esa fue mi intención, usando la mayoría de mis técnicas para eliminar mi presencia y ser menos perceptible, aunque no llegando a la invisibilidad. En parte funciono pero aún fui notado por el gigante en medio de la conversación.

Hagrid terminó suplicándole al trío que se callaran porque estaban hablando muy fuerte sobre temas que se suponía que no debían saber y que él sabía perfectamente que fue su culpa que se enteraran. El semigigante les dijo que si querían hablar, que fueran a su casa más adelante pero que dejaran de hablar de estos temas en lugares públicos, y luego se marchó rápidamente.

"¿Qué escondía detrás de la espalda?" Preguntó Hermione pensativa.

"¿Creen que tiene que ver con la Piedra?"

"Voy a ver en qué sección estaba" dijo Ron, tratando de usar esa excusa para no volver al estudio intensivo al que Hermione les obligaba. Regresó un minuto más tarde, con muchos libros en los brazos y los desparramó sobre la mesa.

"¡Dragones!¡Hagrid estaba buscando cosas sobre dragones! Mirad estos dos: Especies de dragones en Gran Bretaña e Irlanda y Del huevo al infierno, guía para guardianes de dragones..." Exclamó en susurros.

"Hagrid siempre quiso tener un dragón, me lo dijo el día que lo conocí" dijo Harry

"Pero va contra nuestras leyes" dijo Ron "Criar dragones fue prohibido por la Convención de Magos de 1709, todos lo saben. Era difícil que los muggles no nos detectaran si teníamos dragones en nuestros jardines. De todos modos, no se puede domesticar un dragón, es peligroso. Tendríais que ver las quemaduras que Charlie se hizo con esos dragones salvajes de Rumania" Explicó mi hermano a lo que yo les asentí, había visto las cicatrices de mi hermano mayor y no eran muy agradables.

"Pero no hay dragones salvajes en Inglaterra, ¿verdad?" Preguntó Harry

"Por supuesto que hay. Verdes en Gales y negros en Escocia. Al ministro de Magia le ha costado trabajo silenciar ese asunto, te lo aseguro. Los magos tienen que hacerles encantamientos a los muggles que los han visto para que los olviden.

"Entonces, ¿en qué está metido Hagrid? "Preguntó Hermione

Mientras ellos discutían, yo esta otra vez encerrado en mi mente, tratando de recordar lo que sucedía con el dragón. Se me había escapado este suceso, posiblemente debido a todas las cosas en las que estuve ocupado. Un dragón...

"Me gustaría montarme un dragón" Dije sonriendo llamando la atención del trío, de los cuales, Harry y Ron estuvieron de acuerdo con que la idea sería genial pero mi hermano comento lo imposible que sería esa idea, recordándome algunas de las anécdotas de Charlie. Por otro lado, Hermione me miro con malos ojos.

"¿Por qué siento que no te estás refiriendo a eso y estás pensando en algo malo?" Su mirada juzgadora no podía ocultarse.

"Hermione, te estás volviendo muy perspicaz" Le sonreí. Ciertamente, luego de pensar un poco en los dragones de este mundo, pensé en algunas chicas dragón de algunos animes y mi comentario anterior en realidad pudo haber tenido más de un sentido. Dejando eso de lado, me acerqué a Hermione desde un lado y pase mi mano por detrás de su espalda para terminar acariciando el lóbulo de su oreja, estando muy cerca de ella hasta el punto de incomodarla "Por cierto ¿Hoy no te veo usando tus aretes de rubí?"

"Aléjate" Ella me empujó algo molesta "No los voy a usar todos los días" Aclaró algo avergonzada.

Luego de que se los había regalado, los usó por mucho tiempo, en parte, sin que ella misma se diera cuenta, para presumirlos y competir contra las otras chicas, cosa que no hacía antes por no tener amigas, siendo el estudio en lo único en lo que se concentraba y que creía que era en lo que podía competir.

"Bien, creí que los habías perdido"

"No soy tan descuidada" Se enojó un poco de que pensara eso de ella, ella en verdad los apreciaba. Eran la primera joyería que ella podía decir que es hermosa, única y solo suya.

"Por eso es que te amo, nos vemos en lo de Hagrid más tarde" dije alejándome, dejando a dos niños algo confundidos y a una Hermione algo alborotada por mis palabras 'ahhh... como disfruto molestarla... creo que me volví algo sádico, Gemma debería estar feliz'

...

Hice alguna que otra cosa antes de dirigir a uno de mis clones a la casa de Hagrid. En este momento su casa tenía las cortinas cerradas, así como cualquier otro tipo de abertura. Poco después vino el trío de leones y llamaron a la puerta.

Hagrid la entreabrió para ver quienes lo venían a visitar, con una actitud muy sospechosa y una vez vio que éramos nosotros nos dejó entrar. Ya dentro, yo me senté a un lado, apartado de los niños que vinieron a hacer preguntas y saque mi guitarra, que era muy diferente a la de Tenebrius, para tocar a un volumen bajo "Cactus" de Gustavo Cerati.

Los presentes se sorprendieron un poco de mi actitud, pero Hagrid disfrutó de la melodía. Harry, Ron y Hermione no entendieron por qué lo hacía, ellos vinieron a buscar respuestas pero yo no, solo vine a ver el espectáculo... y al dragón.

Ignorándome a mí y mi falta de interés sobre la piedra filosofal, Harry preguntó sobre las protecciones que haya para la piedra filosofal, obteniendo así las quejas de Hagrid de que no deberían meterse en esos temas.

No hubieran obtenido nada si no fuera porque Hermione empezó a actuar algo coqueta y aduladora, manipulando así al inocente semigigante. Harry y Ron le dieron miradas de aprobación al ver que funcionaba, pero el rostro de Hermione se ponía cada vez más pálido al ver como en mi rostro aparecía una sonrisa perversa, sabiendo que cavó su tumba al actuar de esa manera frente a mí y que yo seguramente haría algo.

Los dos niños no notaron nada de nuestra interacción y estaban más concentrados en lo que Hagrid decía. Preguntaron al final si él era el único que conocía la forma de pasar por Fluffy, obteniendo la afirmación de que solo él y Dumbledore conocen el método, aliviando las preocupaciones de los niños.

Una vez ya más relajados, Ron se quejó del calor pidiendo si se podía abrir una ventana, pero fue rechazado. Era cierto que en este lugar ya estábamos transpirando por la alta temperatura, pero poder ver como las gotas de sudor corrían por el cuerpo de Hermione alimentaban una extraña llama en mi interior... creo que es momento de visitar a Tonks o Gemma esta noche.

En el momento que Hagrid rechazo la petición de mi hermano, miró inconscientemente a la chimenea en donde pudimos ver un gran objeto negro. Yo ya tenía mi mirada en el huevo de dragón desde un inicio, también usando mi [Sentir la vida] para ver si podía obtener más información sobre el dragón en su interior.

Hagrid se puso nervioso al ser cuestionado sobre el huevo de dragón ilegal en su casa, era muy malo para disimular o mentir.

"¿Dónde lo conseguiste, Hagrid?" Preguntó Ron, agachándose ante la chimenea para ver de cerca el huevo "Debe de haberte costado una fortuna" Dijo emocionado.

"Lo gané" explicó Hagrid "La otra noche estaba en la aldea, tomando unas copas y me puse a jugar a las cartas con un desconocido. Creo que se alegró mucho de librarse de él, si he de ser sincero"

"Pero, ¿qué vas a hacer cuando salga del cascarón?" Preguntó Hermione.

"Bueno, estuve leyendo un poco"dijo Hagrid, sacando un gran libro de debajo de su almohada a la vez que explicaba todo lo que encontró allí muy entusiasmado, satisfecho de sí mismo, pero Hermione no tenía la misma emoción.

"Hagrid, tú vives en una casa de madera" dijo, pero Hagrid no la escuchaba. Canturreaba alegremente mientras alimentaba el fuego.

No se pudo convencer a Hagrid de que era mala idea tener un dragón en su casa y los niños desistieron, haciendo que el viaje de vuelta sea una charla sobre lo horrible que seria si alguien descubriera que Hagrid tiene ese dragón.

Retomando las vidas diarias, Harry y mi hermano sufrieron por el trabajo extra dado por los profesores, a la vez que Hermione y las demás chicas sufrían por mi entrenamiento intensivo.

Las había ayudado mucho con mi habilidad de [Enseñanza] por lo que el estudio de primer año les fue muy sencillo, y para algunas personas como Hannah en sus materias fuertes, en este caso la herbología, tuvieron resultados más que sobresalientes.

Debido a que se les facilitó mucho su trabajo escolar normal, yo las exigí más en sus habilidades de combate. No las dejaría ir este año hasta que todas puedan lanzar "Expeliarmus" con cierta facilidad y a un objetivo en movimiento.

Al final todas terminaban exhaustas pero con mis habilidades de recuperación las obligaba a seguir adelante. Tuvimos buenos resultados para algunos y otros tendrían que practicar más, pero creo que lo lograrán.

Con mi refuerzo en las clases de combate, mis clases de baile se redujeron a nada más que ejercicios de estiramiento, los cuales me dejaban tan 'entusiasmado' que Gemma los 'sufría' más por las noches.

Con Penélope fue la única con quien no tuve tanto entrenamiento de combate y si seguí con nuestras clases de danza, en parte, impartiendo mis movimientos de mi danza de combate. Ella mejoró muy rápido y algunas de nuestras prácticas se volvieron espectáculos para los presentes.

Pansy ha logrado mucho desde que alejó a Draco de su mente. Conmigo recibe felicitaciones e incentivos constantes, por lo que su aprendizaje ha mejorado mucho al punto de sorprender a los profesores y otros alumnos.Las demás chicas también llamaron la atención por su buen desempeño, provocando una ola de peticiones de parte de las chicas de la Guarida para participar en las clases que daba, pero solo ganaron una conferencia de una hora todos los viernes, dada por uno de mis clones.

Otras chicas que mejoraron mucho fueron Ginny y Luna, a quienes me esforcé por enseñar. Con uno de mis clones, cada vez que Ginny podía tener una escusa para ir a lo de los Lovegood, impartía clases que llegaban a durar el dia completo. No es que quisiera sobreexplotarlas pero quería que estuvieran a un buen nivel para el futuro, además de que nos divertíamos mucho entrenando debido a que no era estricto en algunos aspectos.

Xenophilus me ayudó a pesar de que no estaba de acuerdo en que las niñas practicaran tanto, ya que creía que debían disfrutar más. Él les dio algunas clases más mientras no estaba. No niego que esto les puso algo de estrés en las niñas, pero solo serian estos días antes del final de mi año escolar.

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