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ESTOY SOLA...

La hora de dormir llegó. La tía Akiyama me asigna un cuarto al fondo de la mansión, ella me deja en una habitación, me ordena a entrar, y al ver a Hiroki a dentro, me sorprendo "¿voy a compartir habitación con él?"

— espérame aquí, iré por unas almohadas — intenta salir de la habitación para dejarnos solos, la detengo.

— espera, no me diga que tengo que compartir cuarto con Hiroki — esto será muy incómodo si dice que sí porque no estamos casados y lo más prudente es dormir por separado.

— claro que si, al fin y al cabo, ustedes pronto se van a casar, así que tienen toda la noche para estar solos— guiña con una mirada traviesa— no seas tímida — me da un golpe en la espalda intentando motivar. Se va de la habitación dejándonos solos un silencio nos abruma al instante, miro a Hiroki muy avergonzada sin saber qué decirle o que hacer.

—No te preocupes, dormiré lejos de ti. En aquella esquina— Me apunta con su mirada la esquina al lado de la puerta de salida. No quiero que él siga arriesgando su bienestar, además ya lo he molestado tanto tantas veces, no puedo permitir que él siga consintiéndome de esta manera.

— ¿pero...? ¿No sentirás frío?, si quieres yo duermo en la esquina, tú ya tuviste muchos problemas conmigo...

— tonta —me insulta abruptamente — Te dije que te protegería, además no puedo dejarte dormir en el piso, mi tía me mataría, si fuera por mí te dejaría hasta dormir afuera — dijo de una manera tan ordinaria que cambio de opinión y prefiero que se congele del frío — o... — me empuja a la pared suavemente, se acerca a mí, apoya su cuerpo contra el mío recostando una mano en la pared — ¿tienes miedo de que te haga algo raro...? — dijo con una mirada traviesa y poniendo sus labios excitantes, se muerde uno de ellos que hizo mi corazón estallar tan de repente que provocó una sensación de satisfacción que me hacía sentir tan culpable — te podría devorar entera aquí mismo...— levantó mi barbilla con sus dedos, pasa uno de sus dedos en mis comisuras, yo me quedo inmóvil sin saber qué hacer. Su respiración está en mi cara, está tan cerca que mi corazón palpita tan rápido.

— ¿de qué hablas? Tú y yo no nos hemos casado. Tenemos que primero realizar un vínculo— le digo tartamudeando y balbuceando, intento retirar la mirada y observar en donde puedo escapar, aún no estoy lista para esta clase de cosas.

— y ¿eso es un problema? — muerde sus labios nuevamente de manera tan seductora, evito verle a la cara — mi hermano tiene razón... no estás tan mal. — se ríe un poco burlándose de mi incomodidad, retiro mi rostro y cierro los ojos, cada vez más y más, mis mejillas están ardiendo que parecía que tuviera fiebre, y de repente... solo escucho carcajadas y su respiración ya no está en mi rostro. "Era... ¿Una broma?". Veo como él se ríe por su juego tonto. En verdad creí que me haría algo. Lo miro indignada y furiosa

—¡eres un estúpido! —exclamo muy enojada por jugar conmigo

—debiste haber visto tu cara, ¿crees que haría algo con una niña tan molesta? Ni que tuviera tan mal gusto —insulta. Lo golpeo, pero él solo se ríe más — ¿en verdad querías que te hiciera algo? — lo golpeo más fuerte negándolo por completo

—¡idiota! Me hiciste pasar un momento tan incómodo ¡Idiota! ¡IDIOTA! – le exclamo muy avergonzada.

Me tumbo a la cama con las mejillas extremadamente rojas. Me tapo todo el cuerpo, de pies a cabeza con la acolchada. Estaba tan furiosa por jugar de esa manera con mis sentimientos y rematando, insultándome y humillándome. "Pero que estúpida soy" "debí haber sabido que era solo un juego tonto". Sin embargo, siento una extraña molestia de sentir que no era verdad, aunque me asuste... ¿Por qué yo querría hacerlo? "Naomi no seas tonta, él es solo un fastidio" "¿por qué te molestas tanto si nada sucedió?" supongo que es porque soy solo una niña tonta que se dejó llevar por su imaginación, "De seguro el tonto de Hiroki estaría pensando que soy solo una niña inocente y caprichosa que se dejó llevar por un estúpido juego ¡ese maldito!". Aprieto los dientes desesperadamente, era la gran estupidez sentirme enojada.

Después de un rato intentamos dormir, él en la esquina como lo prometió. No he podido dormir; por algún motivo, no paro de dar vueltas en la cama intentando conciliar el sueño, tenía un sentimiento que no me deja descansar; debe ser que era por todo lo que tuvimos que pasar, el estrés, sin embargo, dudo que sea eso, de alguna manera siento que es algo más y siento esta incomodidad siempre que estoy cerca de Hiroki "¡pero en que estás pensando Naomi!" "¿Qué tonterías estás pensando niña? Hiroki es una sabandija, grosero, altanero, sin modales y muy mandón" La cabeza me comienza a doler.

— Sigues molesta... ¿Verdad? —dice la voz ronca de Hiroki. Pensé que ya se había dormido.

— ¿yo? No... No estoy molesta —niego confirmando mi estado, pero me siento muy confundida con mis sentimientos.

— No intentes negarlo... Sé que aun estas molesta por lo que nos hizo Satoshi... O es porque soy grosero contigo... O... Es por la broma... O... ¿Por todas las anteriores? — No le quiero responder, aún no sé qué es lo que ocasiona este sentimiento, diría que es por lo de Satoshi, sin embargo, aunque fue algo tan grave lo que nos hizo, en mi corazón de alguna manera no se molesta por eso, quiero decir que en este momento no estoy sintiendo ese odio (es más no me acordaba); tal vez diría que es por su comportamiento grotesco... Aunque, la verdad ya me estoy acostumbrando; diría que sería por la broma, pero, no es el caso para sentirme enojada; escogería todas las anteriores, pero ninguna tiene el motivo de mi sensación. Me quedo callada por unos segundos - en verdad que eres difícil... —dice muy decepcionado, intenta sacar una sonrisa a su comentario —ni siquiera puedo proteger hasta tus más grandes miedos... pero que idiota soy, ¿cómo planeo protegerte si no puedo proteger lo que sientes?... Supongo... Que hago mal mi trabajo... — dice desanimado.

— y... ¿Como? ¿Planeas proteger a una persona que ni conoces...? Ni siquiera tienes afecto sobre mí... como para querer protegerme, además si quieres proteger a alguien debes sentirlo, no sirve de nada si no proteges tus propios sentimientos... —Le cuestiono teniendo razón, y es verdad, él no puede protegerme si desea proteger a otra persona, otra persona que en verdad sienta algo de amor y compasión, recién nos hemos conocido hace solo 4 días cómo para que él quiera protegerme, no tiene sentido alguno... — además tampoco sirve de nada que protejas a alguien que apenas si te conoce... una chica como dices tú... ¿Mimada? ¿De mal carácter?... Deberías proteger... — hago una breve pausa pensando en que decir, y escoger las palabras correctas, pero siento que no debería decirlo — a... Alguien que... amas... y esa... no soy yo... — de alguna manera siento tristeza al haber dicho esto, siento tristeza porque sé que en realidad estoy sola, porque no lo hace de corazón salvo tenerle lealtad a mi padre, no me conoce lo suficiente como para querer protegerme y eso me hace sentir muy sola... porque... es la prueba que en realidad nadie quiere protegerme.

Me tiembla la boca con solo sacarlo... Una lágrima solo rodea mi mejilla y siento que mis ojos solo se humedecen "¿por qué.? ¿Estoy llorando?" se supone que no debería llorar, ya que lo que dije es totalmente cierto, pero no puedo simplemente dejar de llorar, en el fondo sé esta verdad e Hiroki también, Hiroki en sus ojos sabe a quién debe proteger, en el fondo sé que hay alguien en su corazón.

¿Por qué estoy triste de no ser esa persona? No tengo idea... tal vez... porque por un momento si llegué a pensar que le importaba a alguien y ahora me doy cuenta de que Hiroki me está empezando a importar, sin él estaría muerta, sin él Satoshi ya hubiera acabado conmigo para conseguir mi trono... ojalá pudiera hacer lo mismo por Hiroki lo que él hace por mí y me frustra, me frustra ser siempre la que se enferma, la que está en peligro, la que no puede hacer nada al respecto. Simplemente no quiero perderlo... a la única persona que ahora me está importando.

La mañana llegó, el sol radiante ilumina los espacios de aquella habitación, me despierto por la cálida mañana, me estiro y noto que Hiroki no está, me pregunto a donde pudo haber ido.

El recuerdo de anoche se sumerge en mi mente, fue tan incómodo haber dicho todo esto, pero me quedé confundida cuando comencé a llorar ¿será que Hiroki me vio llorando? Lo dudo, pero mejor no me confío, creo que soy una persona orgullosa, la verdad no quiero que sepa que me importa mucho.

Salgo de la habitación y noto que no hay nadie en toda la mansión "¿en dónde están todos?" supongo que me levanté muy tarde, el silencio se propaga y noto mi soledad. Escucho que desde las afueras de la mansión hay ruido de personas riendo y charlando, salgo a averiguar y por lo menos encontrarlos.

Noto que enfrente de la mansión hay una fogata en medio de la aldea, donde los adultos toman, comen, se ríen y hablan "¿de qué me perdí? ¿Qué tan tarde me levanté?" el olor de la comida era de sopa de miso, recuerdo que ayer en la cena la tía Akiyama hizo bastante comida como para una multitud de personas y no la cuestioné.

— hola, bella durmiente— Se me acerca Naoki con un plato de sopa de miso.

—¡hola! ¿Qué hacen todos aquí?

—al parecer la tía de Hiroki organizó todo esto, dice que es tradición en la aldea desayunar con todos en medio del pueblo— me explica mientras va comiendo sopa, me invita a sentarme con los de la aldea un rato. Naoki me da de su sopa y conversa conmigo

—¡NAOMI! — Exclama mi nombre una vos ruidosa y peculiar, me da un brinco, era solo la tía Akiyama — despertaste por fin, tú duermes mucho ¿por qué te levantas tan tarde? Quería ir a despertarte, pero Hiroki no me dejó, él dijo: "ni se les ocurra despertarla, déjenla dormir en paz" con su ceño muy fruncido, debiste haberlo visto, fue tan romántico— sonrío disimuladamente dudando de que fuera romántico.

—¿Sabes dónde está Hiroki? — le pregunto por qué no logro distinguirlo entre tantas personas.

—él no dijo a donde se iría, es extraño, pero él es así. — me explica sirviéndome más sopa.

Con que Hiroki no dijo a donde se fue... Ahora que lo pienso él suele hacer eso, suele irse cada mañana sin decir nada, parece que algo oculta. Trato de no pensar mucho en eso, supongo que es asunto de él y no debería meterme o simplemente exagero y quiere estar solo, pero a veces si me molesta que no nos diga por qué cualquier cosa puede pasarle. La tía se sienta a mi lado platicando un buen rato, me presenta a muchas personas de la aldea. Todos son muy gentiles aquí, esta aldea es muy unida.

—me estaba preguntando si tú quisieras acompañarme por hierbas medicinales— me pregunta a su petición la tía Akiyama. Acepto a su invitación para no tener nada que hacer y aburrirme a lo que llega a Hiroki (aunque me pregunto qué haría con él si él estuviera aquí, sería lo mismo, no tendría nada que hacer).

La tía me presta otro kimono muy bonito y sencillo para recolectar hierbas en el campo y poder ensuciarlo, claro sin antes bañarme con agua tibia, y la verdad fue un poco difícil bañarme. La tía me enseñó en sacar agua del río y calentarla, llevarla al fuego es demasiado pesada. No entiendo por qué ella viviendo en una casa tan grande no tiene a alguien que le ayude, pero creo que es porque está acostumbrada al trabajo... menos yo... En el palacio jamás me tocó mover un solo dedo, siempre me hacían todo y ahora que lo pienso es demasiado infantil, ya que me siento como una inútil al no saber nada de trabajo, ahora siento más empatía por la gente que trabaja e intentan sobrevivir.

Me pongo el kimono amarillo con una decoración de cuadros muy hermoso, y la cinta de color café.

Llegamos al campo silvestre cubierto de flores y plantas; algunas las reconocía y otras las estaba conociendo. La tía Akiyama me explicaba que son y contra que enfermedades ayuda, para dolores de cabeza, fiebre, resfriado etc. Estuvimos un buen tiempo conviviendo, que la verdad distraerme me ayuda a olvidarme de la vergüenza que pasé anoche haciéndole dramas a Hiroki.

—Tía Akiyama... Le quería hacer una pregunta...

— si querida dime— sonríe tierna recogiendo las plantas.

—me preguntaba... Sobre la infancia de Hiroki... Él es muy frío y grosero ¿siempre ha sido así? — la tía se queda un momento sin un gesto aparente, pensando que decir, luego levanta las comisuras de sus labios elevando una mueca sonriente, mirando al suelo y luego vuelve a mirarme con la misma expresión de nostalgia...

— Él... ha tenido una vida dura, él y su hermano... — dice esto en un suspiro que quiere aliviar — Ellos son príncipes porque la madre de Hiroki se casó con un rey, ella era una mujer muy común, como los de la aldea... Nacieron ellos, Hiroki cumplió 6 años y su hermano tan solo tenía 3. Cuando su padre murió, Kaori tuvo que casarse con un duque para poder que el reino Momoyama creciera... Pero no era feliz, así que se fue del castillo y vino a la aldea a escondidas... Durante el tiempo que estuvieron aquí Hiroki tuvo una amiga... Era una niña muy linda... Kyoto... Hiroki jugaba mucho con ella, pero hace 5 años que ella se fue porque fue obligada a casarse con un terrateniente e Hiroki tuvo rencor... Creo que aun la ama... Y luego lo encontraron como sucesor del reino y se lo llevaron al castillo para recuperar a Momoyama... — Que historia tan triste, Hiroki si tuvo una vida muy difícil.

Cada vez que lo conozco más siento esa empatía y esa ternura y cuando lo veo... me... ¿Confunde?, él es un grosero y de pocas palabras, pero es la persona más tierna que yo haya conocido, es muy atento a pesar de su orgullo, eso me hace sentir algo extraña.

Después de la plática con la tía Akiyama, seguimos con nuestro trabajo de un par de horas, también recolectamos fruta para el almuerzo y la cena de esta noche.

Volvemos a la aldea muy despreocupadas y riéndonos, luego me percato que en medio de ella había unos hombres uniformados que venían del castillo... Me quedo inmóvil sin saber qué hacer, con el miedo apoderándose de mí, solo puedo pensar en que nos encontraron y que este sería nuestro fin... "¿Qué hago?" ... Pienso detenidamente mirando al suelo tapando mi rostro con discreción para que no me reconocieran, la tía Akiyama me tapa el cuerpo, pero tampoco sabe qué hacer. De repente alguien me coge de la parte de atrás tapándome la boca y tomándome dé la cintura "¡¿qué?! ¿Quién es? ", me asusté por un momento y esa persona me llevó hasta la mansión de la tía por la parte de atrás, cerró las puertas lo más silencioso posible y me dijo...

—shh... No hagas ruido— pronuncia la voz de Hiroki con gentileza para no hacer un ruido escandaloso, sintiendo su aliento tan tranquilo, me destapa la boca...

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