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BODA

Al caminar por los rosales, de uno de los jardines, se escucho el galopar de unos jinetes, supusieron que era de la patrulla que enviaron al frente a recabar informacion, pero no, era su primo juan, hijo de capeto el que fue a darles alcance.

- Prima te he estado buscando por todos lados, urge tu presencia en la sala del trono, estan todos reunidos- Dijo juan, ostentando una armadura recien lustrada-. Date prisa.

- Y tu ¿Que haces con esa armadura?, estas muy joven para ir a la batalla – Dijo Daphnee tratando de agarrar confianza, al fin y al cabo ya era una mas de la familia-.

- Si, pero te puedo desarmar en 2 golpes, prima- Contesto Juan retando a Daphnee

- Dejense de pendejadas, vamos ahorita primo.- Dijo Esmée mientras caminaba hacia la salida del jardin.

Pasaban muchas cosas por la cabeza de Esmée, no sentia que fuera a ser una reina justa y equitativa como lo habia sido el rey Luca I, su padre, teniendo en cuenta que a su abuelo el Rey hermoso de francia lo habian llamado, de mil formas diferentes para describir la maldad que habitaba en el, no sabia con certeza que tipo de camino tomaria su reino, y esa era una de las preocupaciones que atormentaba a la actual reina.

Al llegar a la sala todos estaban hablando, cuando la Reina Esmée entro fue directo a sentarse al trono, y poco a poco los murmullos fueron desapareciendo.

- ¿Qué ha sido de mi patrulla que envie a recabar informacion? – Pregunto Esmée mientras se acomodaba en la fria silla de metal-. Necesito saber con certeza a que nos enfrentamos.

- Aun no ha llegado mensaje del espia ni de las patrullas – Dijo Capeto-. Pero podemos formar una estrategia de defensa en base a nuestras tropas.

- No lo creo conveniente, tenemos que ser mas agiles que ellos, recuerda que el antiguo consejero les dio informacion a los españoles, tenemos que tener otra estrategia, y sobre todo conocer a nuestro enemigo- Refirio la princesa

- Tiene razon la princesa, hay que dividir en flancos, y atacar por medio de emboscadas, hay mucho bosque donde esconder trampas e irles haciendo daño sin atacarlos directamente – Dijo uno de los generales -.

- Esa idea no es tan mala, yo tengo mucha experiencia conociendo esos bosques, incluso los podemos llevarlos hacia el bosque maldito – Dijo Daphnee intrometiendoce en la conversacion-. Perdon su majestad.

- No hay problema, las dos ideas estan bien, ahora hay que planear la estrategia, manden otra patrulla a ver que es lo que ha sucedido con los otros, ocupo esa informacion, preparen mi caballo con su armadura, mi armadura, quiero flechas y un nuevo arco, saldre con la patrulla de mañana.

- Pero su majestad, quien va a cuidar del reino, necesitamos su presencia aquí tambien- Cuestiono capeto-. Aparte mañana llega el principe iker para su boda, con una dote de mas de diez mil soldados y mucho oro, no puede hacerle esto a su futuro rey.

- Tienes razon capeto, de todas maneras quiero que preparen lo que les dije que a la batalla yo ire con mis soldados, no los pienso dejar solo, es imperativo defender el reino con honor y todos, absolutamente todos pertenecemos a este reino.

- Mi reina tambien me gustaria ser de su guardia real – Dijo Mattias mientras se hincaba delante de Esmée – Prometo protegerla inclusive hasta con mi vida e ire al campo de batalla con usted.

- Preparenle una armadura y un arco a mattias, el sera mi guardia principal – Dijo Esmée mientras se paraba del trono -. No confio en nadie mas que en la familia, Vamonos hermanos.

Salio pensativa del salon, con rumbo hacia su alcoba, subio unas escaleras, mientras iba meditando sobre su matrimonio, ya estaba casi listo, adornaban el salon principal con flores de las mejores, estaban trayendo animales de todo tipo para el banquete desde avestruces hasta un elefante iban a sacrificar, tenian que darle de comer a todos los invitados de inglaterra y francia, no entendia el porque tenian que unirse de esa manera, si estaban empezando una guerra, pero ella decidio no cuestionar mas las tradiciones, porque sabia perfectamente que ocupaba la ayuda de las tropas inglesas.

Sus hermanos iban detrás de ella, y casi al llegar a la puerta de su recamara, Esmée volteo y les dijo:

- Quiero estar un rato a solas, dejenme un poco hermanos, Daphnee ve a preparar a las guerreras y mattias ve a tu instrucción con arco- dijo Esmée mientras les daba ordenes de que se movieran los guardias que custodiaban su puerta- al rato nos vemos para cenar.

Entro al cuarto apresurada, y se tiro a la cama, unas cuantas lagrimas rodaron en su mejilla, recordo lo que una vez le dijo el consejero, "cuando estes triste, la mejor solucion es escribir desde el corazon" y eso se propuso a hacer, tomo la silla un pedazo de pergamino y redacto.

Hoy es el dia mas triste para mi, Mi corazon esta de luto, pues he perdido la libertad de vivir He pensado en huir de aquí, pero el reino me necesita a mi Nadie intenta comprenderme, porque soy la reina de Francia Piensan que estoy preparada para los porvenires, pero el miedo me invade dia y noche, se que habra abundancia pero tengo miedo de no ser lo que todos desean. ire a la guerra esperando poder ganarme el corazon de los subditos, es muy dificil esta situacion, puesto que aun no he decifrado la carta de mi madre, que quiere decir con que venimos de una familia "poderosa", que fue lo que paso en esa cueva, que honestamente no recuerdo nada, todo es muy confuso en mi cabeza y aparte que es lo que en verdad le sucedio a ella.

Derrepente escucha pasos acercandose hacia su habitacion, guarda sus plumas, su tintero y el pedazo de pergamino en su baul, no le gusta que la vean triste o derrotada, se pone a pensar si son sus hermanos entrometiendose de nuevo en tratar de averiguar que es lo que le pasa o alguien mas desea verla en sus aposentos reales.

- ¿Puedo entrar mi reina?- Pregunto la niñera-.

- Pasa, ¿que deseas?- Contesto la Reina secandose sus lagrimas – Se breve estoy ocupada

- Mi reina, ha llegado el principe Iker – Dijo la niñera – Me mandaron a avisarle.

- En seguida bajo- Contesto Esmée -. Ha llegado antes de lo previsto, pense que llegaria hasta la mañana, preparen la cena

- Si su majestad – Dijo la niñera -. ¿Quiere algo en especial?

- Solo quiero unas jarras de vino del mejor que tengan.

¿Y si es todavia un niño?¿y si esta feo? ¿ y si tiene mal carácter?, tengo que poner las cartas sobre la mesa cuando estemos arreglando las ultimas cosas de nuestra boda, no quiero sorpresas con este principe es mas ni lo he conocido y ya me voy a casar, odio estas tradiciones- penso Esmée mientras daba vueltas por su habitacion-.

Cuando iba bajando por las escaleras, se encontro con su hermana gemela, es mas casi no se notaba la diferencia entre las dos a excepcion de las pecas y los ojos marrones de la princesa Daphnee, llevaba un vestido de seda color azul marino que una de las niñeras de Esmée le habia dado para la ocasión, toda la mañana se le habia intentado enseñar clases de etiqueta, aunque se supone tenia que preparar a las guerreras pero no queria hacer quedar mal a la reina no sabiendo comer decentemente lo bueno fue que aprendio bastante rapido a excepcion de como tomar el té.

La reina y la princesa Daphnee, se veian muy bonitas cada una con un atuendo diferente, Daphnee disfrutaba desde los preparativos, se veia muy feliz porque nunca habia asistido a una boda real, mientras Esmée estaba triste porque seguia a la expectativa de conocer a su futuro marido.

Al llegar a la sala del trono ya los estaban esperando con oro y otras joyas, tipicas en las uniones matrimoniales entre dos naciones, el hombre debia entregar algo llamado "dote" a la mujer que iba a desposar.

Estaban los mejores juglares y trovadores de la epoca para rememorar este dia, un dia antes de enviar las tropas a la batalla, era bueno sentirse en calma con una gran fiesta, amenizada por bufones profesionales, unos malabaristas de fuego, y tambien personas en largos zancos caminaban por ahí, tratando de divertir a la gente.

Fue avanzando poco a poco, tratando de levantar la mirada, para no dar a notar la tristeza que le recorria el cuerpo, el pasillo estaba adornado por una fina alfombra roja, del lado izquierdo era reservado para los subditos del pais visitante y del derecho para los del pais que recibe a los extranjeros en este caso los franceses, tambien pudo notar que el techo estaba adornado con flores que colgaban de pequeñas bases de madera a una altura que pudieran ver todo el esplendor de los adornos.

Al llegar al trono real, la reina se pudo percatar que algo sucedia con la reina Danielle , ya que estaba cubierta por un fino velo de la cabeza a los pies, y el color de las manos, lo unico que podian ver con esos atuendos, no era blanca si no palida, el principe Iker vestia de igual forma, lo primero que paso por la cabeza de la reina fue pensar que el principe sufria una rara enfermedad causada por algun maleficio que le deformaba las facciones de la cara, sin embargo cuando escucho la peticion de la reina Danielle de cubrir todas las ventanas y puertas, para que no entrara ningun rayo de luz, Daphnee que estaba al lado de la reina empezo a inquietarse tratando de decirle algo a Esmée sin embargo con un gesto de la mano le dio a entender que lo dejara para despues.

La reina dio un aspaviento con su mano ordenando que se cumpliera el pedimento de los invitados, pasaron unos cuantos segundo y ambos se quitaron el velo del rostro, y dejaron ver que a pesar de su apariencia de muertos vivientes, tenian rasgos finos, una boca chiquita, ojos pequeños color verde, cejas delineadas y bien pobladas, nariz pequeña y afinada.

Aun no habian tenido la platica sobre las criaturas que habitan en el bosque embrujado, y eso a las dos se les habia pasado, pero Daphnee, presentia que lo que escondian la familia real de inglaterra era algo que sobrepasaba lo humano.

- Hermana, tenemos que hablar esto no me da buena pinta – Murmuro Daphnee-. Creo que son personas que chupan sangre.

- Hablamos de eso luego no seas irrespetuosa Daphnee – Murmuro Esmée mientras se arreglaba el vestido.- tienes que seguir el protocolo y ya.

- Mi reina, estamos aquí para el compromiso matrimonial de dos pueblos amigos, y de esa manera fortalecer nuestra alianza casandose con nuestro heredero al trono Iker, y como obra de buena Fe trajimos con nosotros diez mil de nuestros mejores soldados, artifiseros con polvora china, y 25 mil monedas de oro para su reino, larga vida a Esmée Faure- Dumont.

- De buena fe, recibo estos presentes, y al principe como mi prometido, es necesario realizar la boda en este dia su majestad, ya que mañana partire con mis tropas a la batalla.- Dijo Esmée rompiendo todo lo que estaba planeado para el dia siguiente.-

- ¿Cómo es posible, tu tienes que quedarte aquí y procrear herederos para las dos naciones, no puedes ponerte en riesgo Esmée? – Dijo enojada la Reina Danielle rompiendo el protocolo y hablandole por el nombre de pila-. Mi hijo no te acompañara apenas tiene once años.-

- No es posible eso, mis tropas solo responden a mi hijo y a mi, tendrias que ganarte su confianza para que te sigan -. Dijo la reina dando a notar su verdadera naturaleza, mientras asomaba un colmillo que le sobresalia de la comisura de los labios-.

- Creo sera facil, su majestad, es por esa razon que yo ire con ellos, para pelear a su lado, no soy como los demas reyes que se quedan escondidos en sus castillos -. Dijo Esmée dando a entender que no era ninguna cobarde y dandole una indirecta a la reina-.

Veo que no podre hacerte recapacitar, entonces has lo que se te plazca la gana, al fin y al cabo tu eres la reina de tus hombres, pero los mios tendras que ganartelos-. Dijo Danielle con tono sarcastico.

- Madre, dejala en paz, yo sere su esposo y te guste o no, soy el principe de mis tropas, su alteza mis tropas son suyas, ire al combate con usted, es muy valiente y eso es lo que los reinos necesitan, gobernantes valientes. – Dijo el principe elevando el tono de su voz e inclinandose ante la reina Esmée.-

Todos empezaron a aplaudir en el salon real, la cara de los subditos era de plena felicidad por volver a tener un rey y sobretodo calmar las tensiones y el nerviosismo sobre una nueva guerra que estaba a punto de comenzar, la reina Danielle salio del gran comedor enojada por las contestaciones del principe y sin hacer mas aspavientos subio hacia la alcoba que se le habia asignado para poder desempacar cosas de realeza.

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