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CAPÍTULO 117- Una difícil decisión.

(IMPORTANTE LEER ESTO: Estaré subiendo capítulos sin editar, para subir capítulos más rápido. Les pido perdón si ven algún error y les agradecería si dejan en los comentarios los errores que cometí. Gracias por comprender. Por cierto, no tengo tanto tiempo para escribir debido a la universidad, por eso subiré capítulos sin editar, para subir más capítulos seguidos. Los sábados voy a editar los capítulos, por si quieren evitar leer los capítulos sin editar y leerlos editados los domingos.)

CAPÍTULO 117- Una difícil decisión.

La zona roja, la zona más peligrosa de la Capital. Hay burdeles, tiendas de armas, tiendas de esclavos criminales, y ahí viven los pobres, pues las casas son más baratas.

Kei estaba caminando por las oscuras calles de esa zona, intentando relajarse y reflexionar sobre su situación actual.

Kei sabía que las chicas cambiaron de opinión porque sintieron lástima por él y querían que él fuera feliz.

Kei estaba muy feliz porque las chicas se preocupaban por él, pero también estaba triste porque considera que la decisión de no contarle a Mei que él es el héroe Kei, es una decisión egoísta.

—Hay más riesgos que beneficios... Pero si tenemos a Mei con nosotros, las posibilidades de que ellas mueran disminuirán considerablemente... ¿Qué hago...? No sé qué hacer.- Pensó Kei.

Decidió ir al gremio, para comer algo y relajarse un poco.

Entró al gremio de aventureros.

Las pocas aventureras que había voltearon a verlo y Kei se sentó en una mesa.

Una de las meseras se acercó a él.

—¿Quiere comer algo?

—Sí. Lo que sea, por favor. Y agua natural.

—Está bien.

La mesera se retiró y Kei puso su cabeza sobre la mesa.

—¿Qué hago? Ser egoísta, pero vivir feliz. O decirle a Mei mi secreto, con el riesgo de que me odie o me vea como un extraño... ¿Qué hago?

Una chica se sentó en la mesa de Kei y cruzó los brazos.

—Te estaba esperando.

Kei levantó la mirada y sonrió un poco.

—Hola, Nisei. Ha pasado tiempo. ¿Cómo estás?

—No estoy aquí para socializar. Te busqué en tu casa hace 3 días y tu abuela me dijo que llegarías pronto. Te busqué hoy y tu hermana me dijo que saliste. Ahora, sin tener necesidad de buscarte de nuevo, te encontré. Qué coincidencia. Pensaba irme mañana temprano, así que me ahorraste algo de tiempo.

[Magia básica: Insonorización.]

—Puedes hablar con seguridad.

—Tengo nueva información. Es sobre un grupo de demonios. Ellos son los responsables del secuestro de ciertas personas.

—¿Un grupo de demonios?

—Sí. Ellos secuestran hombres y mujeres de cabello negro. Solo secuestran humanos, no secuestran Elfos ni Semihumanos, solo secuestran humanos.

—Cabello negro... ¿Por qué?

—Esto es lo raro. Los humanos con el cabello negro, tienen mayor probabilidad de sobrevivir a la experimentación y convertirse en demonios.

—Cabello negro... Suena raro... ¿Y cómo lo descubriste?

—Mis métodos son secretos.

—Ocultaste tu poder mágico y tu presencia para ocultarte en el escondite de los demonios, ¿no?

Nisei se puso nerviosa, pues era cierto lo que dijo Kei.

—¿Q-qué? ¿C-cómo...? ¡¿Cómo lo supiste?!

—Drin me dijo que aprendiste a esconder tu poder mágico, y escuché de otras aventureras que eres experta ocultando tu presencia.

—... Sí, hice eso. Lamentablemente, no soy tan buena como pensaba. Me descubrieron y tuve que escapar.

—Vaya, vaya. Lograste escapar de un grupo de demonios... Genial.

Nisei se rió un poco y sonrió.

—Soy diferente a la Nisei que conocías, idiota. Podría derrotarte en este momento si yo quisiera.

—Mostrar estatus.

El estatus de Kei apareció y sonrió.

—Yo también soy diferente.

La sonrisa de Nisei desapareció y observó a Kei con una expresión furiosa.

—Eres un fenómeno, ¿lo sabías? Al menos yo logré mejorar sin tener habilidades únicas.

—Sí, lo sé.

Su estatus desapareció.

—¿Cómo lograste escapar?

—La mayoría de los demonios de ese grupo eran débiles, excepto tres, que eran muy poderosos. No soy una tonta, así que esperé a que esos demonios no estuvieran en el escondite para entrar y averiguar lo que estaban planeando.

—¿Más poderosos que Gabrielku?

—Si tengo que compararlos... Diría que son un poco más poderosos, pero no hay tanta diferencia... Y, Kei, lamentablemente, uno de esos demonios está obsesionado contigo. En la habitación de uno de esos demonios, había pinturas, dibujos y muñecos de ti... Fue algo raro de ver.

—... ¿Conoces sus nombres?

—Escuché solamente dos nombres: Rose y Yurek.

Kei, al escuchar el nombre de Rose, sintió un escalofrío y bajó la mirada.

—Esa loca sigue con vida.

—¿La conoces?

—Es una larga historia... Muchas gracias por la información.

Nisei se levantó de la mesa.

—Adiós.

—Nisei, por favor, considera unirte a nosotros. Es muy peligroso que sigas investigando sola.

—No puedo confiar en alguien que tiene a un demonio como aliado. Adiós.

Nisei salió del gremio y Kei suspiró.

—Juzgando por la raza... Eso está mal.

Kei entró a la habitación de Mei, pues, después de pensarlo por horas, llegó a una conclusión.

Eran las 2 de la mañana y Mei estaba dormida.

—Mei, soy el héroe Kei... No... Mei, no te asustes, pero soy el héroe Kei... No... Mei, por favor, no me odies, sigo siendo tu hermano, pero también soy el héroe Kei... No... ¿Cómo se lo digo?- Pensó Kei.

Se paró al lado de la cama de Mei y tomó aire.

—Bien... Estoy preparado... Una... Dos...

Kei intentó despertar a Mei, pero una voz lo interrumpió.

—¿Realmente lo harás?

—... ¿Mio?

Mio, en su forma como lobo, estaba escondida debajo de la cama de Mei.

Como puede cambiar de tamaño, esconderse debajo de la cama de Mei no fue problema para ella.

Mio salió de la cama y volvió a su forma humana.

—Hablemos afuera.

—... Mio, eres una chica inteligente y seria. ¿Por qué no me dejas decírselo? Tenerla nos dará grandes beneficios...

Mio le tapó la boca.

—Está dormida, pero puede despertar. Hablemos afuera.

Kei asintió y salieron de la habitación.

—Lo pensé muy bien. Tenerla nos garantizará siempre tener energía, salud y aumentará nuestras posibilidades de sobrevivir. A pesar de los riesgos, hay más beneficios.

—Los demonios te admiran y piensan que eres un comandante. Fravi usará lo que sea para perjudicarte, Kei. La magia de tiempo es algo muy peligroso. Si los humanos se enteran de que Mei tiene ese poder, harán lo que sea para obtenerlo. Si la Reina de este país decide no prestarle el poder de Mei a otros países, habrá una guerra por ella. Si los demonios rechazan tu oferta de alianza, serán un gran peligro para nosotros, Kei. Si ellos se enteran de la magia de Mei, te aseguro de que no se rendirán hasta obtener ese poder. La mejor opción que tenemos es esconder su magia.

—No lo sé...

—Kei, hay más riesgos que beneficios. ¿Vale la pena arriesgarse? ¿Vale la pena arriesgar la vida de tu hermana?

—... No lo sé... No sé qué decir.

—... Yo tenía una hermana mayor y un pequeño hermano menor. Cuando tenía 10 años, descubrieron que mi hermano menor tenía más poder mágico que un adulto promedio y lo obligaron a entrenar todo el tiempo, para transformarlo en un guerrero asesino de humanos. Mi hermana mayor sufrió el mismo destino. Yo era débil, por eso no le interesé a nadie... Lamentablemente, ellos murieron durante una misión... Después de sus muertes, los humanos descubrieron nuestra pequeña aldea y casi nos mataron a todos. Afortunadamente, logré escapar junto con la familia de Nem... Kei, yo no pude proteger a mis hermanos, pero estoy segura de que tú sí podrás proteger a tu hermana.

—... Mio, si los demonios no aceptan la alianza, ¿qué opciones tenemos?

—Usar tu poder para enamorar a la Reina Demonio y obligarla a aceptar la alianza. Y si no funciona, debemos derrotarla.

—... Gracias por tus palabras... Está bien... Todos estamos mejorando, así que tengo mucha confianza...

Kei se dio un golpe en la cara con su puño y sonrió.

—¡Bueno, a dormir! Mañana será un largo día.

—Para seguir teniendo una vida tranquila y sin riesgos, no debes perder tu identidad. Si descubren que eres el héroe Kei, seremos perseguidos y no tendremos tiempo para entrenar... Y si nos persiguen, debemos defendernos. Supongo que ya sabes lo que eso significa.

—Inocentes morirán, lo sé.

—Debes mantener tu identidad por un par de años más... Creo que después de que descubran tu identidad, puedes pedirle a Mei que se una a ti.

—... ¡Es cierto! Si no le digo nada, mantendré mi relación con ella y seguiré siendo Kei Molfer por más tiempo... Vaya, vaya. No lo había pensado de esa manera.

El Dios supremo apareció en medio de los dos.

—¡¿Dios supremo?!

Ambos se arrodillaron.

—Solo vine a confirmarte la información. Sí, Mei es uno de esos objetos. Te falta una persona. Adiós.

El Dios supremo desapareció.

—¿Quién será esa persona?

—... No se me ocurre nada.

Cris estaba durmiendo en medio de un bosque, al lado de Sline.

Sline estaba despierta y observaba la luna llena.

—... ¿Kei Molfer será el héroe Kei?

Zei estaba en su casa, comiendo pizza y jugando videojuegos con Fetoca a su lado.

—Este mundo tiene mejores videojuegos.

—Y la comida se volvió más deliciosa. Este mundo es uno de mis favoritos.

Tocaron a su puerta y Zei le puso pausa al videojuego.

—¿El Zei de este mundo tenía amigos?

—No tenía amigos ni familiares.

Zei abrió la puerta y recibió un golpe en la cara.

Lo recibió sin problemas. No le dolió, pero debía fingir que le dolió un poco.

Se quejó un poco y se alejó de la puerta.

Un enorme hombre gordo entró y juntó sus puños.

—¿Es él?

—Sí, hermano.

Zei bostezó.

—¿Sigues enojado porque la chica que te gustaba te rechazó? Patético.

—¡¡Mátalo, hermano!!

Zei saltó, golpeó al enorme hombre en la cabeza con su pie y lo derrotó.

El hombre cayó al suelo inconsciente.

—¿H-hermano?

Zei cerró la puerta, evitando que ese chico escape.

—¿Quieres humillación pública o comer excremento de perro? Tienes 5 segundos para decidir. 1. 2. 3...

—¡¿Qué eres?!

—4. 5. Escogeré al azar... Escojo la humillación pública.

Zei se acercó a él y el chico cayó al suelo, temblando de miedo.

Al día siguiente, Zei entró a la escuela y vio a un gran número de estudiantes reunidos, observando algo en el baño de hombres.

—... Sí, valió la pena el esfuerzo.

El chico y su hermano estaban amarrados con una cuerda, juntos y desnudos, y sus cuerpos estaban sucios y apestaban.

Zei les puso excremento de perro en sus cuerpos y dentro de sus bocas también.

El chico despertó y entró en pánico.

—¡¡¿Qué?!!

Hizo contacto visual con Zei y se orinó del miedo... Literalmente.

"Si dices algo, morirás". Recordó esas palabras y desvió la mirada.

—No hablará. Si intenta hablar, morirá.- Dijo Fetoca.

—Ya veo.

Zei, aquel chico que siempre sonreía y se divertía, cambió.

El anterior Zei sentiría lástima por ese chico, pero el actual Zei no siente nada al verlo.

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