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Alerta de tsunami

Volvimos a casa junto con Max, nos habían dado la orden de cuidarlos y estar atentos a llamadas nocturnas, eso me dejó un poco preocupada, Max acepto la correa sin mucha pelea y esperamos a que Alejandro se terminará de alistar para irnos, por el camino seguían con que "ese matrimonio va viento en popa", yo sólo podía suspirar y decir *son peor que en un colegio, que chismosos son*, al llegar donde los cuernudos sólo miraban a Max, agradecí que los ignorara y siguiera firme.

Alejandro me decía que Max veía todo esto como un entrenamiento y si esto ayudaba a nuestro enano nos sería de mucha ayuda, porque le enseñaria disciplina a nuestro perro desde cachorro. El tiempo con Max sería indefinido, mientras estábamos cerca del edificio mi radio sonó y como gran perro se puso a mi lado y espero.

Atendí la radio en la frecuencia 504 donde estaba Carlota, una de las chicas de mi equipo, me informó que los radares marinos estaban como locos, le habían llegado 2 mensajes calificados de urgentes por alerta de Tsunami, mi cara fue desde susto hasta un gran enojo que dije

Karla: ¿Qué mierda?, ¿Qué te han informado?, olvida esa pregunta pásame los reportes, avisa a todos y comunícate con ambos países para una ubicación más acertada.

Voz de Carlota: al parecer el Doctor Kozlov ha vuelto a poseer el control que logra alterar el clima, me ha informado el Capitán de la unidad de rastreo del área de España, el Señor Colmenares dice que tiene planeado crear un gran Tsunami donde Alemania, Países bajos, Francia y España estarán en peligro por dicho evento, te enviaré las copias de ambas cartas y tranquila ya se los pase a nuestro Capitán.

Alejandro tomo mi radio y dijo: gracias Carlota, igual dentro de poco avisaré a mi equipo, como aún no sabemos la fecha exacta, creo que quiere volver a jugar a ver si somos capaces de salvarnos de esta, apenas haga un plan detallado te lo pasaré y verifiquemos con los de ellos para hacer un gran plan.

Karla: ¿Estas seguro de ello?, no dudó de ti, pero si de ese maldito hijo de puta.

Alejandro: primero cálmate, se que estas enojada a un nivel superior del normal, segundo ya está idea la he puesto sobre mesa y fue aceptada, pero.. ahora con este gran porque, estoy seguro de que será un si sin pensarlo dos veces.

Le pedimos a Carlota que nos informará hasta del más mínimo detalle, ya sabíamos los 3 de antemano que sería una noche muy larga y con turnos de guardia, buscamos más comida para Max y los chicos y nos fuimos a la casa.

Eso fue llegar y nuestro enano querer jugar con Max, el sólo miraba si tenía permiso para jugar o no, al ver que yo decía de modo pícaro que nada de mordidas fuertes ambos entendieron la señal y Max accedió en jugar con el enano; yo por mi lado consentir un rato a nuestro pequeño tigre y lo dejé dormir tranquilo, Alejandro me mostró unos planos de dicha idea y eso me había parecido más que genial.

Ver que había planeado esto desde mucho antes de ser compañeros, no podía negar que le envidiaba un poco, era excelente dibujante, sentía que al lado de el mi dibujo aunque fuera simple se vería extraño y diferente, explicaba hasta las medidas y el grosor de dicho protector.

La idea de Alejandro era un poco sacada de el anime de Evangelion, sólo que era crear como un gran escudo para cada edificio que fuera más indispensable, también un gran refugio para los animales, dinosaurios o no dinosaurios debíamos cuidarlos del Tsunami.

Lógicamente era difícil de verlo, ya que con un botón, subiría ese protector como un ascensor y cubriría todo, debía ser grueso para soportar golpes y en la parte alta del edificio tendría una compuerta para poder ver el exterior; entendí al entrar a su habitación por primera vez que amaba la arquitectura, me había asombrado que en su cuarto logrará instalar una biblioteca con sólo libros de arquitectura y dibujos hechos con Photoshop de donde el saco la idea.

Salí de su cuarto y luego volví a la cocina para ayudarle con nuestra comida, pero lo vi sonreír mientras le decía con mucha emoción que si necesitaba ayuda por mi parte podía contar, y se que Miguel le iba a hechar una mano junto con nuestro escalador, sólo sonrió y dándome un leve coscorrón susurró *ya lo se*.

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