Capítulo 54

—Bienvenido de nuevo —se oyó una voz familiar para Liam —. Parece que mejoras más rápido de lo que había planeado.

Parecían estar en el espacio, innumerables puntos luminosos los rodeaban y, sin embargo, de alguna manera había una mesa aparentemente estabilizada entre ambos, como si existiera un suelo en el mismo vacío.

—Bueno, han pasado muchas cosas y me estoy esforzando —Liam contestó a la figura distorsionada —. Aunque no esperaba verte tan pronto.

El Iluminado soltó una risa suave y sonrió. Liam se dio cuenta de que la distorsión ahora no era tan pronunciada y podía distinguir alguna de sus expresiones faciales.

—Aun así debo decir que no esperaba que te unieras a mí de forma tan decidida después de un par de conversaciones —levantó su mano y se rascó la parte posterior de la cabeza, fue una visión curiosa —. Esperaba mucha más resistencia.

Liam cerró los ojos en contemplación.

—Puedes llamarlo intuición, simple intuición de alguien que ha vivido dos vidas —respondió mientras soltaba un suspiro. Honestamente, ni siquiera él estaba muy seguro de qué le hacía confiar en esta misteriosa entidad e incluso había llegado a cuestionarse si era algún tipo de hechizo, pero finalmente lo descartó y decidió guiarse por sus instintos —. Aunque no creo que, incluso con mis dos vidas juntas, haya vivido una pequeña parte de lo que tú lo has hecho.

Ambos se rieron ante esto.

—De todas maneras, te he llamado para explicarte más en profundidad a lo que te enfrentas —con estas palabras, la atmosfera pasó a transmitir cierto aire de solemnidad —. El Reino Ancestro es simple cuestión de tiempo para ti en este momento. Normalmente en el momento en que comprendieras una esencia serías forzado a ingresar al Reino Inmortal, un mundo superpuesto al que resides actualmente.

Liam no se sorprendió del todo con esta información, pues ya había supuesto que los cultivadores del Reino Ancestral deberían residir en algún lugar que no fuera la Tierra, teniendo en cuenta que no había notado nunca a ninguno.

—Este mundo está formado por un planeta central, con el nombre de Planeta Divino Paragón, orbitado por otros cuatro planetas más pequeños —mientras explicaba, de alguna manera apareció una imagen del Reino Inmortal en la mente de Liam [NA: Intentaré dejar una imagen por si lo queréis ver de forma más gráfica, aunque es bastante simple] —. El planeta central es territorio de nadie, pero los otros cuatro planetas son controlados por las cuatro sectas dominantes. Está el Planeta Victoria Roja, controlado por la Secta de la Espada Divina, el Planeta Alma Esmeralda, controlado por la Secta del Dragón Arcano, el Planeta Suerte Dorada, que controla la Secta de la Tranquilidad Nirvánica y, finalmente, el Planeta Cielo Azur. Este último es un poco especial, pues es controlado por la Escuela Taoísta del Valle, que no es exactamente una secta.

—¿Entonces existen solo cuatro poderes en el Reino Inmortal? —cuestionó el joven cultivador —. Supongo que estarán en constante lucha para apoderarse del planeta central...

Para su sorpresa, el Iluminado negó con la cabeza.

—En realidad existen muchas otras sectas menores, pero no tienen el suficiente poder o influencia como para controlar un planeta. Además, los cuatro grandes poderes firmaron un acuerdo hace mucho tiempo conforme dejarían el Planeta Divino Paragón como un lugar neutral —Liam se dio cuenta de algo en la imagen mental mientras escuchaba y, como si pudiera leer su mente, la figura respondió —. Como habrás notado, cada uno de los planetas en el Reino Inmortal es mucho más grande que la Tierra. En realidad, el Planeta Cielo Azur, que es el más pequeño de ellos, mide unas mil veces el tamaño de la Tierra.

—Bueno, era de esperar —Liam se frotó la cabeza en un intento de aliviar su dolor —. No puedo imaginar a dos cultivadores del Reino Ancestro peleando y no destruyendo el planeta de otra forma, mucho menos si hay un ejército de ellos.

El Iluminado asintió de acuerdo con sus palabras.

—Por otra parte, es posible moverse entre los planetas y solo lleva unos pocos días de tiempo, pero es imposible ir más allá del Reino Inmortal —hizo una pausa, como si estuviera considerando hasta qué punto debería hablar —. En realidad hay mundo más allá, sin embargo, nadie por debajo de un cierto nivel puede traspasar la barrera que impide la salida.

—¿Una barrera? Pero las barreras deben de ser colocadas por alguien... —la realización golpeó a Liam.

—Creo que ya lo has adivinado, esta barrera comúnmente conocida como el Límite del Mundo fue erguida por la misma persona que te ha maldecido —reveló con una expresión seria —. Sin embargo, el verdadero propósito de esta es mantener a cultivadores más allá del Reino Ancestro, como yo, fuera del Reino Inmortal. Verás, cuando un cultivador asciende, pierde la capacidad de volver a este mundo humano, por lo que manteniendo a aquellos que pueden confrontarlo fuera del Reino Inmortal ha logrado convertirse en una especie de gobernante supremo.

Liam miró fijamente a donde suponía que estaban los ojos del hombre.

—¿Y por qué te interesa derrocarlo? —preguntó —. ¿Tienes a tus amigos en el Reino Inmortal o algo similar?

El cultivador más joven esperaba que evadiera la pregunta, pero no fue así. El Iluminado soltó una risa seca.

—No, todos mis antiguos conocidos murieron hace mucho tiempo... —Liam sintió la profunda tristeza y soledad que llevaba la voz anteriormente alegre—. Y esto me lleva a la razón por la que deseo eliminarlo, él acaba con cualquiera que llega a considerar una amenaza. Es por eso que te ha maldecido, sus apóstoles te reconocerán e intentarán eliminarte.

Liam cayó en una profunda contemplación. Miró las estrellas que lo rodeaban y sus ojos brillaron con la misma intensidad.

—Entonces, ¿qué tiene que ver el hecho de que sea de otro mundo con que me hayas elegido como tu ayudante? —había formulado ya una idea, pero necesitaba confirmarla.

—Es sencillo, en realidad —se levantó y caminó en el vacío, acercándose a Liam —. Tú que no eres de este mundo, no necesitas obedecer las leyes que el propio mundo ha establecido. Confío en que llegará un momento en el que puedas hacerle frente y, en ese momento, no serás expulsado a la fuerza del Reino Inmortal.

El hombre se sentó justo enfrente de Liam.

—¿Qué gano yo con esto? —cuestionó él, aunque no necesitaba oír las siguientes palabras del Iluminado para entenderlo.

—Lo que tanto tú como yo deseamos más que nadie —volvió a su sonrisa pacífica —. La libertad.

Presionó un dedo contra la frente de Liam y todo se empezó a volver oscuro. Antes de caer por completo en la inconsciencia, escuchó unas últimas palabras.

—Él, nuestro enemigo, responde al nombre de Shen —reveló —. Ten cuidado, tu camino no ha hecho más que empezar...

Tras esas palabras, Liam volvió a abrir los ojos y se dio cuenta de que había vuelto a su tienda. Había pasado un año y medio desde que empezó su viaje y finalmente estaba llegando a su fin. Él y Fleur habían vivido bastantes momentos juntos, vieron cada una de las escuelas en el mundo mágico y observaron las diferentes formas de entender la magia que cada una tenía.

Algunas de estas escuelas le habían ofrecido un puesto de profesor a Liam, pero él rechazó la posición, pues no planeaba quedarse en la Tierra por mucho tiempo. Sin embargo, se le planteó un dilema al pensar en dejar la Tierra.

No estaba seguro de poder llevar a alguien en un nivel de cultivo inferior al necesario al mundo Inmortal... ni siquiera sabía si una vez allí podría proteger a esa persona. Teóricamente, no debería ser imposible, pero necesitaba consultarlo con Fleur.

—Fleur —salió y vio como la chica estaba cultivándose —. Tengo algo de lo que hablar contigo.

Se acercó a ella y se sentó, ganándose su curiosidad.

—Voy a alcanzar el Reino Ancestro en poco tiempo y eso quiere decir que finalmente podré viajar al otro mundo —empezó —. No estoy seguro de con qué frecuencia podré volver, pero sé que hay una posibilidad de que pueda traerte conmigo, pero todo depende de tu decisión.

—Espera, ¿otro mundo? —ella cuestionó sorprendida.

—Sí, ¿no te parece extraño que no hayamos visto a ni un solo cultivador en el Reino Ancestro durante nuestro viaje? —Liam señaló, provocando que la realización llenara los ojos de Fleur.

—Ya veo, tiene sentido... —murmuró. Algunos podrían pensar que esa sería una pregunta sobre la que necesitaría reflexionar antes de tomar una decisión, pero en su viaje con Liam había llegado a aprender el cómo despejar las dudas —. Entonces, me quedaré e intentaré llegar yo misma a este otro mundo.

Liam sonrió, su respuesta no lo había decepcionado para nada y en realidad apreciaba su determinación y confianza. Podría llevarla consigo al Reino Inmortal, pero una vez allí... ¿Podría ocuparse de ella?

—Pero debes venir a visitarme alguna vez —le hizo prometer, cosa que él aceptó al instante.

—Bien, entonces vayamos preparándonos para movernos, nuestra próxima parada está en China.

Fin del capítulo.

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Bien, he podido hacer un poco de tiempo hoy para escribir. Es un capítulo bastante más corto de lo normal, pero no os preocupéis, porque el próximo será probablemente más largo. Lo he hecho de este modo debido a que no quería partir lo que viene ahora en dos partes y dejaros con un cliffhanger, espero que lo entendáis.

Sin más, espero que os haya gustado. Si tenéis alguna pregunta general respecto al Reino Inmortal la podéis dejar en los comentarios, si no es demasiado spoiler la responderé. Ahora sí, hasta el sábado ^^