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CAPÍTULO 1- ¿Soy un perdedor?

Los clichés, mis viejos amigos. Me han acompañado durante toda mi vida. Mi vida ha estado llena de clichés. En serio, soy un cliché con piernas.

Pensé que mi nueva vida sería menos cliché... Pero estaba muy equivocado.

—¡Kei, es mi turno!

—¡No, es el mío!

—¡El mío!

—¡Me toca a mí!

—¡Kei, me toca a mí!

—¡Cariño, no es justo, me tocaba a mí!

Más de 10 chicas desnudas se están peleando por mí en este momento... En serio... ¡Ellas siempre me tratan como un juguete sexual! ¡Zius, ¿no podías haberme dado otra habilidad?!

Oh, sí, por cierto, mi habilidad es [Seducir mujeres]. En pocas palabras, puedo seducir a cualquier mujer fácilmente.

¿Por qué Zius me dio esa habilidad? ¿Por qué la tengo? ¿Y por qué más de 10 mujeres se están peleando por mí?

Bueno... Es una larga y cliché historia.

CAPÍTULO 1- ¿Soy un perdedor?

Mi nombre es Kei Edna... Bueno, ese era mi nombre en mi mundo original. Mi actual nombre es Kei Molfer, ¡y acabo de salir de una vagina!

—Los gemelos nacieron sanos. Desafortunadamente, uno de ellos nació hombre.

¡Apesto! ¡Uwaaaah! ¡¿Así se siente nacer?! ¡No puedo abrir los ojos! ¡Kya! ¡Me dieron una nalgada!

¡Zius, ¿por qué mi reencarnación fue de esta manera?!

—¿Y cómo se llamarán?

—Mi esposa ganó la pelea, ella decidirá los nombres.

—Se llamarán Kei y Mei Molfer.

¡¿Kei?! ¡N-no, esperen, eso sería demasiado sospechoso! ¡Quiero otro nombre!

—Kei llora demasiado, creo que tiene hambre.

¿H-hambre...? E-espera... S-soy un recién nacido, no tengo dientes y no puedo moverme por mi cuenta... ¡Uwaaaah! ¡N-no, esperen, no quiero! ¡Es tan incómodo!

—Abran la boca.

N-no...

Abrí poco los ojos, me duele, pero quiero ver mi entorno.

Al abrir los ojos, vi una pareja mirándome. Un hombre muy guapo y una mujer cuya presencia, por alguna razón, me daba miedo. Es hermosa, de eso no hay ninguna duda, ¡pero me da miedo!

—Abre la boca, Kei. Aprende de tu hermana.

¿H-hermana? E-es cierto, ¡tengo una hermana! Y está bebiendo leche... N-no... No... ¡Mi instinto de bebé me obliga a hacerlo!

Mi boca está a pocos centímetros del pezón de mi nueva madre. ¡Esto es tan incómodo! P-pero no puedo desobedecer a mis instintos naturales.

Mi boca se abrió por sí sola y comencé a beber leche materna. ¡Tan incómodo! ¡Eres mi nueva madre, hacer esto me da tanto asco, que quiero vomitar!

¡Zius, te odio!

—Vaya, vaya. Felicidades, lograron sobrevivir una semana en este bosque. Felicidades, se ganaron un día de descanso.

—¡¿Solo uno?!- Gritamos enojados Mei y yo.

—¡Madre, Kei casi es violado por una Reina Duende! ¡Necesitamos descansar más!

—¡Ahhhhhhhh! ¡Recordar que esa asquerosa Reina Duende casi me besa, me dan ganas de vomitar!

Mi madre, Sei Molfer, una de las mujeres más importantes en el país, ¡está loca! ¡Obliga a sus pequeños hijos de 4 años a sobrevivir en lugares peligrosos y nos deja a nuestra suerte! ¡Se supone que somos niños pequeños, deberíamos estar jugando, disfrutando nuestra niñez, no entrenando como guerreros!

Ah... A veces me arrepiento de aceptar ayudar a Zius. Debes soportarlo, Kei. Si logras tu misión, regresarás a tu mundo y volverás a ver a tu tía y a Nia.

¿Eh? ¿Cuál es mi misión? Es algo sencillo, nada de otro mundo: ¡Derrotar a una Diosa!

Sé que suena imposible, pero Zius me dijo que tenía una pequeña probabilidad de lograrlo. Si esa probabilidad me permite volver a ver a mi familia, lo haré. Quiero regresar con mi familia. Quiero regresar a mi mundo.

Ah... Todavía recuerdo el día que llegué a este mundo. El inicio de mi sufrimiento.

—¡Buenas tardes! Ya llegué.

Kei Edna, un chico de 17 años, llegó a su casa después de un largo día de clases. Como siempre, él llegó agotado, pues se quedaba en la escuela para nadar en la piscina. Es miembro del club de natación, y es uno de los mejores.

Él se considera un chico normal, con una vida normal, aunque no es tan normal.

—¡Hermano mayor! ¡Bienvenido!

Nia, la prima de 14 años de Kei, como siempre, le da la bienvenida alegremente. Ella lo considera como un hermano… De hecho, lo ama… Y demasiado. Si no fueran primos, ella intentaría salir con él. Su amor hacia él es romántico, no es amor familiar, pero Kei la ama como familiar.

Kei y Nia no son hermanos. Kei perdió a sus padres en un accidente cuando tenía 10 años. Su tía lo adoptó y formaron una familia juntos.

Su tía era madre soltera, y lo sigue siendo. Trabaja 8 horas al día y llega a la hora de la cena, por lo que Kei y Nia están todo el día juntos, ellos mismos se cocinan y hacen los quehaceres del hogar. Esa convivencia no solo mejoró la relación que ambos tenían, también le dio la oportunidad a Nia de conocer más a Kei.

La tía de Kei es una excelente madre y tía. Y en su trabajo la respetan bastante. Tiene un buen salario, lo que le permite mantener a sus dos hijos, Kei y Nia.

Ella quiere demasiado a Kei, lo considera un verdadero hijo, después de todo, ella lo vio crecer y le recuerda demasiado a su hermano, el difunto padre de Kei. Kei es lo único que le queda de su hermano, su único recuerdo.

Después de la escuela, Kei y Nia comen juntos en su casa. Una rutina que pronto terminará.

—La comida está deliciosa como siempre, Nia.

Un pequeño sonrojo apareció en ella y le sonrió alegremente a su amado Kei.

—¡G-gracias! Lo hice con amor.

Mientras comen, Kei revisa su teléfono celular. Kei tiene una vida social muy activa, aunque solo tiene amigos hombres. Su autoestima no le permite hablar con mujeres.

—Vaya, vaya… Nia, ¿no quieres ir conmigo a una fiesta? Mis amigos me están invitando.

—¿Una fiesta? ¡Claro, iré contigo!

—Gracias. No quiero estar solo.

—¿Solo? Pero tus amigos estarán ahí, ¿no?

—Sí, pero… Es complicado de explicar, eres una pequeña niña todavía.

Esas palabras la hicieron enojar. Hace un puchero muy adorable. A Kei le encantan las cosas adorables, así que aprovecha su enojo para hacer un puchero y llamar la atención de Kei, y funcionó muy bien, cautivó el corazón de Kei con ese puchero, aunque él no quiere que se dé cuenta.

—¡No soy una pequeña niña! ¡Ya tengo pechos!

Ella comenzó a manosearse los pechos frente a Kei, poniéndolo bastante nervioso y desvió la mirada.

Sí, Nia tiene pechos considerablemente grandes para su edad. Herencia de su abuela. Su madre tiene pechos más pequeños.

—N-Nia, no debes hacer eso frente a un hombre.

—Fufu. Eres bastante inocente, Kei. ¡Acepta que no soy una pequeña niña! ¡Tengo pechos grandes!

—Cuerpo adulto, mente de niña pequeña.- Dijo Kei, con una sonrisa en su rostro.

Sonrisa que también puso nerviosa a Nia.

—¡E-eres malo, hermano! ¡Quiero que me expliques lo que pasa!

—Bueno, está bien… Mis amigos a veces me dejan solo. Ellos coquetean con las chicas y se alejan de mí.

—Parece que tus amigos son muy desagradables.

—Son buenas personas. Es normal que los chicos quieran salir con chicas.

—¿Y tú… también quieres salir con chicas?

Nia lo observa demasiado y Kei simplemente baja la mirada. Su autoestima no le permite hablar con mujeres, mucho menos intentar coquetear. No tiene la fuerza mental suficiente para hacerlo. Es un desperdicio, considerando la apariencia física de Kei y su popularidad entre las mujeres.

—Sí, pero nadie se fijaría en mí.

Kei no tiene nada de confianza en sí mismo. Pero él no es feo. Es atractivo. Tiene excelentes músculos y un excelente físico. Es uno de los mejores nadadores y es popular con las chicas. Tiene un trauma. Él se considera feo. Cuando le dicen que es atractivo, él piensa que lo dicen por lástima.

Es un trauma que desarrolló cuando tenía 14 años. Por culpa de ese trauma, no puede verse a sí mismo como alguien atractivo, sino todo lo contrario, cree que es feo y que da asco, algo contrario a la realidad.

—¡Eso no es cierto! ¡Eres muy lindo, hermano! ¡Cualquier chica quisiera salir contigo!

Kei le sonríe.

—Gracias, Nia.

Él piensa que Nia lo dice para alegrarlo. "Somos familia, ella no me considera feo… Pero lo soy." Piensa eso mientras sigue comiendo.

Excelente cuerpo, lindo rostro, mide 1:79, es una persona buena y amable, inteligente, su cabello negro es suave y huele bien, y carismático. Cualquier chica lo consideraría perfecto. Pero él no piensa lo mismo.

En cierto lugar, en otro mundo, un grupo de mujeres se reunieron alrededor de un círculo con símbolos extraños y se tomaron de las manos.

—Oh, Diosa Fravi, por favor, envíe a los próximos héroes.

(Pov- ¿?)

Vaya, vaya, vaya. ¿Ya invocarán a las héroes? Es demasiado pronto, pero bueno, está bien, no tengo quejas.

Es momento de mover las piezas del ajedrez. Daniel fue una decepción, no me decepciones también.

—Ya quiero ver el resultado.

Después de comer, Kei entró a su habitación y comenzó a leer.

Nia está acostada en su cama, mientras que Kei está leyendo un libro sobre matemáticas, pero está bastante nervioso, pues Nia puso sus pies sobre la espalda de Kei, algo bastante incómodo para él, pero no tanto como para quejarse. En el fondo, lo está disfrutando.

La habitación de Kei está limpia y ordenada, eso refleja su personalidad seria. Kei es alguien que podría considerarse "divertido", pero es su manera de sentirse mejor y no preocupar a los demás con sus problemas de autoestima. O

—Hermano, estoy aburrida. ¡Juega conmigo!

—Nia, eso se escuchó mal… Pero bueno… ¿Jugamos cartas?

—¡Sí! ¡El que pierda, hará lo que el ganador le diga!

—Espero que estés lista para perder.- Dijo Kei sonriendo. Está seguro de que ganará.

—¡Gané!

—¡Imposible!

Kei perdió y Nia está saltando de alegría. Kei es bastante inteligente, pero no contó que Nia propusiera jugar un juego nuevo con diferentes reglas, así que Kei no tuvo tiempo de aprender a jugar mejor. Nia sabía que Kei era demasiado amable con ella y no se quejaría de cambiar de juego, y se aprovechó de eso.

—¡Tendrás qué hacer lo que yo te diga, hermano!

—Te estás volviendo muy inteligente… Está bien, acepto mi derrota.

—¿Qué harás primero…? ¡Hermano, cómprame una bebida energética!

—Dame dinero.

—¡La comprarás con tu dinero!- Dijo Nia mientras sonríe dulcemente.

—Vaya, vaya… Te estás volviendo sádica… Está bien, voy a comprarla. No toques mis cosas.

—No te preocupes, ya busqué y no encontré tus revistas porno.

Kei se pone completamente rojo por la vergüenza.

—¡N-no tengo revistas porno!

Nia comienza a reír y se acerca a Kei.

—Lo sé, pero quería ver tu reacción.

Nia está sonriendo y Kei se sonroja al verla. Ella, incluso sin saberlo, cautiva el corazón de Kei, pero él sabe que eso está mal y lo oculta.

—S-sí… Iré a comprarla.

¿Revistas porno en un mundo con internet? ¿Por qué siguen existiendo revistas porno? Bueno, porque los clichés siempre existirán en ese mundo, es su característica principal.

Después de comprar la bebida energética, él camina por las calles de la ciudad. Vive en una enorme ciudad muy moderna, pero no tanto como las ciudades del mundo 15. En ese mundo, la tecnología está tan avanzada, que incluso hay robots y videojuegos de realidad virtual, incluso puedes sentir los objetos que toques en los videojuegos.

Mientras Kei estaba caminando, en el mundo 15 y en otros mundos, incluyendo el mundo de Kei, mujeres comenzaron a perder el control de sus cuerpos, y morían en accidentes.

Y una de esas mujeres, está muy cerca de Kei.

—¿Un par de 7 es derrotado por un par de 6? Debo investigar. Sospecho que me vieron la cara de idiota.

Antes de cruzar la calle, el semáforo se puso en rojo para los peatones, así que Kei se detuvo.

—¿Le gustará el sabor de fresa?

Una mujer de 40 años se para al lado de él, pero la mujer tiene una expresión fría. No está sonriendo ni parece enojada.

—Morir… Morir… Morir…

Está repitiendo las mismas palabras y Kei la observa nervioso.

—¿Morir?

En ese mismo momento, un autobús se acerca a ellos.

El chófer tiene una expresión fría también. Ambos no pueden controlar sus propios cuerpos.

—Matar elegida… Matar elegida…

Está aumentando la velocidad.

El semáforo se pone en rojo para los autos.

Los autos se detienen y la mujer comienza a caminar.

Kei está nervioso y preocupado por ella. Ella no está actuando nada normal, y Kei lo sabe.

—¿Está loca? Creo que necesita ayuda.

La mujer se para en medio de la calle y el autobús se dirige a ella.

Kei se da cuenta y se dirige a ella corriendo.

—¡Cuidado!

Sin tener tiempo para pensar, Kei simplemente corrió y la empujó.

La salvó, pero el autobús terminó con la vida de Kei.

Pero una nueva empezó para él.

—¿En dónde estoy?

Al abrir los ojos, Kei se dio cuenta de que ya no estaba en la calle. Estaba en un lugar muy, pero muy diferente.

—¡Majestad, un hombre fue invocado!

—¡Imposible! ¡El hechizo falló!

—¡¿Qué haremos?!

Kei estaba en un enorme salón bastante elegante.

Mujeres usando ropa elegante, pero que mostraba mucha piel, estaban frente a él.

Las mujeres son hermosas y sus escotes eran muy reveladores.

Kei, por ser un chico tímido, se puso rojo ante esta situación.

—¡¿Q-qué está pasando?!

—¡¿En dónde estoy?!

—¡¿Por qué estoy viva?!

—¡¿Por qué no podía mover mi cuerpo?!

—¡¿No estoy muerta?!

—¡¿Mis padres están a salvo?!

—¡¿No morí en ese accidente?!

—¡¿Por qué me siento pequeña?!

—¡Esto es muy raro!

Kei no era el único confundido.

A su lado, hay 9 pequeñas niñas. Todas están asustadas y confundidas. Parecen niñas de 10 años.

—¿Qué pasa?

La voz de Kei se escucha rara, él se dio cuenta de que algo no estaba bien.

—¿Eh?

Observa sus manos. Son pequeñas. Él tenía manos grandes, así que se asustó demasiado al verlas pequeñas.

—¡¿Eh?!

Kei ahora es un pequeño niño de 10 años.

—¡¿Soy un niño pequeño?!

—¡Escuchen!

Una mujer de unos 40 años, con el cabello verde y largo, gritó. Usa una corona y sus pechos son enormes, tanto que incluso alguien tan tímido como Kei, no puede evitar verlos.

—¡Fueron invocados! ¡Ustedes son los nuevos "héroes"!

—¡¿Invocados?!- Dijeron todos al mismo tiempo.

—Ustedes murieron y sus almas fueron invocadas. La Diosa "Fravi" les dio un nuevo cuerpo. Sus apariencias serán las mismas cuando crezcan, no se preocupen.

—E-esto es muy raro.- Dijo una de las niñas.

—Les explicaremos todo… Pero primero, me presentaré. Mi nombre es "Freyka" y soy la Reina del país llamado "Desmol".

—Una Reina…- Dijo Kei.

Está asombrado por todo. Está rodeado por mujeres hermosas y provocativas. Está tan rojo como un jitomate. Su timidez está en su límite.

—D-disculpe… ¿Por qué nos invocaron?- Dijo una niña con el cabello blanco y largo. Sus ojos son azules y tiene un lunar en su mejilla derecha.

—Cada 10,000 años, demonios aparecen en nuestro mundo. Cuando eso ocurre, la Diosa Fravi nos envía un mensaje divino. En ese mensaje divino, nos dice cómo invocar a los nuevos héroes.

—¿Y qué significa ser un héroe?- Dijo una niña con piel morena y cabello negro.

—Los héroes tienen el poder para derrotar a los demonios. Ustedes se convertirán en nuestros héroes. Les tomará tiempo comprender todo, lo sé… Pero primero, revisemos sus estatus.

—¿Estatus?- Dijo una niña con el cabello azul y corto.

—Sí. La Diosa Fravi les dio magia única a cada uno, llamado: "Poder divino".

—¡¿Magia?!- Gritaron casi todos al mismo tiempo.

Las únicas que no gritaron fueron las niñas que vivían en un mundo mágico. Ellas conocen la magia.

—Por favor, uno por uno, pasen al frente y muestren sus estadísticas. Solo deben decir: "Mostrar estatus". Primero las mujeres y el inferior será el último.

—¿Inferior?- Dijo Kei confundido.

Kei se dio cuenta de que las mujeres lo miraban con desprecio, pero no sabía por qué.

—Fufu. Detrás de mí, plebeyos.

Una niña pasa al frente. Tiene el cabello rojo y corto, y sus ojos son rojos.

—Yo primero. ¡Mostrar estatus!

Un holograma o pantalla aparece frente a ella, sorprendiendo a todos en el lugar.

—¡G-genial!

—¡Sus números son increíbles!

—¡Su poder mágico es increíble!

—¡Su fuerza también!

—¡Es una prodigio!

—¡Y es tan joven! ¡Será incluso más poderosa cuando crezca!

Su estatus es:

Near Nisha.

Poder mágico: 462017/462017

Fuerza: 787

Edad: 10 años

Inteligencia: 43

Agilidad: 608

Puntos de vida (hp): 59269/59269

Poder divino: Espada Dragón.

Trabajo: Guerrera.

Near está feliz por ser una prodigio, y más porque se siente superior. En su vida pasada era una princesa arrogante, que mataba a las personas que la miraban mal, y esa arrogancia solo aumentó en este momento.

—Jeje. Lo sé, soy genial.

—I-increíble…

Kei está impaciente. También quiere conocer su estatus. En su mundo, leía novelas de fantasía, pero no era su género favorito, aunque eso no quita el hecho de que está emocionado por saber si también tiene magia.

—¡Wow! ¡De verdad es magia!

Una de las niñas no dejaba de ver a Kei. Algo en él le resultaba muy familiar.

—¿Es él...?

—¡Quiero intentarlo!

Ignorando las órdenes de la Reina, Kei pasa al frente.

—¡Mostrar estatus!

La pantalla aparece, mostrando su estatus, pero no es lo que imaginaba.

Al contrario de Near, el estatus de Kei es más... aburrido.

Kei Edna.

Poder mágico: 0/0

Fuerza: 34

Edad: 10 años

Inteligencia: 76

Agilidad: 42

Puntos de vida (hp): 100/100

Poder divino: Ninguno

Trabajo: Ninguno

—¿Eh?

A diferencia de Near, Kei no recibió nada de la Diosa. Ninguna habilidad única ni poder mágico.

—N-no puede ser… N-no recibió ningún poder divino… ¡El hechizo realmente falló!- Gritó la Reina.

Kei ya era mirado con desprecio, y después de revelar su estatus, ese odio aumentó.

—¡Un inferior siempre lo será!

—¡Maldición!

—¡Maldito inferior!

Las mujeres se enojan con él y una de ellas lo patea en el estómago, sacándole el aire y rompiéndole un par de costillas. El cuerpo de Kei es demasiado frágil, y ese golpe le quitó 80 de sus puntos de vida.

[Puntos de vida: 20%.]

—¡¿Por qué demonios fuiste invocado?!

La mujer es muy fuerte y enorme, y con solo una simple patada, fue suficiente para hacer llorar a Kei. Ella no usó toda su fuerza, solo usó la suficiente para hacer sufrir a Kei. ¿Por qué no lo mató? Porque Kei es lindo, y tiene planeado algo. Usa un parche en su ojo derecho y tiene cicatrices en su rostro. Es una guerrera, pero no tiene honor. Le gusta ver sufrir a los débiles, y ver a Kei llorando la hace sonreír.

—N-no lo sé.

—Tsk. ¡Maldito inferior!

Lo toma fuertemente del cuello.

—¡Perdedor!

Kei intenta respirar, pero no puede. Se está ahogando. Si sigue así, morirá. Solamente le quedan 8 puntos de vida.

—¡D-déjalo!

La niña con el cabello blanco intenta ayudar a Kei.

—¡No es su culpa! ¡Déjalo, por favor!

La mujer chasquea la lengua y suelta a Kei.

—No lo necesitamos.

Kei intenta recuperar el aire y la niña intenta ayudarlo.

—¿E-estás bien?

—N-no lo sé… No lo sé.

Kei está sufriendo por sus heridas, pero intenta soportarlo.

Observa a las mujeres a su alrededor. Todas lo están observando con expresiones de asco y odio. Hay algunas Elfas y semihumanas, especies que Kei consideraba amables por las historias de fantasía que leía, pero incluso ellas lo miran con asco.

—Este lugar es raro… Gracias por la ayuda. Mi nombre es Kei.

—Mi nombre es Charlotte.

La Reina y una mujer con armadura se acercan a Kei.

—Por favor, acompaña a Mik. Ella te explicará lo que pasará contigo.

—S-sí…

Kei y Mik, la mujer con armadura, salen del salón. Kei no sabe lo que le pasará, pero tiene la esperanza de que le consigan un trabajo o que lo devuelvan a su mundo.

—¿Qué pasará conmigo? ¿Me regresarán a mi…? No, no es posible… Yo ya estoy muerto… ¿Me darán una habitación y viviré aquí?

—¿Vivir aquí?

Mik comienza a reír.

—¿Un inferior viviendo aquí? ¡Qué gracioso!

—¿Eh?

—Duerme.

Kei recibe un fuerte golpe en la cabeza y cae al suelo inconsciente. Mik lo golpeó con su codo.

—Maldito inferior.

Kei perdió casi todos sus puntos de vida, solo le queda uno, solo un punto de vida. Nadie se imaginaría que gracias a ese punto, el futuro sufriría un gran cambio.

Kei se despierta en un calabozo. Hay cadáveres a su alrededor, cadáveres de niños pequeños. Los cuerpos más recientes tienen claras marcas de golpes, maltrato físico. Fueron golpeados hasta la muerte.

—¿Eh? ¡¿Eh?! ¡¿Q-qué es esto?!

Comenzó a vomitar al ver eso. El olor de los cadáveres era insoportable, pero Kei lo estaba ignorando porque el shock emocional fue demasiado.

Intentó escapar, pero cayó al suelo cuando intentó correr.

Su pierna derecha está encadenada.

—¿Q-qué? ¿Me encerraron? ¡¡Ayuda!! ¡¡Yo no cometí ningún crimen!! ¡¡Quiero ver a un abogado!! ¡¡Soy inocente!!

La mujer con el parche entra al calabozo.

—Ya despertaste, inferior.

—¿Q-qué está pasando?

—Como eres un inútil, no nos sirves. Por eso me voy a divertir un poco contigo.

Se acerca demasiado a él y le sonríe.

Kei está temblando de miedo. Considerando su entorno y situación, sabe que él podría ser la siguiente víctima de esa mujer.

—¿Q-qué quieres de mí?

—Me gustan los niños lindos.

Le da una lamida a la mejilla de Kei y él se pone completamente rojo. Su timidez lo hizo ponerse nervioso, pero también sintió asco.

—¡E-estás enferma!

—Sí, lo estoy.

Intenta quitarle la ropa a Kei.

—¡N-no, por favor! ¡No te conozco! ¡Déjame! ¡¡Ayuda, por favor!! ¡¡Me quieren violar!! ¡No lo hagas, por favor, no quiero perder mi virginidad de esta manera!

—Nadie te escuchará, estás en mi casa. La Reina te vendió y yo te compré.

—¡¿Qué mierda?! ¡¿Me vendió?! ¡No tiene derecho de venderme, no soy de su propiedad!

—¡Cállate!

Le da un golpe en la cara a Kei y su naríz comenzó a sangrar, excitando a esa mujer.

—Vaya, realmente eres muy lindo.

Ella comenzó a lamer la sangre de Kei.

—Ten piedad, por favor.

Kei comenzó a llorar.

—Eres mío ahora. Acepta tu destino y cállate.

Lamió las lágrimas de Kei.

—Delicioso. Sigamos con la diversión.

Le quita la camisa a Kei y comienza a tocar su cuerpo.

Kei cierra fuertemente los ojos, aceptando su cruel destino.

—Eres muy lindo...

De repente, cae al suelo inconsciente. En su cabeza tiene un dardo.

—¿Eh?

Charlotte entra al calabozo, junto con la niña con la piel morena.

—Kei, vamos a salvarte.

La esperanza regresa a Kei y sonríe.

—¡G-gracias!

Usando sus puños, la niña morena rompe las cadenas.

—Tu pierna está liberada.

—Gracias… ¿Cómo te llamas?

—Me llamo Bandia.

—Gracias, Bandia… ¿Usaron magia para derrotarla?

—Sí, es mi magia. Puedo crear venenos y antídotos. Utilicé un tranquilizante para derrotarla.- Dijo Charlotte.

—¡Gracias…! Pero, ¿qué hago ahora?

—Nosotras trabajamos para la Reina, no podemos ayudarte mucho… Toma.

Le entregan una pequeña bolsa con monedas.

—Es dinero. Escapa de aquí.

—¡Corre, no tienes mucho tiempo!

Kei observó el dinero y se limpió las lágrimas.

—Supongo que mi vida cambió… Gracias por todo... Muchas gracias, nunca olvidaré lo que hicieron por mí... Gracias.

Kei sale corriendo del calabozo.

—¿Estará bien?

—Sí… Eso espero.

Nia y su madre están llorando juntas. La policía les informó sobre la muerte de Kei. Fue tan repentino, que Nia se negaba a creerlo, pero cuando escuchó la historia, se sintió muy culpable.

—¡Hermano!

Se siente culpable porque ella fue la que envió a Kei a comprar esa bebida energética. "¡Si tan solo no hubiera hecho trampa". "¡¿Por qué le pedí a Kei que me comprara eso?!" "¡Lo siento, Kei, lo siento mucho!" Su mente está llena de esos pensamientos.

—Lo siento… Pero Kei murió como un héroe. Era un chico admirable.- Dijo un policía.

Está intentando consolarlas, pero no funcionó.

—¡Mi hermano debe estar vivo! ¡No puede estar muerto!

—Lo siento, señorita.

Después de enterarse de la muerte de Kei, sus compañeros de clase y los miembros del club de natación, asistieron a su funeral.

Varios lloraron su muerte, pues era un chico amable y bueno con todos. Nadie lo odiaba. El capitán del club de natación fue el que lloró más.

Nia se deprimió por esa noticia. Ella no perdió un hermano, perdió a su primer amor… Pero algo dentro de ella le decía que Kei seguía vivo. Era imposible, pero ella quería creerlo.

—Hermano… Hermano…

(Pov- Kei.)

¡Uwaaaah! ¡Este mundo está podrido! ¡¿Por qué todas las mujeres quieren secuestrarme o violarme?!

¡Apenas me las arreglé para escapar de esta ciudad, y ahora tengo que dormir en un bosque peligroso porque los caminos están llenos de bandidas violadoras!

No quiero perder mi virginidad sin amor. ¡Ahhhhhhhh! ¡Un oso!

Me subí lo más rápido que pude a un árbol, afortunadamente el oso me ignoró y siguió su camino.

¡¡¿Qué mierda le pasa a este mundo?!!

—Extraño mi mundo seguro.

Nia, tía, Cris... Tantas cosas que perdí... Ya no puedo volver, ya estoy muerto en mi mundo original, no puedo regresar.

—Debo comenzar una nueva vida... Pero...

No sé si pueda... No lo sé.

Por ahora, me alejaré de esta ciudad. Iré a un pueblo o algo por el estilo. Necesito un trabajo.

Saqué una manzana de mi bolsillo y le di una mordida.

—Diosa Fravi, ¿por qué no me diste magia?

No es justo.

—Un pequeño pueblo.

Con el dinero, Kei compró ropa nueva. Ahora está usando un pantalón negro, una camisa blanca y zapatos blancos. Quería verse más "normal". Su conjunto de ropa es demasiado normal, no resalta nada.

Después de caminar por 3 días, llegó a un pueblo, que se encontraba muy lejos de la Capital. Durante su viaje, hombres amables le ayudaron. Kei viajó con ellos en carruajes. "Los hombres en este mundo son muy buenos". Pensó Kei.

Empezó a caminar por el pueblo, con la esperanza de que nadie intente hacerle daño.

—No hay electricidad en este mundo, pero están muy avanzados… Aunque sigue siendo medieval.

Hay baños y escuelas. La medicina mágica está muy avanzada y las fábricas trabajan con magia. Este mundo sigue siendo medieval, pero es bastante moderno.

Saca dos monedas de oro de su bolsillo.

—Es todo lo que me queda… Una moneda de oro vale 10 Frak, la moneda de este país… Y una comida completa vale 5 Frak… Debo desayunar… Y debo conseguir un empleo.

—Vaya, vaya. ¿Qué tenemos aquí?

Dos mujeres se paran frente a él. Las mujeres tienen enormes pechos y son muy hermosas, provocando que el lado tímido de Kei saliera.

—Hola, lindo.

—H-hola, señoritas.

—¿Te perdiste?

—No precisamente.

—Oh, estás rojo, qué lindo.

Una de ellas le acarició la mejilla a Kei.

—¿Por qué no vienes con nosotras? Te divertirás.

—¿Eh?

—¡Dejen a ese joven en paz! ¡Él es un niño pequeño, enfermas!

Un vagabundo se acerca a ellos.

—Asqueroso.

Toman del brazo a Kei.

—¿Eh? ¿Qué hacen?

—¡Ven con nosotras, mocoso!

—¡¿Eh?! ¡No otra vez!

Durante su viaje, mujeres intentaron secuestrarlo, pero gracias a su buena suerte, siempre logró escapar.

Escondiéndose en los arbustos, en árboles, siendo salvado por aventureras. Kei logró escapar siempre.

—¡Dejen a ese inocente joven, pervertidas!

El vagabundo se dirige corriendo a ellas.

—¡Aléjate, asqueroso! ¡Esfera de fuego!- Dijeron al mismo tiempo.

Extienden sus manos y esferas de fuego salen de sus manos.

—¡G-genial!

Kei es de otro mundo, es por eso que no está acostumbrado a la magia.

El vagabundo esquiva las esferas de fuego y con una increíble velocidad, recupera a Kei y se aleja corriendo.

—¡Eres muy rápido, señor!

—Me llamo Zius.

—Me llamo Kei. Mucho gusto en conocerlo. Gracias por salvarme.

—¿Cuántas veces te he salvado? Creo que 24 veces.

—¿Eh?

—Kei, mi nombre es Zius, y soy un Dios… Bueno, lo era.

—¡¿Un Dios?!

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