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Segundas oportunidades 1.49

Viggo tenía a Sakura, Ana y Kiara en una posición indecente. Las tres sostenían sus muslos con las manos, apegando sus piernas a las costillas formando una M. Kiara, quien estaba en el medio, miraba a Viggo con una sonrisa coqueta mientras sus enormes senos parecían dos montañas grandes y esponjosas. Sakura a la derecha, miraba a Viggo con las mejillas ruborizadas mientras sus senos se erguían como dos colinas al mismo tiempo que sus pezones se veían duros de la pura excitación. Por otro lado, Ana a la izquierda, parecía avergonzada de estar al lado de las dos vacas lecheras y sus enormes ubres. Ana miró sus senos y después miró a Viggo con un rostro apenado. Al mismo tiempo, su vagina se veía como una pequeña línea rosa mientras su ano era un tierno punto entre ese gran trasero. Por otro lado, los labios de Kiara se extendían como lindos pétalos de flor y su ano se mantenía apretado a pesar de todo el uso que le había dado Viggo últimamente. Por último, Sakura era casi igual a su hermana, sin embargo, su trasero se veía un poco más pequeño.

Viggo se acercó a Ana y le dio un tierno beso en los labios. Se miraron a los ojos y Viggo sonrió y le guiño un ojo. Después bajo y le beso los tiernos senos, pasando su lengua por todo el contorno hasta apretarle el pezón con los dientes. Ana soltó un gemido y cerró los ojos. Viggo continúo bajando por el estómago hasta llegar al monte de venus. Ana abrió los ojos y vio como Viggo se acercaba a su vagina. Sintió la cálida respiración y después la humedad a un costado de su vagina. Viggo fue haciendo circulo, llegando a su ano, pero Ana lo contrajo y Viggo retrocedió.

-No- dijo Ana entre jadeos -no, ese lugar-

Viggo asintió serio y después hizo una sonrisa traviesa -como tu digas- entonces se acercó de nuevo y paso su lengua por la vagina. Ana abrió la boca sin saber que le estaba pasando y después cerró los ojos sintiendo una increíble sensación. Entonces perdió sus sentidos y sujeto sus piernas con más fuerza. Solo abrió los ojos cuando sintió que algo le estaba pasado, abrió la boca mirando al techo con una expresión de incredulidad y sintió un tremendo placer por todo su cuerpo. Cerró los ojos y se relamió los labios sintiendo un increíble placer.

Viggo se alejó de Ana mientras ella movía su cabeza de lado a lado y retorcía sus caderas.

Kiara dejo su posición de M y se sentó al borde de la cama -déjalo, Viggo, la primera vez es muy fuerte si lo hace alguien que recibió mis enseñanzas-

Viggo asintió, se iba a mover a Kiara, pero ella le puso la mano en el pecho para detenerlo.

-No- dijo Kiara -también te quiero, pero hoy soy una visita. Ellas son las estrellas de la noche-

Viggo asintió, le dio un tierno beso en los labios y miró a Sakura, quien todavía mantenía sujetas sus piernas formando una M. Viggo se acercó y Sakura lo miró a los ojos en todo momento. Ella sonrió nerviosa y Viggo se inclinó sobre ella para besarla en los labios.

-¿Este es el sabor de mi hermana?- pregunto Sakura con una sonrisa divertida

-Sí- respondió Viggo con una sonrisa y le dio un beso al mismo tiempo que introducía su lengua. Sakura soltó sus piernas y entrelazo sus manos por detrás de la nuca de Viggo. Este último llevo sus manos a los senos y los acarició con suaves roces. Al mismo tiempo, Viggo sintió que alguien le tomaba el gran cinturón con la cabeza de león en el centro, y se lo aflojaba. Después se lo quitaba y seguía con la túnica roja. Viggo supo que era Kiara, así que la dejo hacer lo que ella quisiera y solo se concentró en besar a Sakura. Después de un minuto, Viggo ya estaba desnudo. Él se separó de Sakura y la miró a los ojos. Sakura asintió y Viggo sonrió, le pasó la mano por la mejilla y después la bajo rosando el cuello hasta llegar a los senos, en donde dibujo dos círculos con sus dedos, en un movimiento suave y sensual. Sakura se retorció mientras se mordía el labio inferior. Viggo siguió bajando por el estómago hasta el monte de venus y paso su dedo índice por toda la superficie en un gesto suave que le provoco cosquillas a Sakura. Después acercó su rostro al monte de venus mientras besaba la superficie como si quisiera dejar su marca por toda el área. Al mismo tiempo, llevo su mano a la vagina y comenzó a pasar su pulgar derecho por los bordes de la vagina.

Sakura comenzó a retorcer su cadera al mismo tiempo que sus ojos se llenaban de un deseo febril. Cerró los ojos y soltó un gran gemido. Entonces Viggo bajo a la vagina y Sakura abrió su boca formando una O y soltó un grito ahogado. Viggo continúo besando los labios, jugando por el borde de la vagina hasta que sintió con su pulgar la humedad. Entonces llevo su lengua a la capucha del clítoris y poco a poco lo fue echando hacia atrás hasta que quedo una pequeña masa de color rosa. Entonces Viggo lo lamió suave al principio y a medida que los jadeos de Sakura se hacían más fuertes, comenzó a ser más rápido y frenético, hasta que ella soltó un gemido y apretado sus piernas con todas sus fuerzas. Viggo se vio aplastado por los muslos y rociado por algo que era diferente de la orina. Al mismo tiempo, Kiara soltó una risita a sus espaldas.

Después de que Sakura soltó sus muslos, Viggo se separó de ella y se puso de pie. Kiara se detuvo delante de él y le limpió la cara con una toalla.

-Lo hiciste muy bien- dijo Kiara con una sonrisa amable -para ser su primera vez, fue algo bueno para ellas-

-¿Cómo lo sabes?-

-La gente puede imitar un orgasmo o fingir sentir placer, pero puedes sentir con tu corazón cuando te están mintiendo. Es como si estuvieras super excitado y te dejaran caer un balde de agua fía. Entonces piensas con tus instintos que algo está mal. Solo un idiota egoísta no se daría cuenta que alguien está fingiendo. Yo me existe de solo verlas- dijo Kiara y llevo la mano de Viggo a su vagina. Paso sus dedos por entremedio de los labios y después se los llevó a la boca. Viggo probo el líquido viscoso y supo que decía la verdad. Kiara lo miraba con deseo, pero antes de que Viggo pudiera decir algo, le tapó la boca con el índice.

-Puedo esperar, hoy soy un visita- dijo Kiara

Viggo tomo una profunda respiración y asintió. Entonces abrazo a Kiara y ella pudo sentir el calor de la vara de carne en su vientre.

-Soy visita- dijo Kiara -pero te ayudare a correrte lo más pronto posible. Si metes esto- añadió tomando el pene con su mano y sintiendo el palpitar de las venas -por mucho tiempo, ellas sentirán más dolor que placer. Al menos si va a doler, que sea breve-

Viggo asintió y le dio un beso. Kiara introdujo su lengua y la entrelazo con la de Viggo. Entonces ella se agacho y comenzó a lamer el frenillo mientras masajeaba las bolas con las manos. Viggo la miró a los ojos y le tomo la cabeza. Entonces Kiara introdujo el pene en su boca, pero no dejo que Viggo forzara una garganta profunda. Él solo se correría y ahora necesitaba correrse en otro lugar diferente de su boca.

Una vez que Kiara sintió que Viggo estaba casi listo, saco el pene de la boca y se puso de pie.

-Puedo ponerme erecto otra vez- dijo Viggo acercándose a Kiara con un rostro cargado de deseo. Sin embargo, ella dio un paso hacia atrás y lo aparto. Si se dejaba convencer, esa vara de carne terminaría en su interior. Viggo soltó un suspiro y miró a Sakura y Ana quienes lo miraban desde la cama con cuerpos brillantes por el sudor y el reflejo de la luz de las velas.

Viggo camino primero a Sakura, quien lo recibió con una sonrisa y los brazos extendidos. Viggo se acostó sobre ella para que sintiera su peso y el calor de su palpitante pene sobre el abdomen. Sakura lo beso y Viggo comenzó a rozar el monte de venus con su pene. Después llevo su mano al pene y lo dirigió a la tímida abertura. Rozó los labios y después el clítoris, lo aplasto y lo roso hasta que Sakura comenzó a jadear. Entonces Viggo llevo su pene a la hendidura y empujo el glande. Al sentir que los labios estaban mojados, siguió haciendo fuerza. Al mismo tiempo, Sakura frunció el ceño y cerró los ojos. Viggo detuvo su avance y le susurro al oído -te va a doler, pero si aprietas con tanta fuerza, no podré entrar-

Sakura abrió los ojos y Viggo hizo una sonrisa como queriendo decir "no hay de otra". Sakura soltó un suspiro y Viggo le dio un beso. La siguió besando mientras hacia un poco de presión con su glande. Hasta que el interior de Sakura comenzó a ceder y Viggo entro hasta la mitad. Al menos, eso era lo que cabía en estos momentos.

Sakura se mordió el labio inferior y soltó una lagrima. Viggo lamió la lágrima y la beso mientras ella trataba de concentrarse en los besos e ignorar el dolor. Después de un rato, Viggo comenzó a moverse en el interior mientras Sakura cerraba los ojos, lo abrazaba y aguantaba el dolor. Por un lado, Viggo se sintió mal al provocarle este dolor, pero, por otro lado, le calentaba hacerla agonizar de esta manera. Eso lo encendió y lo ayudo a correrse, dejando todo su semen en el interior de Sakura.

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