POV Ágata
El pueblo es bullicioso por las mañanas, señoras caminando con sus cestas de ropas para lavar en el río, uno que otro granjero que va a compra semillas para plantar, y los niños corriendo y jugando. Es un lugar pacífico y tranquilo para unas vacaciones.
Y a pesar de no haber magos presentes, el sitio es bastante limpio y seguro, incluso tienen como una clase de médico, por así decirlo, solo es un viejo que tiene algunas pociones de curación para emergencia, y varias yerbas medicinales.
En este pueblo todos se conocen, es bastante pequeño, cuenta con una carnicería, y una sola posada que tiene solo 5 habitaciones, no es un pueblo que reciba muchas visitas, no tienen atractivos turísticos, ni un gremio de aventureros.
-"Hola, Ágata-san, ¿cómo se encuentra León-sama?" Me pregunto una vecina, era una mujer de cintura gruesa y cara ovalada.
-"Bien, gracias por preguntar." Le respondí mientras seguía caminando, no es necesario ser irrespetuoso, o creerse superior a ellos, no vale la pena actuar de esa manera.
León es popular en este pueblo, uno de los motivos es por sus vacas, la leche que dan es muy sabrosa y la única de este lugar, eso me hace preguntarme como saben que es la más sabrosa, si no hay más vacas, quien sabe.
Otro de los motivos por los cual lo adoran tanto, es por salvarlos. Cuando León llego a este pueblo, unos hombres lo molestaron, no me sorprende, León tiene esa aura arrogante y sabe lo todo, además de tener una cara hermosa, eso le trae muchos problemas.
Aunque no siempre trae esa aura arrogante consigo, a veces se ve tan manso como un gatito. Y eso también le trae problemas, las personas piensan que es débil, y también lo molestan, si solo admiraran su cuerpo musculoso antes de molestarlo, no harían eso.
Los hombres que molestaron a León, eran bandidos que capturaron el pueblo, y lo usaron como refugio, gracias a eso, muchos hombres murieron, más que nada por el trabajo que los hacían hacer, y las mujeres, es obvio y no creo que sea necesario decirlo.
Todo el pueblo odiaba a los pícaros, intentaron enviar cartas a la capital para ser rescatados, resultando en fracaso, era imposible. Los bandidos se coordinaron muy bien, el jefe era un hombre que llevaba años en el rubro.
De vez en cuando venían algunos recaudadores de impuestos, no hacían nada por ayudar, aceptaban el pago y se iban, no les importaba el pueblo. El líder era astutos, sabía que no podía atacar al recaudador o tendrían problemas con la capital.
Por eso lo sobornaba con mujeres y dinero, el recaudador de impuesto aceptaba con gusto, mujeres y dinero, que hombre no desea eso, suspiro, son tan predecibles.
Y corruptos, me pregunto si habrá algún idiota que sea honesto y haga su trabajo honestamente, porque tiene que extorsionar a los débiles, y pobres, ¿no sería más rentable robar a los ricos?.
Como dije al inicio, esta banda de malhechores, molesto a León e intentaron intimidarlo, mala idea, León asesino a los idiotas sin dudarlo, y mando a sus sombras a terminar el trabajo, nadie de la banda quedo vivo.
Desde ese día, la gente del pueblo adora a León, y lo trata con respeto, claro que a León no le importo demasiado, no es que se comunique mucho con los aldeanos, no son interesantes para él.
Muchas mujeres quieren conocerlo, pero solo eso, no se atreven a molestarlos, principalmente porque piensan que están sucias, y no merecen estar al lado de un hombre tan digno y capaz, expresan que no son dignas de un héroe.
Digno y capaz, lo creo, sin embargo, ¿héroe...?, no sé que decir, él no deseaba salvar al pueblo, eso está claro, el asesino a todos los bandidos, únicamente porque lo molestaron, y quería quedarse en el pueblo, tener insectos en su patio trasero no era de su agrado.
Hablando un poco más de estas mujeres, no opino que una mujer abusada, sea indigna de un hombre, no es su culpa, considero que merecen tener una buena vida. No es que quiera atraerlas para que León las tenga, no, ¡ni de broma!, no quiero más competencia, así que si a León, no les interesa las chicas del pueblo, mejor para mí, y para todas las demás.
No existe el compañerismo entre mujeres cuando se trata de hombres, no, eso no existe. La realidad es, que cuando una mujer quiere a un hombre, y está en proceso de conquistarlo, en ese momento, nadie es amigo, todos son enemigos.
Nosotras las mujeres somos territoriales, y cuando vemos a nuestra presa, la marcamos y no dejamos que otras féminas se acerquen, esa es la verdad.
Excepto por nosotras, las mujeres de León, tenemos un acuerdo tácito, ninguna molestará a la otra en su tiempo, no hacemos eso, el tiempo es corto como para andar peleando y gastarlo en peleas idiotas, es mejor llevarnos bien, y aceptar lo que nos dan.
Pero este acuerdo solo es cuando es nuestro tiempo, el resto de las veces luchamos para tener otro minuto, y para tener más atención, no negaré eso.
Volviendo al pueblo, las mujeres lo adoran, sin embargo, los hombres lo detestan y le tiene celos, a pesar de que él salvo a sus esposas, hijas y madres, a pesar de todo eso, todavía lo odian, increíble, ¿no?.
Y nosotras pensado que León no tenía amigos porque era antisocial, y la cosa es, que los otros hombres le tienen celos.
He leído algunas historias de harem, varios de estos tiene muchos amigos y compañeros hombres que los siguen, por eso me sorprendió que León esté tan solito, refiriéndose a la compañía masculina. Cuando vuelva a casa le preguntaré por qué pasa esto.
Mientras caminaba y reflexionaba, una chica a mi lado, me toco el hombro y me pregunto:
-"Ágata-sama, ¿algún problema?"
-"Nada"
Lilia, pelo rojo y grandes pechos, es la última adquisición de León, y una tendencia, 3 pelirrojas seguidas, eso parece fetiche, si lo tiene, bien por mí. Esta mujer no es simple, está un poco loca. Su devoción hacia León es demasiada.
Bastaron solo dos días, para que se volviera absolutamente leal a León, sus ojos brillan cada vez que lo ve, y siempre pregunta por sus aventuras, y como era cuando pequeño, incluso lo anota en una libreta, una vez le pregunté por qué, y dijo que no quiero olvidarlo, y desea contárselo a su hijo cuando nazca, como canciones de cuna.
No dire nada, si ella quiere hacer eso, y lavarle el cerebro a su hijo desde que nació, está bien, mientras sea leal a León, todo está bien, sí...
Es muy devota, y obsesiva, recuerdo cuando León tuvo su corte de pelo, ella esperó paciente y recogió el cabello que se cortó, y luego lo guardo, no es la única que hace eso, otras sirvientas también lo imitan, pero no deja de sorprenderme.
Hablando del pelo de León, Riven fue quien se lo corto, León la trajo de vacaciones a este mundo, junto a otras dos de sus mujeres, Charsi y Akara.
-"auch" Grito Hilda, cuando cayó de bruces al suelo.
Al parecer no vio la rama que estaba frente a ella, parece que fuera ciega, y no lo es, solo es torpe. Lo bueno es que me hace reír, al igual que a León, siempre se cae o causa algún desastre, pobre Hilda, tiene mala suerte. Y lo peor es que, no sabe que León puso algunas cámaras para grabarla, dijo que las guardaría para el futuro.
-"Hilda, ¿estás bien?" Dijo Lilia, mientras se agachaba y la ayudaba a levantarse.
-"sniff, si, ya me acostumbre a caerme."
Hilda se levantó del suelo y se limpió el polvo de la cara, no tiene ni un rasguño, León lanzo algunos hechizos de protección sobre ella, para que ahorrase los problemas, no vaya a ser que caiga sobre una objeto afilado y se muera.
Si no fuera por las sirvientas que tenía antes, creo que Hilda ya estaría muerta, solo por su mala suerte.
-"Ágata-sama, cuando vuelve León." Pregunto Lilia.
-"¿Están preocupadas por él?"
Ambas asintieron con preocupación.
-"No deberían, ya es un niño grande y sabe defenderse."
Aunque digo eso, igual me preocupo, sé que estará bien, pero..., eso no evita que te preocupes, es algo natural e inevitable.
León salió hace más de una semana, y no ha vuelto, suceso raro, pensado que él, es de las personas que pasa más en casa que afuera, o nunca esta solo, por lo general lo acompaña alguna de sus mujeres.
Y eso dice una cosa, fue por una nueva chica, no se debe ser muy listo para saberlo, León nada más pone esfuerzo en cosas así. Solamente una mujer lo sacaría de su casa tanto tiempo.
-"¿Como sabes que se encuentra bien?" Pregunto Lilia.
-"Porque puedo sentir donde esta, y como esta."
Los ojos de Lilia brillaron, y preguntó:
-"¿De verdad?, ¿podemos hacerlo también?"
-"Con el tiempo lo podrán hacer."
Lilia cerro los ojos e intento sentirlo, Hilda también lo hizo, me detuve, no quiero que choque, otra vez.
En realidad puedo sentir donde está León, podría ir y encontrarlo, pero no lo haré, expresó que quería tener un tiempo a solas, y lo tendrá, si su dos esposas, que vinieron de vacaciones con él no se quejaron, ¿porque lo haría yo?, ellas deberían ser las más molestas, León salió de viaje a pena las trajo.
Levante la vista y cerré los ojos, me gusta sentir el sol en mi cara.
-"No puede hacerlo, y tu Lilia."
Lilia cruzo se cruzó de brazos, y negó con la cabeza, parecía decepcionada.
Mientras ellas hablaban, lo sentí, León regreso a casa, y como lo pensé, no volvió solo, otra presencia lo acompaña.
-"Volvamos a casa, León ya está devuelta." Dije, ganando una gran sonrisa de ambas.
Ya en casa, pude admirar a la nueva adquisición de León, bastante exótico por decir lo menos, tiene un cuerpo voluptuoso, pero eso no es lo que más llama la atención, si no, su piel azulada y su gran cuerno, además de su gran espada, tan grande como ella, y algo me dice que pesa más que ella.
Por lo que leí en los libros de magia y ficción, esa chica es un demonio, es el primero que veo.
Las dos chicas a mi lado también están sorprendidas, y no las culpó, seguro es primera vez que observan un demonio, y no digamos que los demonios sean bien vistos, siempre son sinónimos de maldad, contratos del alma y matanza.
Aunque..., no parece nada de eso.
-"Eris" Dijo Hilda, un poco preocupada mientras se agarra la falda, intercalando miradas entre su hija y la chica azulada.
-"Tranquila, mientras León este al lado de Eris, nada le pasara, y dudo que esa mujer le haga daño."
Hilda suspiró de alivio cuando noto a León, tiene una gran confianza en él, y su fuerza. Hilda sabe que asesino al rey de Azura, y todos sus caballeros, ella comprende que León es fuerte y no le teme a nada.
Lilia se acomodó los lentes, y analizo a la chica nueva.
-"No parece un demonio" Comente, ganando "un tienes razón" de Lilia, y una ceja levantada de Hilda.
Hilda todavía desconfiaba un poco, ya que no la conocía, es justo. Yo tampoco confié en ella, pero si en León, sé que no hará nada que nos cause daño.
Adema, no parece un demonio. La mujer de piel azulada corre delante de Eris, mientras le da algunas palabras de ánimo, y le daba una gran sonrisa.
-"¡Vamos niña humana!, si quieres vencerme y convertirte en un héroe, debes correr más que yo, fufufu."
-"Ha,ha,ha, y-ya verás, ¡te ganaré!"
Eris parecía emocionada, la chica demonio reía con ganas, y sus ojos brillaban con expectativa, sus pechos rebotaban, y su cuerpo estaba sudoroso, agregando algo de atractivo sexual.
No soy envidiosa, sé que la chica es bonita, y tiene encanto, y yo pensé que los demonios son feos, León tiene buen gusto, y sobre todo, ama los pechos grandes. Aunque no tiene problema con las tetas pequeñas.
Hablando de León, está mirando el entrenamiento de Eris mientras bebe un te junto a Charsi, la herrera de nuestra casa, todas nuestras armas fueron forjadas por ella, y a su otro lado esta Akara, ella fue quien confecciono nuestros vestidos y casi toda la ropa, además es la medico del hogar.
Me acerqué a él, mientras le dije a las chicas que guardaran las compras.
-"Bienvenido a casa León." Salude, ya salude a las otras dos mujeres en al mañana.
-"Gracias, esta vez tarde más demore más de lo presupuestado, la chica era un hueso duro de roer."
-"¿Como se llama?"
-"Tiene un nombre largo, llámala Atofe"
Tome una silla y me senté alrededor la mesa. Charsi que estaba a mi lado, agarro la mano de León, y le pregunto:
-"León, cuando saldremos a minar, mencionaste que me acompañarías."
-"En la tarde, luego del almuerzo y Akara, puedes quedarte con Riven y ver las nuevas plantas que consiguió, seguro te ayudaran con tu investigación."
-"No hay problema, pero mañanas debemos salir los dos, quiero buscar algunas plantas medicinales y tener algo de tiempo a sola"
-"Todo sea por ustedes" Dijo León con una suave mirad, seguro ama a sus mujeres, siempre las consiente.
Akara sonrió satisfecha, y bebió su té, y así siguió la conversación, hasta que le pregunte lo que tenía en mente hace poco.
-"León, ¿por qué no tienes amigos?"
León agarró una galleta y se la comió, como asiendo tiempo para buscar la respuesta adecuad.
-"Es simple, es por la envidia, que crees que pasara, cuando personas normales, sepan que tengo más de una mujer."
Entiendo lo que quiere decir, León es sobresaliente, y eso sofocara a sus pares, tarde o temprana lo odiarían, porque es mejor que ellos, es natural, los celos son parte de los seres humanos. La gente odia a los que están mejor que ellos.
-"Puede ser, pero leí varias novelas, y algunas de harem, varios tiene amigos y confidentes, incluso manos derechas, si ellos pudieron, tú también podrías" Pregunte, quería saber los otros motivos, sé que había más que esa simple respuesta.
-"Son ficción, la realidad es distinta, te puedo asegura que incluso el caballero más fiel, tarde o temprano tendrá deseos de derrocar a su amo, y tomar lo que tiene. Esa es la verdad, una verdad que no te muestras en los libros, casi todos termina en, vivieron felices para siempre. ¡Mentiras!, con el tiempo la gente comienza a odiarse, y eso inicia con el deseo, "yo quiero lo que él tiene, lo merezco", ¿entiendes?"
Me agarré la barbilla mientras pensaba un rato. Akara y Charsi escuchaban atentas.
No creo que esté mal, pero todavía creo que ahí más, y pregunte:
-"Entonces es culpa de los demás, no tuya."
León frunció el ceño un segundo, y resoplo por la nariz, como diciendo, seguro preguntas mucho.
-"Cuando haces amigos, tiendes a querer ayudarlos, creo que no sería la excepción, el problema radica en lo que ellos pedirían. Si ellos ven que tengo un harem, ellos me rogaran que los ayude a tener uno"
-"Y dudo que los ayude, eres demasiado codicioso, no es así León."
Parece que lo estuviera interrogando, y no lo es, es simple curiosidad. Y él lo sabe, o ya estaría enojado.
-"No se trata de eso Ágata, yo considero que si no eres capaz de conquistar a la chica que te gusta, no la mereces, o sea, si yo te ayudo a conseguir a la chica, y ella acepta ser su novia, ¿no debería ser mía?, ya que la gano con mi esfuerzo, claro todo esto aplica a otros, no en mi caso, yo usaría cualquier medio para tener a la chica que me gusta, incluso si es cruel."
Vi como Akara reía, diciendo ese es mi hombre, y Charsi solo agitaba su cabeza, aceptado que León tenía la razón.
-"Comprendo, aun así, si tuvieras, lo ayudarías con todo lo demás."
León hizo una mueca con la boca.
Dudo que León sea de los que ayuda a los demás, menos gratis.
-"Incluso si hago eso, tarde o temprano me odiaran, porque una vez que ayudas a alguien, ellos piensan que es tu obligación ayudarlos, y una vez que yo me niegue a ayudarlos, ellos se molestaran y empezaran a odiarme, ¿ves?, el final del camino siempre es el mismo, yo siendo odiado, temido, o envidiado."
Segundos después de que León termino de hablar, Akara pregunto:
-"Creo que si buscas un protagonista shonen, podrías ser su amigo, ¿qué opinas, León?, esos personajes nada más buscan luchar con el poder de la amistada, no debería tener problemas con ellos"
Akara dio una buena idea, esos protagonistas son densos, muy densos, León podría hacerse amigos de ellos con facilidad.
-"Tienes razón Akara, pero el problema ahora seria yo, no podría aguantar las ganas de robarle su mujer a mi amigo, ese sentimiento es muy bueno como para no hacerlo. Bien admito que es mi culpa, nada que hacer por mi parte, a lo menos que tenga un problema mental y tenga fetiche de NTR, sin embargo en ese caso, no podría ser su amigo."
Vi a Akara suspirar con resignación, y Charsi, solo reía diciendo que León era un pervertido, León también rio, y nadie siguió con el tema.
-"No esperaba menos de León, mi esposo pervertido." Dijo Akara, mientras se levantaba y se sentaba sobre el regazo de León.
-"Si no fuera pervertido, no tendría dos hijas."
-"ja ja ja, eso es verdad, entonces..., deberías hacer intentar tener dos más." No esperaba eso de Akara, siempre se ve madura y tranquila, al parecer, todas tenemos ese lado coqueto.
León la agarro como una princesa y desapareció en el aire, Charsi quedo con la boca abierta, pero luego también desapareció, suspiro, segundos después, yo aparecí en la habitación de León, las otras dos chicas, ya estaban desnudas.
POV Charsi.
Luego de esa sesión de besos y sexo apasionado, almorzamos y tomamos un descanso, preparándonos para esta tarde y sus aventuras.
Nos dirigimos a la cordillera del dragón, no, no, así no se llamaba, era algo como..., ¿cabeza de dragón?, ¿pata de dragón?, no me acuerdo bien, eso sí, tenía la palabra dragón.
El lugar estaba lleno de rocas, y algo de pasto.
Respire hondo y sonreí, me gusta el olor a tierra y a metal, mi cuerpo se alegra en estos parajes.
-"Me alegro de que estés feliz"
-"¡Ja!, claro que si, mis sentidos de herrero me dicen que cerca de este punto, hay minerales extraños y nuevos, listos para ser minados"
León sonrió amablemente, y me agarro de la cintura. Caminamos sin rumbo fijo, de vez en cuando tomaba rutas más largas, para pasar más tiempo juntos, puede ser egoísta, y no me gusta serlo, pero cuando se trata de tu hombre, tienes que hacer lo que sea necesario para tener su atención.
Llegamos a una montaña, no era muy empinada, ni muy alta, quizás unos 3000 metros, debería poder subirla sin problemas, tengo un buen físico, además tengo la sangre de un bárbaro.
La herrería es un trabajo pesado, por eso necesitaba ejercitarme de vez en cuando.
Nos demoramos 6 horas en acudir al destino, que estaba a unos 1900 metros, ya se está oscureciendo un poco, no es un gran problema, la magia todo lo puede.
La magia puede hacer la vida diaria más fácil, como me Malaise horadrico, con ese martillo se me hizo más fácil forjar nuevas armas, y de mejor calidad.
Tos, sigamos mejor, el lugar al que me dirigía era una cueva, dentro de ella podía sentir una gran variedad de metales, algunos conocidos, y otros que no tengo ni idea.
Mi cuerpo tiembla de la emoción, descubrir metales nuevos es increíble, fue como el día que León me llevo a Júpiter y a Saturno, ese día vi algo maravilloso e increíble, llovían diamantes del cielo, joder eso fue una escena alucinante, y hermosa, no olvidaré nunca. Incluso tomé varias fotos para el recuerdo.
Ese día no pude aguantar las ganas, y lo hicimos en ese planeta, era bueno que tuviera el cinturón, lo uso para ahorcarme, ¡fue magnífico!
Tos, espero que nadie averigüe mi fetiche, o sea Akara ya lo sabe, pero no quiero que los demás lo sepan, que vergonzoso seria.
Tos, deje de pensar en mis fetiches, y me puse manos a la obra, saque una picota y puse mi casco minero.
"Clinck, clinck, clink"
Mine por algunos minutos, hasta que mi picota choco contra algo metálico, deje la picota de lado y agarre la roca, la retire del muro con fuerza bruta, lo levante y lo puse a la luz de mi casco.
-"hmm, es metal normal, sin embargo..., creo que es más puro, debería procesarlo para saberlo, que dices León"
León se acercó a mi lado, y puso su cara sobre mi hombro, mhh, su olor es exquisito.
-"Este mundo tiene una gran cantidad de maná, y las cosas tienen a ser mejores, sin duda debería ser más puro y más fuerte que el metal de la tierra."
Tiene razón, el maná purifica las cosas, y ayuda a su evolución, eso me explico Akara de su investigación de como se crearon los elfos.
Los elfos antiguamente eran humanos que nacieron en lugares concentrados de maná, como los bosques, con el tiempo sus rasgos faciales cambiaron, y su esperanza de vida aumento, todo esto debido a que se quedaron mucho tiempo en ese entorno, es como la teoría de la evolución.
Ahora que lo pienso, debería haber elfos en este mundo, nunca he visto uno, le diré a León que me lleve a conocerlos, o que consiga una Elfa para él. No, no creo que sea necesario decirlo, seguro ya está buscando una candidata, León es un pervertido, y la raza no es una barrera para él.
Como esa reina demonio, Atofe, puede ser hermosa, pero seguro sería discriminada, considero que algunos hombres dudarían antes de tocarla.
Quizás por eso los demonios odian a los humanos, o eso supongo. Debieron ser discriminados y esos los obligo a odiar a los humanos, eso pasó con los elfos en la mayoría de las historias, tos, divague demasiado.
-"Que pasa por esa cabecita" Dijo León, tocando mi cabeza con el dedo.
-"Sobre la discriminación y sus consecuencias." Dije con un puchero.
León levanto una ceja y pregunto:
-"Como llegas a eso, si estás minando"
-"No se."
-"jajaja, mejor sigamos buscando nuevos metales"
Sonreí y seguí excavando, logramos encontrar varios metales, pero la mayoría eran normales, nada de vibranium o mithril. En realidad sé donde están los metales desconocidos, puedo sentirlo, el problema es que no quiero encontrarlos tan rápido, quiero tomarme mi tiempo y buscarlo a ciegas, es más divertido.
Seguimos excavando por algunas horas, horas donde León me robaba los labios y me agarra el culo, es un gran pervertido. Sé que esto lo aburre, pero lo hace para hacerme feliz, y no es que me moleste, que me toque significa que me encuentra atractiva, y eso es bueno.
-"Uff, ya es tarde, deberíamos volver y regresar otro día, las demás estarán preocupadas, y con hambre, ya sabes que no comerán sin nosotros."
Resople un poco molesta porque se acabó mi tiempo, aun así le dije que estaba lista para irnos, lástima que tuviera que acabar.
Antes de irnos, agarre todos los minerales encontrados y lo guarde en mi inventario, al lado de las cosas especiales, son minerales que mine junto a León, son especiales por eso.
Mientras los acomodaba, encontré un pedazo de armadura derretida, y con rastro de sangre cuando lo vi, los recuerdos llegaron, y me puse triste.
Esa armadura era de León.
Una vez acudo al campamento todo quemado y herido, si no fuera por Itharia que lo sujetaba, no podría ni caminar. Cuando advertí su estado, se me apretó el corazón, y mis lágrimas corrían, no solo yo, Akara estaba igual.
Cuando vi las lesiones, me horrorice, la armadura se pegó a su piel y huesos.
Por ejemplo, cuando una flecha te atraviesa el abdomen, debes retirarla antes de usar una poción curativa, no es necesario retirar los fragmentos de madera que puedan quedar, el cuerpo se encarga de retirarlo.
El problema es ese, León no podía quitarse la armadura, y tenía que curarse. Su piel se regeneraba al mismo tiempo que su armadura se derretía, y el metal se combinó con la piel, músculo y parte del hueso.
Para terminar de sanar, tuve que cortar su carne y retirar todo el metal, eso tuvo que doler mucho, pero más me dolió a mí, que tuve que cortar y hacerlo sufrir, desde ese día jure hacer armaduras que no se derritieran, no solo, hacer la mejor armadura, una que sea impenetrable.
-"Porque lloras." Se notaba la preocupación en su voz.
No me fije, estaba llorando mientras sujetaba el pedazo de metal en mis manos, ya estaba mojado por mis lágrimas. León se acercó a mí y me abrazo,
-"Tranquila, todo está bien."
-"sniff, recuerdas este pedazo de armadura." Le mostré el objeto en mis manos temblorosas.
-"Si, ese día diablo me golpeo con su cola y fui lanzado por los aires, hasta que caí en un pozo de lava, dolió como el infierno. Suspiro, tuve mala suerte ese día."
-"Itharia dijo que fue su culpa."
-"Siempre dice eso cada vez que me lastimo, no le hagas caso."
León me beso, expresando que no se hablará más del tema.
En realidad si fue culpa de Itharia, ello lo mencionó, se posicionó mal durante la batalla, y no vio la cola de diablo, cuando lo noto, ya era muy tarde, si no fuera por León que la empujo, para que saliera del camino, ella hubiera caído a río de lava.
Akara y yo nos enojamos mucho queríamos quejarnos, y decirle varias cosas, al final no pudimos, Itharia ya se sentía culpable, no queríamos hacerla sentir peor, ella siempre esta al frente de la batalla junto a León, gracias a ella León sé salvo varias veces, culparla por un error, no sería justo con ella.
No cuando nosotras no estamos ahi, en el campo de batalla, donde las flechas y los hechizas vuelan.
Y con eso termino nuestro viaje, era hora de volver a casa.