Minutos después.
Aterrizaron en un callejón sin ser vistos por nadie y Tsubaki por fin pudo relajar sus respiración, todavía teniendo en su cuerpo la sensación del agarre de Goku a su cintura.
"Sabe que tengo alas... ¿p-por qué me sostuvo así?"- Tsubaki no pudo evitar sonrojarse ante el pensamiento y volvió a negar rápidamente.
-Bien, vayamos Tsubaki -habló Goku con una sonrisa y la chica asintió caminando a su lado.
Cruzaron la calle pero de repente los ojos de ambos vieron que había un tumulto de personas junto al sonido de las sirenas de un ambulancia.
-¿Qué está pasando ahí? -preguntó Tsubaki pero el azabache no le respondió, por alguna razón se tensó seriamente aunque siguió caminando.
Restaban unos metros para que llegaran al lugar de los hechos y el corazón de Goku no dejaba de latir con intensidad. Palpitaba frenéticamente.
"¡No! Espero que no sea eso que estoy pensando"- indagó él pero aun así no pudo calmarse y Tsubaki se percató de ello.
En las últimas semanas había estado en numerosas situaciones de muerte pero nunca antes había tenido tanto miedo como ahora.
Finalmente llegaron.
Goku se abrió paso entre las personas que rodeaban el ambulancia y mientras avanzaba los latidos de su corazón se volvían más caóticos.
Vio rastros de sangre en el suelo y todo su cuerpo se enfrió al instante. También vio a Irimi, su compañera de trabajo, llorando a mares.
Su corazón se desgarró del todo cuando vio a Cha Hae-In, la hija de su jefa, llorando desconsoladamente en el suelo y gritando.
-No... no... ¡NOO! -gritó Goku corriendo hacia el ambulancia y sus ojos se llenaron de dolor al ver a Juhee siendo transportada en una camilla.
Tsubaki estaba detrás de Goku y se llevó las manos a la boca, sabiendo que este momento era demasiado duro de vivir para su amigo.
-¿I-Irimi qué es lo que sucedió? -preguntó Goku con la voz quebrada por el dolor pero intentando mantenerse firme, aunque costaba y mucho.
-E-ella vi-vino para abrir esta mañana... p-pero fue atropellada -respondió Irimi como pudo y el corazón del pelinegro dio un vuelco al oírla.
Sin perder tiempo tomó a Tsubaki, a Irimi y a Cha Hae y se subieron al ambulancia en el que llevarían el cuerpo de la señora Juhee...
Horas después.
Las últimas horas fueron un infierno.
Tras llegar al hospital sometieron a Juhee a numerosas pruebas para determinar la gravedad de su estado de salud y lesiones físicas.
Los doctores no decían nada todavía y eso aumentó la consternación que sentía Goku, y Tsubaki se mantuvo con él en todo momento.
Estaban en la sala de espera cercana a la sala donde estaban examinando a Juhee y mientras tanto Irimi trataba de consolar a la pobre Cha.
Tsubaki, que tenía la mano unida con la de Goku desde hacía horas, podía sentir cuán frío estaba su cuerpo. Sin duda él lo estaba pasando fatal...
"¿Familiares de Kim Juhee?"
En cuando sonó la voz del doctor saliendo de la sala, los cuatro se levantaron de pronto mirándole con suma esperanza en sus ojos.
-¿C-cómo está ella doctor? -preguntó Goku manteniendo la firme esperanza en su corazón.
-Tras haberle hecho una radiografía y una resonancia electromagnética detectamos que Kim Juhee sufre un serio traumatismo craneo-encefálico... lamento decirles esto jóvenes pero Juhee-san estará en un coma... indefinido -informó el doctor con pena.
Otra ola de dolor golpeó a Goku y Tsubaki le abrazó. Cha cayó de rodillas liberando un llanto e Irimi dejó caer varias lágrimas de sus ojos.
-M-muchas gracias doctor -logró pronunciar el pelinegro y aquel doctor asintió marchándose.
Goku sabía que quien peor lo estaba pasando era Cha Hae-In, por lo que se agachó a su altura tomándola de las manos y le miró a los ojos.
No sabía qué palabras decir a alguien a quien acababan de informar que su madre estaría en coma. Pero reunió el valor suficiente y habló.
-Cha... yo me haré cargo de todos los gastos del hospital y de tu matrícula escolar -habló el azabache- Pero te juro por mi vida que tu madre volverá a estar con nosotros este mismo año.
El dinero no era problema pues actualmente tenía medio millón de yenes en el inventario, pero sobre el último juramento... era otra cosa.
Cha le miró con los ojos rojos por haber llorado tanto en las últimas horas y le abrazó fuertemente llorando con tristeza y dolor.
No supo cómo ni porqué pero creyó en la promesa que le había hecho Goku, y se aferró a esa esperanza por más remotas que fueran las posibilidades de hacer un milagro como ese.
Tiempo después.
Tras salir del hospital Goku acompañó a Cha hasta su casa, e Irimi decidió quedarse con ella al menos durante esta noche y la siguiente.
Ahora mismo Goku estaba caminando hacia su casa y Tsubaki le acompañaba, en todo el trayecto no intercambiaron ninguna palabra.
Pero de repente Goku se cayó de rodillas y sin poder evitarlo sus ojos derramaron lágrimas de dolor como pocas veces había hecho antes.
-...¿P-por qué a ella? ¡¿POR QUÉ LE TUVO QUE PASAR A ELLA?! -gritó Goku entre lágrimas y sin perder tiempo Tsubaki le abrazó firmemente.
Su corazón se agrietó al verle en ese estado tan triste... El Goku que la había enamorado era uno que sonreía sin importar lo que sucediera.
Pero esto era demasiado duro.
-T-Tsubaki... yo sólo quería que se sintiera feliz al ver mis notas, ¿a-acaso eso era mucho pedir? -preguntó el azabache aferrándose a Tsubaki.
Tsubaki negó con la cabeza.
-S-si tan sólo hubiera estado ahí en ese momento... ¡¡Ella estaría bien ahora mismo!! -se lamentó Goku cerrando sus ojos con fuerza.
Tsubaki no respondió y continuó abrazándole para que liberara todo ese gran dolor y pesar que estaba acumulado en su corazón apenado.
Y así pasaron las horas. Goku finalmente se calmó pero no deshizo el abrazo con Tsubaki, con ella su corazón pudo hallar la calma.
Ella presenció sus últimas lágrimas...
Al menos en su vida mortal.
-¿Y-ya te encuentras bien? -preguntó por fin Tsubaki acariciando su cabello y Goku asintió suavemente estando refugiado en sus brazos.
-Sí... perdón Tsubaki, te hice pasar por todo esto durante horas y... -iba a hablar Goku pero Tsubaki interrumpió sus palabras sin esperar que acabe.
-No, si voy a estar contigo será tanto en los buenos como en los malos momentos -respondió Tsubaki y Goku se sorprendió.
-Te agradezco... gracias por haber estado conmigo -habló Goku con una sonrisa pero de repente cortó el abrazo- Deberías irte a casa.
-¿P-por qué? -preguntó Tsubaki no dispuesta a abandonar a Goku y menos en un momento tan delicado como era este- Pero si te dije que...
-Lo sé, pero Sona-senpai estará preocupada... han pasado diez horas ya -profirió Goku, y sonrió- Tranquila, estaré bien. Soy fuerte, ¿recuerdas?
-¿Me prometes que estarás bien? -preguntó Tsubaki queriendo cerciorarse enteramente.
-Te lo prometo -respondió él.
-Está bien... pero si sucede algo llámame de inmediato, ¿de acuerdo? -preguntó nuevamente Tsubaki y la sonrisa de Goku se hizo mayor.
-De acuerdo, ve a casa -habló Goku y Tsubaki le miró antes de crear un círculo mágico y susurrar en su corazón un sutil "te quiero", y se fue.
Goku soltó un suspiro y se fue a casa.
Horas después.
"...."
Un silencio inundaba su habitación.
Goku estaba tumbado boca arriba en su cama mirando el techo con ojos vacíos. Normal, ¿no?
Con toda la ilusión del mundo él se fue a ver a Juhee pero de pronto le dicen que ella estará en coma hasta Dios sabe cuando, ¿cómo se sentiría cualquiera al respecto? Triste, abatido, vacío...
Ella era una madre para él por todo lo que había hecho ella desde que llegó a Kuoh, lo menos que podía hacer era liberarle de aquel coma.
Pero, ¿cómo?
Entonces, el vacío en sus ojos desapareció.
Y se convirtió en determinación.
"Sistema, ¿existe alguna manera de salvar a alguien que está en coma?"- habló en su mente Goku, ésta era la última esperanza que tenía.
[Afirmativo]
[Existe una manera]
[¿Desea saberla el anfitrión?]
"¡Claro que sí!"- los ojos de Goku se iluminaron al escuchar la respuesta del sistema y entonces una nueva pantalla se desplegó frente a él.
[Ítem: Agua bendita de la vida]
[Descripción: ??????????????]
[Precio del ítem: 5000 SP]
"Agua bendita de la vida... tengo que comprarla para poder ver su descripción... ¡Espera! ¡¿Tanto cuesta?!"- gritó Goku exaltado en su mente.
Básicamente aquel ítem costaba medio millón de yenes. Es decir, todo el dinero que tenía en su inventario, que equivalía a unos 5000 SP.
"Me da igual el dinero, la vida de la señora Juhee es mucho más importante"- pensó el azabache, ya buscaría formas de ganar dinero para Cha Hae.
Velozmente cambió el dinero del inventario a puntos de experiencia y presionó la opción 'comprar'. Otra pantalla apareció.
[¡Felicidades!]
[Has desbloqueado 'Agua bendita de la vida']
[¡Felicidades!]
[Has adquirido la receta del 'Agua bendita de la vida' junto con la habilidad de elaboración]
Goku enmudeció al instante.
"Espera... ¿eso quiere decir que el dinero que he gastado era sólo para saber cómo debo preparar ese agua?"- pensó Goku un tanto indignado.
Él pensó que luego de pagar obtendría el agua bendita en sí, aunque en realidad sólo obtuvo la receta. Es decir, ¿debía hacer él mismo el agua?
[Afirmativo]
"Ugh... bien, veamos de qué trata ese agua"- indagó Goku presionando la opción para ver los detalles del agua bendita que había adquirido.
Agua bendita de la vida:
[Rareza: S]
[Tipo: Consumible]
[Curar toda enfermedad o lesión]
[Los efectos del agua bendita de la vida solo aparecerán después de usar una botella llena]
[Es una poción divina llena de una poderosa magia que puede curar cualquier enfermedad]
"Curar cualquier lesión o enfermedad"- repitió el chico en su mente y su corazón se colmó de alegría al leer cada párrafo que ponía ahí.
¡Con esto podría salvar a Juhee!
"Es algo maravilloso, pero dudo que los ingredientes de la receta sean fáciles de obtener"- pensó Goku cautelosamente.
Ingredientes:
[Sangre purificada del Rey Demonio (0/1)]
[Fragmento del árbol del mundo (Yggdrasil) (0/1)]
[Agua de manantial del bosque del eco (0/1)]
"...."
Efectivamente, nada fáciles de obtener.
"¿Rey demonio? ¡¿Cuál rey demonio?!"- gritó Goku sin entender a qué se refería el sistema, ¿acaso hablaba del Maou Sirzechs Lucifer?
Era algo imposible para él vencer a alguien tan poderoso, a menos que hubiera otro rey demonio que él desconociera hasta el día de hoy...
"Tal vez se refiera al... ¿castillo demoníaco? Después de todo nunca entré pese a vencer a Cerberus"- pensó Goku recordando eso.
En ese caso entraría al castillo demoníaco, si se refería al rey pues debía ser el jefe final del lugar. Un enemigo muy poderoso le esperaría ahí.
"Árbol del mundo Yggrasil..."- meditó Goku pues aquel nombre le sonaba bastante, así que tomó su móvil para buscar algo de información.
-Sabía que era algo del mundo nórdico, al parecer es el árbol que sostiene los nueve reinos -profirió Goku informándose en wikipedia.
Midgard, Asgard, Vanaheim, Alfheim, Jotünheim... para Goku todos eran nombres desconocidos y la verdad sonaban extraño.
"Supongo que tendré que pasar un tiempo en el mundo nórdico..."- pensó Goku suspirando, pero todavía era demasiado débil para aquello.
Necesitaba fortalecerse con urgencia para obtener todos esos ingredientes, pero hasta ahora el sistema no le daba ninguna misión.
"No tengo idea de dónde puede estar el último ingrediente. Pero algo es algo, le juré a Cha que lo haría y lo voy a hacer"- se dijo el azabache.
Su teléfono vibró y pudo ver que era Tsubaki quien le estaba llamando. Sonrió ante aquello, apreciaba la preocupación de Tsubaki hacia él.
Tsubaki se mantuvo a su lado a lo largo de este día brindándole apoyo y calor, algo que sin duda necesitó en un momento tan duro como éste.
Y eso lo agradecía.
-Hola Tsubaki... Sí, estoy bien... ¿Llegaste ya a casa?... Ah, ve con cuidado, ¿sí?... de acuerdo, hablamos mañana... tú también Tsubaki -habló Goku y luego colgó al mismo tiempo que ella.
De nuevo se recostó en la cama mientras la imagen de Tsubaki aparecía en su mente... por alguna razón no podía dejar de pensar en ella.
Ella... era importante para él.