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11. Funeral

POV ALEXANDRA

En este mismo momento estábamos en el cementerio viendo como estaban enterrando el cuerpo de mi padre. Muchos de los socios que tenía mi padre habían venido, creo que más que nada para asegurarse era cierto lo que se decía.

Una vez terminásemos aquí, iríamos a nuestra casa para tener una reunión. En principio iba a ser de gente cercana a Francesco, pero como los socios de mi padre no paraban de preguntar qué es lo que pasaría con el negocio, decidimos que lo mejor sería reunirlos a todos para dejar muy claro que los negocios seguían. Aunque pensándolo mejor, quedaríamos en un despacho que mi padre tenía un par de calles más lejos de casa para no atraer la atención de los de la DEA.

En algún momento pude ver al chico que me ayudo esta mañana, Hugo creo recordar que se llama. En cuanto me fijo en él, me sonríe, lo que hace que en mi rostro aparezca una pequeña sonrisa también. No sé qué es lo que me pasa con este chico, sólo sé que no me gusta.

Una vez terminado el funeral, nos fuimos a casa quedando con los socios a las once. Al entrar en la casa, mi madre se quedó mirando todo, supongo que recordando todo lo que había vivido con nuestro padre en esta casa. Las horas fueron pasando sin prácticamente ningún ruido hasta que llegó la noche.

"Creo que deberíamos cambiar la apariencia de la casa a una más moderna." Dijo Analissa enfrente mía. Megan y yo nos miramos y la primera se encogió de hombros "Si es lo que quieres, hazlo." Dije, porque la verdad no me importaba que lo hiciese, si eso la ayudaba a despejar su mente, genial.

"Mami, tengo sueño." Dijo Alison a mi lado. Le di un beso en la sien y la cogí en brazos "Vamos a hacerte algo de cenar y te llevo a la cama, ¿te parece?" Me levanté del sofá para ir a la cocina a hacerle algo para cenar. Mientras le estaba preparando la cena a Alison, me pongo a pensar en lo que le haremos a esos estúpidos que se atrevieron a asesinar mi padre, porque si algo tengo claro, es que no se quedarán, así como si nada. Igual le iba a dar una visita después de acostar a Alison.

Una vez terminé de hacer la cena, llamé al resto mientras yo me fui al despacho a mirar un par de papeles antes de ir a la reunión, pero todo estaba hecho un desastre, por lo que empecé a ordenar un poco todo.

"Deberías estar cenando con nosotros y no aquí sola." Dijo Megan desde la puerta "Me gustaría, pero tenemos más cosas de las que encargarnos, Megan." No levanté la mirada de los papeles mientras ella empezó a caminar hacia el escritorio "Entonces es cierto lo que decías." Dijo sentándose en frente mía.

"¿A qué te refieres exactamente?" pregunté, dejando los papeles y centrando la mirada en ella "A que nos haremos cargo de la mafia." Dijo, pero no entiendo por qué pensaba que no lo decía en serio "Sí, nos haremos cargo de ella, bueno, puedes ayudarme si quieres, si no ya encontraré la manera de hacerlo." Me apoyé en el respaldo de la silla y suspiré. Si algo tenía más que claro es que si Megan no quería meterse en el tema de la mafia, la entendería y ni me molestaría.

"Claro que te ayudaré, es nuestra manera de protegernos de esos estúpidos" asentí y tomé un trago del tequila que tenía en la mesa. "¿Me ayudarás?" Una pequeña sonrisa apareció en el rostro de Megan, que acabó por servirse un trago y cruzarse de brazos "¿Acaso pensabas qué no? Siempre necesitaremos protección. Incluso después de acabar con esos tipos la necesitaremos… Ya no digo que sea por nosotras, pero por Alison y mamá"

Eso era cierto, y al parecer no era que le molestase demasiado. Además, sé que podía ayudar de muchas maneras con la mafia, de maneras que no podría hacer siendo millonaria a secas. "¿A qué venías, Meg?" pregunté "Tu hija se quiere ir a dormir, pero no sin antes darla las buenas noches a su madre y que le lea un cuento."

Cerré los ojos por un segundo y suspiré "Mierda…" Sabía que Megan tenía la mirada clavada en mí, no sé por qué exactamente, pero la tenía "Ale, te quiero pedir una cosa." Abrí los ojos y esperé a que dijese lo que quería "No quiero que por querer vengarte de los rusos te descentres de cuidar a tu hija. No se merece perderte por mucho que necesitemos a la mafia" Asentí, porque eso no hacía falta que me lo dijese, no lo haría por nada del mundo.

"No debes preocuparte por eso, porque Alison está arriba de todo en mi lista, incluso por encima de acabar con los rusos" dije y ella sonrió "Por mucho que no me guste como suena eso, me alegra escucharlo." Acabamos de tomarnos los tragos e íbamos a salir del despacho cuando recuerdo algo "Por cierto, dentro de una hora salimos." Dije "¿Por qué tan pronto? Pensé que quedaríamos con los socios a las once." Preguntó "Y lo haremos, pero antes tenemos que hacer una parada."

"¿Puedes ser más clara por favor?" dijo, molesta de que no le dijese nada "Vamos a ir a la bodega." Dije vagamente "¿A por quién exactamente?" Podía notar su excitación por momentos "Iremos a por Leo, pero nos pasaremos a dar una visita a Dimitri."

Sabía que estaba sonriendo prácticamente pareciendo que estaba loca, pero era algo que nos gustaría a ambas "Me gusta esa idea."

Con eso salimos del despacho de nuestro padre y me fui a buscar a mi hija para llevarla a la cama. Una vez llegamos allí, se pone su pijama, coge un libro de princesas y se mete en la cama lista para que le lea el libro, pero estaba tan cansada, que se queda dormida antes de que termine de leer el libro.

Antes de salir, la tapo bien, le doy un beso en la frente y salgo sin hacer demasiado ruido, a pesar de que tiene un sueño pesado, no me gusta arriesgarme. "¿Se quedó dormida tan rápido?" preguntó Diego desde la puerta "Deberías saber que se queda dormida rápido." Asintió y ambos salimos de la habitación

"Es cierto, pero pensé que eso había cambiado. Al fin y al cabo, pasó un año desde la última vez que la vi." Negué, porque si algo adoraba mi hija, era dormir "Pues ahora la verás todos los días. Ahora hazme un favor." Dije girándome en su dirección "El que quieras hermosura." "Necesito que les digas a los de seguridad que estén atentos a cualquier cosa, y necesito que los dos mejores hombres que estén en esta casa vengan al despacho, ya."

Sé que no estaba entendiendo nada, pero después de lo que pasó cuando Dimitri estaba en casa, necesitaba a los mejores guardaespaldas sin tener en cuenta a Diego para cuidar de ella. "¿Para qué los necesitas?" preguntó, siguiéndome "Para cuidar a Alison." Le contesté "¿No vas a estar en casa?"

"Tengo que salir, y Megan se vendrá conmigo. Obviamente, tú también vendrás porque sé que no hay manera de convencerte de lo contrario." Estoy completamente seguro de que una sonrisa apareció en su rostro "Eso es cierto." Negué, porque a pesar de que me hubiese gustado que Diego se quedase con Alison, sé que no iba a ser querer, sobre todo si tenemos en cuenta lo de desmayarme esta mañana.

"Pero, me gustaría que te quedases en la casa cuidando a Alison." Dije "No te preocupes por ella, dejaré a los mejores hombres a cargo de ella." Dijo convencido, pero más le valdría que fuesen los mejores, porque como algo le pasara a Alison, por mínimo que sea, los mataría sin dudar. "Más te vale, bueno, que vengan tres."

La sorpresa no tardó en aparecerse en su rostro, seguramente porque no entendía para que quería tres ahora "¿Para qué los necesitas?" preguntó "Uno se vendrá con nosotros." Se quedó mirando para mi sin entender nada aún "¿Para qué exactamente?"

"Tú no te asustarás por lo que vayas a ver, por lo que necesito a alguno para que vea de lo que somos capaces de hacer en caso de que nos traicionen." Dije "Eso es una buena idea." Asentí, porque eso ya lo tenía más que claro "También necesito que les digas que mañana a las cinco y media los quiero en el jardín trasero."

Sus ojos aumentaron el tamaño normal por dos, si algo odiaba tanto Diego como Megan, era madrugar "¿Por qué tiene que ser tan temprano? Sabes que adoro mi sueño." Dijo ofendido, pero eso ya lo sabía y no me importaba la verdad "Lo sé, pero tengo más cosas que hacer, asique los necesito a esa hora. Les voy a enseñar como quiero que trabajen." Negó y metió una mano en el bolsillo "Servirías para ser un alto cargo del ejército."

Me reí, porque eso no era cierto, ya para empezar a lo que me dedicaba no era compatible con el ejército "Lo dudo, ahora haz lo que te dije, y en media hora te quiero en la puerta de la casa." Diego se puso recto y llevó su mano a su frente haciendo que negase, a veces podía ser como un niño pequeño "A sus órdenes capitana. ¿A dónde quieres que te envíe a los chicos?" "Al despacho de mi padre, estaré ordenando un par de papeles allí con Megan."

"¿Me vas a necesitar allí?" preguntó parándose delante de la puerta del despacho "No te necesitaría en caso de que no fueses mi mano derecha, pero como lo eres, tendrás que estar allí." Se quedó mirando para mí confundido "Pensé que sería el chico este que te dijo lo que pasó con tu padre, o tu hermana." Dijo medio en susurro "No te equivoques, primero de todo, Adriano no puede ser mi mano derecha, no me fio completamente de él teniendo en cuenta que empieza a flaquear en eso de terminar con las personas, y segunda, Megan será la jefa." Dije abriendo la puerta "Dirás una de las jefas, porque tú serás la otra."

Megan aparecer por el otro lado del pasillo y se para delante de la puerta del despacho, al lado de Diego "De eso hablaremos en este momento" dije vagamente, yo no me veía para jefa, eso se le daba bien a Megan "Yo me voy a por los chicos, os dejo hablar solas."

Diego se fue dejándonos solas a mi hermana y a mí en el despacho de mi padre. Esta cierra la puerta y se sienta en el sillón de enfrente mirando en mi dirección. "No pienso ser la jefa de todo esto Ale. Tú serás la que lleve los números, deberías de ser tú." Negué, porque eso no tenía nada que ver "Y tú serás la que da la cara, te mereces ese lugar." Dije cruzándome de brazos "Vale, pero con una condición." Elevé una ceja sabiendo más o menos que era lo que quería ella a cambio de eso "Tú serás la otra jefa."

Negué y me eché hacia atrás en la silla "Megan, yo no sirvo para hablar delante de la gente." Dije, porque si algo no se me daba nada bien, era hablar, y menos para otras personas "Pero sirves para todo lo demás, por lo que eres jefa conmigo o yo no lo soy." Asentí más que nada porque sabía que no cambiaría de idea "Está bien. Mañana tenemos una reunión a las cinco y media de la mañana."

Al igual que Diego, los ojos de Megan aumentaron por dos su tamaño y se levantó, poniendo sus manos sobre la mesa "¿¿¿¿Tan temprano????" me reí y asentí "Sí, tenemos que enseñar a los de seguridad la manera en la que trabajamos, porque se acabó, todos los muertos que aparezcan ahora no se van a saber qué fue de la mafia italiana."

"Como has estado haciendo hasta ahora." Asentí "Para la policía y la DEA, la mafia italiana estará muerta. No sabrán que somos nosotros." Se volvió a sentar en la silla enfrente mía y se cruzó de brazos "Pero se centrarán en la persona en la que lo estén haciendo."

Me reí, porque hasta ahora no tenían ni la menor pista de quién podía ser, y eso seguiría así, de eso me encargaría yo misma si era necesario "Persiguen sombras. No tienen ni idea de quién es el asesino misterioso." Megan giró ligeramente la cabeza mirándome "¿De verdad que no tienen ni idea? En la calle tienen una leve idea de que éramos nosotras las que íbamos asesinando a esos tipos."

"Pero en la calle tampoco están seguros de que somos nosotras." Dije con una sonrisa, y realmente no tenían ni la menor idea de quién éramos realmente, asique no era algo que me preocupase demasiado la verdad "¿Y no temes que los soplones que tienen los de la DEA les cuenten que la mafia italiana no está muerta como ellos piensan? Acabarán por entrenarse de que somos nosotras."

"No, porque nadie sabrá nuestro nombre verdadero." Megan no estaba entendiendo nada, pero en este mismo no sabían nuestros nombres, prácticamente nadie tenía ni la menor idea de que éramos las hijas adoptivas de Francesco y eso jugaba a nuestro favor.

"No me estoy enterando de nada." Negué y me reí "Te lo explico mañana a la tarde" Justo en ese momento entran Diego y los chicos que tenía que traer con él. A dos de ellos les mando que uno se quede en la puerta de Alison y otro en la ventana, no me iba a arriesgar que nadie entrase como casi lo hace Dimitri y una vez terminado, salgo del despacho con Diego, Megan y el otro chico detrás.

De camino a la bodega, llamo a Adriano para que esté allí, lo necesitaba, porque si de algo estoy segura, es que el estúpido de Leo iba a negar todo, y no iba a permitir que nadie me viese la cara de estúpida, no a estas alturas.

"Tienes pensado lo que vas a hacer." Preguntó Megan a mi lado "Vamos a hablar." Dije tranquilamente, pero con una sonrisa en el rostro "Esa sonrisa me dice todo lo contrario. Te recuerdo que tienes reunión con los socios más tarde." Dijo Diego detrás nuestra "Y estaré allí justo a tiempo, no te preocupes por eso Diego."

Una vez llegamos a la bodega, Adriano estaba esperando en la puerta, alguno de los chicos lo estaban apuntando, y se veía que tenía cara de asustado.

"Dejad de apuntarlo, es de los nuestros." Dije con mi cara póker, al igual que la tenía Megan. "¿Está segura señorita?" preguntó el chico "Segura, ahora dejadlo en paz y seguid vigilando. Cualquier movimiento y me avisáis inmediatamente, ¿entendido?" ambos asintieron y entramos dentro.

Nos dirigimos al lugar en el que estaba Leonardo. Antes de entrar ya podemos escuchar como grita para que lo saquen de allí, que se han equivocado de persona. Nada más entramos en la habitación pude ver cómo su mirada se calmó, gran error. "Menos mal que ha venido a sacarme de aquí señorita D'angelo… Los rusos me tienen aquí desde ayer por la noche."

"¿Ah sí? ¿Y cómo es eso?" pregunté como si no tuviese ni la menor idea de que estaba hablando. Megan se había apoyado en la pared de atrás nuestra con una sonrisa que declaraba sus intenciones. "Entraron en la casa ayer por la noche, y yo hice todo lo que estuvo en mi mano para que no entrasen, pero mataron a la mitad del personal y a mí me trajeron aquí."

No pude evitar que una sonrisa apareciese en mi rostro. Este tipo era más estúpido de lo que parecía, no entiendo cómo es que Francesco confiaba en él tanto. "Ah, y yo que pensé que no os habías dado cuenta de que estaban en casa." Dije empezando a andar a su alrededor "Si que nos dimos… empezaron a disparar como los locos que son."

Megan rodó los ojos y yo le sonreí "Pues déjame informarte que los rusos no habían disparado hasta que los encontré. De no ser por mí hubiesen entrado en la habitación de mi hija." Dije poniéndome delante de él "¿Qué?" preguntó sorprendido y no pude evitar descojonarme "¿De verdad te piensas que fueron los rusos los que mataron la mitad de tu gente o qué?"

"¿De qué habla?" Podía ver como el miedo estaba empezando a entrar en su sistema, lo cual era hora de que hiciese, no veníamos realmente a salvarlo como él pensaba "Hablo de que los rusos no tienen nada que ver con la muerte de tu gente, y no estás atrapado por los rusos."

"¿Qué?" Megan se separó de la pared y se acercó a donde estábamos "De verdad, no sé cómo mi padre pudo confiar en ti, eres más estúpido de lo que pensaba." Dijo, poniéndose a mi lado "Porque soy el mejor para ser la mano derecha de su padre, señorita."

Ambas rodamos los ojos y yo saqué la navaja que tenía en la bota y se la clavé en la pierna, haciendo que gritase del dolor. "Repite eso, y la siguiente va directa al pecho." Dije acercándome más a él "¿Y qué se supone que hice para merecer este mal trato? Soy la mano derecha de su padre" Puse una mano en el pecho de Megan antes de que pudiese lanzarse a por él. "De haber sido de verdad la mano derecha de mi padre no lo hubieses matado, estúpido." Dije con los dientes apretados, realmente no podía ser más estúpido, eso me quedaba claro.

"Está equivocada señorita, fueron los rusos." Dije entrando en pánico total "Oh, asique ahora estoy equivocada. ¿Me estás diciendo que Adriano miente entonces?" dije cruzándome de brazos "Ese siempre miente, no debe fiarse de lo que dice." Dijo con enfado, lo cual no tenía sentido en este momento "Adriano, haz el favor de entrar y contarme de nuevo la historia."

La cara de Leonardo fue toda una sorpresa en el momento en que Adriano entró, y pude ver cómo empezó a temblar, pero también estoy segura que no dirá la verdad. Mientras Adriano contaba de nuevo la historia, Leonardo no dejaba de negar, y siempre quería protestar hasta que Megan lo amenazó con la navaja.

"¿Ahora me vas a decir que todo es mentira?" pregunté "Claro que lo es… ese estúpido siempre quiso tener el lugar de su padre. No me sorprendería que convenciese al resto de que se revelasen contra su padre. Estoy seguro de que le dijo que yo lo maté para no estar en mi lugar." Dijo casi convencido, pero tanto Megan como yo podíamos ver claramente que era mentira, además, tenía una sorpresa mejor "¿Pero no fueran los rusos los que lo había asesinado?" preguntó Megan. Podía escuchar su sonrisa en el rostro "Eso es lo que yo pensaba." Dijo serio, lo que hizo que ambas negáramos con una sonrisa en nuestro rostro "Vale, pues entonces te tengo una pequeña sorpresa." Dije "¿Me va a sacar de aquí?" preguntó esperanzado "Mucho mejor que eso"

Salí de la sala un momento para ir a por las cosas al coche. Eran las pruebas que decían que habían sido los nuestros los que había asesinado a mi padre, y se atrevía a negarse después de todo acabaría muerto, bueno, más dolorosamente.

Cuando entré pude ver la cara de confusión de Diego y de Megan, pero los ignoré y seguí caminando hasta pararme delante de este tipo. Puse el vídeo en mi móvil y se quedó mirando para él hasta que terminó, que levanta la mirada en la que puedo ver miedo.

"Señorita, puedo explicar lo que vio, no es lo que parece." Dijo con voz temblorosa "¿Lo vas a negar?" pregunté irónicamente, porque sabía que es lo que iba a hacer "Es que eso no era cierto, no lo decía de verdad."

"Oh, ¿no lo decías de verdad? Entonces ¿me explicas cómo las balas de tu arma acabaron en el cuerpo de mi padre?" Me crucé de brazos y podía notar el enfado de Megan aumentando, pero ya le quedaba menos para disfrutar de su venganza "Cualquiera pudo coger mi arma, no tuve por qué ser yo."

"Oh, entonces alguien te cortó las manos para poder tener las huellas tuyas en el cadáver de mi padre." Dije con una sonrisa, no entendía por qué nos creía tan estúpidas, la verdad. "Estaba intentando salvarlo, debe creerme señorita." Suplicó, pero no había suplica que valiese "¿Sabes? Estoy harta de tanta mentira. ¿Algo que quieras hacer Megan?" Una sonrisa malévola apareció en el rostro de Megan "Eso no se pregunta hermanita, sabes que sí." Dijo estirando el cuello y los ojos de Leonardo aumentaron su tamaño, al parecer sí que temía de ella, curioso "Señorita, no lo permita, estoy diciendo la verdad."

"Dale Megan." Por muy enfadada que estuviese en este momento y las ganas que tenía de acabar con este tío, sé que Megan tenía más ganas. Ella quería demasiado a Francesco y estoy segura de que él también la quería más que a mí, por lo que le iba a dejar a ella que hiciese con este tipo lo que quisiese.

Salí de la sala para dirigirme a la puerta en la que estaba Dimitri, al menos podría sacarme el enfado con él, eso ayudaría. Diego me siguió y dejó al chico que había venido con nosotros dentro con Megan, al menos le quedaría claro que no debía meterse con ninguna de nosotras dos, eso era algo bueno que sacaría en el día.

"Pensé que querías acabar con ese tipo." Dijo Diego a mi lado "Créeme, por muchas ganas que tenga de acabar con él por lo que le hizo a mi padre, Megan le tiene más ganas, la voy a dejar disfrutar con eso al menos." Dije apoyándome en la pared "¿Crees que estás lista para enfrentar al ruso?"

Me quedé en silencio un par de segundos, porque sé que nunca estaría preparada para enfrentarme a ellos, y menos a Dimitri, no por temor sino por todo lo que podía decir que no quería que nadie supiese. "¿Y por qué no iba a estarlo?" pregunté, girándome para verlo "Después de todo lo que os hizo a ti y a tu hermana…"

Negué, porque eso es por lo que estaba haciendo todo esto, tanto Megan como yo nos gustaría vivir una vida más tranquila sin tener que preocuparnos de los rusos "Vamos a estar bien." Dije volviendo la vista al frente. "Si luego necesitas hablar, ya sabes dónde encontrarme." Dijo, poniendo su mano sobre mi hombro

"Voy a estar bien, asique deja de preocuparte." En eso, Megan sale de la habitación de al lado limpiándose la sangre que había llegado a ella. Se acercó a nosotros con una gran sonrisa, por lo que deduzco que fue bueno dejar que ella lo hiciese.

"Bueno, ¿Cuándo vamos a acabar con este tipo? Tengo muchas ganas de acabar con él." Dijo, refiriéndose a Dimitri y yendo hacia la puerta, pero antes de que pudiese hacerlo, le puse la mano sobre el pecho para pararla "Quieta fiera, este me toca a mí." Sorpresa se hizo evidente en su rostro "Pero…"

"He dicho que este es mío y no se va a discutir más esto." Con eso, entré en la habitación y pude escuchar cómo me preguntaba si al menos la dejaría pasar un buen rato al menos, pero ya ni contesté.

Si algo tenía más que claro, es que de Dimitri me encargaría yo, tenía muchas cosas por las que vengarme después de todo lo me hizo estando allí dentro. Una vez entramos dentro, levantó la mirada y su sonrisa se amplió haciendo que me pusiese de los nervios.

"Y yo que pensé que no tendrías las agallas suficientes de aparecerte por aquí a hacerme una visita. Estaba equivocado." Dijo "¿Y por qué se supone que no me aparecería por aquí?" pregunté, cruzándome de brazos "Vamos, ambos sabemos que me tienes miedo." Dijo. Tanto Megan como Diego se quedaron en la pared al lado de la puerta mirando para nosotros.

"No te equivoques querido, te tengo de todo menos miedo." Y era cierto, lo único que me pasaba alrededor de este tipo, era que tuviese ganas de vomitar y me pusiese de los nervios recordando todo lo que me hizo, pero miedo no le tenía. "Eso cuéntaselo a otro, querida y mejor ve al grano a la razón por la que viniste." Dijo riéndose, lo que hacía que mi enfado aumentase, pero no iba a dejar que viese el efecto que tenía en mí.

"Sabes de sobra a que vine." Dije "A sí, a vengarte por todo lo que e hice, pero estoy más que seguro que en el fondo lo disfrutaste." Cerró los ojos por un momento, como si estuviese recordando todo lo que me hizo y yo hice todo lo que necesitaba para no acabar con él en este mismo momento. "En tus sueños Dimitri."

"No exactamente. Vamos, soy el padre de tu hija, podrías tener un poco de compasión. Estoy seguro que le encantará conocer a su padre." Pude escuchar como Megan cogió una bocanada de aire, sorprendida de lo que había escuchado, algo que no me gustaría que supiese, pero ya no podía hacer nada para que no lo supiese.

"No lo está, y por mucho que tu pusieras el esperma, no quiere decir que seas su padre." Dije "Eso es porque no me diste tiempo a serlo, te largaste en ese momento." No pude evitar morderme el labio para evitar partirle la cara en este momento "¿Y de verdad te esperabas que me quedara allí? ¿Después de lo que pasó la última vez?" le pregunté, porque si algo tenía más que claro es que no iba a dejar que acabase con otra vida.

"Es verdad, probablemente acabaría así ella también. Pero eso hasta que me di cuenta de que en realidad si quiero ser padre, y estar contigo." Un sabor ácido empezó a subir por mi garganta, pero hice lo que fue posible para que no saliese. No iba a mostrarle debilidad a este estúpido nunca más.

"Diego, agua y batería." Dije sin girarme "¿En serio lo vas a hacer?" preguntó sorprendido, pero en este momento no necesitaba que me cuestionase "Te he dicho que lo traigas." Dije con toda la autoridad que podía poner en mi voz.

"Oh, veo que estas juguetona querida. ¿Se supone que me vas a hacer todo lo que te hice yo?" dijo con una sonrisa, lo que hacía que me enfadase más aún "No estás para nada equivocado. Va a ser tanto que desearás estar muerto." Dije "Ya te gustaría, pero aprecio que lo vayas a intentar. Sobre todo, después de nuestro primer hijo ¿no crees?"

En cuanto dijo eso, pude escuchar como Megan volvió a coger una bocanada de aire "¿De qué habla, Ale?" preguntó y un brillo diabólico apareció en la mirada de Dimitri, el cual había pasado a centrar la mirada en Megan por un par de segundos hasta que volvió a centrarla en mí con una gran sonrisa en el rostro.

"Ah, ¿qué tu querida hermana no sabe eso?" preguntó como si no supiese la respuesta "Cállate Dimitri." Dije a punto de perder la poca paciencia que me quedaba "Me pregunto qué es lo que más no sabe. ¿Tal vez todo lo que te hicimos? ¿Qué ella no se llevaba gran parte de las palizas porque tú lo impedías y por eso luego las llevabas peor? No sé cómo eres capaz de estar con ella sin culparla por todo lo que tuviste que pasar allí dentro."

"Ella no tuvo culpa de nada." Dije a través de mis dientes "Oh, claro que no, la tuviste tú por ser tan estúpida de querer protegerla." Dijo "Estoy harta." Cogí el agua que había traído Diego y se la eché encima, y después cogí las pinzas para ponerlas en el agua, esto solo iba a empezar.

"Espera, ya sé porque te quiere vengar de mí. Todo esto es por nuestro hijo." Dijo con una sonrisa "¡¡¡¡ERA MI HIJO, NO TUYO ESTÚPIDO!!!!" grité prácticamente pegada a su rostro "Bueno, ahora sabemos que está…"

Ya ni dejé que terminase de hablar, no quería escuchar que tanto él como su hermano se había encargado de asesinar a nuestro primer hijo golpeándome hasta que lo mataron. Los odio con todas mis fuerzas. Enganché las pinzas a la batería y empecé a electrocutarlo. Por el rabillo de mi ojo podía ver las caras tanto de Megan como de Diego de no entender nada, y estoy seguro que no entenderían gran parte de las cosas, porque ellos no saben toda la historia, y mucho menos que antes de Alison iba a tener un hijo con este bastardo.

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