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De amores y razones 1.93

Viggo se despidió de Tsubaki a la media noche, cuando él le dijo que tenía que volver a la mansión. Tsubaki le dijo que podía volver cual él quisiera, pero siempre por la tarde. Viggo sonrió a sus palabras, porque tal como supuso, Tsubaki no puso ningún problema al hecho de que él tuviera varias amantes. Después de todo, ella conocía al padre de Viggo, quien también hizo su rol de padre durante ocho años hasta que ella cumplió la mayoría de edad y se fue de la casa.

Ella le dijo –"la fruta no cae muy lejos del árbol"- y le dio un puñetazo en las costillas, para que Viggo no lo tuviera tan fácil. Por su parte, Viggo solo se largó a reír y Tsubaki negó, para después darle un apasionado beso.

Después de que Viggo se despidiera de Tsubaki, camino por las oscuras calles iluminadas por las farolas. A esa hora, la mayor parte del comercio había cerrado y solo caminaban un par de personas por la calle. Viggo era uno de ellos, y mientras corría una refrescante brisa, se puso a cantar. Como era casi el único en toda una cuadra, canto lo suficientemente fuerte como para que todos lo pudieran oír.

Él estaba feliz porque pudo conversar de muchas cosas con Tsubaki y sentir que estaban tan cerca el uno del otro como siempre, igual que cuando era un niño. Así que Viggo cantó a todo pulmón, llamando la atención de más de alguna persona que ya dormía en su casa para esa hora. Sin embargo, en vez de salir por la puerta o asomarse por la ventana a lanzarle algún ladrillo o gritarle un insulto, muchos se quedaban escuchando. Después de todo, Viggo ya tenía más de cinco años cantando las mismas canciones de mar y su voz estaba haciendo la transición de un joven a un hombre de la mejor manera posible. Sin embargo, el cuerpo no perdona y en medio de eso, desentono, causando la risotada de más de alguno que lo estaba escuchando.

Viggo se rasco la cabeza un tanto avergonzado por desentonar tan feo, pero era el cambio natural de la voz; no había mucho que hacerle. Al mismo tiempo, Viggo escucho una voz familiar a su espalda.

-¡¿Eh?! Uno nunca termina de conocer a las personas- dijo alguien

Viggo se dio la vuelta y vio a un enorme elfo de cabello blanco iluminado por la luz de las farolas -¡padre!- dijo asombrado

-No conocía esa faceta tuya- respondió Kain con una gran sonrisa. Él iba vestido con una camisa blanca y tres botones abiertos en la parte superior. Un pantalón de tela oscura y unas botas que le llegaban hasta las rodillas -parece que has aprendido muchas cosas. Ven acá muchacho, cuéntame-

-Padre, yo- dijo Viggo super avergonzado

-Oh, vamos, no seas tímido- dijo Kain avanzando hasta llegar a Viggo. La diferencia era de por lo menos de 40 centímetros entre uno y el otro. Kain extendió su mano, la puso sobre el hombro de Viggo y le ayudo a darse la vuelta para que siguieran avanzando -vamos, vamos- dijo

Viggo siguió avanzando al lado de Kain y se sintió igual que hace un par de años. Al final, su padre siempre le trasmitía ese sentimiento a protección. Viggo elevo la mirada y vio a su padre que avanzaba con una sonrisa en su rostro.

-¿Hace cuánto tiempo me vienes escuchando?-

-¿Unos veinte minutos? ¿Dónde aprendiste esas canciones?- pregunto Kain

-En mis viajes, estuve trabajando como mercenario en un barco y los viejos cantaban canciones. Así que a medida que viajaba, las iba aprendiendo-

-¿Mercenario?- pregunto Kain con una voz asombrada -¿Y eras de los buenos o de los malos?-

-De los buenos, papá, solo me defendí y defendí a los marineros-

Kain se largó a reír, mostrando una gran sonrisa. Viggo pensó que Kain estaba feliz porque él había sido una buena persona. Sin embargo, Kain reía porque su hijo era demasiado inocente aún. En una lucha jamás hay buenos o malos, solo intereses que chocan unos con otros. No obstante, Kain prefirió dejar que su hijo crezca y aprenda esas cosas por su propia cuenta.

-¿Qué más hiciste en ese lugar?-

-En un principio solo hacia recados como llevar telas o entregar un mensaje, hasta que hace dos años atrás, me pidieron que protegiera el barco de Semiramis-

-Pequeño bribón, teniendo un amorío con tu jefa- dijo Kain en tono bromista, que hizo sonreír y sonrojar a Viggo. Sin embargo, Viggo elevo su mirada y vio que la sonrisa de Kain se volvió tenue. Kain continuo -¿Fue esa mujer, Kiara?-

-Sí, ella me consiguió todos esos trabajos-

-¿Sabes que no es una persona normal?-

-Lo sé, padre, ella me contó sobre ella y el señor Xiao. También…me hablo sobre ti-

Kain se detuvo y Viggo también. Kain tomo una profunda respiración e hizo una mueca de "no hay nada que hacerle". Entonces él miró a Viggo con una sonrisa astuta y le dijo -ven, continuemos. Si llego más tarde tu madre me matara-

Viggo asintió y continúo caminando con su padre. El silenció lo lleno todo y solo se escuchaba la suave brisa nocturna junto al tañido de los metales en un taller herrero que no conocía el significado de la palabra descanso.

-Padre- dijo Viggo con cierta timidez

-¿Qué pasa muchacho?- pregunto Kain con una sonrisa -el gran Viggo nunca fue tan tímido-

Viggo sonrió recordando como se llamaba a sí mismo hace mucho tiempo. Después él negó y le pregunto -¿Tu renaciste?-

-Sí, varias veces- respondió Kain con cierta seriedad

-Y yo, bueno, ¿tu sabias?-

-No- respondió Kain negando con la cabeza -eres la primera alma que conozco con tal fortaleza. Sin embargo, tu reencarnación es totalmente diferente. Lo único que tú conservas es la fuerza vital y los instintos de tu vida pasada. Por otro lado, yo lo recuerdo todo-

-¿Padre nació sabiendo?-

Kain soltó una risita y dijo -nadie nace sabiendo, el cuerpo se acostumbra y es moldeado por el alma. Entonces tu cerebro se desarrolla y adquiere algunas tendencias de tu vida anterior. Sin embargo, jamás es perfecto. La mente se desarrolla igual que la del resto de las personas. Aprendes nuevas cosas y olvidas otras de acuerdo con las vivencias-

-¿Cómo era padre antes de reencarnar?-

Kain continúo avanzando al mismo tiempo que entrecerraba los ojos al escuchar esa pregunta. Era, algo que él quería olvidar, pero nunca pudo. Quería renegar contra el vástago del equilibrio. Sin embargo, sin el despiadado Kain, él nunca existiría -han sido varias veces- dijo de forma esquiva -así que es un poco difícil de responder-

Viggo intuyo la mentira, pero no presiono a su padre. De esa manera siguieron caminando y Viggo pregunto -¿A padre le importa su pasado? ¿Quién fue antes?-

-No, porque lo hecho, hecho está- respondió Kain con soltura -en su momento me importo, pero ahora solo es algo de lo que he aprendido ¿Y a ti? ¿Te importa? ¿Te gustaría averiguar quién eras o te gustaría quedarte como Viggo Dragonroad?-

Viggo miró hacia la oscura calle iluminada por las farolas, viendo como los soportes metálicos pasaban por su lado a medida que avanzaba. Después miró al cielo nocturno iluminado por una infinidad de estrellas y respondió -no lo sé, pero me gusta mi vida como es ahora. Antes…me sentía sobrepasado por todas las cosas, pero ahora me siento en control, me siento fuerte, me siento capaz de llegar a lugares emocionantes. A lo mejor mi yo era mucho más fuerte de lo que soy ahora, pero dudo de que haya sido tan feliz como lo soy en estos momentos-

-Eso es bueno, hijo- respondió Kain a su lado. Él estiro su mano, lo abrazo por el hombro y lo atrajo a su cuerpo. Viggo lo abrazo por el lado y Kain le acaricio y desordeno el cabello.

Después de un rato, ambos caminaron separados del otro y siguieron avanzando por la calle. Viendo al final de la vereda una gruesa calle que la atravesaba en vertical y del otro lado de la calle, una gran muralla con un enorme portón metálico.

-A todo esto, ayer vino Ottar a pedirme algunos consejos y yo le dije que habías vuelto- dijo Kain -él me dijo que ustedes tenían la promesa de luchar ¿Estas preparado o solo has estado practicando con tu cintura todos estos años?-

-¡Padre!- dijo Viggo escandalizado

-Muchacho, estas muchos años adelantado si crees que no me di cuenta-

-Sí, pero no lo digas así-

-Bueno, lo que sea ¿Has entrenado como corresponde?-

Viggo tomo una profunda respiración y dijo -es un poco difícil entrenar solo. En el lugar en el que estuve, el nivel de fuerza de los guerreros era demasiado bajo. No eran inútiles, pero tampoco podía contarse como un desafío. Me he ejercitado y entrenado mi boxeo, pero sin alguien que ponga a prueba mis fortalezas es un poco difícil superar mis limitaciones. Así que estaba pensando primero en dejar a las chicas acomodadas y después adentrarme en el calabozo-

-¿Mmm? Tu relación es joven- dijo Kain

-Ya lo sé, pero pronto tendré 14, a un paso de ser un adulto-

-No lo digo en ese sentido. Lo digo por el hecho en que recién estas conociendo a la otra parte-

-A todas las conozco desde hace dos años-

Kain soltó un suspiro y dijo -nunca pensé tener un hijo tan idiota. Muchacho, créeme cuando te digo que una vez que tienes una relación con una mujer, las cosas cambian mucho. Así que escucha: tu relación es joven porque es reciente ¿no?- Viggo asintió y Kain continuó -entonces trata de compartir la mayor cantidad de tiempo posible con las chicas sin llegar a ser molesto. Por lo tanto, vas a tener que entrar al calabozo y salir durante el mismo día ¿De las chicas hay algunas que sean combatientes?-

-Sakura y Ana, arco y dagas-

-Bien, ve con ellas, trata de pulir tus habilidades y compartir con ellas. Por las tardes pasas tu tiempo con las otras dos y así sucesivamente-

-Pero así no voy a poder entrenarme al máximo-

-Sacrificios, muchacho, sacrificios, uno deja de hacer cosas por amor a otras personas. Si necesitas hacerte fuerte, estoy yo, tu viejo, tengo mucho conocimiento-

-¡Es verdad!- dijo Viggo recordando las palabras del primordial -el viejo Xiao me dijo que me podrías enseñar algo llamado touki-

-Sí, no creo que haya ningún problema. Solo habría que ver si tienes las aptitudes-

-¿Por qué? ¿Es muy difícil?-

-No lo sé, a mí no me costó tanto aprender touki, fue como una segunda naturaleza, pero a todos los que le he enseñado en este lugar se les hace imposible. A lo sumo, desarrollan la habilidad de refuerzo mágico, pero nunca armadura de touki-

-¿Armadura?-

-Sí, armadura- respondió Kain con una sonrisa cargada de confianza -te vuelve fuerte, resistente y veloz-

-¡Quiero eso!- grito Viggo super emocionado

Kain se largó a reír a carcajadas, cosa que molesto a Viggo, pero lo dejo ser.

-Ojalá fuera tan fácil, muchacho- dijo Kain con una gran sonrisa en los labios mientras se limpiaba las lágrimas de los ojos -pero bueno ¿Qué se pierde con intentarlo?-

-Ya verás, maldito anciano, aprenderé touki y me tendrás que hacer una arma y armadura- dijo Viggo con una gran sonrisa. Sin embargo, sus palabras le valieron un coscorrón que lo dejo viendo estrellas.

Viggo se agacho y se agarró la cabeza con ambas manos. Entonces elevo su rostro y pregunto con unos ojos llenos de lágrimas -¿Por qué me pegas?-

-Soy tu padre, muchacho, mide tus palabras-

Viggo hizo un puchero y asintió. Entonces Kain asintió en respuesta y camino por delante.

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