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Capítulo 7: Expreso a Hogwarts parte 2

Capítulo muy largo, había muchas cosas que no quería poner en capítulos separados así que puse casi todo en el mismo capítulo.

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"Entonces tu padre trabaja en la oficina Contra el uso incorrecto de los artefactos muggles en el ministerio de la magia, pero no tiene idea del mundo no-mágico" dijo confundida "¿eso... no es?"

"Algo muy estúpido y una falla fatal en el sistema gubernamental mágico... si, si lo es"

"¿Entonces?" Pregunto muy decepcionada de la efectividad administrativa del ministerio.

"A los magos no les interesa el mundo muggle y lo terminan despreciando por lo que casi no tienen contacto con él, solo personas como tú, hijos de padres no-mágicos o mestizos tienen verdadero contacto con él, pero una vez descubren la magia se alejan de su mundo anterior, ya que se fascinan con el poder y las posibilidades que esta trae. Por esa razón casi nadie suele tomar estudios muggles en Hogwarts, unos ya la conocen y otras la desprecian causando que las oficinas relacionadas con el mundo no-mágico carezca del personal capacitado para su finalidad. Me disculpo con mi padre por mi opinión, pero aunque le guste el mundo no-mágico en realidad no lo ve más allá de lo que el mundo mágico le muestra de él"

"Esto es algo muy irresponsable, debería haber personas que sepan de lo que están trabajando, tal vez debería ver si en el futuro puedo ingresar al ministerio para hacer este trabajo como se debe"

"Por lo poco que he hablado contigo puedo ver que eres brillante, no te quedes con una meta pequeña como una oficina debajo del departamento de aplicación de la ley mágica a la que todos desprecian, si puedes ataca el problema de raíz. Apunta alto, esforzándote creo que podrías llegar a ser una gran ministra de magia y cambiar el statu quo del mundo mágico"

"Tú en verdad lo crees..."dijo algo ilusionada hasta que algo conecto en su mente "espera... si lo que dijiste es cierto ¿por qué pareces saber tanto del mundo no-mágico?"

"Desde que tuve la posibilidad, en secreto me he escapado al mundo muggle y lo veía con mis propios ojos, cosa que no entiendo por qué no lo hacen los otros magos, tienen muchas cosas maravillosas por sí mismas, los magos tienen sus cabezas tan llenas de sí mismo que se olvidan que hay algo más allá de ellos mismos. También me he llevado a mi hermana, nuestra amiga y su padre conmigo algunas veces"

"Eso suena genial, me hubiera gustado poder hacer lo mismo con el mudo mágico, no sé nada sobre el más de lo que me estás contando" dijo algo abatida.

"Si quieres puedes unirte a nuestro grupo de aventuras y organizaremos una excursión por el mundo mágico, pero a cambio tú tendrías que ser nuestro guía por el mundo muggle"

"Eso sería fantástico, estoy de acuerdo" respondió rápidamente muy emocionada

En medio de nuestra charla alguien llama a la puerta y dijimos "pase" casi al mismo tiempo. Entro una señora algo mayor con un carrito lleno de varios dulces y alimentos. "¿Quieren algo del carrito? queridos"

"Deme algunas ranas de chocolate y caramelos congelantes" le pedí a la señora del carrito.

Pago mi pedido y noto que Hermione mira el carrito y los dulces que compre desde un costado, pero no pide nada para ella.

"Quieres algo, yo invito, considéralo un regalo por nuestra primera reunión"

"No... está bien, te dije que mi padre es dentista y a él no le gusta que coma muchos dulces" dijo algo deprimida.

Vuelvo a mirar a la señora del carrito que estaba a punto de irse y la detengo.

"Deme uno de cada uno de lo que tenga"

Hermione me miro cuando puse tanta variedad golosinas sobre el asiento.

"Aquí tienes, sírvete"

"Pero ya te dije que yo..."

"Hermione, el mundo mágico tiene sus métodos para tratar sus dientes, no tendrás ningún problema, además, tu padre no sabrá que lo hiciste a menos que se lo cuente, y no planeo chantajearte tan pronto"

Ella seguía reteniéndose a pesar de que podía ver que realmente quería probar los dulces mágicos así que solo puse mis ojos en blanco y tome una rana de chocolate y le apunte con mi varita.

"Engorgio" recite mientras agite mi varita.

La caja comenzó a crecer hasta casi tener el tamaño de una pelota de fútbol. Hermione me miro asombrada por mi repentino hechizo, entonces apareció en mi rostro una casi imperceptible sonrisa sádica y con mi varita aun apuntando a la caja la abrí.

"Flipendo"

Salió mi hechizo y golpeo a la rana que estaba por saltar fuera de la caja. La rana gigante salió disparada al rostro de Hermione que no reacciono por la sorpresa repentina. La rana se había sujetado a su cara, ella estaba gritando y balanceado sus brazos adelante suyo con temor tratando de quitársela.

Me estaba riendo más fuerte de lo normal hasta que la rana dejo el rostro de Hermione saltando sobre el asiento antes de quedar inmóvil. Hermione tenía el pelo desarreglado y la cara roja y no paraba de respirar fuertemente mientras se sujetaba el pecho tratando de calmarse.

"jajajaja"

"Porque hiciste eso" Me grito enfurecida.

"Si Hermione no va a los dulces... entonces los dulces irán a Hermione jaja" Yo también estaba rojo por mi risa, nivel que me es poco común alcanzar.

"Te odio" rugió mientras me golpeaba con sus pequeños puños.

"Está bien... está bien fue una broma... tranquilízate no querrás ser acusada de homicidio en un tren" trate de detenerla, ya que tiene más fuerza de la que puede aparentar.

"Podrías solo habérmelos ofrecido como una persona normal" dijo aún enfadada.

"No estabas cooperando así que decidí usar un método más drástico. Ahora, te gustaría probar los dulces mágicos como una disculpa por lo que acabo de hacer" dije mientras le extendía un pastel de calabaza.

Ella me miro con ojos penetrantes por un momento y luego arrebato fuertemente el pastel de mis manos y empezó a comer con sus cachetes hinchados y con el ceño fruncido mientras me miraba.

"¿Que te parece?" le pregunte.

"Está bien"

"Bueno tienes uno de cada uno para comer así que disfrútalos, lástima que no venden dulces no-mágicos aquí"

"¿Por?" Con la boca llena, pregunto confundida.

"La mayoría de los dulces mágicos son divertidos, pero poco prácticos para comer, hay veces que me gusta comer una barra de chocolate simple sin que nada mágico ocurra" Le respondí mientras agarraba mi rana de chocolate gigante y cantaba con mi varita "Reducio" devolviendo la rana a su tamaño normal.

Hermione me miro aún enojada, pero más interesada en los hechizos que lance, dejo de lado su comida y me miro fijamente declarando que aún no me perdonaba antes de preguntar.

"¿Esos hechizos...?"

"Un año antes de que estemos yendo a Hogwarts me puse a practicar varios hechizos, sin ningún orden particular, vi aquellos que me parecían fáciles y prácticos y decidí aprenderlos"

"Tienes suerte de poder haberlos visto con tanta antelación, yo solo he probado unos pocos hechizos simples que me han funcionado en el corto tiempo que pude"

"¿Quieres... que practiquemos algo de magia?" Le pregunte tratando de que olvide mi broma anterior.

Ella se detuvo por un momento antes de reír levemente, saco su varita y me apunto a la cara.

"Claro... ¡densaugeo!"

No me esperaba esto. El hechizo me golpeo y pude sentir como mis dientes frontales se volvían más pesados y como crecían varios centímetros antes de detenerse. Para cuando el efecto termino ya parecía que podía picar madera con ellos.

"No dijiste que te gustaban mis dientes grandes y que me hacían lucir hermosa, bueno ahora tú tienes unos dientes más grandes que los míos así que debes de ser más hermosa que yo" se burló maliciosamente.

"Bueno eso no me lo esperaba" me rei junto con ella "pero tienes razón en que me parecen lindos, es más, si no me hubieras seducido con tus dientes ni siquiera te hubiera dirigido la palabra" hable de forma extraña debido a mis dientes agrandados.

"Bien ahora te ves igual de lindo entonces"

"No lo creo, como tú dijiste, debo ser como cinco veces más guapo que tú en este momento, arrodíllate ante la belleza de mis grandes dientes y suplica porque acepte tu humilde aprecio" dije pisando el asiento donde se sentaba con una mano en mi pecho y con un tono soberbio.

Ella se rio un poco por mi chiste, o por los dientes y mi manera de hablar, pero de todas maneras ya no parecía enojada por lo de antes.

"¿Estamos a mano entonces?"

"Podría decirse"

"Bien. Quería preguntarte, este hechizo no está entre los libros de primer año ¿dónde lo aprendiste? No pareces la clase de persona que aprende hechizos de broma" Pregunte verdaderamente intrigado.

"Cuando te vi en la librería tan concentrada me pareció que si los demás niños eran como tú me quedaría muy atrás así que compre algunos libros extras y lo encontré en uno de ellos"

"Ohh... y ¿No lo habías practicado antes?"

"La verdad no, es la primera vez que lo uso, creí que era correcto en esta situación" dijo inflando el pecho demostrando que me había dado una lección.

"Y no has pensado que es un poco peligroso lanzar un hechizo que nunca antes usaste en la cara de alguien, digo podrías haber perdido el control y haber hecho crecer mis dientes hasta que me perforen el estómago y abría muerto aquí, o tal vez hubieras hecho mal el hechizo y me hubiera explotado la cabeza y para cuado puedas llamar a alguien a que nos ayude ya hubiera sido demasiado tarde" le comente sin ninguna intención de asustarla en realidad

"No... yo... no pensé..." dijo mientras se ponía pálida al pensar en lo que pudo haber pasado si eso ocurría.

"Relájate, solo te digo que tengas más cuidado la próxima ves, o que lo uses en otra persona que no sea yo".

"Perdón, no lo volveré a hacer"

"está bien, que te parece si seguimos practicando algunos hechizos que no afecten a nuestra propia persona, hasta te enseñaré algunos que he aprendido, pero primero quitemos estos dientes antes de que alguien me vea y me otorgue tú título de reina castor"

Ella me miro feo una vez más. Mientras yo colocaba mi maleta en el suelo para luego abrirla y meterme dentro de ella. Hermione se interesó en mi maleta, es un hechizo de expansión pequeño, era únicamente una habitación de 2.5x2.5 donde guardaba mis cosas para el colegio.

Salí con un espejo y un libro. Tenía el libro en mi mano, era uno que personalice personalmente con el mercader utilizando los mejores materiales, inspirado en el libro de pociones de Snape había decido tener mi propio cuaderno donde anotar mis hallazgos y experiencias en mi camino de la magia.

Le pasé a Hermione mi libro junto con una pluma.

"¿Puedes escribir el hechizo que me lanzaste y referenciar el libro de donde lo sacaste? Creo que lo practicaré más tarde cuando me den las ganas de talar árboles o cobrar venganza"

"Si, claro" tomo la pluma ignorando lo que dije de la venganza.

Ella empezó a escribirlo mientras yo usaba el espejo para ver mis dientes mientras los encogía para no pasarme y que queden más cortos. Hermione terminó de escribir y se puso a hojear otras páginas donde había escrito algunas notas y otros hechizos o fórmulas de pociones además de algunas anotaciones sobre los animales que caze durante mi campamento con los Lovegood.

"... eh... podrías prestarme este libro, tiene varias anotaciones útiles, digo si o te importa" pregunto algo insegura.

"Si está bien, si te parece podemos compartirlo, ahí anoto todo lo que parece que me vaya a servir, eres muy inteligente y podríamos tener más resultados trabajando juntos, tómalo ahora y luego vamos llenándolo mientras transcurre el año"

"Genial... gracias" dijo genuinamente contenta al tratarse de aprender.

"Bueno sigamos haciendo un poco de magia" dije levantando mi varita.

Ella me siguió y por un tiempo seguimos lanzando hechizos inofensivos o intercambiando algunas ideas. Fue algo entretenido y pude enseñarle algunos hechizos que aprendí en el pasado, así como también le conté de algunas experiencias que tuve con ellos mientras cazaba los Gnomos de mi Jardín. Seguimos así por un rato hasta que nos cansamos y decidimos solo sentarnos y descansar mientras comíamos algunos de los dulces que quedaron.

Paso el rato y gran parte del viaje había transcurrido, Hablamos durante algún tiempo durante cosas varias hasta que la puerta se abrió de repente y un niño algo gordito con lágrimas en el rostro apareció en la puerta.

"Perdón ¿no habrán visto un sapo?"

"No"

"Yo tampoco"

"Lo he perdido otra vez, siempre intenta escapar de mí" lloro el niño.

"Está bien te ayudaremos a buscarlo" dijo Hermione tratando de consolarlo.

"Yo creo que si siempre escapa de ti deberías dejar de buscarlo y dejarlo libre"

El niño lloró más fuerte al escuchar lo que dije y Hermione me miro con una mala mirada.

"No hablas en serio, creí que dijiste que no eres tan malo como parecías, creí que estarías de acuerdo en ayudarlo"me replico Hermione.

"No tengo problemas en ayudar a alguien que lo necesite, pero tal vez he pasado mucho tiempo con personas que aman a las animales que se me han pegado algunas de sus ideas. Si su sapo siempre trata de alejarse de él tal vez sea mejor dejarlo libre, tal vez este mejor, sería cruel obligarlo a hacer tu voluntad a menos que seas esa clase de persona que no les importa. Si se va y no vuelve puede demostrar que sería feliz en otra parte, y si vuelve puede demostrar que si tienen un futuro juntos, pero si no le das la oportunidad de elegir solo muestra lo egoísta que puedes ser"

"Pero es un regalo de mi abuela" siguió llorando.

"Puede que si tengas razones para querer conservarlo, pero tendrás que decidir que si quieres conservarlo como quiere tu abuela y esperar que se rinda de tratar de escapar, o, darle la oportunidad de vivir una vida que le parezca mejor o quedarse contigo por su propia voluntad"

El niño siguió llorando sin saber que hacer, Hermione quería refutar lo que dije, pero no se le ocurrió nada así que decidí dar el golpe final.

"Dime Hermione, si yo te tuviera atrapada junto a mí en todo momento para que seas mi amiga y en varias ocasiones trataras de escapar de mí porque sufres al estar conmigo, no preferirías que te deje elegir si estar conmigo por propia voluntad a que te retenga a la fuerza para que me quieras"

Eso la dejo completamente vencida, hasta parecía suspirar fuertemente mientras se daba cuenta de que no pensó en tal situación siendo ella remplazada por el sapo. Pero aun así pareció decidida a ayudar al niño.

"Puede que tengas razón, pero por lo menos dejemos que él tome la decisión una vez lleguemos a la escuela, no dejemos al sapo perdido en el tren para que moleste a otros pasajeros"

"Gracias... gracias..."Contento casi gritando el niño al ver que lo iban a ayudar a encontrar a su sapo.

"Hermione Granger" se presentó antes de darme una fuerte mirada como si fuera una orden.

"Red Weasley" Dije ante la mirada penétrate de Hermione.

"Neville... Neville Longbottom" tartamudeo

"Bueno Vamos a buscar a tu sapo" Dijo Hermione mientras se levantaba.

"Pueden ir ustedes, yo sigo creyendo que deben dejarla libre, me quedaré a descansar un rato mientras lo buscan" dije mientras me acostaba en el asiento.

"Bueno"Hermione solo se enfurruñó un poco pero decidió seguir adelante

"Cuidaré el fuerte hasta que vuelvas" fue lo que alcance a decir antes de que se vayan.

No mentía con lo de dejar libre a Trevor, siempre causo problemas a Neville según recuerdo. Además, no quería encontrarme con Potter y mi hermano, no es que vaya a mantenerme al margen de toda la historia porque estoy seguro de que no será posible, pero espero tener cierta distancia y moverme por mi cuenta. En cuanto a Hermione, no pensé en apartarla de ellos y evitar que vaya a conocerlos, podemos ser amigos sin que interfiera con las aventuras del trío, supongo... tal vez si trate de cambiar algunas cosas.

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(Esta parte es un extra, completamente innecesario, un error de escritor novato. Si quieres puedes saltarlo, es simplemente la misma escena desde la perspectiva de Hermione. La siguiente escena esta en el próximo /---/)

POV Hermione.

Estaba esperando a que el tren comience a moverse mientras volvía a revisar el 'libro reglamentario de hechizos' de Miranda Goshawk. Todavía recuerdo al niño de cabello rojo que vi en la librería, se veía tan concentrado y dedicado... y tenía algo misterioso en el que me dio tanta curiosidad.

¿Debería haber intentado hablarle? Aunque no parecía que se tomaría bien que interrumpiera su lectura, yo no lo hubiera tomado bien. Concéntrate Hermione, no puedes quedarte atrás, tienes que trabajar más duro para alcanzar a los demás.

En ese momento alguien toco la puerta antes de abrirla y mi cerebro no podía procesar lo que veían mis ojos, era el mismo niño que en la librería.

"Hola¿Me puedo sentar aquí?" Me pregunto.

Su presencia era muy fuerte, parecía completamente seguro de sí mismo aunque tenía el rostro muy serio, no conecte lo que dijo por un momento, pero pude reaccionar lo suficientemente rápido para no quedar mal.

"ehh... ah, si claro" tonta Hermione no te pongas nerviosa me dije a mi misma al responderle de forma tan torpe.

Él se sentó frente a mí, seguía con ese rostro serio, tal vez este enojado, podría enfadarlo si le pregunto... Por otro lado, su color de cabello es tan raro, pero se ve tan natural al mismo tiempo, sus ojos también son de color rojo sangré aunque no tan fuerte como su cabello. ¿Será un Vampiro? Leí sobre ellos, pero se supone que no pueden ir a Hogwarts.

Él estaba mirando por la venta mientras yo lo miraba disimuladamente utilizando mi libro como tapadera, afuera del tren había una niña pelirroja corriendo, parecía estar hablándole ¿Será su amiga? ¿O su familia? No se parecen mucho.

El saco su mano por la ventana y la saludo y por un momento cuando se dio vuelta pude ver una sonrisa en su rostro. Exudaba una gran tranquilidad y se veía hermoso junto con su peculiar aspecto, parece que no está del todo enojado si puede dar una sonrisa tan sincera.

Él se volvió para mirarme, creo que me vio observándolo, que vergüenza. Me tapé con mi libro lo más rápido que pude, pero me temblaban un poco las manos. Él no dijo nada así que volví para darle otra mirada. Él estaba sacando un libro de su maleta, que bueno que no me presto atención.

El libro que comenzó a leer estaba muy roto y descuidado, supuse que alguien con tanto amor por la lectura como yo sabría tratar bien a sus libros. Que decepción podríamos haber sido amigos, pero no me juntaría con alguien que trata así a sus libros.

"Deberías cuidar mejor tus libros" Dije algo disgustada, pero me arrepentí en un instante. No sabía de donde había sacado el valor para decírselo, solo estaba pensando que debería ser más amable con sus cosas, pero termine diciendo tonterías de forma arrogante, espero no haberme metido en un problema antes de llegar siquiera a la escuela.

"No es que no los cuide..."Respondió.

Tonta Hermione, como a alguien que le gusta leer tanto no cuidaría sus libros, tenía que abrir mi boca y hacerle confesar que su familia no podía comprarle algunos nuevos, por esto no puedes hacer amigos.

Trate de disculparme lo más pronto posible y por suerte no se enojó conmigo, dijo no podía saber que su familia era pobre porque era la primera vez que nos vimos. Ciertamente no puedo culparlo por su situación, yo sería igual si estuviera en sus zapatos, si mi familia estuviera en la misma condición hasta el libro más maltrecho sería un tesoro. Él es algo diferente a los demás niños, los demás ya me habrían gritado aunque sea la primera vez que nos vimos como lo han hecho antes, es bastante bueno, tal vez si podamos ser amigos.

Aunque estaba equivocado en algo, yo si lo había visto antes, debería decírselo, aunque eso me dejaría en una mala posicion, ya que la excusa de antes por juzgarlo no serviría. Una parte de mí quiere decir la verdad, pero otra parte no quiere perder la oportunidad de entablar una amistad, supongo que lo diré y será lo que dios quiera.

"Bueno... de hecho te vi una vez..." termine contándole que lo vi esperando un reproche.

Él no hizo lo que esperaba, no me pidió que me disculpara con él por lo de antes aun si lo había visto con anterioridad, bueno fue desde lejos y no habría podido juzgar su estado económico en esa situación, pero aun así esperaba algo. No, él se disculpó conmigo por no prestarme atención en ese momento, puede que lo diga solo por decir, pero me hace sentir bien que eso le importe. Además, parece que el también estaba ansioso por ingresar a Hogwarts, tal vez él era alguien como yo que recién ingresaba al mundo mágico, pero eso no podría ser si dijo que estuvo preparándose por todo un año.

"Está bien te vi desde lejos..." Empece a hablar sin darme cuenta de todo lo que decía, me sentía emocionada de encontrar a un compañero con ideas afines y termine contando muchas cosas sin controlarme hasta que sentí un par de manos en mi boca. Estaba por quejarme, pero en un instante sentí algo recorriendo mi cuerpo que me dio una sensación de tremenda calma, parecía que estaba en la cama más cómoda del mundo y me sentía completamente segura. El retiro las manos y la sensación se fue, es una lástima, quería seguir sintiéndola, pero no podía decírselo, tal vez uso magia, pero no leí de ninguna magia como esa aun.

"Detente por favor..." me dijo.

Otra vez no me controle y me avergoncé a mi misma, le dije tantas cosas sin ninguna razón sin siquiera presentarme primero, quizás a él no le interesa nada de lo que digo. Tal vez tenga razón de que hablo mucho, aunque fue algo grosero al decir que sabe más de mí que de su propia hermana, tampoco dije tanto... creo...

"Lo siento... Soy Hermione Granger" decidí presentarme para enmendar mi error.

Él pareció asombrarse un poco aunque no pude distinguirlo bien, ya que su cara no pareció cambiar durante toda nuestra conversación.

"Es un placer, soy Red... Red Weasley"

"¿Red?" Pregunte otra vez en vos alta sin querer. No podía entender por qué alguien se llamaría así, sus padres no le habrán puesto ese nombre solo por su color de pelo¿Verdad? Tal vez sea una costumbre de los magos, tengo que investigar antes de hacer las preguntas equivocadas y humillarme a mi misma otra vez ante los otros niños.

"Larga historia..." Respondió a mi pregunta.

No pensé que alguien sé cambiaría su propio nombre nada más porque le gustara más otro, digo estaría bien que se lo cambiara si fuera un nombre horrible pero... También dijo algo sobre presentarse a los demás y ser fácil de reconocer, no sé si lo decía en serio o era una broma, su rostro seguía sin cambiar y no sé cómo reaccionar.

Rápidamente, al ver mi confusión me aclaro que era una broma y solo pensé en disculparme con él, ya que no lo entendí por su seriedad y no quería quedar mal, pero él soltó otra bomba.

Tonta, tonta, tonta porque otra vez tenemos una conversación incómoda, como iba a saber que tenía un problema como ese, aunque eso explicaría algunas cosas, ningún niño sería tan serio, porque siempre tengo que decir las cosas equivocadas cuando estoy tratando de hablar con alguien.

Trate de disculparme porque puede que él se sienta mal por su situación, pero él dijo que dejara de disculparme por todo. Tiene razón no he hecho nada más que pedir disculpas en toda nuestra charla, pero es que él me pone nerviosa y no sé bien cómo actuar.

Trate de calmarme y aunque me pidió cambiar de tema tenía curiosidad, dijo que no le molestaba así que no veía problemas en preguntarle un poco sobre su condición, así que lo hice. Parece que volví a hablar mucho nuevamente, así que luego de darme cuenta trate de callarme para que él pudiera hablar.

Me dijo terca y me enoje un poco aunque puede que tenga razón, pero mi enojo se fue rápidamente cuando lo escuche decir que no pudieron hallar la razón de su condición lo que era algo triste, pero me intereso mucho cuando hablo sobre los medimagos.

Le dije que me parecían interesantes y termine soltando otras cosas como que mi padre era dentista en el camino otra vez debido a los nervios.

El término sugiriendo un juego para que ambos conociéramos el mundo del otro, parece que él también quiere conocer el mundo no-mágico, eso es genial podríamos intercambiar mucho conocimiento entre nosotros y podría ver más la distancia que hay entre los demás niños y yo. Quería aceptar de inmediato, pero no quería parecer desesperada así que solo asentí mientras demostraba mi aprobación.

Y el juego me pareció genial hasta que toco mi punto débil. Yo extrañando a mis amigos, si podría ser, si los tuviera, quería mentir para no quedar como una antipática soltaría, pero tal vez se daría cuenta así que simplemente dije la verdad.

Pensé que como antes él solo lo ignoraría, o eso esperaba, pero me dijo que tengo una actitud mandona y que por eso no tengo amigos. Quien se cree para decirme tal cosa, apenas nos conocemos, él no sabe nada de mí para juzgarme de esa manera. Estaba irritada, y tal vez sea porque quizás si tenga razón.

Él me explico lo que quiso decir, que él también tuvo problemas por su actitud. Puede que si sea algo mandona a veces y si tiene razón en que no puedo controlarlo, tal vez no me di cuenta cuando empezó, pero si dice la verdad tal vez si pueda corregirlo y empezar a tener amigos. También menciono que los verdaderos amigos me aceptarían como soy, como me gustaría tenerlos si es que en realidad serian así.

Él tenía razón en algunas cosas así que solo lo acepte y le dije que puede estar en lo cierto, pero que no es solo mi culpa, no lo es, los demás tampoco buscaron hacer amigos conmigo, se han burlado de mi aspecto y aunque trate de buscar otras formas de agradarles, aunque me esforcé por tener buenas notas para tratar de caerles bien demostrando mi capacidad, solo se alejaban de mí aún más.

Él se rio de lo que dije, pero aun así su rostro no se movió mucho. No entendía que le era tan gracioso y se lo reproche. Ahora que me cuenta el porqué se ríe, me doy cuenta de que no lo había mirado desde su punto de vista. Que es no hacer amigos en la escuela en comparación con poder terminar siendo abandonado por tus padres por no poder expresar emociones, yo no sabría qué hacer en esa situación. No quería mostrarle que era menos que él, pero sabía que no era nada en comparación así que solo acepte la derrota.

Pensé que termino, pero empezó a burlarse de mis dientes y cabello, que me hacen ver hermosa, como si fuera cierto, todos me han dicho lo grandes que son mis dientes y lo desordenado que está mi cabello. Le dije que dejara de burlarse y quería cambiar de tema porque podía sentir como mis lágrimas empezaban a formarse en mis ojos.

Pero él dijo que no se burlaba, que en verdad me hacían ver bonita con un aspecto infantil, no quería que me dijeran que era una niña pequeña, pero si me sentí muy bien con lo que dijo. Yo en realidad... me hacen ver bonita, es lo único que podía pensar, ya que es la primera vez que otro niño de mi edad le parece bonito en vez de solamente algo más de lo que burlarse.

Ahora quería de cambiar de tema aún más porque me estaba poniendo muy roja por las ideas que recorrían mi cabeza así que decidí retomar nuestro juego y preguntarle sobre su educación.

Parecía que fue educado en casa, no es como que no haya escuchado de eso antes, pero me sorprendió un poco que todos los niños hijos de magos lo hicieran. También menciono de nuevo a sus hermanos y tenía curiosidad de sí podrían tal vez ser como él, tal vez la niña pelirroja que corría el tren si era su hermana. Así que decidí preguntar.

"Conmigo somos 8" me dijo

Estaba en shock, ocho hermanos, eso es bastante, no es imposible, pero si sería muy poco común. Tal vez los magos tienen tradiciones diferentes y como en la edad media buscaban tener muchos descendientes o haya alguna otra razón, ahora que yo era una bruja quizás también tendría que tener tantos hijos. Todas las mujeres que me contaron lo doloroso que fue su parto vinieron a mi mente en este instante, por un momento pensé en si podría salir del tren y volver a casa e ir a una escuela normal por tonta que sonara la idea, pero Red me dijo que justo era un caso particular de su familia que buscaba tener una hija. Lo entiendo, pero tal como dijo él, yo también me hubiera rendido hace mucho.

Seguimos hablando de muchos temas, me enteré de que todo el miedo que sentía de quedarme atrás eran falsos porque los niños del mundo mágico no están tan familiarizados con la magia hasta que van a Hogwarts, y que puedo estar a un nivel más alto con todo lo que estudie, aunque eso fue a la excepción de Red que según él era diferente a los demás niños y como yo estudio mucho antes para estar preparado.

También me contó de lo que trabajaba su padre, pero ¿Como alguien que trabaja en fuerte contacto con el mundo no-mágico puede no saber nada de él? Es un completo inútil, aunque no lo dije porque no quería faltarle el respeto a su familia.

Parece que él también piensa como yo, es incorrecto que alguien que no este capacitado ocupe un lugar tan importante, además me dijo que los magos desprecian el mundo muggle, no entiendo el porqué y parece que Red tampoco, creo que es muy bueno si piensa de ese modo.

Consideré que tal vez viniendo de una familia de no-magos me sería fácil aprender sobre el uso incorrecto de artefactos muggles y quizás poder buscar empleo en esa oficina para tratar de corregir ese error. Pero él me dijo que no debería hacerlo, por un momento creí que no me consideraba capaz, después de todo solo soy una niña que todavía sabe poco y nada de este nuevo mundo y me deprimí un poco, pero lo que me dijo me hizo darme cuenta de que estaba equivocada. Lo que dijo me hizo muy feliz, opinaba que yo debía apuntar más alto, que podría llegar a ser ministra de magia, no lo había pensado, pero dentro de mí sentía que sonaba cada vez mejor.

Pero luego me di cuenta de algo, Red conoce muy bien el mundo mágico que en comparación a los otros magos según lo que dice¿por qué?

Resulta que se escapaba para ver un mundo diferente al suyo, me hubiera gustado hacer lo mismo, salir con amigos a ver lo desconocido sería bonito, pero no serian solo ideas en el futuro, él me dejo unirse a su grupo de aventuras, podría viajar por el mundo mágico y conocer más lugares a cambio de mostrarles el mundo no-mágico, eso sería fantástico ya estoy esperando que llegue el momento.

Hablar con él, a pesar de no expresar nada en su rostro, se volvió muy cómodo, como si hablar con el fuera natural y sin barreras, sus cumplidos me hacían feliz y sus quejas me entristecían, todo era muy simple una vez te acostumbrabas, no sé por qué nunca pude hablar de esta manera con ningún otro niño.

Pasamos el rato perdidos en nuestra conversación hasta que alguien llamo a la puerta. Una señora mayor que empujaba un carrito lleno de dulces, se veían tan curiosos y apetitosos, pero no iba a comerlos. No es que no pudiera pagarlos, mis padres cambiaron varias libras a galeones para que tenga algo para cuando esté en la escuela, pero a mi familia no le gusta que coma muchos dulces así que tengo que contenerme... pero tal vez uno no estaría mal.

Red compró algo de chocolate y caramelos fríos según lo mencionó, supongo que se asemeja a su personalidad... o bueno, lo que aparenta. Él me vio con mi rostro indeciso y pareció pensar que no podía pagarlos y se ofreció a comprarme algunos, pero tuve que rechazarlo.

Luego él decidió comprar uno de cada uno, no se para que, no creó que me los restregué en la cara, no es ese tipo de persona. Volvió a ofrecérmelos y me dio razones muy buenas para que lo haga, pero aun así no quería desobedecer a mis padres, sentía que estaba mal.

Vi como ponía los ojos en blanco por mi insistencia, tal vez si deba aceptarlo, él ya los compro, podría devolverle el dinero, pero no creo que aceptase, tal vez comprarle algo en el futuro estaría bien.

Él había sacado su varita y apunto a la caja que tenía en la mano ¿Planeaba hacer algo de magia en los dulces? Él recitó un hechizo y la caja creció, estaba fascinada, había practicado algunos hechizos simples que funcionaron, pero aun así me gusta bastante poder ver más formas de magia.

Luego paso algo que no esperaba, el que nunca cambio su rostro ni una vez en nuestra conversación sonrió levemente, pero esa sonrisa no me daba una buena vibra. Cuando abrió la caja que parecía tener una rana de chocolate lanzo otro hechizo, no pude reaccionar a tiempo cuando vi que algo salía volando a mi rostro y para cuando me di cuenta todo se volvió negro.

Sentí como algo se aferraba a mi cara, me sacudí todo lo que pude tratando de quitármelo, estaba asustada, no podía respirar bien y no podía ver nada, y por más simple que fuera quitármelo no podía pensar con claridad y solo agite mis manos fuertemente para tratar de sacarlo de mi rostro

Luego simplemente salto fuera de mi rostro para caer en el asiento de enfrente para quedar inmóvil, era una rana de chocolate que casi me asfixia. No podía parar de respirar fuertemente tratando de recuperar el aliento y lo único que escuchaba es la risa de la persona que causo todo eso. Estaría asombrada de la fuerte risa que dio teniendo en cuenta su condición si no fuera porque estaba completamente furiosa. Casi me mata, bueno tal vez no, pero aun así me dio un susto terrible.

Le pregunte muy enojada de porque demonios hizo tal cosa, lo único que me dijo fue que era para que aceptara los dulces que compro. ¿No podía hacerlo como una persona normal y no como un maldito lunático? " Te odio" le grite y, olvidando todos los modales que me enseñaron desde niña, empece a golpearlo para aliviar mi ira.

Me pidió que me detuviera, que podría causar un asesinato, y lo dice la persona que casi me mata. Pare de golpearlo porque me calme un poco más luego de liberar un poco de mi malhumor y él decidió usar los dulces como disculpa. Pudo haber solo insistido un poco más y no hubiera pasado todo esto, estaba a punto de ceder antes de que me tirara una rana en la cara. Ya no tenía la paciencia para pensar si lo que hacía estaba bien o mal así que solamente tome con fuerza el pastel de su mano y me puse a comer mientras lo miraba fijamente.

Me preguntó como estaba, pero no quería que creyera que olvide todo esto así que nada más le dije que estaba bien, cosa que era cierta, pero aún quería demostrarle mi descontento. Él mencionó que le gustaría que también ofrecieran dulces no-mágicos, ya que le gusta la simpleza de simplemente comer un dulce sin que nada mágico ocurra, y ahora creo que lo entiendo un poco, no volveré a ver esas ranas de chocolate como antes, si tuviera que elegir preferiría los dulces que no saltan a mi cara a los que si lo hacen.

Él agarró la rana sin vida que estaba a su lado y volvió a lanzarle un hechizo para que se encogiera. Si no hubiera sido por el shock y la furia que tuve antes habría analizado los hechizos que lanzaba, ya que a pesar de podido realizar algunos aún tenía mucho interés en lo que se podía realizar con la magia. Ahora que lo vi nuevamente iba a preguntarle sobre ellos.

Todavía mostre un rostro malhumorado apropósito a pesar de que ya me calme bastante después de comer, y le pregunte. Él los había aprendido durante su año de preparación, que suerte tuvo, me hubiera gustado poder hacer lo mismo, es injusto.

Él me ofreció si quería que practiquemos magia tratando de pasar por alto su ofensa anterior y ahí recorde ese hechizo que estaba fuera de los libros solicitados, ese hechizo que me pareció muy horrible en su momento, pero que ahora parecía ser el más adecuado.

Puse involuntariamente una sonrisa muy maliciosa sabiendo que iba a tener mi venganza, saque mi varita y la apunte directamente a su rostro.

"Claro... ¡densaugeo!" Le respondí.

Pude ver como mi magia funciono perfectamente bien a pesar de ser la primera vez que lo intentaba, sus dientes frontales empezaron a crecer hasta ser más largos que mis dedos, el había mencionado que le gustaban los míos así que le di los suyos propios 'toma un poco de tu propia medicina' es lo que pensaba mientras me reía bastante, no me gusta pensar que soy rencorosa, pero me sentí muy satisfecha con esto.

Él también pareció tomarlo bien y no se enojó, me dijo que tenía razón en que le parecían lindos mis dientes y fue solo porque lo seduje con ellos que se acercó a mí, ja como si fuera posible, pero me pareció divertido cuando exigió que me arrodillara ante él al tener los dientes más grandes que yo, más aún cuando sonaba tan extraño al no poder cerrar su boca.

Ambos nos reímos de la situación e hicimos tregua, parecía como si lo de antes nunca hubiera pasado, creo que así se siente tener amigos con los que bromear.

Él me pregunto de donde lo aprendí y le comente de donde y porque. Para que luego me preguntara si lo había usado antes y cuando le dije que no, me presentó algunas suposiciones de lo que pudo haber pasado. Recién me había dado cuenta de lo irresponsable que fui, pude haber hecho algo horrible si es que algo no salía bien, el trato de calmarme luego de verme tan aterrada y funciono, pero aun así me recordaré no ser tan impulsiva en el futuro.

Luego me sugirió que sigamos practicando magia, hasta iba a enseñarme nuevos hechizos, estaba muy emocionada y feliz, parecía que era navidad. Pero también mencionó un chiste sobre mi título de "reina castor", en el futuro me vengaré una vez más. 'Yo no soy una reina castor, tú eres una reina castor' pensé enfadada.

Lo vi poner su maleta en el suelo y abrirá para luego entrar en ella, eso me sorprendió, antes no me había dado cuenta de que la maleta era más grande por dentro que por fuera, 'es un hechizo de extensión' supuse.

Lo vi sacar un espejo y un libro. Me paso el libro, parecía de muy alta calidad y muy caro, no parecía concordar con lo que dijo que su familia era pobre, pero luego recordé que dijo haber trabajado para comprarse algunas cosas.

Él me pidió si podía anotar el hechizo en el libro y menciono algo de tomar venganza, pero no dije nada, ya que yo planeaba hacer lo mismo. Cuando revise el contenido me di cuenta de que tenía muchas anotaciones y algunos dibujos o fotos, era como un diario, pero a la vez como un cuaderno de estudio, tenía varias cosas interesantes, desde opiniones sobre algunos hechizos a algunas experiencias aplicándolos en la naturaleza, por un momento quede maravillada, ya que era distintos a los libros que tenía y seria de mucha ayuda para mi estudio.

Dude por un momento, pero le pregunte si me lo prestaría, no me enojaría si no lo hiciera, ya que parece ser muy personal. Pero él estuvo de acuerdo y me ofreció para que trabajemos juntos en él, su oferta imposible de rechazar, era mejor de lo que quería, podía aprender mucho de él y tener alguien con quien estudiar y no tendría que preocuparme de terminar quedándome sola como en mi anterior escuela así que acepte rápidamente.

Seguimos practicamos magia y él me contó un poco sobre sus aventuras, eran muy interesantes, ya espero poder ir con él a sus excursiones, pero tendremos que esperar a nuestras vacaciones. En eso, alguien abrió la puerta, era un niño llorando, parecía que había perdido su sapo y lo estaba buscando.

Trate de consolarlo, pero Red no ayudo, pudo haber sido algo insensible, le cuestione por lo que dijo y le replique que él no es lo que parece así que no actúe de esa forma, yo sé que es bueno por dentro aunque los demás no lo vean. Pero su razonamiento no estaba mal, puede que tenga razón, pero no era su decisión así que aun seguía con mi postura, por lo menos hasta que me uso como ejemplo y ahí no pude replicarle nada porque en esa situación me gustaría que haya alguien como red para dejarme libre.

Suspire y acepte la derrota, en realidad con mi experiencia reciente con la rana de chocolate tampoco quería ir a buscar el sapo, pero era lo correcto, al menos no podíamos dejarlo en el tren, si iba a ser libre lo será cuando lleguemos a la escuela. Decidí ayudar al niño a buscarlo, trate de que Red me acompañara para no hacerlo sola, pero decidió quedarse en el vagón durmiendo, al menos me hubiera acompañado como un caballero, pero parece que es mucho pedirle, salí algo irritada a buscar un sapo.

...

Termine mi búsqueda más enojada que cuando comenzó, no podía creer que dos hermanos podrían ser tan diferentes, que molesto, trate de apurarme porque estábamos llegando y ni siquiera me he cambiado. Entre de vuelta a mi compartimento y me encuentre a Red tirada en el asiento dormido, parece que tendré que despertarlo.

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POV 3ra persona.

En un compartimiento cerca del final del tren se encontraba sentado un niño pequeño y escuálido, se veía unos años menor a lo que realmente tenía debido a la mala alimentación y maltrato que sufrió durante su niñez. Tenía cabello negro y ojos color verde, llevaba unas gafas redondas que parecían haber sido reparadas varias veces de forma tosca.

Estaba viendo a un niño pelirrojo, flacucho y pecoso con una larga nariz que había abierto la puerta de su compartimento.

"¿Hay alguien sentado ahí? Todos los demás vagones están llenos." Le pregunto el niño.

"Seguro" le contesto el niño de las gafas.

El niño pelirrojo está por sentarse en el asiento cuando de la puerta salen otros dos pelirrojos completamente iguales.

"Hey Ron" dijo uno de ellos

"Vamos a ver a Lee Jordan, tiene una tarántula y queremos verla" Siguió el otro de los gemelos.

"Harry ¿Nos hemos presentado? Fred y George Weasley."

"Y él es Ron, nuestro hermano. Nos veremos luego" dijeron y se fueron a ver la araña de Jordan.

Los niños siguieron hablando entre ellos. Ronald Weasley se sorprendió mucho al saber que el niño que tenía delante era el famoso Harry Potter, quien derrotó a quien todos saben. Así mismo, Harry estaba igual de interesado en Ron, un niño de una familia de magos que debió estar en contacto con la magia desde que era muy pequeño, a diferencia de él que debido a la muerte de sus padres había tenido que vivir en una familia como los Dursley.

"...me hubiera gustado tener tres hermanos magos" dijo Potter al recordar la escena cuando ingreso a la estación.

"Seis" Corrigió Ron algo insatisfecho "Soy el séptimo en nuestra familia que va a asistir a Hogwarts. Bill y Charlie ya han terminado. Bill era delegado de clase y Charlie era capitán del equipo de quidditch. Ahora Percy es prefecto. Fred y George son muy bromistas, pero a pesar de eso sacan muy buenas notas y todos los consideran muy divertidos. Y Luego se encuentra mi hermano Gemelo Red, él es un fenómeno que no tiene sentimientos, pero aun así siempre le salen las cosas bien. Todos esperan que sea tan bueno como los demás, pero si lo hago tampoco será gran cosa, porque ellos ya lo hicieron primero. Además, nunca tienes nada nuevo, con seis hermanos. Me dieron la túnica vieja de Bill, la varita vieja de Charles y la vieja rata de Percy. Me hubiera gustado tener cosas nuevas como Red, pero no tengo dinero, tiene suerte de que le guste a la hija de los Lovegood para que su padre le dé un trabajo con lo que pagar sus propias cosas." Se quejó el niño pelirrojo mientras mostraba su túnica remendada, su varita algo astillada y una rata gorda y gris que saco de su chaqueta.

"La Rata se llama Scabbers y no sirve para nada, casi nunca se despierta. A Percy, papá le regaló una lechuza, porque lo hicieron prefecto, pero no podían comp... Quiero decir, por eso me dieron a Scabbers" Se corrigió mientras sus orejas se ponían de color rojo al darse cuenta de que había hablado de más.

"¿Tienes un hermano gemelo? Porque no está aquí contigo" pregunto Harry al recordar lo cercanos que eran Fred y George pensando que Ron tendría la misma relación con su hermano.

"No me sentaría en la misma cabina que él ni aunque fuera la última en todo el tren" se quejó Ron.

"¿No se llevan bien?", pregunto Harry confundido de las diferentes relaciones que tenían los gemelos dentro de una misma familia.

"Ni siquiera creo que seamos hermanos realmente, si o fuera porque recibió su carta a Hogwarts seguiría creyendo que es un vampiro como decían mis hermanos mayores" dijo antes de intentar cambiar de tema.

Los niños siguieron hablando de varios temas luego de eso. Pasó el tiempo y en un momento paso la señora del carrito a ofrecerles si querían algo, Ron avergonzado un poco por la pobreza de su familia y que no tenía dinero para comprar nada del carrito y tendría que conformarse con los bocadillos que le había preparado su madre y se negó. Harry, por otro lado, siendo la primera vez que tenía algún dinero propio y expectante lo que sería poder comer dulces el mismo decidió comprar un poco de todo.

Harry le ofreció a Ron de sus dulces al ver como a este se le hacía agua a la boca. Se resistió un poco al principio, pero termino aceptando y terminaron comiendo juntos durante el viaje. Harry logro conocer varios datos del mundo mágico a través de Ron luego de abrir una rana de chocolate que contenía un cromo de Albus Dumbledore.

Pasaron así un rato hasta que alguien golpeo su puerta. Entro un niño algo regordete que Harry había visto antes en la estación.

"Disculpen ¿No han visto un sapo?" Dijo el niño llorando.

Cuando los dos negaron con sus cabezas gimió más fuerte.

"Tal vez si daba dejarlo ir, siempre se escapa" dijo antes de irse sin decir ni una palabra más.

A los dos niños les parecía raro la apariencia triste del niño por la perdida de un sapo.

"No sé por qué está tan triste. Si yo tuviera un sapo lo habría perdido antes de llegar a Hogwarts" dijo a pesar de que él había traído a una rata debido a que sus padres no podían comprarle otra mascota. Ron miró a la rata gris vieja y casi inmóvil y dijo.

"Podría estar muerta y no te darías cuenta"

En ese momento se le ocurrió una idea para lucirse frente al famoso 'niño que sobrevivió', saco su varita desgastada y le dijo al niño Potter.

"Ayer traté de volverla amarilla para hacerla más interesante como me dijeron mis hermanos, pero el hechizo no funcionó. Te lo voy a mostrar, mira... "

Estaba a punto de agitar su varita cuando la puerta del compartimiento volvió a abrirse interrumpiéndolo. El niño del sapo había vuelo junto con una niña, ella tenía los dientes frontales bastante largos, mucho pelo castaño y estaba vestida con ropas del mundo muggle, ya que no había tenido tiempo de cambiarse hasta ahora debido a las interesantes conversaciones que había tenido con su compañero de viaje.

"¿Alguien ha visto un sapo? Neville perdió uno" dijo con voz mandona.

Parecía que la niña se había dado cuenta de su tono y recordo le que le dijeron hace no mucho tiempo, cambio un poco el rostro, pero decidió ignorarlo por el momento y seguir buscando el sapo primero.

"Ya le hemos dicho que no" contesto Ron algo molesto, pero la niña no lo escucho. Estaba más interesada en la varita que tenía en la mano porque hace poco estuvo practicando varios hechizos y se interesó en lo que otros niños podían ofrecer.

"Oh, ¿estás haciendo magia? Entonces vamos a verlo." Se sentó y Ron pareció desconcertado.

"Eh... de acuerdo" Se aclaró la garganta "Sol, margaritas, suave mantequilla, haz que esta rata estúpida y gorda se vuelva amarilla" Recito.

Él agitó su varita, pero no paso nada, la rata seguía del mismo color que tuvo siempre. La niña parecía decepcionada, pensó que podría ver a otras personas lanzando algunos hechizos como lo hizo anteriormente, aunque dentro de sí misma se relajó un poco al ver que no todos los niños eran tan buenos como ella o su compañero lanzando hechizos, quitándole así algo de la presión que se autoimpuso anteriormente.

"¿Estás seguro de que es el hechizo correcto?" Preguntó la niña "Bueno, no parece muy efectivo, ¿no? Yo probé unos pocos sencillos y aprendí algunos mientras viajaba en el tren y funcionaron. Nadie en mi familia es mago, fue toda una sorpresa cuando recibí mi carta, pero también estaba muy contenta, por supuesto, ya que esta es la mejor escuela de magia, por lo que sé. Ya me he aprendido todos los libros de memoria, desde luego, espero que eso sea suficiente... Yo soy Hermione Granger. ¿Y ustedes?"Dijo todo rápidamente.

Hermione al ver el estado de shock de los dos niños se reprendió a sí misma y se puso un poco roja al ver que si tenía un problema con hablar muy rápido como le habían dicho.

"Ron Weasley"

"Harry Potter"

Al escuchar el nombre del niño pelirrojo se sorprendió un poco al darse cuenta de que era el gemelo del extraño niño que la estuvo acompañando durante todo el viaje, pero dejo esos pensamientos de lado cuando escucho el nombre de Harry Potter.

"¿Eres realmente tú?" Dijo Hermione" Lo sé todo sobre ti, por supuesto, conseguí unos pocos libros extra para prepararme más y tú figuras en Historia de la magia moderna, Defensa contra las Artes Oscuras y Grandes eventos mágicos del siglo XX."

"¿Aparezco yo?" Dijo Harry sintiéndose confundido

"Dios mío, no lo sabes. Yo en tu lugar habría buscado todo lo que pudiera sobre mí si fuera famosa" dijo Hermione para luego dirigirse a Ron "Y tú ¿eres el hermano de Red Weasley?" Pregunto intrigada por la gran diferencia entre estos dos niños que no tenían el más mínimo parecido aparte de su edad.

"Conociste a mi monstruoso hermano, deberías alejarte de él antes de que te dé un gran susto con su cara de mago oscuro" Dijo malhumorado como cada vez que le hablaban de su hermano.

"No hables así de él, es algo serio, pero es un gran mago" dijo furiosa Hermione al recordar al serio y peculiar, pero agradable niño a quien había conocido, sin entender por qué los demás no se molestaron en interactuar más con él para poder ver que no es mala persona solo por tener ese aspecto.

"Si crees eso debes tener tus ojos tan mal como su cabeza para no ver como es realmente"

"Vamos Neville... sigamos buscando tu sapo" Dijo Hermione al niño que fue completamente ignorado hasta el momento y se fue muy enojada de que insultaran su capacidad para leer a las personas.

"Espero no terminar en la misma casa que ella" dijo Ron

"¿En qué casa están tus hermanos?" Preguntó Harry al escucharlo.

"Gryffindor"dijo Ron y volvió a decaer su humor "Mamá y papá también estuvieron allí. No sé qué van a decir si yo no estoy. No creo que Ravenclaw sea tan mala, pero imagina si me ponen en Slytherin, seguro mi hermano estará ahí, es tal para cual, estoy seguro de que se convertirá en un mago oscuro cuando deje Hogwarts, pero nadie más parece verlo"

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