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Familia y Diosa 2.167

Rosewisse acaparo la mayor cantidad de desafíos de Surtr. Después de todo, ella quería probar la katana que le había regalado Kain y también la varita que había modificado Viggo con la piedra de la memoria. Por un momento, ella casi deja de lado la katana, ya que lanzar magia con la varita en colaboración con la piedra de la memoria se volvió algo tan sencillo y agradable que daba gusto. Sin embargo, en el cuarto y quinto desafío de Surtr, ella se dedicó a luchar con la katana y mejorar su habilidad. Ni siquiera se podía decir que ella era una guerrera experimentada, solo pasaba que la katana estaba muy bien hecha y alimentarla con mana la volvía un arma demasiado poderosa.

Rosewisse denomino el estado de la katana con la hoja de un verde acuoso y las estrellas en su interior como la forma estelar. Dado que dentro de la hoja de la katana parecía estar el espacio exterior repleto de estrellas. Además de que el filo de la katana era de otro mundo. Rosewisse se preguntó como algo podía volverse tan filoso para cortar la piedra como si fuera mantequilla. Incluso si consumía una gran cantidad de mana se volvía un arma demasiado poderosa. Una vez más pensó que Kain no era un buen padre ni suegro por darle cosas tan peligrosas a sus hijos. Después de todo, Viggo le dijo que sus hermanos Flora y Tatsumi también tenían del mismo tipo de katana.

Sin embargo, dejando de lado toda la diversión que tuvo Rosewisse, al llegar a la cima del volcán donde estaban los desafío de Surtr, se rostro se volvió serio. Ella se detuvo al lado de Viggo, le tomo la mano y se quedó mirando hacia al fondo del campo de entrenamiento. Era una región plana, de roca fundida y ennegrecida por el hollín, con cien metros de profundidad y cincuenta de ancho. A los lados del campo había grandes murallas de roca natural con cuatro cuevas, dos a cada lado. Todas las cuevas estaban cerradas con largas vigas de hierro entrecruzadas en diagonal. Desde este lugar la vista de Muspelheim era grandiosa con sus extensos ríos de lava, volcanes lanzado lava de forma constante y sin vida a la vista de ningún tipo.

No obstante, nada de eso preocupo a Rosewisse más que la valkiria al fondo del campo de entrenamiento. Se mantenía levitando en el aire y rodeada por sus propias alas recubiertas por la aparatosa armadura dorada como si fuera una mariposa en crisálida.

Viggo también vio a la valkiria al final del campo de entrenamiento. Xiao les había advertido de antemano para que no tuvieran problemas. Sin embargo, él al ver a Rosewisse con una expresión melancólica, solo pudo preocuparse.

-¿Sabes qué hacer?- preguntó Viggo

-Sí- respondió Rosewisse con voz suave mientras su hermoso rostro era enmarcado por los largos mechones de su cabello de plata. Sus ojos tenían un brillo de tristeza y su boca forma una línea horizontal. Ella soltó la mano de Viggo, llevó su mano derecha al casco que estaba por debajo de su brazo izquierdo y lo tomo con ambas manos. Se puso el casco y solo quedó la valkiria en una armadura ornamental. Ella dio un paso adelante y extendió su mano hacia adelante. Entonces invoco la varita de plata, la que le había heredado su madre y alguna vez la valkiria Gondul mando a fabricar para sus descendientes, antes de que se fuera a Asgard junto a la diosa Vanir Freya para servir al Padre de Todo. La varita apareció en su mano derecha y ella comenzó a caminar sin mirar a Viggo ni nada a su alrededor. Las rejas de las cuevas en las murallas a los costados del campo de entrenamiento bajaron y los dragurs no se demoraron en salir corriendo deseosos de luchar. Después de todo, así habían muerto y así se habían mantenido en la no muerte desde que rechazaron a las valkirias y el viaje al Valhalla. No obstante, Rosewisse no tenía tiempo para ellos ni para el desafío de Surtr. Solo le importaba liberar a su abuela Gondul y que le diera respuestas.

Rosewisse levantó su mano por encima de la cabeza y reunió la energía solar hasta que estallo en un halo de luz sagrada. Después de eso llevó su mano derecha al lado izquierdo como si fuera la manecilla de un reloj y la movía hacia arriba y después a la derecha. Al instante siguiente aparecieron diez círculos de magia con diferentes runas y todas volaron con plena potencia, golpeando y explotando, destruyendo a los grupos de draugrs sin ninguna contemplación.

Cuando Rosewisse llegó a la mitad del campo de entrenamiento no quedaba ningún draugrs, solo la valkiria al fondo del campo de entrenamiento con el paisaje de Muspelheim a sus espaldas. Rosewisse se detuvo, se impulsó con las alas y avanzó más de treinta metros en un instante. Ella iba directamente contra la valkiria rodeada por sus alas cubiertas por la aparatosa armadura de oro.

La valkiria reacciono a su presencia, sus alas se movieron y abrieron completamente. Ella cayó al suelo sobre sus pies y vio a Rosewisse, pero incluso si vio vestida igual que ella, no la reconoció de nada y grito a todo pulmón con voz enloquecida -¡indigna!- y soltó una risa macabra.

Rosewisse soltó un grito de furia y tacleo a la valkiria para empujarla por el acantilado. Ambas cayeron, Viggo salió corriendo para ver como estaban, pero se detuvo a los pocos pasos. Rosewisse y su abuela, la valkiria Gondul, se elevaron en el aire como hermosas diosas aladas en sus armaduras.

Gondul rio con locura mientras aleteaba en al aire y sin ningún tipo de catalizador, elevo sus manos al aire y diez metros sobre su cabeza se creó un enorme orbe de fuego del tamaño de una persona. El orbe lanzó bolas de fuego en la dirección de Rosewisse, quien se impulsó con sus alas y rodeo a Gondul. El orbe la siguió y continúo lanzando bolas de fuego mientras Gondul volaba para alcanzar a Rosewisse. Gondul hizo aparecer una guadaña hecha de una energía de color amarillo opaco, símbolo de la magia Seidr, y la ataco.

Rosewisse en un rápido movimiento paso su varita a la mano izquierda y creo una especie de escudo que imito al de Viggo. Con esos resistió el ataque de la guadaña de energía. Gondul giro en el aire y lanzó un segundo ataque que desbalanceo a Rosewisse y la lanzó contra el campo de entrenamiento de roca negra. Rosewisse reboto varias veces y sus alas se doblaron en ángulos que solo se pueden describir como dolorosos. Sin embargo, Rosewisse en ningún momento perdió la conciencia y se equilibró de tal forma que quedó de rodillas mientras derrapaba en el suelo. Ella se detuvo utilizando sus dedos como si fueran garras y una vez que se detuvo, se volvió a levantar. Esta vez, ella volvió a crear círculos de magia y comenzó a lanzar magias una detrás de otra. Fuego, con la runa de Sowelu, Hielo, con la runa de Isa, Rayos eléctricos con la runa de Thurisaz y así sucesivamente.

Por su parte, Gondul voló esquivando las magias hasta que Rosewisse concentro diez círculos mágicos a su alrededor y logro golpearla con una enorme bola de fuego. Las llamas estallaron y la explosión mando a Gondul contra la muralla y cayó desde veinte metros de altura al suelo de roca fundida ennegrecida por el hollín. Gondul no se pudo levantar y Rosewisse camino hasta ella con cautela. No podía saber si realmente la había herido o solo estaba fingiendo. Sin embargo, estaba segura de que la había atacado con la misma fuerza con que ataco a Thor.

Rosewisse llegó delante de Gondul quien se retorcía en el suelo tratando de levantarse. La potencia de la magia de fuego fue tanta que parte de la armadura dorada de Gondul se había derretido, sobre todo la de las alas. Así que una parte de la carne quedó expuesta mostrando quemaduras graves. También las plumas negras que reflejaban la edad de la valkiria. Rosewisse algún día también sería así, como su abuela.

Rosewisse se quitó el casco y quedó mirando a su abuela en el suelo. Ella dejo caer el casco al suelo, guardo la varita de su familia e invoco la katana de Kain. Rosewisse era consciente que su magia de armas mágicas como la guadaña que ocupo su abuela era demasiado débil. Si quería cortar las alas de su abuela, necesitaba algo realmente filoso. Ella canalizo mana a la hoja y la katana paso tener un color verde cristalino con el brillo de las estrellas en su interior. Rosewisse levantó la katana con algunas dudas, pero decidió confiar, no en Xiao o Kain o cualquier persona que haya sido amable con ella en Orario. Era un increíble lugar, pero si ella confiara en alguien sería en Viggo, quien la acompaño en todo momento y lucho para protegerla. Entonces ella descargo la katana y cortó el ala de la derecha. Gondul soltó un alarido de dolor que estremeció el corazón de Rosewisse, pero ella solo se mordió el labio y le cortó el ala izquierda. Gondul una vez más soltó otro alarido de dolor, todo su cuerpo se tensó durante unos segundos, pero después se quedó inerte.

Rosewisse soltó un suspiro, guardo la katana en su alma y extraño la varita de plata de su familia. Espero durante unos segundos a que su abuela se mostrara en su forma espiritual, pero no pasaba nada. Ella apretó con fuerza la varita en un gesto de preocupación. A lo mejor se había equivocado al matar a su abuela, pero alguien se detuvo a su lado y la abrazo por la cadera. Ella miró al lado y vio a Viggo, de cabello rojo hasta los hombros y ojos azules. Él tenía una expresión seria, asintió y ella entendió que él le decía que estaba bien, había hecho lo correcto.

Al instante siguiente un espíritu similar a la figura de Gondul cuando estaba viva emergió del cuerpo -¿Quién eres?- preguntó -¿No recuerdo a nadie como tu dentro de las valkirias?-

-Soy- dijo Rosewisse con voz quebrada -soy, soy- ella se mordió los labios y trato de hablar con un tono de voz firme -soy Rosewisse, hija de Freda-

-Tú, eres mi descendiente- dijo Gondul con voz melodiosa -gracias por liberarme de mi forma mortal. No podría estar más orgullosa porque una de las niñas de mi linaje tenga tal fuerza-

-¿Qué sucedió?- preguntó Rosewisse con una sonrisa, pero la voz compungida -ustedes, de repente desaparecieron sin más. Hace cien años que madre no sabía nada de ti ni de las otras-

-Yo- dijo Gondul en su forma espiritual -no lo recuerdo. Todo es confuso, yo estaba…es difícil decirlo. Sin embargo, eso no importa, debo volver y separar a los muertos. Helheim debe estarse desbordando de almas en pena-

-Yo- dijo Rosewisse mientras caían lágrimas de sus ojos -¿Por qué no me preguntas por mamá? ¿Por qué no me preguntas por Vanaheim? Somos tu familia-

-No entiendes niña- dijo Gondul -esto es un problema a nivel de los Nueve Reinos-

-¿Y eso que importa?- grito Rosewisse con lágrimas cayendo por su rostro -mamá murió, en Vanaheim la acusaron de loca, de estarse inventando historias. De que solo quería tomar tu lugar como una de las valkirias. La condenaron a la muerte, pero a ti no te preocupa ¿Esto es ser una valkiria?-

-Yo…- dijo Gondul

-No importa, ya no quiero saber nada de ti ni de las valkirias. No tienen corazón-

Rosewisse se dio la vuelta y se abrazó a Viggo mientras lloraba sin parar. Gondul en su forma espiritual la quedó mirando y después se enfocó en el joven pelirrojo.

Viggo no podía distinguir los ojos de la forma espiritual, pero por el movimiento de su rostro, supo que lo miraba -según me contaron- dijo -las seleccionadoras como tú son importantes para los Nueve Reinos. No sé qué haya pasado, pero según lo que me contó Rosewisse, tú hija tuvo visiones de que algo había alterado el mundo y el Ragnarok se desataría en breve-

-Eso, eso no debería ser posible. Surtr todavía está aquí, puedo sentirlo- respondió Gondul consternada

-No lo sé, no me importa, pero esa es la razón por la que mataron a tu hija. Yo cuidare de Rosewisse, no tienes nada de qué preocuparte. Bueno, eso es, si alguna vez te preocupó tu familia-

-No seas insolente- grito Gondul

-No soy insolente, hablo de lo que veo- respondió Viggo -no sé cómo te hayan criado a ti, pero mi padre siempre me enseño que, si yo o mi familia no está bien, nada está bien-

Gondul soltó un bufido en un gesto de soberbia y se elevó a los cielos hasta desvanecerse. Al mismo tiempo, su cuerpo y armadura se desvaneció, solo dejando el casco en el suelo.

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