El Anciano de secta suspiró al ver la cantidad de cuentas de oración que Liam había conseguido. Estaba claro que nadie más le haría competencia, así que decidió anunciar inmediatamente su victoria.
—Felicidades a todos aquellos que habéis logrado superar la primera prueba —habló en voz alta y firme —. Antes de explicar la segunda fase, la recompensa secreta será entregada al equipo ganador. Ap Rak, Nue Lhar y Liam Doyle, subid aquí.
El trío se acercó, dos de ellos nerviosos por estar tan cerca de un Anciano de la Secta del Dragón Arcano, este hombre era uno de los cultivadores más influyentes en todo el Reino Inmortal. Liam, en cambio, sonreía alegremente viendo que su trabajo sería recompensado.
Se colocaron delante de todos los demás cultivadores que seguían en el torneo y el Anciano sacó una caja pequeña. Liam sintió como insertaba un poco de magia en la caja y esta se abrió, revelando tres píldoras de color rojo perfectamente alineadas.
—Estas son llamadas píldoras de la privación —empezó a explicar —. Cuando uno las ingiere, durante tres días pierde la capacidad de usar cualquiera de sus cinco sentidos. Ahora bien, seguro que estaréis pensando que eso es algo negativo; sin embargo, al anular todos los sentidos, permite una concentración más allá de lo naturalmente posible, lo que acelera la recolección de magia en gran medida.
Fue una buena recompensa, concluyó Liam mentalmente. Normalmente, uno no cultiva mientras está luchando, así que perder los sentidos mientras duraban los efectos de la píldora en realidad no sería un problema.
Cada miembro del grupo tomó una de las pequeñas esferas, aunque tanto Ap Rak como Nue Lhar dudaron un segundo, Liam había sido quien consiguió todas las cuentas de oración, después de todo.
Después de la entrega, el trío volvió con los demás cultivadores.
—Bien, ahora que nos hemos quitado este tema de encima, pasaré directamente a la explicación de la segunda prueba —todos escucharon con atención las palabras del Anciano —. Se trata, nada más y nada menos, que de un partido al juego de palma.
Muchos parecieron reconocer el nombre y parecían emocionados, pero había otros como Liam que no sabían de qué trataba este juego, así que se explicaron las reglas.
—El juego de palma es un deporte que se practica entre dos equipos —el Anciano describió el juego y explicó las reglas.
Básicamente, el objetivo del juego era hacer gol en la portería rival con la posibilidad solo de golpear la pelota. A diferencia del balonmano o del baloncesto, en los que se podía agarrar y mantener el balón, aquí solamente valía golpearlo, aunque se podía dar el golpe con cualquier parte del cuerpo. Además de todo esto, se jugaba con dos pelotas al mismo tiempo.
Parecía que los grupos de la anterior prueba se mantendrían iguales y se jugarían varios partidos al mismo tiempo. Esto significaba que la prueba eliminaría exactamente a la mitad de los competidores restantes.
Liam hubiera estado bastante confiado de no ser porque, al haber dos pelotas, iba a necesitar confiar en sus dos compañeros. Ahora, no es que Liam los menospreciara, simplemente no los había visto pelear debido a que se separaron en la prueba anterior. Aun así, creía que deberían estar bien, teniendo en cuenta que Nue Lhar era un Señor Ancestral.
Maldijo su suerte al ver quiénes eran sus rivales.
—Parece que nos volvemos a encontrar —esa voz era de... —. Antes de lo previsto.
Tres de los humanos del grupo que había encontrado Liam al final de la prueba anterior se acercaron.
—Al menos no es ni su líder ni el que se escondía —el dragón se consoló a sí mismo —. Todos ellos Señores Ancestros, por supuesto.
De la nada aparecieron unas barreras y dos porterías, esta magia, básica pero increíblemente efectiva, continuó sorprendiendo a Liam.
—Ah, y yo que quería tener una prueba sin estrés —el joven cultivador suspiró, aparentemente agotado —. No vayáis demasiado en serio contra nosotros, chicos.
Las otras cinco personas lo miraron incrédulas.
—¿Qué pasa con él? —se preguntaron todos mentalmente —. Hace unos momentos estaba cortando gente y luchando como si fuera su única pasión en la vida, ¿y ahora quiere evitar el cansancio?
La forma en que Liam cambiaba de comportamiento de un momento a otro era algo característico de él, pero siempre sorprendía a la gente que lo conocía por primera vez.
—Lo siento, pero estamos deseando conseguir esa píldora, así que tenemos que hacer todo lo posible —le respondió uno de los tres, mientras una pelota aparecía en sus manos.
Liam refunfuñó mientras otra pelota, idéntica a la primera, aparecía en las suyas. Sonó un silbato y ambos lanzaron los balones al aire.
El dragón la pasó a su compañera con un veloz golpe de palma. Uno de los tres rivales intentó interceptar la bola; sin embargo, falló y Nue Lhar la recibió perfectamente con la pierna y con un solo toque la envió hacia adelante tan rápido que rompió la barrera del sonido.
—Eso debería ser gol —pensó Liam.
No obstante se demostró que estaba equivocado, pues el único miembro del equipo rival que aún no había hablado pareció aparecer de la nada y con una gran maestría desvió la pelota de tal forma que fue un pase para su compañero. Toda esta secuencia fue tan rápida que la primera de las dos aún no había llegado al suelo desde que la levantaron al principio.
Fue así como, gracias al pase que realizó el portero, el hombre que había realizado el saque se encontró en el aire con dos pelotas. Apareció una sonrisa y golpeó a ambas con la fuerza extrema que posee un Señor Ancestro.
Ap Rak, que era un cultivador con únicamente la primera esencia, se encontró siendo el objetivo de ambos proyectiles. Supo que no había manera de que bloqueara ambas pelotas, pero tenía que intentarlo si querían ganar.
Mientras se preparaba, apareció Liam y golpeó con un básico chokuzuki de karate, un puñetazo directo empleando ciertos principios que aumentaban su efectividad. El ataque golpeó el centro de una de las pelotas, luchando durante el más breve de los segundos hasta que fue devuelta con la misma velocidad.
Notó rápidamente la formación de los rivales, tenían a un portero, un defensa y un delantero, poniéndolo en términos futbolísticos.
El defensa se colocó en una postura extraña y golpeó hacia abajo, deteniendo al instante el contraataque de Liam y provocando que la pelota rebotara contra el suelo.
Sonó un pitido y Liam perdió la concentración. Ap Rak no pudo detener la otra de las dos bolas y terminó siendo gol. El defensa enemigo no desaprovechó la oportunidad con el cultivador dragón desconcentrado y realizó un pase extremadamente rápido al delantero.
—Mierd... —Liam no tuvo tiempo de terminar el pensamiento, pues vio pasar rápidamente la pelota que el delantero lanzó por su lado.
Esta no era una prueba en la que ser fuerte lo era todo, se dio cuenta. Viendo las jugadas claramente compenetradas del grupo rival, era obvio decir que habían jugado antes a este juego.
—¡Oye, no pierdas la concentración! —la voz despertó a Liam.
Nue se puso en el camino de la bola, que viajaba directamente hacia la portería. Dio un golpe de palma y el balón viajó directamente hacia Liam.
El delantero se adelantó, tratando de interceptar el camino. Los ojos de Liam brillaron y se movió para evitarlo.
Liam llegó antes, habiendo jugado alguna vez a baloncesto en su anterior vida y ahora teniendo su talento general, pudo llevar sus habilidades mucho más allá que las de un jugador casual. Antes de que llegara el delantero, realizó otro pase hacia su compañera de equipo. Tanto el defensa como el delantero se adelantaron.
Nue chutó la pelota con mucha más fuerza de la que había usado en el primer lanzamiento. Por desgracia, lo bloquearon con facilidad. La miraron con confianza, antes de abrir mucho los ojos al ver la sonrisa en el rostro de la chica.
—Os recuerdo que jugamos con dos balones —se burló.
Liam se colocó en el otro lado del campo. Ap le había pasado la pelota con la que los rivales habían marcado anteriormente.
Para no detener la pelota, que ya llevaba una cierta aceleración, Liam la dejó pasar y decidió ejecutar un Uraken, un golpe de lado para darle más poder. El portero se tensó al ver el proyectil entrante y lo golpeó con una patada. Sorprendentemente, el balón cayó sin fuerza al suelo.
—La pierna de ese hombre es poderosa —analizó Liam con cuidado.
Sin embargo, en vez de quedarse quieto se movió a gran velocidad y trató de robar la pelota que estaba a punto de lanzar el delantero. Lo logró y se la pasó a Ap.
—¿Por qué se la pasarías al portero? —cuestionó el defensa, confuso al ver que Liam avanzaba sin la pelota.
—Confío en ti —Liam dijo mentalmente.
Para la sorpresa de los tres rivales, Ap se adelantó con toda su velocidad. Aunque era solo un cultivador en la primera esencia, un cultivador en el Reino Ancestro es un cultivador en el Reino Ancestro, alguien que ha superado al 99,99999999% y muchos nueves más de los seres vivientes en el universo.
Ap se paró frente a ellos justo cuando la pelota le llegó. La lanzó con un puñetazo y ni el delantero ni el defensa pudieron bloquearla.
Aun así, confiaban en que su portero podría bloquearlo con facilidad. O al menos fue así hasta que ambos se dieron cuenta de algo.
—¡Oh no! —exclamaron mentalmente ambos.
Liam había corrido hasta llegar enfrente de la portería.
—Esta no la bloquearás —declaró en un tono aburrido.
Chutó con todas sus fuerzas y el golpe provocó que se levantaran fuertes vientos. El portero no tuvo tiempo de reaccionar, estando Liam tan cerca como lo estaba.
Sonó el pitido que anunciaba un gol, pero el delantero se recompuso casi al instante. El defensa le pasó la pelota que habían detenido antes de Nue, Ap no estaba en la portería así que aprovecharían esta oportunidad para volver a tomar la ventaja.
El tiro, sin embargo, fue detenido por la misma Nue, de la que casi se habían olvidado. En este juego, después de todo, las posiciones no estaban marcadas por las reglas.
—Pones esa expresión de aburrimiento —la chica miró a Liam y pensó —. Pero tus ojos delatan tu competitividad, ese movimiento no fue de alguien que desea descansar.
Pasó la pelota a Ap
—¡Vamos a ganar esto! —exclamó ella.
El delantero rival se adelantó más rápido de lo que el chico en la primera esencia podía reaccionar.
—¡Muy lento! —se burló en voz alta mientras preparaba su puño para disparar.
Concentró una gran cantidad de magia. Lo que diferenciaba a un cultivador humano de cualquier otra especie fue su calidad de magia, el golpe que venía ahora no podría ser bloqueado por Nue.
Se produjo un estruendo, como si una bomba nuclear hubiera estallado justo delante de ellos. La pelota fue sujetada en el aire y temblaba. Liam había golpeado al mismo tiempo y ahora forcejeaba, creando ondas de magia que harían temblar todo a millas de distancia si no fuera por las barreras, que mantenían los daños al mínimo.
Aun así, el campo dentro de la barrera empezó a agrietarse. Liam tensó su cuerpo, su estilo radicaba más en usar sus diferentes armas para combatir, en realidad eso fue solo debido a que las armas requerían menos magia para fortalecerse que los puños.
—Ikkotsu —el puño de Liam brilló en azul cuando la magia literalmente inundó sus músculos.
La pelota desapareció de la vista y el delantero miró con ojos incrédulos su brazo, se dio cuenta de que todos los huesos en él había sido pulverizados.
—¿Qué demonios fue esa técnica? —pensó mientras caía al suelo con dolor y sonaba el pitido que indicaba el gol, nadie fue capaz de seguir la velocidad con la que se movió la pelota.
—Habéis conseguido que tenga que ponerme serio, estoy impresionado —Liam habló y justo después sonaron tres pitidos que indicaban el final del partido.
Fin del capítulo.