Discretamente mire a Nora mientras ella bebía el latte, aún sostenía su mano mientras caminamos juntos, lo que hizo que una sonrisa se formase en mis labios aún sabiendo que a ella parecia no importarle.
—¿Que tal estuvo?—Pregunte haciendo referencia a su cita.
—Nada mal, sabe divertirse y es bastante guapo.—Respondio mirándome para luego fijar su mirada nuevamente en el camino.
—¿No crees que es un poco arrojado?—Pregunte nuevamente sin dejar de mirarla.
—Claro que no ¿porqué dices eso?—Dijo de vuelta.
—Iba a besarte, es prueba suficiente.—Respondi.
—Eso es lo que se hace en las citas ¿acaso nunca has ido a una?
—He ido a muchas citas, pero no las beso a todas en la primera, como sea ¿lo volverás a ver?
Ya sabía la respuesta, pero algo dentro de mi esperaba oírla decir que no.
—Si.—Respondio desviando su mirado al otro lado.
En ese momento quería abrazarla y pedirle que no lo hiciera, quería decirle que me gusta de hace mucho tiempo pero en cambio solo guarde silencio y continúe caminando a su lado.
—¿A dónde iremos ahora?—Pregunto sin apartar su mirada del camino.
—¿A dónde crees? Vamos a tu casa.—Respondi haciendo lo mismo.
—Aun es temprano, no quiero ir a casa.—Dijo sonriendo.
—Tu madre se preocupara y luego ambos tendremos problemas, antes siempre querías estar en casa ¿que sucede ahora?—pregunte bajando un poco la velocidad de mis pasos.
—Solo no quiero estar ahí, es un infierno.—Respondio cabizbaja.
—Oye ¿que sucedió?—Pregunte deteniendome.
—No es nada, creo que tienes razón vayamos a casa.—Dijo mostrándose repentinamente animada.
—De acuerdo.—Me límite a responder con una sonrisa, para ponernos en marcha nuevamente.
Note que nora caminaba un poco más lento de lo normal, era evidente que ella no quería volver a casa, así que solo para complacerla un poco baje el ritmo de mi caminata acompañándola en el suyo.
Nora notó rápidamente lo que estaba haciendo, pero solo sonrió mirándome a los ojos.
—Oye Daniel ¿podrías quedarte un poco más?—Nora aún sostenía su mirada puesta en mi, lo que causaba que negarme a su petición fuera imposible.
—Esta bien, solo una hora más.—Respondi.
—¡Bien! pero ¿cuando pensarás soltar mi mano?—Pregunto Nora mirando el agarre de nuestras manos.
Me sentía realmente cómodo sosteniendo su mano, que no me pude darme cuenta que aún la sostenía. rápidamente solté su mano y continue caminando como si nada hubiese pasado.
—Hey Daniel espérame.—Dijo nora alzando la voz mientras se esforzaba en seguirme el paso.
—Date prisa Nora ya casi llegamos.—Respondi sin detenerme.
Minutos después nos encontrábamos frente a la casa de Nora, como es de costumbre la seguí mientras entrábamos.
—Ya estoy en ca...—Las palabras de nora se detuvieron al escuchar la conversación de sus padres quienes parecían discutír.
—No puedes solo culparme a mi por esto también es tu culpa.—Dijo la sra Nataly dirigiéndose a el padre de Nora.
—Eres su madre deberias preocuparte más por ella.—Respondio el padre de Nora.
—Tu eres su padre, Nora ha cambiado mucho desde que decidimos divorciarnos.—El tono de voz de la dra Nathaly subió un poco más.
—¿Crees que no me preocupo por ella? amo a Nora pero no sé cómo lidiar con todo esto.—Explico el padre de Nora en un tono de voz bajo.
—Tal vez deberías inténtar hablar co...—Las palabras de la sra Nathaly se detuvieron al vernos a ambos de pie en la puerta de la cocina.
—Daniel, Nora ¿porque no avisaron que habían vuelto?—Pregunto la madre de Nora.
—¿A caso les importa?—Respondio Nora de vuelta antes de que yo pudiese hablar.—Ni si quiera pensaron en como me sentía y ahora solo se unen para discutir estoy harta de todo esto.
Nora dio la vuelta y se dirigió a la puerta de la casa la cual tiro bruscamente después de salir.
—Oh dios mío iré por ella.—Dijo la sra Nathaly apresurandose a salir pero la detuve.
—Me haré cargo de ella, se ha donde irá no se preocupen.—Dije abriendo la puerta y sin pensarlo salí detrás de nora.
Mire a ambos lados pero Nora parecía haber desaparecido, sabía perfectamente que ella iría a el parque cercano aquí, al cual siempre vamos para reunirnos hacer planes para pasar el día.
Corrí hasta ahí y al llegar, me fijé en nora quien lloraba desesperamente sentada en uno de los banquillos.
Caminé hasta donde se encontraba ella y tomé asiento a su lado, sin decir palabra alguna la abraze y deje que sus lágrimas empaparan mi pecho.
—Todo va estar bien Nora, estoy aquí para ti.—Susurré.
Ella solamente me rodeó con sus brazos y enterró aún más su cabeza en mi pecho.
No me molesta nada que venga de parte de Nora, ella para mí es lo más importante.