Lota vio que Miyamoto Masaki tení una espada en la mano mientras que Jordan iba con las manos desnudas. No tenía ningún arma para darle a Jordan, así que se puso muy nerviosa.
—¡Eso no es justo! ¡Exijo una pausa en este combate! —exclamó Lota mirando al Presidente Rong.
La señora Geng también habló en favor de Jordan. Le dijo al presidente Rong:
—Creo que al menos deberíamos darle un arma a Jordan. Solo entonces se considerará una lucha justa.
—¡No es necesario!
La persona que dijo esto no fue otra que el propio Jordan.
La señora Geng y los demás se quedaron atónitos. Se preguntaron si habían escuchado mal.
¿Por qué Jordan rechazó tal cosa?
Jordan dijo de forma dominante:
—¡Dénle un arma y que me acuchille! No necesito un arma para derrotarlo.
El dominio y la confianza de Jordan sorprendieron a todos los miembros de las familias secretas.
—¡Qué chico tan atrevido!
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