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Capítulo 1: Rutina — Parte 2.

Parte 2 — Retrospectiva.

Mirando hacia atrás en los hechos hasta ahora, pasó algo que dictó mi estatus quo actual, así que asumo que merece la pena narrar. Es acerca de qué pasó con mi promesa de comer la comida casera de Saya.

Esto pasó un día después del evento de la ceremonia de ingreso y mi encuentro con la chica-sándwich.

"Veo que estás decepcionado por la triste realidad, pero no hay necesidad de deprimirte solo por acabar en una clase distinta a la de ella".

Obviamente, Toppe estaba exagerando la situación. Yo no estaba deprimido. Tampoco estaba decaído. Estaba perfectamente bien. Estaba algo decepcionado, pero nada más allá de eso.

En un molesto acto, Toppe frotó sus manos en mi espalda, consolándome.

"Por eso nadie confía en ti para conversar, Toppe".

Mi mejor amigo tenía un defecto que no planeaba cambiar, era lo contario a ser serio. Él decía que yo era aburrido, pero no tiene nada que ver. Aunque no lo niego.

Todo el día había hablado acerca de que había reducido mis posibilidades a cero con Saya. Decía que no iría tras ella porque mi actitud obstinada no lo permitiría, y no se equivocaba.

"Pues ha acabado el período de clases, ¿vamos a almorzar?", preguntó de forma rutinaria.

"Uhm… Bien", respondí, sin ganas.

Pese a que su molesta actitud colmaba mi paciencia en ocasiones, no lo odiaba, por algo era mi mejor amigo, estaba acostumbrado a ello. Claro, no siempre era él quien se burlaba de mi perezosa actitud, yo lo hacía cuando él fallaba en sus conquistas.

Puede decirse que me reía desde mi cobardía, pero no es cierto. La verdad es que planeaba pasar mi preparatoria sin conseguir novia…

Hasta yo me he dado asco con esa excusa tan ridícula.

"Hola, Toppe".

Una voz inesperada llegó a mis oídos. No quise creer en lo que había escuchado, así que volteé a ver para confirmar visualmente. Era Saya. Saludaba a Toppe. Y lo llamaba por su apodo normalmente.

"Hola, Saya".

Como Saya estaba sonriendo, Toppe también lo hizo. Le devolvió la sonrisa. ¿Por qué esta escena era tan asquerosa? ¿En qué momento mi vida se volvió en una historia de género NTR? ¿Qué hago con mi puño?

Calmé mis pensamientos y me dediqué a ver cómo se desarrollaban los eventos.

Saya se acercó a Toppe con esa deslumbrante sonrisa y con unos ojos de mujer perdidamente enamorada. Él atendía con gusto a Saya. Parecía una toma de una pareja. De repente mis puños se movieron solos y… Está claro que eso no pasó.

"¿Quieres comer con nosotros también?".

"No, en realidad comeré con alguien más. No quiero traicionar a mi mejor amigo".

Respondió Toppe a la oferta de Saya. Yo no sabía qué estaba pasando, pero pude sentir que mis rodillas se doblaban llevándome a postrarme en señal de agradecimiento a Toppe. Al menos en mi subconsciente.

"Si es así…".

"Nos vemos, Daken", se dio la vuelta después de guiñarme el ojo.

"…".

No dije una sola palabra. Lo que estaba pasando, no lo entendía.

"¡Daken!".

Una voz dulce me llamó por mi nombre e hizo que volteara.

"Eh, ¿sí?".

"Prometí que probarías mi cocina, ¿no?".

"Eh- ah, sí".

"Deberíamos ir a un lugar más tranquilo".

Ella sonreía y yo solamente asentí. Aún estábamos en el corredor frente a mi salón, así que era obvio que movernos era lo primero que debíamos hacer.

Debo decir que me sorprendió que ella haya venido hacia mí solo para esto. No estaba en contra y mucho menos inconforme, pero debo decir que no esperé que fuera tan puntual.

Caminamos por un rato hasta salir del edificio y llegar a una zona con árboles cerca de la puerta de entrada.

"E-Estoy algo nerviosa. La única que ha probado lo que preparo es mi pr-, mi madre…", rectificó sus palabras. Inusual.

"Entonces soy afortunado, ¿eh?".

"Eso… no sé si mi cocina sea lo suficientemente buena para decir eso".

"Vamos, no te acomplejes ahora. Si lloraste por ese sándwich, debería ser muy sabroso".

"E-Eso fue por mi torpeza… Me gustaría que olvidaras eso".

Se notaba nerviosa, como si realmente le molestara que recordara esa vergonzosa escena… Bueno, si lo digo así, tiene sentido.

Quizás debería considerar sus palabras, pero decidí bromear con eso.

"Al principio me preocupé, pero al darme cuenta de la razón por la que llorabas, casi estallo en risas, jajajaja".

"…".

Ella no dijo nada. Su rostro de color carmesí. No me sorprendería que me odiara por eso.

De repente, se detuvo en seco. ¿Habremos llegado a donde íbamos o…?

Se acercó a una banca al lado de un árbol, luego recogió su falda con sus manos y se sentó como una señorita de la alta cuna. Su flequillo rubio se meció. No, su cabello era castaño.

"P-Puedes sentarte".

"Sí…".

Toscamente, me posicioné a su lado con timidez.

Ella procedió a desempacar un pequeño contenedor que parecía ser del tipo que conservaba el calor de lo que había en su interior. Abrió la tapa del envase y vapor ascendió con prisa. Una fragancia hipnotizante salió de pronto.

¿Qué rayos? Era solo un sándwich. Quizás solo estaba en una clase de trance donde exageraba los hechos, como suelo hacer.

"Entonces… ¡adelante!".

Su nerviosa forma de invitarme a degustar la comida me alteró un poco. Empero, ella no me ha invitado para calificar sus habilidades como chef, debería dejar de adoptar esta postura de batalla que hice inconscientemente.

"Bien".

Acerqué el pan a mi boca y mordí una parte.

"…".

Ella me miraba con entusiasmo, quizás estaba preocupada por si había cometido un error y confundió la sal con la azúcar que agregó a la lechuga.

Dejando de lado mis inútiles pensamientos, he de decir que… no tengo nada que decir. Me refiero a que me ha dejado sin palabras.

Aunque no podía articular nada suficientemente consistente, logré decir algo:

"Delicioso".

Era absolutamente poco común. Casi nunca podrías comer un sándwich así.

¿Cómo consiguió este sabor? Puedo notar que el pan sabe a mantequilla, no es de base simple. ¿Mermelada? Ha untado mermelada de naranja en medio y carne en tiras.

El sabor es muy potente. Desde dulce de la naranja hasta la jugosa grasa de la carne se complementaban impresionantemente bien. No es lo que esperarías con solo ver la apariencia. Debo… debo ponerlo en palabras… ¿no?

"¡Efhta demafhiado buemho!".

Saya inmediatamente acercó a mi mano libre un jugo de lata, como queriendo decir que tragara mi comida antes de hablar. Lo tomé y bebí para pasar el pan e inmediatamente me dirigí a ella.

"¡Está demasiado bueno! El sabor no se parece a nada que haya comido hasta ahora, especialmente si hablamos de sándwiches. Me ha encantado el toque dulce para jugar con el sabor de la carne. ¡Y lo mejor de todo es que es ligero y fácil de comer! ¡Este es el tipo de cosa que comería toda mi vida! Has compactado comida de restaurante a esto, ¡jamás podría hacer algo como eso!".

Al parar mis comentarios llenos de emoción y soltar todo lo que quería decir, noté que Saya estaba con la mirada al piso. Su cara completamente roja.

"E-Esto… ¿Te ha gustado?".

Su pregunta me dejó fuera de lugar. Creí que con eso era suficiente para que lo entendiese…

"Has dicho todo eso, pero no dijiste si te gustaba…".

Después de que dijera eso, entendí a qué se refería.

"¡Más que gustarme; me ha encantado!".

Pero, de un momento a otro-

"H-Hey… Espero no molestar, pero quiero pedirte un favor…".

Cambié mi tono lleno de emoción por uno de franqueza, esto merecía honestidad.

"¿Eh?", ella se sorprendió por el repentino giro de acontecimientos. Hasta yo lo haría.

Respiré profundamente y luego exhalé, preparándome para lo que diría a continuación. Y luego-

"¡Quiero que cocines mi almuerzo una vez más! ¡Te pagaré lo que sea necesario, por favor!".

Lo dije.

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